Vista desde la ventana de mi oficina en el Kellogg... la primavera llegó...
Artículo publicado en La República, martes 21 de abril de 2009
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La semana pasada participé en la conferencia “Cohesión social en América Latina”, realizada en el instituto Kellogg de la Universidad de Notre Dame, en los Estados Unidos. En ella se presentaron ponencias basadas en la encuesta “Ecosocial”, aplicada en los primeros meses de 2007, en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México y Perú, representativa del ámbito urbano de todos los países.
Perú aparece en esta encuesta como uno de los países con más alta participación en organizaciones; sin embargo, ella no está acompañada de mayores niveles de cohesión social. Perú es también un país con bajos niveles de confianza interpersonal (los más bajos, junto con Brasil); con bajos niveles de tolerancia; con altos niveles de discriminación; con los niveles más altos de inseguridad y victimización en los barrios. Pasando al ámbito político, destacamos por tener los más bajos niveles de confianza en las instituciones y la más alta percepción de arbitrariedad y distancia frente a las autoridades. A pesar de ello, hay también actitudes e iniciativas dinámicas: mostramos altos niveles de nacionalismo, relativo optimismo en cuanto a nuestras posibilidades de progreso individual; pensamos más que en otros países que la pobreza es resultado de la falta de iniciativa, y confiamos más que en otros países en el trabajo y el esfuerzo individual para salir adelante. Finalmente, ante la pregunta “teniendo en cuenta todos los aspectos de su vida, ¿usted se siente muy feliz o bastante feliz?”, en nuestro país un 48% se ubica en estas categorías, el nivel más bajo de los siete países.
Es interesante registrar que estos datos se dan en el marco de un alto crecimiento económico, de una disminución de la pobreza (considerando el periodo 1997-2007), e incluso de una reducción de los niveles de desigualdad y una mejora en la distribución del ingreso (tomando en cuenta el periodo 2002-2006), según varias ponencias presentadas en la conferencia. Según Carol Graham, es relativamente común encontrar que los niveles de insatisfacción e infelicidad aumentan en contextos de crecimiento y desarrollo económico, aunque suene inicialmente contraintuitivo. En realidad, no es tan raro: como comentaba Patricia del Río en su última columna en Perú 21, la frustración y molestia ante las tragedias que ocurren en el país es mayor precisamente porque se dan en un contexto de crecimiento, no de escasez.
Es interesante contrastar estos datos y evidencia con el discurso ideológico según el cual en Perú el malestar social es consecuencia del aumento de la pobreza y de la desigualdad generada por las políticas aplicadas en los últimos años. Es un argumento que suena persuasivo, y es excelente para la acción política; el problema es que la evidencia disponible apunta en la dirección contraria. Por supuesto, es claro también que los avances de los últimos años podrían haber sido sustancialmente mayores, de haber habido más voluntad y un fortalecimiento en las capacidades institucionales del Estado.
VER TAMBIÉN:
El programa de la conferencia:
Social+Cohesion+Conference+Program
La encuesta ecosocial,
http://www.ecosocialsurvey.org/archivos/presentacion_ecosocial_general_ecosocialsutvey.pdf
Y más información sobre ese proyecto. Atención, que las bases de datos se pueden conseguir también aquí:
http://www.ecosocialsurvey.org/inicio/index.php
El texto de Patricia del Río:
http://peru21.pe/impresa/noticia/peruavanza/2009-04-17/244149
Sobre "el discurso ideológico" al que hice referencia, ver:
http://martintanaka.blogspot.com/2009/04/asesinatos-golpe-neoliberalismo.html
Y también:
http://www.larepublica.pe/disidencias/18/04/2009/el-fujimorismo-recargado
Henri Michaux - A las puertas de la ciudad
-
A las puertas de la ciudad fui apresado por una extraña aglomeración.Miles
y miles de carniceros, el arma en alto, esperaban al primer bebé que
llegara has...
Hace 6 horas.
12 comentarios:
Interesante Martin. Es algo que he venido sosteniendo en mi blog desde hace tiempo basandome en las cifras de las encuestas de hogares desde 1997: no hay evidencia de incremento de la desigualdad y la pobreza que sostenga la hipotesis del descontento social debido a un deterioro en la distribucion del bienestar. Dicha hipotesis no esta basada en evidencia y parece responder mas a las creencias ideologicas de quienes la sostienen.
