Artículo publicado en Perú21, martes 15 de abril de 2008
Sigo comentando el último libro del presidente García, La revolución constructiva del aprismo.
Decía que uno de los propósitos del libro es justificar una suerte de "giro socialdemócrata" en el aprismo. Es un intento razonable; de hecho, el gran mérito de García a inicios de los años 80 fue renovar el aprismo desde una identidad socialdemócrata, inspirado en el socialismo español bajo la dirección de Felipe González; la reconciliación entre democracia, mercado y justicia social. De otro lado, todos los grandes partidos populistas latinoamericanos, desde el justicialismo argentino hasta el PRI mexicano, han hecho este giro de alguna u otra forma. En el plano global, García probablemente tenga como referente a la "tercera vía" propuesta por Tony Blair en Inglaterra, que se define contraria tanto al conservadurismo como al viejo laborismo, y que ha sido tachada de derechista por sectores de izquierda.
Sin embargo, el problema con el libro de García es que pone claramente el énfasis en lograr una asociación preferente con el capital, antes que en construir una agenda reformista. Si vemos, por ejemplo, los esfuerzos actuales por construir una "Gobernanza progresista" promovida por líderes como Blair, Schröder y Amato, ex primeros ministros de Inglaterra, Alemania e Italia, respectivamente, es claro que lo que buscan es desarrollar una agenda reformista en el nuevo contexto global.
Ahora bien, podría decirse: ¿y cuál es el problema con la derechización del Apra? ¿No es lo que hicieron los socialistas chilenos, Cardoso y Lula en Brasil, y no ha sido ello beneficioso para esos países? El problema con este razonamiento es que pasa por alto que en esos países el énfasis puesto en la implementación de buenas políticas sociales fue mucho mayor al que vemos ahora aquí, y son ellas las que permitieron que Chile, por ejemplo, disminuyera su nivel de pobreza a la mitad entre 1990 y 2003, no solamente el estímulo a la inversión privada.
Un programa pro mercado sin un fuerte componente social y sin un adecuado manejo político puede tener efectos desastrosos como en los gobiernos de Carlos Andrés Pérez, de Acción Democrática en Venezuela; o de Gonzalo Sánchez de Lozada, del Movimiento Nacionalista Revolucionario en Bolivia, ambos partidos populistas como el Apra.
En resumen, de las "siete modernizaciones que propone el aprismo en la línea de Haya" solamente está funcionando la "modernización económica y comercial"; en la modernización democrática y social, y en las reformas en la educación, algo hay, pero muy insuficiente. Y hay muy poco en descentralización, salud, administración de justicia y seguridad ciudadana, modernización y reforma del Estado. Muy poco todavía para pretender construir una identidad socialdemócrata renovada.
VER MÁS:
Ver mi artículo anterior sobre el libro de García, con comentarios adicionales y una actualización del día de hoy:
http://martintanaka.blogspot.com/2008/04/haya-visto-por-garca-y-comentario-sobre.html
Para tener una idea de en qué anda la socialdemocracia europea y su agenda reformista, ver por ejemplo:
http://www.progressive-governance.net/
La lista de sus publicaciones, muchas disponibles en línea, está acá:
http://www.progressive-governance.net/publications/index.aspx?id=102
Ver especialmente el documento de 2003, Progressive Futures. New Ideas for the Centre-Left, donde escriben académicos muy prestigiosos como Anthony Giddens, Gøsta Esping-Andersen y David Held, entre otros.
http://www.progressive-governance.net/uploadedFiles/Publications/Publications/ProgressiveFutures.pdf
Sobre la política social en Chile de los últimos años, la literatura es inmensa. Ver por ejemplo:
http://www.utexas.edu/cola/insts/llilas/content/claspo/PDF/overviews/chilsocpol90s.pdf
Como se ve en este documento, hay una diferencia entre una política social "subordinada a la política económica", y una política social "integrada y complementaria" a la económica.
Ver también
http://www.nuso.org/upload/articulos/2337_1.pdf
donde se compara la política social chilena con la argentina y mexicana, vistas las cosas desde mediados de los noventa. El texto sigue siendo pertinente, en tanto aborda la relación entre política económica y polìtica social en Chile con la Concertación.
Ariel Florencia Richards: “Los finales y los inicios nunca son tan
definitivos”
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La escritora chilena reflexiona partir de su nueva novela Inacabada
(Alfaguara, 2024)
Hace 17 horas.
2 comentarios:
Martín sigues confundido:
La base de la socialdemocracia es la redistribución de la riqueza, creo que hasta ahi llegas.
En tal caso mi querido amigo, si no hay riqueza, no hay nada que repartir excepto miseria.
Por tanto cualquier modelo socialdemócrata se tiene que asentar en un sistema económico estable y que pueda crear riqueza, para después intervenir, redistribuir y financiar los servicios públicos.
Los edificios se construyen sobre cimientos, la justicia social, también y eso tarda. Haz los análisis con más rigor y leyendo un poco más.
Saludos.
PD- ¿de donde sacas que la socialdemocracia es derecha? no creo que los países del norte de Europa sean modelos sociales conservadores y derechistas, igual son más de izquierdas que las eternas revoluciones futuras prometidas por izquierdas leninistas u oenegeras.
crecimiento vs justicia social es un falso dilema; creer que es "natural" que el chorreo sea "para despues" es conservador. el argumento no resiste analisis teorico, ni empirico: cada sociedad construye su camino, que luego el sentido comun lo cree el "natural".
sobre el fondo, el apra y haya/garcia tienen que ver mas con la historia del PRI o los peronistas que con la democracia cristiana chilena, o las izquierdas del PT y el Frente uruguayo. la practica "pragmatica", frecuentemente amoral, siempre mas importante que la doctrina.
y creo que el cerebro de alan no le permite ver "terceras vias", sino bandazos mesianicos, bi-polares y leninistas. el es el jefe.
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