domingo, 5 de abril de 2009

Programa Juntos y problemas de racionalidad popular

Está disponible en línea el estudio sobre el programa Juntos realizado por un equipo del Instituto de Estudios Peruanos, liderado por Ludwig Huber y Patricia Zárate. Algo adelanté sobre el asunto aquí:

http://martintanaka.blogspot.com/2009/01/estudio-del-iep-sobre-programa-juntos.html

La presentación del informe se dió en el contexto de una discusión sobre la racionalidad de los sectores populares más pobres, a los que Juntos quiere llegar. El diario El Comercio dió crédito (y un titular en primera plana) a una versión según la cual algunas mujeres se embarazan con el único propósito de convertirse en beneficiarias del programa.


http://www.elcomercio.com.pe/ediciononline/html/2009-01-18/en-apurimac-muchas-adolescentes-embarazan-cobrar-s100.html

Hubo muchas críticas a este diario porque dar crédito a esta versión revelaría un prejuicio negativo contra los peruanos pobres. En otras palabras, habría un debate sobre la racionalidad de estos peruanos: si son racionales, sería imposible la lógica de embarazarse por una compensación monetaria; si son irracionales (o irresponsables), sí sería posible. Esta discusión sobre la racionalidad en sectores populares estuvo también presente en las discusiones previas al estreno de la película La teta asustada, que también aludían a la película Madeinusa. ¿Cómo se retrata el mundo popular? ¿Qué imágenes existen y se manejan de este?

El informe es interesantísimo y la etnografía riquísima. Recomiendo ampliamente su lectura. Solo quiero resaltar el tema de la racionalidad, entre muchos otros posibles.

¿Qué imágenes gruesas quedan después de leer el informe? Queda que el programa funciona razonablemente bien, que llega a la población objetivo, que esta cumple mínimamente con las condicionalidades que se le imponen, que usan adecuadamente el dinero recibido. Pero también que el programa no es suficiente para que las cosas cambien, queda también la imagen de un mundo atravesado por conflictos inter e intra comunales, ignorancia, falta de información, machismo, violencia doméstica, alcoholismo, prejuicios que dividen a indígenas y mestizos, entre otros. Un mundo en el que todos los pobladores se sienten igualmente pobres, necesitados y desatendidos, y por lo tanto la selección de beneficiarios que impone el programa genera una sensación de arbitrariedad, resentimiento, que luego da lugar a rajes y al desarrollo de mitos, como el de las mujeres que se embarazan; un mundo en el que los mestizos miran con distancia y en muchas ocasiones menosprecio a la población indígena, lo que explica que se esos mitos se extiendan y se tomen por ciertos.

Un tema particularmente impresionante es la distancia sideral que separa al Estado de algunas poblaciones, en pleno siglo XXI. Entre los más pobres y menos educados, en zonas rurales, recibir el apoyo del Estado es un suceso inédito y simplemente no tiene explicación. Si el Estado, que nunca he hecho nada por ellos (cuando no abusa de ellos o los perjudica), de repente aparece, debe ser porque tiene algún protervo interés oculto. Si lo único valioso que tienen los pobres son sus niños, entonces es eso lo que el Estado querrá a cambio de la ayuda. El mito del pishtaco sigue sorprendentemente vivo. Ver:


En otras palabras, la investigación sobre Juntos revela la existencia de componentes de irracionalidad en parte de la población rural pobre, en donde para hacer comprensible una situación extraña, en un contexto de escasísima información y una lejanía y una desconfianza extremas respecto al Estado, se recurre a mitos y creencias populares que dan algún sentido a las cosas. En la investigación sobre Juntos coexisten imágenes de racionalidad (los beneficiarios son responsables y usan inteligentemente los recursos que reciben) y también de irracionalidad (la creencia de que el Estado se llevará a los niños para venderlos al diablo o a los Estados Unidos para fabricar manteca). Es que así de complejo y diverso es nuestro país (de paso, no debería sorprender por esto que pueda desarrollarse una mirada del país como la que aparece en las películas de Claudia Llosa).

Lo que es escandaloso no es tanto la existencia de estas creencias irracionales, sino lo poquísimo que ha hecho el Estado por la población en donde estas ideas prosperan. Lo nada que los representa, lo distante, lejano, ajeno y hasta amenazante que resulta para estos compatriotas, todo lo cual hace comprensible que esos mitos resulten creíbles. Quizá El Comercio debió haber llamado la atención no sobre el rumor de que las mujeres se embarazan para entrar el programa Juntos, sino sobre que hay mujeres que no entran al programa por temor a que el Estado les robe sus niños. En ambos casos habría irracionalidad: pero en el primero la carga de la culpa recae en unas supuestas madres irresponsables; en el segundo, en la irresponsabilidad histórica del Estado.

