martes, 31 de julio de 2012

Economía y Sociedad 79

Acaba de aparecer el último número de la revista del CIES, con un artículo de este servidor, dedicado al análisis de los límites de la respuesta estatal a los conflictos sociales.

Se trata de una versión resumida de la investigación que llevó por título "¿Por qué el Estado no responde adecuadamente a los conflictos sociales? Y ¿qué hacer al respecto?" presentado al CIES en octubre de 2011.

El abstract de esa versión dice así: "En este trabajo se estudia por qué el Estado peruano no es capaz de canalizar por vías institucionales la conflictividad social, y concluimos que los desafíos que han planteado el crecimiento económico, la puesta en marcha de grandes proyectos de inversión y el proceso de descentralización, han excedido las capacidades de respuesta tanto del aparato público como del sistema político. Esto se expresa en la falta de capacidades institucionales para atender los problemas, en los límites de los marcos normativos actualmente vigentes, y en la falta de políticas de Estado y de gobierno que orienten la toma de decisiones tanto al interior de un mismo gobierno, de diferentes gobiernos en un mismo ámbito subnacional, como entre niveles de gobierno". Saludos...

Tema Central: Institucionalidad, crecimiento e inclusión social

Contenido

Desafíos de la inclusión social
Javier Herrera – IRD y Juan Pablo Silva – MIDIS

Retos y perspectivas de la economía peruana
Waldo Mendoza – PUCP

Incidencia en políticas públicas desde la investigación
Norma Correa y Santiago Pedraglio – PUCP

Economía del costo de las transacciones: orígenes, aplicaciones y desafíos
Oliver E. Williamson - Universidad de California en Berkeley

Otros temas

¿Por qué el Estado no responde adecuadamente a los conflictos sociales? y ¿qué hacer al respecto?
Martín Tanaka – IEP

¿Cuál es el costo de la contaminación ambiental minera sobre los recursos hídricos en el Perú?
Pedro Herrera y Oscar Millones – PUCP

¿Por qué no se resuelven los conflictos mineros en el Perú?
Mónica Muñoz Nájar y Hongrui Zhang – CIUP

Publicaciones

Actividades institucionales

VER TAMBIÉN:

PREVCON, Mapa de la conflictividad social en el Perú. Análisis de sus principales causas (Lima, PREVCON-PCM, 2011).


domingo, 29 de julio de 2012

2012-2021

Artículo publicado en La República, domingo 29 de julio de 2012

La fecha que marca el aniversario patrio coincide con el inicio del periodo anual de sesiones del Congreso y con el mensaje anual a la nación del Presidente de la República, por lo que tiene un marcado carácter “oficialista”, y está muy tomado por el debate de la coyuntura. Esto hace difícil que la festividad tenga el carácter de fiesta popular que tiene en otros países (pensar en la celebración de México o de los Estados Unidos, por ejemplo); también hace que la coyuntura le quite espacio a la reflexión de temas de fondo. Estos asuntos cobran especial importancia pensando en nuestro bicentenario. Llegaremos a 2021 marcados por las iniciativas que se inicien durante este gobierno y terminadas en el próximo. Deberíamos estar discutiendo ya cómo quisiéramos llegar a esa fecha; diversos actores han lanzado algunas iniciativas, de distinto tipo: la Asamblea Nacional de Rectores, la Pontificia Universidad Católica, la Universidad de San Martín de Porres, el Instituto de Estudios Peruanos, la revista Caretas, entre otros. Desde el Estado, el CEPLAN elaboró un Plan Bicentenario, aprobado por el Acuerdo Nacional.

Podríamos lograr que el bicentenario sea ocasión para un debate y una introspección profunda y productiva de lo que hemos sido y de lo que podemos ser como país, útil para pensar los desafíos que enfrentaremos en las próximas décadas. Para ello, deberíamos aprovechar, primero, el hecho de que sea cada vez más evidente que el país está atravesando por muy profundos cambios y que enfrentará desafíos inéditos en el futuro, que exigen diagnósticos y miradas nuevas; segundo, el hecho de que la producción de las ciencias sociales en general, y de la historiografía en particular, en las últimas décadas, ha cambiado profundamente las miradas vigentes sobre el país, su historia y su identidad, por lo que urge discutir las imágenes prevalecientes en nuestra cultura política; y tercero, que el actual ciclo de crecimiento económico ha permitido la generación de un discurso que postula la necesidad de articular una nueva narrativa más “optimista” de la historia y de la identidad del país.

