miércoles, 27 de febrero de 2008

Rompemuelles, policías, peatones

He recibido varios comentarios por el post sobre las "verdaderas" reglas de tránsito en Lima:

http://martintanaka.blogspot.com/2008/02/las-verdaderas-reglas-de-trnsito.html

Después de leer el artículo de Rafael León sobre los rompemuelles en Somos de El Comercio el sábado pasado (donde el autor hace una generosa mención a este blog), y después de algunas conversaciones con amigos, añado unos apuntes adicionales, que creo serán útiles a los conductores novatos.

Asegurar el cumplimiento de la norma: rompemuelles y policías

Cierto: Lima (y todas las ciudades del país) se llena de rompemuelles. Lo que se busca es salvar vidas, proteger a los peatones, limitar el exceso de velocidad. Loable. Ya el artículo de León se ha ocupado de varias de las gracias y bellezas de los rompemuelles. Yo añado lo siguiente: muchas veces me he encontrado con rompemuelles hábilmente camuflados, lo que puede ser desconcertante, ya sea porque son nuevos y todavía no han sido pintados (como el de la foto), porque fueron pintados y se despintaron, o porque simplemente a nadie se le ocurrió nunca pintarlos. ¿No deberían estar pintados de un color brillante, no debería haber carteles anunciándolos? En realidad, no. Si fueran visibles, uno reduciría la velocidad porque existe un rompemuelle (y podría ir a una velocidad alta donde no los hay); pero si uno no los puede ver, y sabe que podrían estar en cualquier parte, uno está más presionado a no excederse en la velocidad. ¿Ven? todo tiene su lógica.

Si lo piensan bien, este principio se aplica también a los policías de tránsito que "se esconden" en algunas calles y avenidas, para "pillar" al infractor. Si su presencia fuera evidente siempre, los conductores no cometerían infracciones cuando ven a la policía, y las cometerían donde no los ven. Pero si uno sabe que la policía puede estar camuflada en cualquier parte, se incentiva el cumplimiento (ya ven: y hay malpensados que creían que la razón era otra).

Sobre los peatones

Al novato puede desconcertarle el hecho de que peatones que quieren cruzar la pista, al ver que se aproxima un auto, no se detienen ni retroceden, sino que siguen avanzando. Y si están en plena pista, al ver un auto, detienen el paso. En realidad, esto parece ser expresión de una no advertida influencia de la cultura taurina en las calles limeñas. El objetivo no es lograr una distancia prudente entre la persona y el auto: es más bien lograr que el auto pase a escasos centímetros del cuerpo, como todo buen torero pretende con el toro. Puntos extra para quien, además, le mete un manazo al auto cuando pasa por su lado. ¡Ole! Y después algunos dicen que no hay verdadera afición taurina en el Perú.

Foto tomada de:

http://www.munitalara.gob.pe/oretrans03.htm

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tanaka,
Buenisimo! que siga tu buen humor, me has hecho reir nuevamente. Buena la de los toros...

Kinua dijo...

Yo me he encontrado con algo sumamente curioso. Una pista que muestra un rompemuelle a lo lejos, recontra señalizado. Uno pasa suavemente por el lugar..y oh sorpresa... no es rompemuelles, solo estaba pintado en el piso!

mozandcats dijo...

Eres taurino? Si es así avisa al toque para nunca más visitar tu blog. Y si no lo eres, pues de muy mal gusto apelar a una metáfora de tortura. Cada vez más me convenzo que nuestros científicos sociales e intelectuales en general son completamente incoherentes. No entiendo cómo pueden hablar de derechos humanos, CVR, democracia, etc, etc, cuando no cuestionan para nada la explotación a los animales no humanos. No digo que se vuelvan defensores de los derechos animales al toque pero sí por lo menos que se den su tiempo para pensar si es ético tratar a los animales de la manera como lo hacemos. Ellos sienten al igual que nosotros (sienten placer y dolor, y tienen interés en vivir) y eso es lo único que debería importar al momento de reconocer sus derechos. Derecho a no ser propiedad de los humanos, con eso basta para no que no sean comidos, torturados (como en las corridas de toros, circos, peleterias...), vendidos, etc.

Pero ya me imagino tu respuesta y de la de otros. Al momento de defender sus gustos (especialmente, los de su panza) van a ridiculizar el discurso de los derechos animales.

t

Miguel Rivera dijo...

El problema es que, si te encuentras con la policía de manera inopinada, tienes una multa. Si te encuentras de improviso con un rompemuelles, puedes tener un accidente. Yo tuve uno muy feo yendo en bicicleta por un rompemuelles que no estaba pintado.