El informe completo en:
http://www.iep.org.pe/textos/DDT/Programa_Juntos.pdf

Ver también:
http://www.elmorsa.com/2009/01/28/chibolitas-se-embarazan-por-99-lucas/

7 comentarios:

YO, SI OPINO dijo...

No muy lejos de lo vertido, está el tema de las esterilizaciones forzadas que acaba de ventilar nuevamente un blog amigo, y en cuanto a dichas monstruosas esterilizaciones, pues, no podemos dejar de señalar al OPUS DEI en dichos entuertos fujimontesinistas ¿O me equivoco?.

Amazilia dijo...

"de paso, no debería sorprender por esto que pueda desarrollarse una mirada del país como la que aparece en las películas de Claudia Llosa"
Y que tipo de mirada es esa?

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Tanaka:

El tema resulta interesante. Efectivamente, se trata de miradas, pero hay miradas distorsionadas, incompletas y perversas. Por ejemplo, la mirada del conquistador hacia el conquistado, la del que manda al que obedece, la del rico hacia el pobre. La pregunta es ¿qué tan fidedignas pueden ser estas miradas?

Durante muchos años el Perú, al igual que Latinoamérica, ha venido soportando la mirada occidental sobre su realidad y los resultados no han sido muy satisfactorios. Si se pudiera resumir en una sola palabra ésta sería: incomprensible. Porque de no ser así, hace mucho que los planes elaborados por el FMI o el BM a través de sus innumerables organismos ya hubiesen mostrado sus resultados. Lo decimos porque no hay que olvidar que en otras partes del mundo, como Asia, la realidad ha cambiado en lapsos sumamente cortos como diez años (los famosos tigres de Asia sin olvidar Japón y China).

¿Por qué entonces no han funcionado en nuestros países en estos últimos 60 años? ¿Por qué más bien han persistido y se han incrementado las desigualdades y las injusticias? ¿Qué ha fallado en estas miradas que no han producido lecturas adecuadas que permitan modificar el panorama?

Quizá aquí está la respuesta a la pregunta de un lector sobre la película de Claudia Llosa: son miradas desde el otro, no desde el sujeto en cuestión. Porque las únicas miradas que sirven para el cambio y la mejoría son aquellas que los propios interesados son capaces de hacer, auscultando su propia interioridad.

Lamentablemente la inteligentzia local, así como la extranjera, se han esmerado hasta ahora en aplicar herramientas propias de Occidente para hacer lecturas de mundos no occidentales, con lo que solo se producen resultados anómalos, sesgados y prejuiciados que poco sirven para el entendimiento. La mayoría de las labores de las ONGs actúan de dicho modo y, en la mayor parte de los casos, solo logran dependencia y paternalismo en la medida que tratan de aplicar remedios para males que no son la causa de la enfermedad. De ahí que, por ejemplo, ante la mirada occidental de que la causa de la pobreza es la falta de dinero, la “solución” es generarlo, ante lo cual los llamados pobres encuentran una vía para obtenerlo, sin que ello les signifique un cambio de su realidad.

Quien escribe es autor de algunos textos que desarrollan el tema (Pachacuti el modelo de desarrollo andino) pero como es pensamiento no académico tomará mucho en conocerse. Pero es sabido que el mundo no académico es el que genera de algún modo la realidad que después la universidad suele catalogar y juzgar. Si usted gusta, amigo Tanaka, le puedo hacer llegar estos libros para que compruebe que no todo el conocimiento es propiedad y potestad del pensamiento occidental, pues existen otras civilizaciones, otros pensamientos, otras miradas del mundo, del Universo y de la humanidad, que también valen la pena conocer.

Muchas gracias.

Guillermo Salas Carreño dijo...

Martín,
Me sorprende que etiquetes sin más desarollo estas formas de expresión como "irracionales". Es una afirmación muy gruesa.
Encuentro poco irracional ver a las instituciones del Estado como amenazantes, interesadas más en arrebatar que en entregar. Me parece lo mas racional del planeta desconfiar profundamente de un estado como el peruano.
El que esta profunda desconfianza sea expresada en formas que no siguen ciertos códigos de la cultura dominante no los hace irracionales para nada. Sobre esto te recomiendo el trabajo de Michael Taussig (The Devil and Commodity Fetichism in Latin America y también Shamanism, colonialism and the wild man).
Un abrazo,

Juan Flores dijo...