Para que el bicentenario sea realmente útil, se requiere avanzar en la construcción de miradas amplias y plurales del país que efectivamente partan del conocimiento generado por nuestras ciencias sociales en las últimas décadas, pero capaces de impactar en la cultura política en general, por lo que la interlocución con el magisterio y los medios de comunicación es fundamental; también abordar las nuevas temáticas y desafíos, que requieren financiar nuevas y ambiciosas agendas de investigación; finalmente, es necesario apuntar a lograr un equilibrio que evite tanto visiones “edulcoradas”, “de exportación” de nuestra historia e identidad, como visiones sesgadamente críticas, discursos de “denuncia” que lleven a la parálisis y que impidan identificar los “activos” con los que cuenta el país para acometer las tareas del presente y del futuro.

viernes, 27 de julio de 2012

Empresas y grupos económicos


Excelente número de la Revista Apuntes, de la Universidad del Pacífico. 


Revista Apuntes n° 70
Contenido

La política de las empresas en Latinoamérica: investigando sus estructuras, preferencias e influencia
Ben Ross Schneider

El empresariado colombiano (1850-2010) ¿microcosmos del empresariado latinoamericano? Una aproximación a sus características
Carlos Dávila L. de Guevara

Políticas públicas, disponibilidad de capital e internacionalización de empresas en América Latina: los casos de Argentina, Brasil y Chile
Diego Finchelstein

Fragmentación del empresariado en la época de la industrialicación por sustitución de importaciones (ISI) en la Argentina: una aproximación desde el estudio de la red corporativa (1954-1970)
Andrea Lluch / Érica Salvaj

Las prácticas del poder. Discusiones en torno al problema de la acción política empresaria
Gastón J. Beltrán

Responsabilidad social empresarial, política e internacionalización. El caso del «conflicto de los cisnes» en Valdivia, Chile
Gonzalo Delamaza

La retirada heterogénea: estrategias y desempeños de los grupos económicos nacionales en la Argentina de la década de 1990
Ana Castellani / Alejandro Gaggero

Estrategias empresariales en contextos de alta incertidumbre. Desafíos de una empresa productora de aluminio en la Argentina (1970-2001)
Marcelo Rougier

Algunas claves de la longevidad de las grandes empresas familiares brasileñas
Paloma Fernández Pérez / Lourdes Casanova

Reseñas de Apuntes 70

martes, 24 de julio de 2012

Argumentos, año 6, n° 3, julio 2012


LA GRAN CONTINUACIÓN

Alternancia sin alternativa. ¿Un año de Humala o veinte años de un sistema?,
Alberto Vergara p. 3

El primer año de gobierno de Ollanta Humala desde la aprobación pública a su gestión, 
Jorge Aragón p.16

Horror al vacío: un año de relaciones entre Ejecutivo y Congresos,
Jorge Valladares p. 27

Una mirada al proceso de descentralización tras el primer año de gobierno de Ollanta Humala,
Patricia Quiñones p. 36

Doce meses de “la gran transformación”. La imagen elegida por el gobierno de Ollanta Humala,
Jacqueline Fowks p.46

Aproximándonos a un año de la presidencia de Humala: los peligros y las incertidumbres de una gestión, Romeo Grompone p. 54

El primer año de Ollanta Humala,
Waldo Mendoza p.59

A un año del gobierno de Ollanta Humala. Economía: en piloto automático. Política: ¿dónde está el piloto?,
Efraín Gonzales de Olarte p. 66

Evaluación económica del primer año de Humala,
Miguel Palomino p.72

El primer año de Humala: una nota,
Elmer Cuba p. 78

CRÍTICA Y RESEÑAS

Cotler: el comparativista,
Carlos Meléndez p. 82 

La industrialización como aspiración cultural: reseña del libro The Allure of Labor,
Mauricio Zavaleta p. 87

lunes, 23 de julio de 2012

La paradoja peruana (2)