Stanislao:
Nora Lustig coincide contigo. Su ponencia sostuvo que salvo un par de casos, la distribución del ingresó mejoró en todos los países de AL (incluyendo Perú) en los últimos años. Claro, queda pendiente la pregunta sobre qué pasará con esta crisis que empieza.
A ver si tambien pones los datos de numero de distritos con concesiones a mineras, numero de casos de derrames toxicos, una encuesta de corrupcion, veces que ha sufrido un asalto o un accidente de transito, si tiene seguridad en el empleo, etc
LAs cosas desde vuestras burbujas se ve muy bien pero si estas en el llano no pinta tan bien.
Al anónimo:
"Las cosas desde vuestras burbujas se ve muy bien pero si estas en el llano no pinta tan bien"
No digo que las cosas pinten bien: como dije, tenemos bajos niveles de cohesión social, altos niveles de victimización (precisamente se refiere a asaltos e inseguridad en general); tenemos una gran desconfianza frente a las autoridades, de las más altas de la muestra.
Datos sobre corrupción los puede encontrar en el último libro de Patricia Zárate y Julio Carrión, sobre valores democráticos en Perú (se presentó hoy en el IEP).
Sobre la problemática minera, ver mi libro "Minería y conflicto social", que también acaba de aparecer. Allí encontrará datos que relacionan la expansión minera con mayores niveles de conflicto social.
Nada de esto contradice que en los últimos años la pobreza haya caído y haya mejorado en algo la distribución del ingreso. Saludos.
Muy interesantes los datos de Ecosocial. Llama la atención el mayor aprecio por la democracia en el Perú, 63%, que en Chile, 55%.
Sin embargo, estos datos no correlacionan malestar social con crecimiento, pobreza o desigualdad en el Perú a lo largo del tiempo, que es lo que resaltas como conclusión a tu post. Esta relación la estableces en base a varias ponencias que documentan un alto crecimiento, la disminución de la pobreza y la reducción de la desigualdad en la última década en el Perú, que dan marco para el malestar que sí documenta la encuesta. No es lo mismo documentar una correlación que documentar una coincidencia en el tiempo.
La otra evidencia es lo que señalan en términos generales Carol Graham y Patricia del Río.
Para refutar lo que llamas un "discurso ideológico", que bien podría ser una hipótesis de trabajo, habría que correlacionar más específicamente las dos variables, malestar social y bonanza económica. ¿El mayor malestar social se da en los segmentos (grupos sociales, regiones, ocupaciones) que más han progresado económicamente? La organización y militancia sindical (pliegos negociados, sindicatos constituídos, huelgas realizadas) han tenido un sustancial incremento en los últimos años, ¿esto se ha dado en los sectores de más o los de menos crecimiento, avance en igualdad y reducción de la pobreza?
Creo que te apresuras es descartar y pretender dejar sin base una hipótesis que calificas de argumento "persuasivo, y es excelente para la acción política, el problema es que la evidencia disponible apunta en la dirección contraria".
Tu afirmación contundente no tiene el respaldo con que la presentas: lo único que tienes como evidencia son datos externos a la encuesta y las afirmaciones generales de dos personas. La evidencia disponible de Ecosocial no contrasta esta hipótesis. Su objetivo es otro. Es más una comparación de corte transversal entre países, no un análisis longitudinal para diversos países que correlacione progreso económico con malestar social. ¿Por qué salirse del tema de la encuesta en la conclusión? Bien podría el lector pensar que el "discurso ideológico" es más bien el tuyo.
Desde luego que hay un discurso ideológico que exalta el crecimiento y deslegitima las diversas protestas que hay. Nomás miremos la propaganda gubernamental. "El Perú está creciendo y quienes protestan no lo hacen por necesidad o porque tengan razón en sus pedidos, sino por razones politicas o ideológicas".
Saludos,
Otro análisis más, otro libro que habla de lo que ya sabemos hace décadas Martín. Creo que tú también tendras por lo menos unos cien documentos sobre lo mismo en cuanto al Perú. La cuestión es: ¿Que planteamos para solucionarlo? y ¿Cómo hacemos para solucionar esas sempiternas desigualdades e inequidades?.