Hace un tiempo (un mes casi) acabé de leer el libro "Contra el sueño de los justos: la literatura peruana ante la violencia política".
Este libro, escrito en "literatura comparada", basa sus puntos de vista sobre los fantasmas hegemónicos que existen sobre las comunidades indígenas o nativas, etc.
Lo curioso es que hace referencia sobre la mirada criolla con que la mayoría de los literatos exponen sobre el conflicto. Es decir, se ve a tales comunidades como "terrenos cercados" donde no existe "MODERNIDAD". Juan Carlos Ubillúz da su punto de vista muy claro y en una especie de moraleja nos dice que no debemos ser tan pre-juiciosos a la hora de opinar sobre el Perú Profundo. Un ejemplo claro es el informe Uchuraccay, un informe meramente sesgado sobre las comunidades cercadas.

En fin, me pongo a pensar que esa portada de "El comercio" es parte de esa marginalidad criolla para "imaginarse" sobre las comunidades alejadas (territorio cercado por la modernidad). Es el típico pensamiento, "esas personas siguen creyendo en el Inti y en otras cosas que los españoles debieron haber terminado".

Pero ahora este informe nos demuestra pues -citándolo a usted- que "El mito del pishtaco sigue sorprendentemente vivo".
¿Entonces? ¿cómo es la nuez? Es verdad o no que las comunidades campesinas son premodernas o es que sólo mantienen este premodernismo como acción cultural.
Tengo una gran confusión, que espero me pueda orientar.

Saludos

Martín Tanaka dijo...

Hola, gracias por los comentarios, respuestas rápidas:

- sobre las esterilizaciones forzadas, es una denuncia muy seria que hay que investigar, yo no las tomaría en absoluto como un hecho demostrado.

- sobre Cladia Llosa, me refiero a miradas de lo popular en las que coexisten elementos de racionalidad e irracionalidad

- sobre aquello del “pensamiento occidental” y “otras miradas del mundo”: no comparto gran parte de los supuestos implícitos en su comentario, que parte de hacer oposiciones que me parece no se justifican. Simplificando mucho, yo creo que en occidente y todas partes coexisten lógicas racionales e irracionales, maneras de producir conocimiento y de dificultar el llegar a este, muchas maneras de ver el mundo.

- Uso los términos racional – irracional sin carga valorativa, o eso intento: racional como adecuación entre medios y fines, dadas ciertas restricciones y medios, irracional cuando eso no ocurre. Todos tenemos componentes de ambos en nuestras conductas. De otro lado, no me parece irracional desconfiar del Estado, sí creer que el Estado se llevará a los niños para venderlos al diablo. Me parece que tiene que haber un límite que distinga

- Finalmente, supongo que la manera más razonable de aproximarse al mundo es asumir que en todas partes hay elementos de racionalidad e irracionalidad, hay mitos, rumores, y saberes fundados en el respeto a las leyes de la lógica. No hay culturas ni grupos de una manera o de otra, en todas partes se entremezclan las cosas. Entre las comunidades más pobres del país hay elementos de racionalidad e irracionalidad; y también en los sectores de más altos ingresos. Considerar por ejemplo la cruzada de Richard Dawkins en contra de la astrología, la homeopatía, las teorías conspirativas, etc., todas ellas formas de irracionalidad propias de “occidente” y de personas “ilustradas”.

Anónimo dijo...

Interesantes comentarios profesor Tanaka, sobretodo por eso de definir racionalidad e irracionalidad. ¿Usted cree que esta definición debería considerar el contexto cultural en el cual se da la adecuación entre medios y fines? Lo sugiero porque en el caso de la creencia del pishtaco, se sabe que esa figura es parte de la cosmovisión mítica andina. Es algo así como el "fantasma" al cual se le teme y no se le puede enfrentar. Yo creo que el comentario de los sres. Salas y Enrique son válidos, porque la racionalidad-irracionalidad occidental predomina al analizar otras realidades. Mire sino cuando se critica la supuesta actitud "irracional" de sectores del país frente al desarrollo inobjetable que ofrece el actual modelo económico (Aldo Mariátegui y demás).
Asimismo, no se por qué no considerar racional una actitud de embarazarse por dinero. Lo digo porque en el ámbito urbano hay muchos casos donde mujeres se embarazan para retener a su pareja o ganar de ella algunos favores (sería el caso de jóvenes que se embarazan de futbolistas, pues creen tener en ello un mejor futuro).
Saludos,
VPC