Artículo publicado en La República, domingo 22 de julio de 2012

La semana pasada comentaba sobre la parada peruana, ser al mismo tiempo líder en crecimiento económico y reducción de la pobreza, y el país con los menores niveles de legitimidad de sus instituciones políticas en toda la región. Esta coexistencia debe ser explicada, para poder evaluar si durará o si se resolverá, ya sea porque aumente la legitimidad institucional o porque se acaba el dinamismo económico. Decía que la clave para entender esto está en la naturaleza de nuestro Estado: una parte funciona bastante bien, aquella asociada al manejo de la macroeconomía, caracterizada por una gestión “tecnocrática”, altamente profesionalizada, mientras que otra funciona muy mal, precisamente aquella asociada a la atención del ciudadano (combate a la pobreza, salud, educación, acceso a la justicia, seguridad ciudadana), sectores tradicionalmente utilizados para hacer clientelismo y pagar favores políticos. Al mismo tiempo, en algunas regiones se han desarrollado capacidades de gestión y se implementan políticas eficaces, mientras que en otras la descentralización parece ahondar los problemas existentes previamente. Creo que las diferencia entre sectores pueden explicarse por presiones de actores internacionales y domésticos, interesados en asegurar el buen desempeño económico, mientras que los temas sociales no contaron con una coalición suficientemente fuerte y articulada. De otro lado, en cuanto a las diferencias regionales, parece crucial el papel del liderazgo político.

Si estas ideas son plausibles, podemos entender las diferencias estatales que dan cuenta de la paradoja. La pregunta a continuación es ¿cómo es posible esta coexistencia? ¿Por qué la falta de legitimidad de las instituciones y la debilidad de los actores políticos no “estorba” la dinámica de crecimiento? La respuesta está en que “la política” se ha vuelto cada vez menos relevante para la toma de decisiones en materia macroeconómica, consecuencia de la debilidad de los partidos. Ella responde más a lógicas tecnocráticas, a consensos entre expertos nacionales e internacionales, que a decisiones derivadas de la composición del parlamento, o del balance de poder de fuerzas partidarias dentro del poder ejecutivo. En los últimos gobiernos, no ha habido ni el interés, ni la fuerza necesaria para cambiar este modo de hacer las cosas, que por lo demás, está dando buenos resultados. “La política” sí importa para decisiones que afectan el funcionamiento de la burocracia y los sectores sociales, y allí sí impactan fuerte y negativamente la inestabilidad, el clientelismo, la ausencia de políticas de Estado, la corrupción, etc.

¿Durará esta paradoja? ¿El crecimiento permitirá superar los problemas institucionales y políticos, o ellos terminarán tirándose abajo el crecimiento? Si en alguna parte deberíamos poner nuestra atención y mejores esfuerzos es precisamente en mejorar la calidad del Estado en los sectores sociales y en todo el territorio. Este es el desafío más importante para el Perú de los próximas décadas.

viernes, 20 de julio de 2012

martes, 17 de julio de 2012

Contrahistoria


Pronto aparecerá este excelente libro compilado por Eduardo Dargent y José Ragas, que será presentado el lunes 23 de julio en la Feria del Libro, a las 8:15 pm. Allí encontrarán un artículo de este servidor, cuya escritura me resultó muy placentera. En la presentación estaremos los editores, Antonio Zapata y yo, y haré un comentario breve en nombre de los autores.

Comparto con ustedes el índice del libro:

Eduardo Dargent y José Ragas, compiladores: Contra-historia del Perú. Ensayos de historia política peruana. Lima, Mitin eds., 2012.

Introducción

José Ragas / Jauja, capital del Perú. Si los conquistadores hubiesen preferido el Valle del Mantaro y no Lima (1534)

Charles Walker / Un Inca en Sacsayhuamán. Si Túpac Amaru hubiese tomado el Cuzco (1780-1781)
Natalia Sobrevilla Perea / El Bicentenario del Imperio peruano. Si la rebelión de Pumacahua, Béjar y los hermanos Angulo hubiese triunfado (1814-2014)

Mauricio Novoa Caín / Leopoldo I, Emperador del Perú. Si se hubiese implantado el proyecto monárquico de San Martín (1821)

Carmen Mc Evoy / La Coalición Nacional anticipada. Si Manuel Pardo no hubiese sido asesinado (1878)
Javier Barreda / Haya Presidente. Si el APRA hubiese llegado al poder (1962-1968)

Martín Tanaka / El pez fuera del agua. Si Vargas Llosa hubiese derrotado a Fujimori (1990-1995)

