domingo, 30 de marzo de 2008

Sobre la izquierda “caviar” (II)

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Sigo mucho tiempo después con la discusión abierta en el post:

http://martintanaka.blogspot.com/2008/03/sobre-la-izquierda-caviar-i.html

Que ha merecido un comentario de Gonzalo Gamio:

http://grancomboclub.blogspot.com/2008/03/conquistas-terminolgicas-y-resistencias.html

Empiezo comentando lo de Gonzalo. Estoy de acuerdo con él, debemos ser cautelosos con el uso del término “izquierda caviar”. En sus orígenes, el término se refería a algo concreto, la denuncia por parte de sectores de izquierda "radicales" de la supuesta inconsecuencia de ciertos sectores específicos de izquierda, provenientes de sectores medios o altos. Sin embargo, hoy el término se usa con fines básicamente denigratorios, orientado a desprestigiar en general a quienes se identifican con banderas determinadas, principalmente la de los derechos humanos. Por ello a mí tampoco me gusta usarlo, no tanto por defender a quienes son objeto de satanización, sino a esas banderas, como veremos.

El término ahora implica una acusación, no es neutro: la alusión al "caviar" sugiere que aquellos identificados con determinadas causas, como dice Gonzalo, "quienes profesan un socialismo democrático o un liberalismo de izquierda... los intelectuales y activistas comprometidos con los Derechos Humanos y con la transición, las feministas, los seguidores de Amartya Sen en el Perú, los jueces anticorrupción, las ONG, los profesores de sociales de la PUCP (y muchos de la UNMSM), los católicos cercanos a la teología de la liberación, los miembros de partidos de izquierda renovada, etc.", siguen esas banderas por interés crematístico, por búsqueda de status o por algún otro interés subalterno, o lo hacen de manera inconsecuente, no por verdadera convicción o de manera coherente. Atención que el término no se usa para denunciar alguna inconsecuencia concreta de alguien en particular, sino para desacreditar a un sector político-social en general. Ya lo dije en el post anterior.

A propósito, quiero aclarar un punto. En el debate con Gonzalo Gamio, Silvio Rendón dice que “Martín Tanaka coincide con la ecuación "derechos humanos=caviares".

http://www.haloscan.com/comments/silviore/3549028297693708376/

Falso. Me extraña que Silvio diga esto, porque ya lo dijo antes,

http://grancomboclub.blogspot.com/2007/08/derechos-humanoscaviares.html

y lo rectifiqué en su momento:

“Silvio,

GUARDA, hay un malentendido acá: cuando digo "... me parece que las banderas de la CVR pueden ser caricaturizadas como "caviares" me refiero a que otros, los críticos de la CVR fácilmente pueden caricaturizarla, ridiculizarla, de esa manera, porque la CVR quedó aislada políticamente. No es que yo diga que las banderas de la CVR son "caviares". OJO. Y También pienso que los DDHH. no son patrimonio de la izquierda, si no de la humanidad”.
Martin 08.28.07 - 8:38 pm

http://www.haloscan.com/comments/silviore/3337665653051856989/

Como veremos, esta aclaración resulta importante en mi razonamiento. Pero sigo ahora donde me había quedado en el post anterior. Decía que el término es deleznable en términos conceptuales. Pero la pregunta ahora es: ¿por qué ha pegado tanto? ¿Por qué se usa tanto?

El término es usado fundamentalmente de manera denigratoria por parte de quienes se sienten incómodos por lo siguiente: habría un sector político-social, básicamente, pero no exclusivamente de izquierda (que votó mayoritariamente por Susana Villarán y Javier Diez Canseco en las últimas elecciones presidenciales, digamos, para abreviar), que tiene como líderes a un grupo de personas que comparten cierta procedencia social de clase media y alta (que por ello aparece como un grupo cerrado y elitista), articulado en torno a ideas progresistas y “políticamente correctas”, dentro de las cuales destaca la preocupación por la defensa de los derechos humanos; este grupo, pese a tener un muy pequeño respaldo político, tiene una suerte de desproporcionada influencia en espacios académicos, periodísticos, intelectuales, en el mundo que forma opinión.

