miércoles, 27 de junio de 2007

Jesús Silva-Herzog sobre Rorty

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Les recomiendo leer el comentario de Jesús Silva-Herzog a propósito del fallecimiento de Richard Rorty; les recomiendo leer el blog de Jesús Silva-Herzog. El texto en cuestión lo he tomado de otro blog que recomiendo, de Andrés Lajous, ambos mexicanos.


Jesús Silva-Herzog Márquez / De la filosofía a la literatura

"Si la postura intelectual más respetable es aquella que es cuestionada con la misma virulencia por la izquierda y la derecha, estoy en buen sitio, decía Richard Rorty en su admirable ensayo "Trotsky y las orquídeas salvajes". Rorty, quien murió la semana pasada, era visto con curiosidad pero desde la distancia por conservadores y liberales. Unos lo tildaban de esnob: un pedante obsesionado por la alta cultura; otros lo veían como un pensador intoxicado por las incoherencias del posmodernismo. El hecho es que Rorty fue un provocador solitario, un intelectual que durante años encendió buenas polémicas.

Dio tantas razones para sentirse acompañado por él como motivos para oponerse a sus juicios. Su primer trabajo importante fue un ensayo contra la ilusión de la filosofía. La filosofía y el espejo de la naturaleza, es su título. Argumenta que, durante largos siglos, los filósofos han tenido una elevada opinión de su disciplina. El desinteresado amor por el conocimiento convierte a la mente en un limpio recipiente de la verdad. El libro era un esquela: ha muerto la filosofía reina de los saberes. Descanse en paz la inteligencia que define lo verdadero, lo conocible, lo bueno y lo bello. En aquel ensayo sobre las flores y el revolucionario ruso trazaba la ruta de sus exploraciones intelectuales. Rodeado del desprecio de la izquierda y el odio de la derecha, trataba de explicar el recorrido de su mente.


Sus padres pertenecieron al Partido Comunista, al que renunciaron para integrarse al movimiento trotskista. Crecí pensando que las personas de bien serían trotskistas o, por lo menos, socialistas, escribe en ese apunte autobiográfico. También sintió un impulso estético e incomunicable en el que pulsaba una búsqueda religiosa. Descubrió las orquídeas salvajes en las montañas de Nueva Jersey y se sintió devorado por la fascinación. Sin saber claramente por qué, Rorty acariciaba la delicadeza de las flores como si encarnaran una sabiduría moral: la belleza de lo puro. Ahí estaba el origen de sus dos pasiones: la compleja hermosura de la naturaleza; el rudo combate por la justicia. Su proyecto intelectual consistía en conciliar las orquídeas con Trotsky: encontrar, fundar o inventar un marco para la justicia y la realidad. La realidad eran los encantos del bosque; la justicia la liberación del débil (...)".

Ver texto completo en: http://andreslajous.blogs.com/alternativa_joven/files/silva_herzog_de_la_filosofia_a_la_literatura.pdf

Blog de Andres Lajous: http://andreslajous.blogs.com/

Blog de Jesús Silva-Herzog: http://blogjesussilvaherzogm.typepad.com/el_blog_de_jess_silva_her/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Brillante artículo de Herzog. ¿Conoces algo más de este autor?

Martín Tanaka dijo...

Ver blog de Jesús Silva-Herzog, allí se mencionan sus dos últimos libros.