Eduardo Dargent / ¡Chino, Chino, Chino! Si el vladivideo no hubiese salido a la luz (1990-2005)
Carlos Cabanillas / El cuarto fujimorismo. Si Keiko hubiese ganado las elecciones (2011)

VER TAMBIÉN:

Importantes hechos que no se dieron
Mirko Lauer
Lunes, 16 de julio de 2012

Programa Cultural de la 17a Feria del Libro (19 de julio - 1 de agosto, Parque de Los Próceres, Jesús María

El tema de los "contrafácticos" siempre me ha interesado. Ver otros artículos del blog.

lunes, 16 de julio de 2012

La paradoja peruana

Artículo publicado en La República, domingo 16 de julio de 2012

En los últimos años ha llamado poderosamente la atención lo que se ha llamado la “paradoja peruana”: un país cuya economía es líder del crecimiento de América Latina, que además reduce de manera muy rápida e importante la pobreza, y que además empieza a reducir la desigualdad, aún en el marco de una crisis internacional. Al mismo tiempo, es el país con el más bajo nivel de legitimidad de sus instituciones políticas, de confianza e identificación con el Estado y los actores políticos de la región, con crecientes niveles de conflictividad social. Es imperativo entender cómo esa coexistencia es posible, si es que podrá durar, y si es que el crecimiento económico podrá a la larga ayudar a superar los problemas de representación y nuestro desempeño institucional, o si es que serán esas taras los que se tirarán abajo el crecimiento. Esta discusión, como recordaremos, fue particularmente intensa en las elecciones de 2011.

El conflicto de Conga ha puesto nuevamente en el centro este tema. Para algunos, Conga abre la posibilidad de que importantes proyectos de inversión puedan “caerse” por problemas sociales, políticos e institucionales, todo lo cual podría “descarrilar” la actual dinámica de crecimiento. Por el contrario, para otros Conga es un caso puntual, no generalizable, siendo Yanacocha y su relación con los cajamarquinos expresión de los errores que se cometieron al inicio del actual ciclo de expansión de la inversión en industrias extractivas, que ya no se dieron, o en todo caso no de la misma manera, en años posteriores. Y que con un manejo político apenas un poco más sensato, el asunto no se habría complicado tanto.

Una clave para entender esta paradoja es analizar la naturaleza del Estado peruano. En las últimas dos décadas, un sector del mismo, asociado en términos generales al manejo de la macroeconomía, después de la traumática experiencia de finales de la década de los años ochenta (recesión, déficits, hiperinflación) logró generar un consenso bastante amplio sobre la necesidad de no volver a ese pasado y de promover políticas orientadas al mercado. Ese consenso atraviesa sectores políticos, económicos, tecnocráticos, internacionales, lo que ha permitido construir instituciones que amparan y regulan esas políticas, que han gozado de continuidad, estabilidad, predictibilidad. El problema es que otras áreas, precisamente aquellas más vinculadas a la atención del ciudadano y fundamentales para el desarrollo a mediano y largo plazo (combate a la pobreza, salud, educación, acceso a la justicia, seguridad ciudadana, por ejemplo) fueron prácticamente abandonadas a su suerte, utilizadas para pagar favores políticos. Otra dimensión de estas diferencias al interior del Estado se dan entre regiones: algunas desarrollan capacidades y logran articularse mejor, otras siguen entrampadas y sin capacidad de implementar políticas eficaces, que saquen provecho de la coyuntura de bonanza. El país muestra dinámicas crecientemente “duales” o fragmentadas. Seguiré con el tema.

jueves, 12 de julio de 2012

Coaliciones y desarrollo rural

Quiero compartir con ustedes un trabajo reciente, dedicado al análisis del papel de las coaliciones sociales y de los procesos políticos en el desarrollo territorial rural.

El que me haya metido en este tema requiere de una pequeña explicación. Existe una importante institución, el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP), una red que articula a gran parte de los expertos en desarrollo rural en América Latina, integrada básicamente por sociólogos, antropólogos y economistas. Ellos llevan años trabajando tratando de responder la pregunta de qué explica el desarrollo rural, desde un enfoque de desarrollo territorial ("enfoque de análisis y de política pública que se plantea el impulso de procesos simultáneos de transformación productiva y de cambio institucional a escala de territorios rurales"). En los últimos años se han dedicado a hacer trabajos sobre diversas experiencias de desarrollo rural que logran crecer económicamente, reducir la pobreza y mejorar la distribución del ingreso de manera simultánea. Ultimamente están tratando de hacer una "gran síntesis" y esbozar una suerte de teoría del desarrollo territorial rural en América Latina.