Como dirían algunos, “esta gente impone la agenda política, pero no es capaz de ganar votos”. "No le han ganado a nadie, pero tienen poder mediático". Se habla de un "hostigamiento" de una “presión mediática y judicial” de estos "caviares".

El asunto es complejo. De un lado, creo que es cierto que los sectores satanizados como “izquierda caviar” tienen una reflexión y una tarea pendiente, que es la de construir un apoyo político popular importante. Ciertamente es una contradicción flagrante pensarse como abanderados de los intereses populares, cuando el pueblo los ignora y opta por otras opciones. Es cierto que hay algo de soberbia injustificada, que los apristas, por ejemplo, resienten mucho. El APRA es un poco lo contrario: tiene los votos, el apoyo popular, pero escasa presencia propia en medios, en la academia, en la producción de ideas... Por eso los irrita sobremanera que algunos que han militado políticamente en la izquierda, y no han ganado muchos votos, los critiquen después desde las universidades u ONGs. Para sus rivales políticos, estos siguen haciendo política a pesar de haber sido derrotados en las urnas.

Acá creo que hay un problema real, que es la indistinción de los planos político y académico en el país. No niego que el compromiso político de la academia sea importante, pero me parece que acá estamos en el extremo opuesto, es decir, se ha abusado mucho en el pasado de hacer política desde las universidades y ONGs. Felizmente eso está cambiando.

Después está el tema de la coherencia entre lo que se pregona y se practica: obviamente, quien predica a favor de los derechos humanos está en la obligación de respetarlos, más que aquellos sectores que no hacen de ese tema una bandera central. De acuerdo con denunciar y sancionar las inconductas que haya.

Pero esto es solo parte del problema. Lo que a mí me preocupa es que la crítica a ese sector implica una crítica a las banderas con las que ese sector se identifica. Algo así como: "si el sector político que defiende y se identifica con los derechos humanos sacó muy pocos votos, entonces la agenda de los derechos humanos debería estar fuera del debate público; no vale introducirla a través de los medios, las universidades, las agencias de cooperación, etc. Sean buenos perdedores".

El razonamiento que considera la defensa de los derechos humanos, del Estado de derecho, de los derechos de las mujeres, la preocupación por la exclusión social, etc., como banderas de un grupo político-social minoritario (“caviar”), y por lo tanto pueden ser soslayadas, me parece muy grave. Y me parece que muchos sectores políticos manejan ese criterio. Esas serían ideas que "vienen de afuera"; lo supuestamente "de adentro" sería la eficiencia en la lucha contra la pobreza, el logro del desarrollo económico. Eso sería lo que le interesa a la gente. Lo otro, solamente a los "caviares".

Como decía más arriba, la causa de los derechos humanos y otras banderas cercanas deberían ser asumidas por todos, como patrimonio de la humanidad, y defendidas por todos, cada quien desde sus tradiciones y énfasis particulares, por supuesto (desde la izquierda o la derecha). El problema está en que quienes usan el término “caviar” generalmente menosprecian estas preocupaciones, principios, valores, y por eso satanizan a quienes se identifican con ellos.

Me parece que esto también es expresión de cuán profundo ha calado la retórica propia del fujimorismo: la desconfianza en las instituciones, en los valores democráticos, en la intelectualidad, en los principios liberales, en los valores humanistas.

Creo también que estas ideas ayudan a entender por qué al gobierno actual le cuesta tanto trabajo hacer suyas las ideas del Acuerdo Nacional, del Consejo Nacional de Educación, de la CERIAJUS, las recomendaciones de la CIDH, o del Consejo Nacional de Reparaciones; o por qué no se apoya a la investigación y la cultura, por poner algunos ejemplos. Muchos piensan, "esas son las propuestas e intereses de los caviares, ¿por qué les vamos a hacer caso? ¿Por qué vamos a trabajar para ellos? Si ellos son incapaces de ganar votos para sus propuestas".

Mirko Lauer hoy en La República ha escrito sobre temas relacionados, comentando un artículo de Alberto Adrianzén ayer:

http://www.larepublica.com.pe/content/view/212196/559/

http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,211955/Itemid,0/

31 comentarios:

Silvio Rendon dijo...

