Artículo publicado en Perú21, martes, 3 de abril de 2007
No perdamos de vista lo que sucede en el vecindario andino. En Venezuela, el presidente Chávez ganó la presidencia en 1998, pero no logró mayoría en el Congreso. Desde el poder, usó los recursos a su disposición para hacer una campaña por una Asamblea Constituyente, donde obtuvo mayoría. Invocando el poder constituyente, cerró el congreso, reorganizó todos los poderes públicos (lo que le permitió controlarlos), y convocó a nuevas elecciones en 2000. En 2006 tuvimos nuevamente elecciones: la oposición saboteó la elección de Congreso, por considerar que no contaba con garantías, y así tenemos que el 100% de la representación es chavista, compuesta por diversos grupos nacionalistas y de izquierda, a pesar de que la oposición ganó un 37% de los votos en la elección presidencial. Lo último es que, no contento con esto, Chávez plantea ahora un partido único (Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV), al que todas las vertientes del chavismo deben integrarse. Un paso más en contra del pluralismo político.
Lamentablemente, en Ecuador y Bolivia hay indicios preocupantes de que se quiere seguir un camino similar. En Ecuador, el presidente Correa no tiene representación en el congreso, y pretende convocar a una Asamblea Constituyente con poderes ilimitados. El Tribunal Electoral, influenciado por Correa, destituyó a 57 congresistas (de un Congreso de 100 miembros) por intentar poner límites a la nueva constituyente. Ha ocurrido prácticamente un golpe de Estado, que no ha recibido la atención que merece. La apuesta de Correa es, previsiblemente, lograr una clara mayoría en la constituyente para, desde allí, reorganizar todos los poderes públicos (y cerrar el Congreso). Por el momento está ganando la pelea, porque ya logró que los accesitarios de 21 de los 57 defenestrados juramenten sus cargos, en una muestra escandalosa de transfuguismo.
En Bolivia las cosas no han ido tan mal, por la mayor fortaleza relativa de la oposición a Morales. El gobierno del MAS convocó a una constituyente, en la que tienen mayoría, pero la oposición logró que las grandes decisiones requieran una mayoría calificada de dos tercios, y que no se cierre el congreso. Sin embargo, hace unas semanas Morales anunció que, inmediatamente después de aprobada la nueva Constitución, convocaría a nuevas elecciones generales en las que, previsiblemente, será nuevamente candidato. La intención sería intentar romper, en las nuevas elecciones, el actual equilibrio de fuerzas.
Cabe decir esta semana que el primero en seguir el libreto de “cierre del Congreso en el que no tengo mayoría – Asamblea Constituyente – reorganización de los poderes del Estado – nuevas elecciones para conseguir mayoría - persecución a la oposición - gobierno autoritario con fachada democrática” fue Alberto Fujimori, hace quince años. Como se ve, el fantasma del fujimorismo está presente en la región y, claro está, entre nosotros.
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2 comentarios:
Martín,
solo quería comentar que aunque muchas personas se dan cuenta de lo que está ocurriendo...no muchas le prestan la atención debida...hace un año más o menos, le preguntaba a un amigo - que no es peruano y tampoco latino pero que estudia la política en Latinoamérica, especialmente en Perú - cómo veía este problema....Entre otras cosas,para él,Chávez es un fenómeno interesante, porque "usa la riqueza del estado para fomentar su puesto político pero para invertir en los de abajo
(...)claro,no es democrático pero ¿los pobres en Caracas o Lima están interesados en ella?
(...)en unos años, si es que Chávez puede seguir en el poder por 10 ó 15 años,las políticas de Chávez
podrían tener un gran impacto en la sociedad venezolana"
Han cambiado algunas cosas en un año, sin embargo, parece que la 'esencia' se mantiene.
Después de 15 años del Autogolpe, aún hay muchas personas que apoyan a Fujimori y no les
importa si acabó con la democracia en nuestro país..¿por qué? quizá porque algunos problemas, como la pobreza, exlusión y varias otros..siguen existiendo.
Supongo que nuestra democracia aún es inestable...¡claro!..existen problemas sociales... y a pesar de haber mejorado económicamente..no es algo que todos lo 'sienten' ...
Es un peligro lo que pasa en Bolivia, Venezuela y ahora Ecuador...pero habría que
preguntarse también, por qué estos gobernantes reciben apoyo de los ciudadanos (aunque
cada país, tiene una historia diferente). Mientras
esto se mantenga, dudo que el panorama cambie.
Saludos,
Mc
Es que de alguna forma el vendio la idea de la "mano firme" y que ese era el mecanismo para "cambiar las cosas", ya sabemos que no fue asi pero la semilla quedo.
Otra cosa a considerar es que la tentacion totalitaria estara presente si se ve que la OEA y similares son completamente inutiles en este sentido, recordemos que al final lo unico en lo que Fujimori cedio fue en lo de convocar a Constituyente en vez de cambiar la Constitucion via una "junta de notables", y a todo esto la OEA dijo "amen", dizque por la doctrina del "control territorial".
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