Este enfoque tiene como variables principales asuntos como la articulación a mercados dinámicos, la dotación de recursos naturales, la estructura productiva y agraria, etc. Pero un tema con el cual se toparon todos reiteradamente es que el  desarrollo rural tiene mucho que ver con variables políticas: actores, coaliciones, proyectos, ideologías, descentralización, políticas sociales, y un largo etcétera. Sabían que había algo que ellos llamaron "formación de coaliciones" que era clave, pero necesitaban "tematizar" ese asunto. Así que tuvieron a bien reclutar a este servidor para que escriba un paper teórico-conceptual, partiendo de las herramientas de la ciencia política, para pensar el tema de la importancia de las coaliciones para el desarrollo territorial rural. Los interesados en estos temas ingresen a la página del proyecto y vean los muchos documentos de trabajo dedicados a estos temas. El documento 111 es el escrito por este servidor, ojalá lo encuentren interesante.

"En busca del eslabón perdido: coaliciones sociales y procesos políticos en el desarrollo territorial rural"

Martín Tanaka
Documento de Trabajo N° 111, 2012
Programa Dinámicas Territoriales Rurales
Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural

Resumen

"El presente documento plantea a las coaliciones sociales como una de las claves que explican las dinámicas de desarrollo territorial rural, en particular sus efectos sobre una mayor equidad económica y social, en tanto convierten en prácticas y acciones concretas, potencialidades estructurales que se presentan en los territorios, o compensan carencias en las mismas con la intervención de actores ubicados fuera de los mismos. Para esto, se propone un enfoque teórico construido sobre, primero, el análisis de los intereses y actores que se forman partiendo de la estructura productiva de los territorios y las coaliciones a las que dan lugar; segundo, el análisis de los procesos de construcción de actores colectivos que van más allá de su ubicación en la estructura productiva, la existencia de intereses no representados (o subordinados y excluidos), y la intervención de actores extraterritoriales que asumen parte de los costos de la acción colectiva; y tercero, el análisis del Estado y del sistema político en general, tanto del marco institucional y de la “estructura de oportunidad política” existente, así como del tipo de políticas públicas implementadas en los territorios. La hipótesis es que en tanto las fuerzas predominantes en las coaliciones sean más equilibradas, diversas, tengan dentro de sus intereses  o proyectos incorporar o permitan empoderar a sectores habitualmente subordinados o relegados,  así como mayores niveles de institucionalización,  las dinámicas de
modernización o crecimiento tendrán mayores probabilidades de tener efectos redistributivos importantes. Postulamos que, dada la debilidad tradicional de sectores subordinados o excluidos en los territorios rurales, el impulso redistributivo dentro de la dinámica de las coaliciones provendría fundamentalmente de detonantes externos, dados por cambios en mercados más amplios, en la “estructura de oportunidad política” o en la intervención de actores extraterritoriales".

lunes, 9 de julio de 2012

Salir del entrampamiento

Artículo publicado en La República, domingo 9 de julio de 2012

A estas alturas, debe ya aceptarse que hemos llegado a una situación de entrampamiento, cosa terrible para un gobierno que no llega a su primer año de gestión. La agenda gubernativa está hundida en las lagunas del proyecto Conga, y Yanacocha debe aceptar, como tuvo que hacerlo en el pasado, que es imposible operar con niveles tan altos de confrontación. El camino de sacar adelante Conga haciendo demostraciones de fuerza por parte de la autoridad, para así no conceder una victoria política a grupos “antimineros” ha demostrado su inviabilidad. Por este camino se llegará a un callejón sin salida de cada vez más enfrentamientos, represión, heridos y muertos, que generará una dinámica de polarización de consecuencias imprevisibles. Y en ese momento, la derecha que hoy pide ese rumbo deslindará del gobierno para evitar asumir sus costos políticos. De lo que se trata es de cambiar de orientación estratégica.