Martín,

¿Por qué te extraña? Veamos si es falso lo que digo. Me "aclaraste", pero también te contesté y luego respondiste en un debate en tu propio blog:

A cuatro años del informe de la CVR

Lo dijiste muy claro en tu aclaración:

En general, me parece que los que están "a favor" se han aislado políticamente, cuando de lo que se trataba era de unir esfuerzos con quienes también simpatizan con el trabajo de la CVR, a pesar de venir de "tradiciones" diferentes. No veo un esfuerzo suficiente por jugar en pared con estos sectores. En eso estoy de acuerdo con Silvio. Por eso digo que me parece que las banderas de la CVR pueden ser caricaturizadas como "caviares".

Y esta fue tu aclaración. Claro que no dices que "son caviares"; argumentas que sus propias acciones han contribuído a su caricatura como "caviares".

Es como si dijeras "usar el término imbécil es deleznable", después de haber dicho "esa persona puede ser caricaturizada como imbécil". Y luego me aclararas "Falso. Yo no he dicho que esa persona es imbécil. Me has malinterpretado".

Tal vez en vez de decir "Martín dice que tal persona es imbécil" debí decir "Lo que ha dicho Martín puede ser caricaturizado como que esa persona es imbécil". ¿Así nos vamos a comunicar?

Tendría que haber dicho "la posición de Martín se puede caricaturizar en "derechos humanos=caviares". Sospecho que tampoco aceptarías este enunciado (como pocos caviares, comenzando por el de la casa de playa gracias a Accomarca, aceptarían haber dado pie a su caricatura). Tal vez no te guste cómo lo puse (ni cómo lo podría poner), pero de ahí a atribuirme que he dicho algo falso hay mucho camino.

Recordemos. Me dijiste que yo pensaba que había que "cerrar filas" con la CVR y te dije que no, que adelante con las críticas y el debate abierto. Fue un tema de énfasis como te dije en esa ocasión:

Tú piensas que se la ganaron a pulso; yo pienso que estaban fritos desde el principio.

Esa vez estabas con la espada desenvainada y muy crítico de la CVR, como te comenté también en el GCC:

Los llamados caviares claro que son criticables (mandones, arrogantes, elitistas, clientelistas, dirigen a sus instituciones como su chacra), pero considero mejor criticarlos directamente y no a través del tema de los derechos humanos.

En esa ocasión tú reconociste que las derechas tenían de dónde agarrarse en sus críticas a la CVR. Te desmarcaste de la caricatura, pero el que sea una caricatura no quiere decir que no contenga una crítica, pues. En el caso de la CVR creo que el tema era hopeless: iban a atacar sí o sí, caviar o no caviar. No necesitaban que los de la CVR les den papaya (como dicen los colombianos). Ese fue el tema de fondo en nuestra discrepancia.

Pero no es tampoco que en general las derechas no puedan tener críticas válidas, que las izquierdas no suelen hacerse a sí mismas. Es aquí donde creo que coincidimos y por eso te referí en mi respuesta a Gonzalo Gamio, quien sí es más partidario de "cerrar filas" y ve no sólo en el término caviar, sino en algunos debates y temas, una concesión al adversario político.

Martín Tanaka dijo...

Silvio,

ok. Solamente una cosa, respecto a tu ejemplo del uso del término imbécil. Para mí, la secuencia correcta sería:

"Esta persona X no es un imbécil. Pero ha cometido errores, que sus adversarios han aprovechado para caricaturizarlo como imbécil".

Respecto al tema de fondo, comparto con Gonzalo la idea de que hay que ser cuidadoso con el uso del término "izquierda caviar". Comparto contigo tu énfasis en denunciar inconductas de donde vengan. Saludos.

Anónimo dijo...

Martín, los derechos humanos han sido tomados como discurso esencial por la izquierda (con el añadido de los derechos economicos, sociales,etc).Ya Revel nos decia como la izquierda norteamericana (liberal) se habia apropiado del discurso de los derechos civiles (feminismo, no discriminacion racial, etc). No es que la izquierda embandere el tema. Este tema, en realidad, está más cerca a las conquistas y elucubraciones liberales, Locke, Mill, Jefferson.

RM

Anónimo dijo...

El tema étnico brilló por su ausencia.

Anónimo dijo...

Confundir elucubraciones con conquistas es un error de bulto.

