Artículo publicado en Perú21, martes 31 de octubre de 2006
Quiero decir algo que creo importante sobre la revelación reciente de los hijos extramatrimoniales de los ex presidentes García y Paniagua. Es un asunto que se debe tratar respetando la intimidad y la vida privada de los involucrados, pero hay varios temas de interés público implícitos que deben ser debatidos. Un ángulo desatendido es que acá, independientemente de las personas involucradas, están en discusión los roles de los sexos, los modelos de familia, el respecto entre las personas.
Se ha señalado que, si un varón tiene hijos fuera del matrimonio, tiene que "cumplir con su deber" de reconocerlo y proveerle del apoyo que merece. No hacerlo es censurable. Otra cosa censurable, se ha dicho, es la hipocresía: presentarse falsamente como un ferviente seguidor de los valores familiares tradicionales, e intentar sacar provecho de esa imagen. Pero si uno reconoce a sus hijos, y si uno es discreto en su vida familiar, parecería no haber problema. Se trataría, en estos casos, de situaciones privadas que merecerían un prudente silencio y respeto.
No estoy de acuerdo. Me preocupa sobremanera notar en estos razonamientos la presencia de un modelo patriarcal, machista, conservador, de relación entre los sexos, que a estas alturas de la vida creía en retirada. Se trata de una tradición según la cual a un varón casado le es permitido tener relaciones e hijos tanto con su esposa como con otras mujeres, siempre y cuando cumpla con su función de macho proveedor. La esposa debería ser comprensiva en nombre de la unidad familiar, y debería valorar su papel de esposa oficial, la "catedral". La madre extramatrimonial debe aceptar su papel de "capilla" en tanto reciba compensaciones y los beneficios de su cercanía al macho. Mientras se evite el escándalo, se debe ser tolerante. Dentro de esta tradición, también corresponde ser permisivo con la violencia doméstica, e incluso, con el incesto y la pederastia. Al macho proveedor casi todo le está permitido, dentro de límites muy laxos. A las mujeres lo que les toca es someterse, resignarse, sufrir estoicamente. Así se comportarán como "toda una señora".
El trasfondo machista de todo esto se hace evidente si pensamos en la situación contraria: una esposa que confiesa tener hijos con otro hombre. ¿Alabaríamos a la esposa por cumplir con su obligación de reconocer y dar amor a sus hijos extramatrimoniales? ¿Alabaríamos todos al esposo que, contrito, acepta la situación en nombre de la unidad de la familia? Creo que no.
Hoy consideramos que el patriarcalismo tradicional es inaceptable en cuanto al incesto y la pederastia, y quiero creer que también en cuanto a la violencia doméstica. Son prácticas censurables, aunque ocurran en el ámbito privado. Pero parece que todavía somos tolerantes frente a la libertad del macho para tener relaciones extramatrimoniales. Deberíamos defender modelos de familia y una redefinición de los roles de los sexos basados en la igualdad y el respeto entre las personas.
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6 comentarios:
Grande, Martín.
Desde mi humilde blog personal estoy recomendando la lectura de este post.
Sr. Tanaka, lo felicito por el post.
Por lo demás, concuerdo con usted, salvo en que el silencio en estos casos puede ser tranquilamente preventivo -ojo, no moral ni promoral, evidentemente-, pero tratándose de una figura pública como el Presidente de la República, un hijo en estas condiciones se pone en el ojo de la tormenta periodística, lo cual no necesariamente es beneficioso para él o para su familia.
Me gustaría hacerle una pregunta que se escapa de la idea central del post, pero me interesaría saber su opinión respecto al trato diferenciado en los casos de los hijos de García y Paniagua.
¿No es acaso amoral adoptar un moralismo convenientemente tardió como el de los periodistas -en concreto, el del sr. Hildebrandt-? Es evidente que si lo del hijo de AGP se hubiese sabido en plena campaña de segunda vuelta -para ese tiempo ya todo el mundo lo sabía-, otro sería el presidente. Además, el hecho de que Paniagua haya estado grave y luego muerto no implica que el periodismo se haga de la vista gorda con su caso. ¿O es que necesitamos héroes contemporáneos para creernos no tan malos? Estructurada desta manera, la pregunta lleva a una respuesta esperada, pero me interesaría saber su opinión al respecto.
No estoy de acuerdo.
El rol social de la mujer está determinado por la naturaleza y por la revelación divina: LA MUJER DEBE ESTAR SUBORDINADA AL HOMBRE.
Esto no es machismo sino sentido común.
Usted, señor TanaKa, parece no ser un hombre que cree en Dios ni cumple sus mandatos. TODAS LAS RELIGIONES establecen el rol domestico, el rol reproductivo, como el objetivo principal de todas las Evas.
Ademas, el problema de la infidelidad maculina se arreglaría facilmente si se volviera al sistema polígamo que describen las escrituras biblicas.
Chema:
Paniagua no se paseó por plazas y parques proclamando TENGO CINCO HIJOS, como sí lo hizo alan, aún sabiendo que mentía.
Excelente comentario, el conocer estas cosas sobre nuestros lideres es parte de lo que debemos saber para considerar su calidad como ser humano.
Por cierto, nuestra legislacion aun esta impregnada de ese modelo patriarcal, pues en el caso de la mujer que tiene hijos con otro hombre, por mas que sea declarada adultera estos hijos se consideran del esposo.. vaya ganga!!
Gracias por los comentarios, que recién tengo tiempo de responder.
Sobre García y Paniagua, hay varias diferencias, la principal la utilización política. Ahora, más allá de eso, hay similitudes que no tienen que ver con lo político, si no sobre los roles de género. Allí sí cabe una reflexión, y es lo que intenté hacer en el artículo.
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