Sin ese cambio, el camino del diálogo tendrá muy pocas posibilidades de éxito, por más esfuerzos que puedan hacer mediadores bien intencionados. En este momento, como se ha hecho evidente, quienes lideran las protestas en Cajamarca no tienen incentivos para negociar. La confrontación los mantiene en el centro de la atención pública, movilizan y refuerzan la identidad de sus bases, sintonizan con el sentido común antiminero, antigubernamental y antiestatal, que puede acaso no ser mayoritario, pero que resulta para ellos una manera de construcción política más eficaz que cualquier otra en la actualidad, por lo menos para Cajamarca. La dinámica de polarización en la que estamos cayendo, lejos de debilitar la protesta, está galvanizando una oposición que pasa cada vez más por la reivindicación de la dignidad y de la identidad regional contra el centralismo. En todo caso, el camino de combinar fuerza con estrategias de convencimiento, como propone Jaime de Althaus, es imposible de lograr con el actual Consejo de Ministros, o con una recomposición del mismo basada en las mismas personas. Existe ahora una barrera gigantesca de desconfianza y un encono que requiere de nuevas personas que encarnen una nueva aproximación a los problemas.

¿Esto cambiaría la lógica de quienes encabezan las protestas? Probablemente no, pero la clave acá no está en convencer a estos dirigentes, sino en ganar la batalla de la opinión pública: en este momento, esos dirigentes aparecen defendiendo los medios de vida tradicionales de Cajamarca contra un gobierno coludido con una empresa egoísta. De lo que se trata es de cambiar la actual lógica de relación entre Estado, empresas y comunidades, y desde esa nueva filosofía replantear el proyecto Conga.

Todo depende del presidente Humala. ¿Está todavía abierta esta posibilidad, o la “derechización” del gobierno marca un camino de no retorno? Para un gobierno tan tomado por el corto plazo, con una clamorosa falta de recursos políticos, existe todavía margen de maniobra, pero el tiempo se está acabando.

VER TAMBIÉN:

Jaime de Althaus
Ahora el diálogo es explicación
El Comercio, viernes, 6 de Julio de 2012

martes, 3 de julio de 2012

Batallas por la memoria

El pasado jueves 28 de junio se presentó en el Centro Cultural de la PUCP el libro de Gonzalo Portocarrero, Profetas del odio. Raíces culturales y líderes de Sendero Luminoso (Lima, Fondo editorial PUCP, 2012). Ya he comentado sobre el libro, aquí.

Como es de conocimiento público, el abogado de Abimael Guzmán, Alfredo Crespo, junto a presuntos integrantes del MOVADEF, interrumpió la presentación del libro, insultó al autor, y terminaron lanzando arengas senderistas. Frente a este hecho, ¿cómo debieron reaccionar quienes estuvieron ese día? ¿Cómo deberíamos reaccionar nosotros ante algún hecho similar en el futuro?

Quiero empezar diciendo que no es en absouto mi ánimo el de criticar a quienes estuvieron ese día en la presentación del libro. Los senderistas sabían  que el auditorio había asistido a un evento académico, y que nadie estaría listo para un debate o una confrontación con ellos. Y uno en frío piensa en cómo debieron ser las cosas y le parecen claras, pero por supuesto una cosa muy diferente es haber estado allí. Precisamente, los senderistas se aprovechan de la buena fe de las personas, de la confusión, de la ingenuidad, de la falta de reflejos políticos. Para los senderistas, me parece, el juego es claro: utilizar la presentación del libro para crear un evento político propagandístico propio, "denunciar" las "falsedades" de los "lacayos del imperialismo", boicotear la presentación de un libro que denuncia a Abimael Guzmán como un "profeta del odio", y de paso, lanzar la advertencia de que harán acciones similares en el futuro, para así generar miedo, autocensura, para dificultar  que en el futuro se sigan generando espacios de reflexión y debate que dejen en claro el carácter totalitario del senderismo.

Siendo las cosas así, fue un tremendo error darle la palabra a Crespo, y permitirle convertir un evento académico en un espacio para lanzar consignas proselitistas. Toda presentación de libros tiene una dinámica preestablecida, y los organizadores no debieron dejarse arrebatar el control de la situación. Pero este no es un problema que se resuelve con un moderador más enérgico, con PROSEGUR, con la policía, o a empujones, porque el uso de la fuerza, aunque legítimo en este caso, los ayuda a victimizarse. Está claro que ellos igual iban a armar su espectáculo, porque no les interesa el debate, sino conseguir una tribuna para lanzar sus consignas. Y uno no puede concedérsela.