Si se han logrado avances en el campo de los derechos humanos es porque hubieron luchas, revoluciones y guerras que demostraron (en la práctica y no en el papel) a los Estados la necesidad de reconocer derechos a los esclavos, a las mujeres, a los trabajadores, a los indígenas...

Y si las izquierdas (liberales o no) han asumido el protagonismo de estas luchas, ha sido porque a las derechas (liberales, conservadoras o reaccionarias) les basta con el cumplimiento efectivo del derecho a la propiedad y con que el resto de derechos quede en "elucubraciones".

Gonzalo Gamio dijo...

Estimado Martín:

Muy buen post. Me parece que aclaras muy bien lo que está en juego en este debate.

Sólo una aclaración. No es cierto que yo abogue por "cerrar" filas "en algunos debates y temas". Nunca he sido un "militante" ni un "intelectual orgánico" en ningún sentido. Sólo creo que el término "caviar" no es preciso ni útil, y sólo sirve para denigrar al oponente y - como bien señalas - para denigrar temas importantes, como los DDHH.

Un abrazo,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

algunas ideas:
1. apoyo popular = legitimidad? el poder politico no es poder cultural --ni moral--, necesariamente. no veo porque la causa de los indigenas no contactados de la selva amazonica (si ni siquiera las empleadas domesticas) gane votos en las urnas. no veo posible que jose carlos mariategui hubiese sacado suficientes votos en los 30s o 40s. no veo pq eso descalifique a mariategui, de tan "desproporcionada" influencia cultural.
2. creo un mito el apoyo popular al apra. apoyo a caudillos si, de haya a garcia; pero quisiera ver los votos del apra sin alan, del apra cuando ya no esten los hijos del Trujillo testigo de la represion y persecuciones. y cuanto de IU fue barrantes? no hay partidos, punto.
3. mucha discusion sobre las "vanguardias blancas", pero muy politicamente correctos con las "masas" y la dirigencia "no-caviar". donde estan?
4. un tema clave de la pegada de "caviar" es el tema etnico, ausente en la reflexion. la manipulacion de resentimientos y odios a los que abandonaron su 'casta' me parece clave.
5. que el apra no tenga intelectuales, ni tecnocratas es consecuencia de su tradicion de partido caudillista, florero y vertical. que la derecha resentida no los tenga es parte culpa de la ideologia de la mano invisible, parte el historico desinteres politico asumido con los "otros". (y no olvidar que la mitad de la republica la pasamos en golpes de estado, muy yuca construir instituciones y cuadros asi).
6. resumiendo, un mecanismo es el resentimiento a grupos de personas. pero el otro es que por ideologia y practica, los que levantan el dedo y dicen "caviar" nunca comulgaron con valores "progresistas". son en su mayoria conservadores politicos y pragmaticos amorales, vale-todo, no-seas-ingenuo-en-politica. la naturaleza supuestamente "caviar" de la izquierda y la supuesta relevancia de personas inconsecuentes con sus ideas me parecen mas mito que realidad. su importancia es sobredimensionada. mito construido por una orquestacion politica que se alimenta y utiliza el resentimiento a los 'descastados'.

Silvio Rendon dijo...

¿Cómo que no es cierto, Gonzalo?

No has dicho "cerrar filas", pero has dicho aquí que usando el término "caviar" uno ya le hace una "irreflexiva concesión terminológica" a "los sectores antidemocráticos y conservadores".

Según tú, no hay espacio para usar el término que no sea desde esos sectores. Eso es pues "cerrar filas". Para mucha gente de izquierdas que usa el término "caviar" esto sería una gran ofensa. Recuerda la época en que los izquierdistas se acusaban entre sí de ser "agentes del imperialismo".

A mí lo que me llama la atención es que por un lado se diga que el término se usa sólo para denigrar (algunos lo usarán así), pero por otro lado se denigre así a quienes consideran que este término refleja una realidad.

Anónimo dijo...

Algunos párrafos de la "Carta a los amigos" de Alberto Flores Galindo se ajustan completamente a lo que, desde un punto de vista radical y no reaccionario, se puede denominar ahora "izquierda caviar". Y Tito era tan honesto intelectualmente que no se excluía de esa izquierda fallida:

"...esos izquierdistas, que frecuentan más las recepciones que las polémicas y cultivan los buenos modales, se visten a la medida. En otro lado de la ciudad, las marchas, los enfrentamientos callejeros, largos, agresivos, se han vuelto frecuentes. Reclaman respuestas urgentes. ¿Las buscamos?".