Silvio:
es claro según ecosocial que la infelicidad o la falta de cohesión, o la legitimidad de las protestas, no correlacionan con el nivel de pobreza de los países. Puedes estudiar el tema en un país a lo largo del tiempo, o en varios países en un mismo momento.
Lo segundo es un ejercicio común: tomas como variable dependiente nivel de democracia, cantidad de protestas, cohesión, luego como variables independientes nivel de pobreza, PBi, desigualdad, y tienes como datos los países. No ves cada país, sino el conjunto de países para ver si la relación se da o no.
Viendo un caso específico, Perú. Hay mucha evidencia de que quienes más protestan no son lo más pobres. La pobreza está asociada a debilidad también en las capacidades de acción colectiva; de otro lado, el crecimiento abre oportunidades y genera incentivos para protestar. Ver mi último libro con Grompone, "Entre el crecimiento económico y la insatisfacción social" (siguiente post). Lo mismo puede decirse del sector minero, ver mi libro "Minería y conflicto social".
Respecto al discurso ideológico del gobierno, lo he criticado varias veces, ver p.e.:
http://martintanaka.blogspot.com/2006/10/sobre-las-protestas-y-cmo-enfrentarlas.html
http://martintanaka.blogspot.com/2007/06/conflicto-minero-para-dummies.html
http://martintanaka.blogspot.com/2007/07/cmo-responder-la-ola-de-protestas.html
http://martintanaka.blogspot.com/2007/07/un-sentido-comn-muy-riesgoso.html
http://martintanaka.blogspot.com/2007/09/una-columna-ms-sobre-majaz.html
http://martintanaka.blogspot.com/2009/01/las-teoras-del-complot.html
Disculpa el "didactismo" de mi respuesta; sé que eres conciente de todo lo que he dicho, no necesariamente los lectores ocasiones del blog. Saludos.
"Yo sí opino": el proyecto ecosocial no me parece para nada reiterativo o superfluo; por el contrario, me parece original y novedoso. Recomiendo ver el libro de Eduardo Valenzuela y otros, "Vínculos, creencias e ilusiones. La cohesión social de los latinoamericanos" (CIEPLAN, Santiago, 2008), uno de los primeros productos del proyecto.
Sobre qué hacer para enfrentar las desigualdades, hay mucha literatura escrita. Poner en práctica esas ideas depende de la política y los políticos... no de un grupo de académicos. Saludos.
Martín,
"Puedes estudiar" y se pueden tomar diversas variables y llegar a diversas conclusiones, sin embargo, no es eso lo que haces en tu post, donde presentas una encuesta con un propósito que acaba sirviendo para otro.
Igualmente ocurre con tu conclusión final sobre el "discurso ideológico" de pensar que la pobreza y la desigualdad son causa de malestar social. Puedes haber escrito muchas cosas criticando al gobierno en diversas otras dimensiones, habría que verlo post por post, pero en este post específico introduces una deslegitimación muy contundente de una hipótesis como ideológica y útil a intereses poíticos. Esta puerta que tu mismo has abierto puede llevar al lector a preguntarse, muy legítimamente, si otras hipótesis, alternativas, como la tuya, también son ideológicas y útiles a intereses políticos.
Te pongo un ejemplo. La curva de Kuznets no ha sido comprobada empíricamente. Funciona algo con datos de corte transversal, pero fracasa con datos longitudinales. No por eso esta hipótesis ha sido calificada de "ideológica" y contundentemente descartada. Sigue ahí. En el caso que discutimos, pensar que el hambre te cause malestar no es nada ideológico. Es algo de sentido común.
Si hay políticos que usan este razonamiento no es porque las estadísticas los apoyen (y todos, absolutamente todos, los políticos se basan en este razonamiento). Lo hacen porque tiene sentido.
Finalmente, te comento esta frase:
"Hay mucha evidencia de que quienes más protestan no son lo más pobres."
¿Cuán pobre tienes que ser? Eres de una clase media empobrecida, vas a una universidad pública y protestas. Eres un trabajador eventual de un service que o trabaja o busca trabajo y no protestas. Entonces haces la encuesta, les preguntas a estas dos personas si protestan. Obtienes que "no son los más pobres lo que protestan". Desde luego que hay razones para ello (bueno, tampoco son los más ricos los que protestan).