La respuesta tiene que ser política. Esto significa que, con sendero allí, de lo que se trata no es de seguir con un debate académico, porque ya no es posible, sino de impedir que la presentación de un libro se convierta en una victoria política de ellos; de lo que se trata es que se convierta en una derrota. ¿Cómo? Pues denunciando claramente lo que Sendero Luminoso es, un grupo terrorista, homicida. Y si ellos se paran delante tuyo y te gritan consignas a favor de Abimael Guzmán, lo que hay que hacer es pararse y gritarles también en la cara que repudiamos a los asesinos y terroristas. Gritar ¡no al terrorismo!, demostrar que ellos son minoría, y que la mayoría los repudia hubiera convertido el intento del boicot en una victoria democrática, y una demostración efectiva de que la sociedad peruana rechaza a los "profetas del odio". Eso requería el liderazgo de alguien y después una respuesta colectiva, pero lamentablemente no se dio. Queda de tarea para todos. Que esta falta de respuesta política no se repita. Desde la academica criticamos muy cómodamente a los partidos políticos "por no hacer política", por "abandonar la lucha ideológica" en las universidades, reivindicamos la importancia de las "batallas por la memoria", pero cuando las papas queman permitimos que nos lorneen en nuestra propia casa, como el Centro Cultural de la PUCP, y digo esto como profesor de la PUCP. Muy mal para nosotros, como comunidad académica.

La respuesta tiene que ser política. Y con mucha preocupación percibo cómo nuestros estudiantes de ciencias sociales se han ido despolitizando (incluyendo por supuesto también los de ciencia política), así como nuestras ciencias sociales en general, apegándose a un modelo cada vez más estrechamente "profesional". Con esto no quiero decir que debamos meternos a militar en partidos políticos (cosa que nada tiene de malo, por cierto, y ojalá más se animaran a hacerlo), o que la profesionalización sea mala, pero sí me parece preocupante que el rango de intereses y motivaciones parezca cada vez más pequeño, perdiéndose de vista los "temas grandes" y la preocupación por los temas de debate público. Viendo las cosas desde este ángulo, no resulta tan sorprendente la falta de reacción ante las provocaciones de Sendero en un evento académico de profesores y estudiantes de ciencias sociales de la Universidad Católica. Tenemos que revisar lo que estamos haciendo.

Termino con un recuerdo personal. Si no estoy mal, en el primer semestre de 1988 el senador Rolando Ames presentaba el Informe en minoría de la Comisión investigadora sobre los sucesos de los penales de 1986, en el J-101, hoy auditorio Gustavo Gutiérrez, que estaba totalmente lleno. En esa ocasión, en medio de la presentación, un grupo de senderistas de la universidad, bastante pequeño, pero bien organizado, decidido y bullicioso, irrumpió en el salón, lanzando vivas al "camarada Gonzalo" y denunciando el informe Ames, por "reaccionario" y por pretender "negar los crímenes del genocida Alan García". Al igual que hoy, la sorpresa hizo que cundiera el desconcierto. Algunos reaccionaron "represivamente": es decir, quisieron sacar a los senderistas a empujones. Otros hacían llamados a la calma, pero las arengas senderistas no paraban. Un pequeño grupo de senderistas lograba inmovilizar a decenas, cientos de profesores y estudiantes, la mayoría de izquierda, y boicotear la presentación del informe, en plena Facultad de Ciencias Sociales. Hasta que alguien se paró y gritó: "contra la violencia terrorista... " y todo el auditorio respondió "...Izquierda Unida". El auditorio respondió políticamente, y las consignas contra el terrorismo y por una izquierda democrática acallaron totalmente al grupo de senderistas, que terminó retirándose del auditorio.

Al final, la presentación del informe Ames terminó siendo excelente, un triunfo político de la izquierda democrática y una derrota del senderismo. Ese mismo día yo, estudiante de sociología, decidí inscribirme en Izquierda Unida, convencido de que solo una respuesta organizada sería capaz de sacar al país adelante, y de que, si cada uno seguía aislado y desorganizado, el senderismo nos pasaría por encima. Como sabemos, Izquierda Unida implosionó poco después, así que mi militancia fue realmente corta. En todo caso, aprendí algo que hasta ahora no olvido, a pesar de que ahora estamos en otro tiempo y de que la militancia partidaria no es una opción como era antes: que la respuesta al senderismo tiene que ser política, y organizada. Así como reclamamos a los partidos que hagan su trabajo, los científicos sociales debemos hacer el nuestro. Y ojo que si no somos capaces de responder de manera democrática y efectiva al desafío del senderismo, la cancha será ganada por quienes pretendan imponer soluciones meramente represivas.