Gonzalo Gamio dijo...

Silvio,

Lo que dices sobre el término "caviar" sí se ajusta a mi opinión. Lo que no queda claro es lo de los otros "debates y temas" (¿Te referirás a la PUCP?). No debemos usarlo, porque busca denigrar, y no refleja realidad alguna que sea conceptual y políticamente relevante. Es una concesión mental lamentable en favor de quienes lo usan sólo para descalificar. Martín ha señalado muy bien que incluso se usa hoy para denigrar a priori o banalizar temas centrales (como los DDHH) o paraatacar no sólo a personas, sino a sectores de la opinión pública (como los funcionarios de las ONG o los miembros de la CVR).

Incluso una derecha inteligente - pienso en gente como Ghibellini o Palacios - no lo usa, y critica muy bien a la izquierda, de un modo mucho más persuasivo y contundente que la prensa basura.

En general los calificativos desmerecen el discurso, más si son tan vacíos. Algo que me alejaba de la 'izquierda organizada' era precisamente las consignas y los chichés basados en prejuicios.

Saludos,
Gonzalo.

Silvio Rendon dijo...

Ricardo,

Qué bueno que menciones a Tito Flores. A mí hace veinte años no me gustaba mucho, básicamente por su tendencia a la especulación (sobre Mariátegui, sobre el Inca). Sin embargo, con el tiempo he apreciado su entereza para decir verdades peligrosas en tiempo real, mientras otros, carroñeros, se alegraban por las masacres que se vivieron en el país para así lograr su casa en la playa. (¿Tal vez debamos usar el término "carroñero" en vez de "caviar"?).

Grande fue mi sorpresa escuchar frases como "Pero si Tito Flores era un recontrasenderista" en mi última visita a Lima, entre gente (antes) de izquierdas. Parece ser que la historia se hubiera reinterpretado y todo vestigio de radicalidad que alguna vez hubo entre la izquierdas se limitara a SL o MRTA.

Gonzalo,

Sí, me refería al debate sobre la PUCP o sobre las ONGs, de hace algunos días.

Hay gente de derechas que puede no usar el término, como hay gente de izquierdas (quienes lo acuñaron) que puede usarlo.

En fin, tocará acostumbrarse al término, a menos que tengamos que refirnos a él como "the C-word" o busquemos otro término que nos diferencie de las derechas a las que aludes. No le veo la necesidad. Mejor sería reapropriarse del término usándolo más.

Gonzalo Gamio dijo...

Silvio,

Creo que si el término "caviar" sólo denigra injustamente y no describe ninguna realidad compleja, no debemos usarlo.

El que lo use la izquierda más férrea no justifica su uso. Recordemos que la izquierda radical exigía fidelidad y "ortodoxia" a toda prueba. Quienes no creían en las leyes de la historia, o en la lucha de clases, o en la violencia, eran "sirvientes del imperialismo", o estaban "alienados". Eran "reformistas" o "caviares". El uso del término de parte de la izquierda radical no me parece en sí mismo más honorable que el de la derecha: también revela dogmatismo y caricaturación. Si la acusación es de incoherencia personal, entonces hay que personalizar a la hora de juzgar. Ya sabes lo escasamente rigurosas que son las inducciones.

Sobre la PUCP, ya he dicho quie el tema no pasa por lo "caviar". Las críticas a la actual administración tiene que ver con las pretensiones fallidas de los "tecnócratas" y no con una línea política. Pregúntale a cualquier profesor de la PUCP. Yo comparto muchas de las críticas a la actual administración, pero creo que es preciso defender a la institución en lo que puede ser su hora más difícil. Una cosa no quita la otra, me parece.

La verdad es qiue no me imagino a Alberto Flores Galindo - si estuviese vivo - recurriendo a la terminología que usa "La Razón". No me lo imagino recurriendo a ese "imaginario".

Silvio Rendon dijo...

