Artículo publicado en Perú 21, martes 13 de mayo de 2008
La semana pasada estuvo en Lima Thomas Schelling, Premio Nobel de Economía en 2005, invitado por la Universidad San Martín de Porres. Schelling es reconocido, entre muchas otras cosas, por su aporte al estudio de los conflictos internacionales y la carrera armamentista, desde el enfoque de la teoría de juegos. Schelling ayudó a entender cómo funcionó el "equilibrio del terror" durante la Guerra Fría: la paz estaba asegurada en tanto los Estados Unidos y la Unión Soviética tuvieran muy claro que, primero, "si no me atacas con armas nucleares tú, no te ataco yo"; y segundo, "si tú me atacas, yo te respondo y soy capaz de destruirte". Para que esto funcionara, cada país debía mostrar un poderoso arsenal nuclear y una gran convicción, que hiciera creíbles sus amenazas. Paradójicamente, la clave de la paz aparecía en la capacidad disuasiva del armamento nuclear. Así, sin ellas, probablemente las potencias imperiales se habrían enfrascado en una guerra.
Creo que estas ideas nos ayudan a entender qué está pasando en Bolivia. Allí, tanto el Gobierno como la oposición se muestran muy agresivos, y parecen estar dispuestos a dejarse llevar por una lógica de confrontación total pero, al mismo tiempo, el conflicto sigue discurriendo por canales institucionales; precarios, ciertamente, pero no por ello menos significativos. En los últimos meses, el Gobierno impuso un proyecto de nueva Constitución al caballazo; la oposición respondió exigiendo autonomías; el Gobierno, a continuación, desconoció sus resultados; después, la oposición propuso un referéndum revocatorio que el Gobierno aceptó.
En otras palabras, más que intenciones separatistas de la oposición, o intentos dictatoriales del Gobierno, lo que me parece que hay son continuas demostraciones de fuerza que buscan entrar en mejor pie a un proceso de negociación, sabiendo cada cual que no es capaz de someter a su adversario. El Gobierno sabe que no puede imponer por la fuerza sus proyectos en las regiones del oriente; y la oposición sabe que sus negocios, prósperos en un contexto de crecimiento, se pueden arruinar con una aventura separatista.
Se trata, ciertamente, de un equilibrio precario, inestable y muy riesgoso. Schelling también señaló que el orden mundial era más previsible cuando los Estados Unidos se enfrentaban a la Unión Soviética que ahora, donde aquel se enfrenta a adversarios como Al Qaeda o Irán. Es decir, el fundamentalismo, las pasiones exacerbadas, pueden desplazar a la razón de la negociación política. Por ahora, sin embargo, el hecho de que el siguiente episodio de estas demostraciones de fuerza se exprese en un referéndum revocatorio es mejor que la confrontación pura. Sin embargo, se trata de un episodio más de esta pugna, no de una solución de fondo.
VER TAMBIÉN, sobre Bolivia:
http://mabb.blogspot.com/ (de allí saqué la foto)
http://www.mcentellas.com/
http://mayorga.pieb.com.bo/index.php
http://www.gobernabilidadandina.org/enlaces_interes.php
http://www.gobernabilidadandina.org/busca.php
http://www.gobernabilidadandina.org/noticias.php
ERRATA:
Acabo de advertir una gran errata, he corregido el penúltimo párrafo:
"En otras palabras, más que intenciones separatistas de la oposición, o intentos dictatoriales del Gobierno, lo que me parece que hay son continuas demostraciones de fuerza que buscan entrar en mejor pie a un proceso de negociación, sabiendo cada cual que NO es capaz de someter a su adversario".
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1 comentario:
Me parece una opinión sesuda y crítica de lo que viene sucediendo en Bolivia. Lo que sí me parece importante es precisar que fue el propio Evo Morales (en la coyuntura de estancamiento de la Asamblea Constituyente) que propuso el referendum revocatorio, que fue aprobado por la Cámara de Diputados y luego se estancó en el Senado, hasta estos día.
Por otro lado, me permito sugerir una mirada al siguiente blog (http://culpinak.blogspot.com) y, por supuesto, ver la entrevista misma en el mismo New York Times (http://www.nytimes.com/2008/05/09/world/americas/09bolivia.html?_r=2&scp=1&sq=ronald+larsen&st=nyt&oref=slogin&oref=slogin)
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