VER TAMBIÉN:

domingo, 29 de enero de 2012
Memoria y MOVADEF

ACTUALIZACIÓN, 4 de julio

Ver también:

PROFETAS DEL ODIO
José Alejandro Godoy

3.7.12
Movadef no pone las reglas
Gustavo Faverón

3Jul
Sobre lo debatible y la política
Roberto Bustamante

Algunas consideraciones sobre la Carta de Javier Urbina
4 julio 2012
Erich Luna

ACTUALIZACIÓN:

Martín Santivañez
"Cobardes, ingenuos y terroristas"
Correo, 6 de julio

ACTUALIZACIÓN, 9 de julio

Mario Camoirano
"El lugar de la memoria de Tanaka"

domingo, 1 de julio de 2012

Los viejos hábitos…

Artículo publicado en La República, domingo 1 de julio de 2012

Ha causado gran impacto la destitución del presidente Lugo en Paraguay. Las elecciones están a nueve meses, y el escenario más probable es el triunfo del Partido Colorado, a pesar de que en 2008 el triunfo de Lugo era resaltado porque “por fin” terminaba con la larga hegemonía de ese partido, en el poder desde 1947. Este domingo (hoy) se realiza la elección presidencial en México, en la que probablemente el PRI gane y vuelva al poder con Enrique Peña Nieto, a pesar de que en 2000 el triunfo del Partido Acción Nacional (PAN) era resaltado porque ponía fin a la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder desde 1928. En ambos casos se criticaba a esos viejos partidos por autoritarios, corruptos, clientelistas.

A los peruanos estos hechos no deberían llamarnos la atención: Alan García casi gana las elecciones de 2001 y luego ganó las elecciones en 2006, a pesar de su pésimo gobierno entre 1985 y 1990; y Keiko Fujimori casi gana las elecciones en 2011, a pesar de que apenas en 2009 su padre había sido sentenciado a 25 años de cárcel por la comisión de graves delitos durante su gobierno. Tenemos también la vuelta de Daniel Ortega al poder con el Frente Sandinista en Nicaragua en 2007, después de haber encabezado una gestión muy ineficiente y corrupta entre 1985 y 1990; o la actual hegemonía del peronismo en Argentina, después de la decepción con el presidente Menem y la elección de Fernando de la Rúa en 1999.

¿Porqué en algunos países viejos actores desprestigiados dejan el poder y no vuelven más, y por qué en otros logran volver? En Venezuela, Acción Democrática (AD) o el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) en Bolivia, por ejemplo, antes partidos predominantes, ahora parecen definitivamente extintos. Ensayo un esbozo de respuesta; de un lado, los viejos partidos desplazados del poder deben, primero, evitar el desbande, mantenerse cohesionados; para esto, mantener posiciones en el Congreso o en gobiernos subnacionales ayuda. En México el PRI perdió las elecciones federales, pero fue capaz de ganar las gobernaciones en varios estados; en Argentina el peronismo siempre fue fuerte a nivel provincial; los colorados en Paraguay mantuvieron una importante representación parlamentaria. Segundo, deben reinventar su imagen, ya sea mediante nuevos liderazgos, o con un cambio de discurso de sus viejos representantes. Peña pretende dar un nuevo rostro al PRI, así como Horacio Cartes en el Partido Colorado. Ortega en Nicaragua y García en Perú volvieron a la presidencia con discursos muy diferentes a los de sus primeras gestiones.

De otro lado, es crucial la capacidad de nuevos grupos para consolidarse en el poder. El fracaso de De la Rúa en Argentina, la caída de Fujimori y la debilidad de Toledo, lo mal que le va al PAN en México, el fracaso de Lugo, explican también la vuelta de los viejos partidos; por el contrario, la fortaleza de Chávez y Morales enterró a AD y al MNR, respectivamente. Atención que si Humala termina mal, la próxima elección podría definirse entre un candidato antisistema y la “vieja guardia” representada por Alan García o Keiko Fujimori.