Gonzalo,

Me has hecho recordar que en las izquierdas había un grupo al que le llamaban los "roler bugui". Creo que el tema de los calificativos lleva ya buen tiempo.

En el país hace veinte años había izquierdas organizadas con influencia fuerte en el movimiento social. Hoy no las hay como antes, aunque es evidente que hay una reconstrucción importante de este movimiento social. Antes los intelectuales se sumaban a este movimiento que se ganaba los cocachos de la prensa de derechas. Se las agarraban con Ledesma, Hugo Blanco, Del Prado, Dammert, Breña o Diez Canseco. Esa era la línea de contención de los ataques. En ese contexto los diversos intelectuales tenían margen para quedar como amplios, serios, dialogantes y poca gente de las derechas se metía con ellos o con sus instituciones. Por supuesto que las izquierdas recibían palabras denigrantes, sin mucha queja, por cierto.

Una vez entradas en crisis las izquierdas, los cocachos de las derechas les caen directamente a los intelectuales y a sus instituciones. Es que estos intelectuales comenzaron a hacer política desde ONGs y dejaron los partidos a los que alguna vez pertenecieron. Han bajado al llano. Y, por supuesto, reciben cocachos. Antes las burlas de todo tipo recaían en el cinturón del poco sofisticado Hugo Blanco, o en el dogmatismo de Del Prado o Ludovico. Hoy las denigraciones las enfrenta gente que antes era intocable, por sus supuestos lauros académicos, personales, flexibilidad de pensamiento, etc. Pasaron piola por buen tiempo, mientras otros les cortaban el viento y eran vistos como una fuerza que cabeceaba la radicalidad de los izquierdistas nucleo duro. Pero las cosas son así. No se puede liderar un movimiento sin recibir los tomates del campo contrario, o del propio, sobre todo si en algunos casos se los ganan a pulso, por su elitismo. Es el precio de ser el nuevo nucleo duro.

Saludos,

Sílvio

Anónimo dijo...

Lo que Gonzalo pueda (o quiera) imaginar es una cosa, lo que Flores Galindo hizo, en su momento es otra.

Tito no llegó a ver el colapso electoral de la izquierda peruana en 1990, pero sí vio el preludio de 1989. Y, a diferencia de quienes insistían en la responsabilidad de la caída del Muro de Berlín y de la presencia de SL como deslegitimadores del socialismo, señala con claridad que la izquierda fue la principal responsable de su propia debacle. Y lo dijo con palabras claras y duras, para un público que hubiera oido con más agrado piadosas autojustificaciones.

Volviendo al tema "caviar", creo que Tito, que se definía a sí mismo como un radical y que asumió plenamente la propuesta arguediana de desmariconizar y desenvilecer el Perú, no se hubiera asustado ante el término; de hecho, hubiera usado frases más duras para describir a la actual izquierda, envilecida por los compromisos políticos, desvinculada de los sectores populares y encasillada en la defensa de intereses particulares.

Gonzalo Gamio dijo...

Silvio,

Creo que esta perspectiva nueva que le das a la discusión - la izquierda moderada es el nuevo "núcleo duro" - es muy interesante, y hay que seguir desarrollándola. No había reparado en esa posibilidad. Precisamente, el término "caviar" no nos llevaría demasiado lejos en esa dirección.

Saludos,
Gonzalo.

Silvio Rendon dijo...

Gonzalo, es que hay que avanzar en la discusión. Por ahora el sector de clase media alta, pequeño burgués en terminología francesa, es efectivamente el núcleo duro de las izquierdas. Es lo que quedó. Sin embargo, dado el crecimiento en la militancia y activismo obrero, campesino y regional, no apostaría a que lo siga siendo. Creo que ha sido un fenómeno temporal en el que no se lucieron en su capacidad de aguantar los golpes.

Ricardo, estoy de acuerdo contigo en todo excepto en lo de "desmariconar", por su connotación homofóbica.

Anónimo dijo...

Aclaro que la palabreja "desmariconizar" no es mía, ni siquiera de Flores Galindo, sino de Arguedas, que la usa como sinónimo de envilecimiento en "El zorro de arriba y el zorro de abajo".

