En El Comercio de hoy Jaime de Althaus alude a mi último artículo en Perú 21... ver:
http://martintanaka.blogspot.com/2007/04/la-real-politik-de-alan-garca.html
"Hay dicotomías que se usan todavía en el análisis político y que proceden en última instancia de la matriz marxista, que ya no tienen mucho sentido. Martín Tanaka, un politólogo fino, inteligente e informado, usa, sin embargo, tales categorías para explicar la orientación del gobierno de Alan García. Dice en "Perú.21" (17.04.07) que García ha decidido optar por los poderes fuertes: entre los grandes capitales y los gremios y sindicatos, opta por los primeros; entre el crecimiento y la distribución, por lo primero...
Son categorías grandes, oposiciones aparentes, que tienden, por su carga ideológica o política, a presentar una imagen distinta a la realidad. Porque, en verdad, no hay oposición entre grandes capitales y sindicatos, o entre crecimiento y distribución. Mientras más capitales y más inversión, más trabajo habrá y por lo tanto mayor clientela potencial para los sindicatos. El asunto es al revés: hay una simbiosis entre gran capital y sindicatos, y más bien una oposición entre sindicatos y trabajadores informales, que son la mayoría. Porque, tal como están las leyes laborales en el Perú, solo la gran empresa, el gran capital, puede pagar trabajadores formales y protegidos. Por eso, la dicotomía de Tanaka quizá podría expresarse mejor así: entre los sindicatos y los trabajadores desprotegidos y desorganizados, García opta por los segundos (¡ojalá!)".
Ver texto completo en:
http://www.elcomercioperu.com.pe/edicionimpresa/macro/NotaImpresa.asp?c=710151
Bueno, un par de comentarios. Creo que la contraposición, en cuanto a la lógica de coaliciones del gobierno, entre grandes capitales y sindicatos, existe: ver simplemente la relación entre el gobierno y la CONFIEP, vs. la relación del gobierno con la CGTP, el SUTEP, u otros gremios populares. Lo mismo respecto al dilema crecimiento-distribución: hay muchos ejemplos de países que crecen y no distribuyen, porque su agenda simplemente privilegia una cosa y descuida la otra. Me parece claro que es el caso, hasta el momento, del gobierno actual.
Ahora, estoy de acuerdo con Althaus en que esto no tiene por qué ser así, necesariamente. En efecto, más capitales podrían llevar a más sindicatos; y más crecimiento a más distribución. Coincido con que seguir ese camino puede llevar a nuevos alineamientos, en donde de un lado quedarían fuerzas comprometidas con el cambio, y del otro, fuerzas conservadoras, tradicionalistas, donde un eje izquierda-derecha no sería el más adecuado para el análisis. Esto, simplemente, no me parece que esté ocurriendo. Peor, me parece que estamos más bien lejos de esto. En algún momento Juan Carlos Tafur sugirió un acercamiento entre la derecha liberal consecuente y la izquierda renovada reformista, enfrentadas a fuerzas conservadoras tanto de izquierda como de derecha, pero de eso no hay nada todavía... mucho menos me parece que el APRA esté considerando algo por el estilo...
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Hace 4 horas.
3 comentarios:
Hola Martín,
Estoy de acuerdo con Althaus en esta. Ponerlo en términos de capital-trabajo no ayuda mucho a lo que quieres explicar. Si lo pones en términos de CONFIEP-CGTP no la arreglas; por el contrario, la empeoras. Tal como lo has puesto, la dicotomía crecimiento-distribución, menos cuestionable, pero tampoco es muy feliz, en realidad (en tu artículo sobre la real politik) alude al cambio de García en relación a su primer gobierno: sigue políticas ortodoxas y no heterodoxas, que sigue el consenso de Washington y no el de Chávez, etc. Eso es lo realista en estos momentos, y García va por ahí. Ese es tu punto y se entiende perfectamente. Pero claro, es cuestionable afirmar que las políticas heterodoxas o redistribucionistas en realidad redistribuyen. El punto de Althaus es que ni hacen crecer ni redistribuyen, y tiene razón....
Althaus te ha "pillado" in fraganti en cierta inercia terminológica, que denota obviamente una concepción de las cosas. Ponerlo en términos gremiales empeora las cosas, porque caes en el "espejismo movimientista" que hábilmente analizaras en tu clásico libro, hace ya casi diez años.
