domingo, 6 de julio de 2008

Los intereses de Montesinos y de Fujimori

Lanzo aquí algunas ideas en borrador, a ver qué reacciones suscitan.

En la última semana se ha comentado y analizado mucho sobre cómo interpretar la declaración de Vladimiro Montesinos como testigo en el juicio a Alberto Fujimori. A pesar de que se ha escrito y dicho mucho, considero que no hay claridad sobre qué pasó y cómo entenderlo.

La mayoría de opiniones ha resaltado la afinidad, alianza, complicidad entre ambos personajes; así, Montesinos habría ido a declarar para ayudar a Fujimori, a cambio de algún tipo de ayuda del fujimorismo en el futuro (asumiendo que será un actor importante capaz de influir en decisiones judiciales en el futuro). Sin embargo, hay demasiadas cosas importantes que no cuadran con este diagnóstico: lo más importante es que Montesinos no hizo una declaración completa, por lo que no tuvo valor legal y fue anulada. Como es lógico, César Nakasaki no ha quedado nada conforme con esta “ayuda”. Algunos dicen que la ayuda fue “mediática” y no judicial: tampoco creo que eso convenga a Fujimori. De un lado, lo que a este le interesa es la ayuda judicial; de otro, en el terreno “mediático” Fujimori tampoco gana: la proximidad y trato amistoso entre ambos desbarató la estrategia de presentar a Fujimori como el bueno, y a Montesinos como el malo (esto sí le conviene a Montesinos). Frente a esto, algunos señalan que Montesinos sí quiso ayudar a Fujimori, que esa colaboración era resultado de un pacto, solo que fue un plan mal ejecutado, y generó efectos no deseados, que no ayudaron a Fujimori.

Entonces, ¿hubo o no hubo acuerdo? ¿Montesinos quiso ayudar o no a Fujimori? ¿Sí quiso, pero no lo logró? ¿Fujimori salió fortalecido, o perjudicado? ¿A qué jugó cada quien, cuál es su lógica?

Creo que para entender lo sucedido debemos partir por establecer los intereses de cada quien, ver si hicieron lo que les convenía, y si al hacerlo cometieron algún error de ejecución.

Empecemos por Fujimori: para él, el mejor escenario era que Montesinos lo exculpara mediante una declaración judicial válida en los casos de Barrios Altos y La Cantuta, y que al mismo tiempo él se mantuviera distante del asesor que supuestamente traicionó su confianza. ¿Cuál es el juego de Montesinos? Creo que él no iba a dejar pasar la oportunidad de hablar ante una gran audiencia nacional para intentar limpiarse un poco. Su estrategia consiste en decir, en general, que él era subordinado de Fujimori, que solamente cumplía órdenes (esta fue su defensa en casos como congresistas tránsfugas, falsificación de firmas para la inscripción de Perú 2000, o venta de armas a las FARC). Para los casos específicos de La Cantuta y Barrios Altos, la defensa es que ninguno de los dos sabía del asunto. Además quiere presentarse como un profesional de inteligencia de alto nivel, y de paso fregar a algunos de sus enemigos.

¿Qué hizo Montesinos? Fue a declarar y, una vez cumplidos sus objetivos mínimos, se quedó callado y se fue. Podría haberse quedado hasta el final a ayudar a Fujimori, dado que en Cantuta y Barrios Altos la defensa de ambos es la misma: esos sucesos fueron responsabilidad del SIE, no del SIN El segundo depende de la presidencia, el primero de la comandacia general del ejército. Quien debería estar preocupado por esta defensa es más bien Hermoza, que es también defendido por Nakasaki (aparentemente, la defensa de Hermoza es que el SIE actuó sin que él tampoco supiera nada).

Entonces, Montesino no hizo una declaración judicial válida a favor de Fujimori, y por lo tanto no ayudó a Fujimori, ni en el terreno judicial ni en el “mediático” como hemos visto. Fue a declarar de manera parcial velando por sus propios intereses, no los de Fujimori. Con su declaración, para Montesinos no pasa nada en el terreno judicial (ya responderá en sus propios juicios) y gana algo en el terreno “mediático” (él era un subordinado de “alto nivel”). Digamos que la relación amistosa con Fujimori no alcanza como para que Montesinos esté dispuesto a “soportar” las “impertinencias” de un interrogatorio exigente, como el que iban a hacer los abogados de la parte civil. Tuvo apenas gestos amistosos, pero nada concreto. La combinación de no terminar su declaración, y los gestos amistosos, perjudicó doblemente a Fujimori. Así, Montesinos hizo lo suyo, y Fujimori quedó además como muy tonto al retribuir esos gestos.

Fujimori cometió un gran error al mostrarse amigable con Montesinos. Digamos que lo traicionó el corazón: pesaron más los años de convivencia y complicidad que las peleas de los últimos meses de su gobierno. Me imagino que Keiko no debe estar muy contenta con esto.

En resumen: Montesinos hizo lo suyo, perdió Fujimori, perdió Keiko, perdió Hermoza Ríos. No hubo acuerdo, o en todo caso Montesinos no lo respetó; la actitud de Fujimori revela cierto reblandecimiento, que no muestra Montesinos.

Ilustraciones de Carlín:
http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_humor/id,31/Itemid,653/

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