Resulta interesante vincular esta discusión sobre la "izquierda caviar" a la que se desarrolla en GCC sobre los dueños del Perú no gubernamental. Porque si las ONG están dirigidas por un puñado de personas, es muy difícil poder vender la idea de que no defienden sus intereses particulares o familiares, por más que sea cierto.

Gonzalo Gamio dijo...

No se trata de asustarse o no frente al término "caviar" ¡Es que no es una herramienta útil para describir nada en concreto! ¿Es tan difícil de entender?¿Qué se gana con este término, además de peliculina y alguna cobertura mediática? (Tito Flores no lo usaría, era un investigador riguroso, no un político de plazuela, o un columnista light) Además, es una concesión gratuita - y ridícula para con el imaginario de la ultraderecha mediática y política, que no sólo cuestiona a quienes defienden los DDHH desde la sociedad civil, sino que satanizan la preocupación por los DDHH.

Saludos,
Gonzalo.

Silvio Rendon dijo...

Ricardo,

Ta bien, pero es un contexto literario...En fin.

Sí, claro que tiene que ver. Claro que hay defensa de intereses particulares, como con cualquier otro grupo empresarial. A la hora de la verdad es así como se comportan. En todos los aspectos, financiero, político, laboral.

Cuando tuve el problema que alguna vez conté en una ONG, estaba investigando sobre el sector de confecciones. Me tocó hablar con trabajadoras sindicalizadas de una gran empresa de confecciones. Pues ellas me dieron un par de pautas sobre cómo defender mis derechos ante mis patrones no gubernamentales. Mi "objeto se estudio" se convirtió de repente en mi vanguardia, pues a mí me estaba pasando lo que les pasaba a ellas desde hacía mucho.

Un patrón de ONG o de cualquier institución que abusa de sus trabajadores mal puede pretender defender a las clases trabajadoras. Tiene un conflicto de intereses y predominará, obviamente, su propio interés. Le hablará a los ciudadanos/as como le habla a sus financieras, vendiéndoles la pobreza ajena en su propio beneficio, pero los ciudadanos desconfiarán de esta casta social y pensarán que al final los tratará como trata a sus subordinados/as en el día a día...

Obviamente que los capitalistas de verdad los desprecian: "Yo hago mis ganancias y digo lo que pienso sin hipocresías, pero estos caviares tratan a sus trabajadores igual que yo, trafican con la pobreza de otros y encima se creen moralmente superiores a nosotros".

Si queremos avanzar en entender el asunto, más allá de los vocablos deberíamos comenzar a entender estas realidades.

Saludos,

Sílvio

Anónimo dijo...

Silvio: No trataba de defender una interpretación homofóbica del término, sino más bien de contextualizarlo. Ni Arguedas ni Tito lo usaron en un sentido discriminatorio, y tampoco esa es mi intención.

Más bien, mil gracias por la precisión. A veces se nos quedan a medio cocinar opiniones que luego pueden dar lugar a malentendidos.

...

Sobre lo escrito por Gonzalo: el término "caviar" ya forma parte del vocabulario político, y nadie puede darse el lujo de ignorarlo.

Pero quienes se definen como "izquierdistas democráticos", "cristianos de izquierda", "socialdemócratas", etc. podrían redefinir el contenido del término, despojarlo de su connotación negativa y a partir de allí decir sin temor alguno "si, soy caviar, ¿y qué?".

A quien crea que es imposible lograr algo así, le recordaré que "indio" y "negro" fueron términos racistas e insultantes durante siglos. Pero ahora forman parte (orgullosa) de la autodefinición de millones de personas.

Sólo haría falta un poco de voluntad e ingenio (un lema tipo "caviar is beatiful", el "día del orgullo caviar" o algo así). Al menos sería mejor que andar por allí sintiéndose denigrado.

Silvio Rendon dijo...

Ricardo,

"Soy caviar, ¿y qué?" sería un excelente motivo para estampar polos. El que ponga en práctica esa idea se forra de plata...

Gonzalo Gamio dijo...

Más allá del chiste, insisto en que el término no sirve, y que usarlo supone el riesgo de asumir la carga valorativa y prejuiciosa que la palabra entraña....que exista no es una buena razón para usarla, si alberga sentidos que confunden, o denigran o simplifican....(justamente para estas cosas sirve la filosofía - para evaluar críticamente nuestras palabras en uso, revelar sus sentidos implícitos, etc. -, pero veo que los argumentos y el rigor conceptual comienzan a dejar de contar, en favor de la "moda" que están imponiendo Correo y La Razón. Para legitimarla hasta se recurre a Tito Flores y Arguedas).