Creo que "se te chispoteó" el uso de un par de dicotomías que ya fueron. No problem. Tampoco era lo principal de tu artículo sobre la real politik.
Saludos,
S.
S.,
para aclarar mi punto: ok, debí decir, en vez de capital-trabajo, intereses de los grandes capitales vs. intereses de la población organizada; de manera que englobaba la actitud del gobierno no sólo con los gremios y sindicatos, sino en general, con frentes de defensa, frentes regionales, etc. Me parece evidente que el gobierno está de un lado y no del otro. Ciertamente, los del "otro lado" no tienen automáticamente la razón, ni estar de "ese" lado es necesariamente malo en todos los aspectos.
Lo que me lleva al tema crecimiento - distribución. En efecto, me parece que el gobierno privilegia lo primero y desatiende lo segundo. Sobre este tema publiqué un post que me pareció interesante de Nancy Birdsall
http://martintanaka.blogspot.com/2007/03/inequality-matters-por-nancy-birdsall.html
Algunos cometen el error contrario, distribuyen sin crecer. La combinación entre ambos es el gran desafío: ¿te acuerdas del libro de Fajnzylber sobre el tema? Por ahora, no veo nadie que esté construyendo seriamente una alternativa que combine ambas cosas... saludos.
Hola Martin
Creo que lo que hace De Althaus es caer en un planteamiento poco útil para el análisis político. Su argumento es que las dictomías que tu planteas no son adecuadas para el análisis porque son falsas: la CONFIEP no se opone a los intereses de los grupos laborales pues empresarios produciendo riqueza dan más trabajo. Las políticas de mercado no se oponen a la redistribución pues sin crecimiento no hay nada que distribuir.
Puede que De Althaus este en lo cierto en su optimismo sobre los efectos del libre mercado y en que los intereses de los actores que representan la posición "laboral" no representan a las mayorías. Varios de los editorialistas de LR seguramente harían el argumento contrario. Personalmente, estoy mas cerca de De Althaus que, digamos, JDC, pero más por pragmatismo y trauma infantil inflacionario que por optimismo libertario. Y sin duda De Althaus tiene razón en que es un error partir de asumir que estas dictomías existen. Los actores empresariales y laborales no siempre son unitarios, y no siempre se oponen, como diversos trabajos recientes en política comparada que cuestionan el estructuralismo clasico han demostrado.
Pero creo el punto que tu haces es otro: en el Peru la politica se hace actualmente partiendo de estas dicotomías y por tanto todavía nos sirven para entender por qué se movilizan ciertos actores. En el discurso regionalista actual escuchamos estos terminos. El voto del 2006 tuvo mucho de demanda redistributiva. La CONFIEP responde en los términos de De Althaus, resaltando las virtudes del crecimento economico y la irresponsabilidad de querer aumentar tributos. El debate en torno a la mineria tambien se da utilizando esas categorías. Creo, en términos más generales, que la dictomia crecimiento/redistribucion (o promesa de) es valida para entender buena parte de la historia de Latinoamerica en el siglo XX.
Por tanto, estas dicotomías aun son conceptos útiles para entender la politica, y en concreto la actitud actual del APRA. Otra cosa es que no nos gusten estas posiciones, o que sea mejor no usarlas para no "incrementar" la idea de que son reales. Creo que la principal responsabilidad del analista es entender lo que pasa, no lo que le gustaria que pase. Y comenzar el analisis señalando, como De Althaus, que en realidad no hay tensiones entre empresarios y trabajadores, o entre mercado y redistribucion, pues los intereses son "evidentemente" convergentes no parece llevarnos a ningun lado especialmente despues de los resultados de la última elección.
Tal vez el dia en que todos los peruanos piensen como De Althaus (o como un izquierdista anti mercado) las dictomias ya no tengan sentido. Pero creo que en Latinoamerica la politica todavía se plantea en terminos de redistribucion (sea esta ineficiente o no) y crecimiento (sea este para los ricos o para todos). Y pareciera que este conflicto aun tiene para rato.
Saludos, y felicitaciones por generar debates interesantes.
Eduardo Dargent
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