Este tema viene desde la época de García 1 con sus "pirámides de ingreso" diciendo que él defiende a los más pobres que no son los sectores organizados que más reclaman, hasta García 2 en que Althaus y Mariátegui hablan de los trabajadores sindicalizados como una "oligarquía privilegiada" que representan a poca gente y que no hay que hacerles caso. Y de antes, pasando por Sendero Luminoso que se jactaba de estar con las masas profundas y no con las "masas revisionistas" representadas por los partidos del sistema. El tema tiene barba.
Gracias por la bibliografía. Leeré tus libros con atención.
Silvio:
hay temas que planteas que son de debate, así que lo dejo ahí. Sí me siento obligado a responder a tu comentario:
"en este post específico introduces una deslegitimación muy contundente de una hipótesis como ideológica y útil a intereses poíticos. Esta puerta que tu mismo has abierto puede llevar al lector a preguntarse, muy legítimamente, si otras hipótesis, alternativas, como la tuya, también son ideológicas y útiles a intereses políticos".
Todo depende de lo que diga la evidencia, y cómo se corresponde o no con los enunciados que hacemos.
A mí me parece que la evidencia, la investigación existente, no sostiene que haya relación entre pobreza y protesta; más bien que no la hay. A menos que se demuestre lo contrario. Lo que es ideológico, y yo critico, es sostener algo sin evidencia, o peor aún, en contra de la evidencia disponible. En tanto lo que uno dice se asiente en evidencia, no puede ser acusado de seguir un razonamiento ideológico.
Intento comentar basándome en evidencia, no en mis preferencias; por supuesto, me puedo equivocar.
Bueno, pero ten cuidado. El economista Eduardo Morón "demostró" que el mercado de AFPs era competitivo y luego sólo bastó la entrada de una AFP para que bajaran las comisiones. Se basaba supuestamente en evidencias contundentes, pero finalmente quedó en off side asomándosele el plumero ideológico. Quien se ampara en evidencias supuestas y acusa a otros de ser ideológicos en forma rotunda, crea un estándar que puede revertir contra él/ella cuando patina.
Es que las ideologías desde luego que buscan un respaldo en las evidencias y resaltan precisamente aquellos aspectos que más les convienen y ponen menos énfasis a otros. Toda persona tiene una ideología, incluso los más rigurosos intelectuales, y ésta se nota muy fácilmente.
Como ya he manifestado, hay hipótesis plausibles que no por ser rechazadas por las evidencias son descartadas del todo y sobre todo, no son desmerecidas como ideológicas. Ahora mismo, por alguna razón a estudiar más, el descartado y hasta vituperado keynesianismo está regresando. Tu contundencia en el rechazo de la hipótesis de la pobreza como causa del malestar (más que el rechazo en sí) no deja mucho márgen para estas actualizaciones y no sugiere una actitud desapasionada precisamente.
Yo también lo dejo aquí. Saludos
Silvio,
una última, sobre filosofía de la ciencia, que creo puede ser interesante para algunos lectores.
El conocimiento siempre es provisorio, nada está "demostrado" de una vez y para siempre. Tenemos certezas relativas, fundadas en evidencia, recogida con una metodología; cuando tenemos certezas sin evidencia, o peor aún, en contra de la evidencia, estamos ante un discurso ideológico.
Mientras uno presente evidencia con rigor metodológico, no puedes ser acusado de ideológico. Por supuesto, uno nunca se libra del todo de subjetividades o ideología, precisamente la metodología está para "controlar" lo más posible la intervención de esos factores (hacerlo 100% es imposible, claro está).
Si aparece nueva evidencia que apunta en sentido contrario, pues hay que matizar, refinar, expandir... explicar la coexistencia entre evidencia contradictoria, ver hasta qué punto son compatibles o incompatibles las explicaciones que se dan y, en extremo, si la nueva evidencia es contundente en otro sentido, pues simplemente corresponde corregirse y actualizar a la luz de la nueva evidencia (no hacerlo sería ideológico, precisamente porque la ciencia social siempre debe basarse en evidencia).
No hay ningún drama en eso, así es la ciencia, en ese negocio nos metimos. Saludos.
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