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Es mucho mejor ser de la izquierda caviar -que supone un reconocimiento de capacidad- que ser de la derecha cojinova o huevera que sufre para construir el cuarto piso porque no sabe ganar una eleccion popular

Alfredo P. dijo...

Vaya!, ahora resulta que aquella izquierda que estampó calificativos como "lacayo del imperio", "oligarca", "vendepatria", "neoliberal", "genocida", "momios", "reformo", "reaccionario" y "fachos"; ahora lloriquea por que le han estampado el apodo de "caviar", el cual en comparación con los calificativos con los que le gustaba acusar a sus oponentes, es casi una cortesía.
A esos que loriquean por "la chapa" impuesta, parece que nunca hubieran pasado por el colegio.
Creo que lo que arde no es el uso de este "chaplín", sino que el mismo ha devenido en masivo y "popular": todo el mundo lo usa y hasta el más despistado sabe a que se refiere uno cuando habla de "caviar".
Concuerdo con que el calificativo "caviar" no debe ser usado en un nivel científico, pero la actividad política es una en donde lo distintivo es la identificación amigo-enemigo y en esta dinámica, es lícito atacar y denostar del enemigo.
Aprovecho la presente polémica para reiterar mi pregunta: Ya va a ser un mes del pomposo comunicado oficial PUCP sobre el penoso caso de la filtración de notas de un ex-alumno PUCP. Este comunicado anunciaba una investigación para poner una sanción "caiga quien caiga" y hasta ahora no se sabe de resultados. Es más, uno de los implicados sigue elaborando su blog desde las computadoras del IDEHPUCP, en horas de trabajo y cobrando puntualmente por su "trabajo".
Reitero mi pregunta: "Caviar come caviar????"

Gonzalo Gamio dijo...

El Sr. Alfredo P. interviene una vez más, con la elegancia, la reflexión y el refinamiento lógico que caracterizan sus comentarios.

Si él quiere llevar una conversación conceptual a nivel de la chacota colegial (para segur su ejemplo), allá el. Yo sugiero no caer en su juego.

Saludos,
Gonzalo.

Gonzalo Gamio dijo...

He escrito un nuevo post sobre este tema terminológico:

http://grancomboclub.blogspot.com/2008/04/caviares-ms-de-lo-mismo.html

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

No tendré la erudición del Gonzalo, pero también hice un post resumiendo (o sistematizando) mi postura sobre el tema.

http://avecritica.blogspot.com/2008/04/el-da-del-orgullo-caviar.html

Saludos, y gracias a Martín por la paciencia.

Alfredo P. dijo...

Gonzalo, el que se deja ahogar en el vaso de agua de una ingeniosa chapa, eres tú.
No será ni la primera, ni la última vez que se busca desacreditar a un sector del espectro político a través de un apodo.
Lo que ocurre es que este apodo tiene ese efecto paralizador que multiplica su capacidad de desacreditar porque la izquierda peruana ha perdido todo contacto con el mundo popular; por eso la cita a la lapidaria frase de Flores Galindo resulta más que pertinente: a los progres actuales es más fácil encontrarlos en la recepción de alguna embajada, en la presentación de algún libro en un hotel 5 estrellas, en algún restaurante cinco tenedores, en el cine del CCPUCP o en La Baguette de San isidro que en un sindicato, una marcha o algún concierto de cumbia.
Al estar alienados de lo popular, es facil aislarlos y reducirlos con un simple pero efectivo apodo.
Y finalmente te reitero mi pregunta: ¿ya se le puso alguna sanción a los implicados en la filtración de notas de la PUCP?,¿Caviar come caviar?

Anónimo dijo...

Casi nunca concuerdo con los comentarios de Alfredo, pero creo que en esta ocasion algo de razon hay que concederle. Todos las semanas Diez Canseco, Wiener y otros mas descalifican a medio mundo usando adjetivos como "neoliberal" y sin embargo no veo que mucha gente de la izquierda democratica se moleste mucho por el uso de ese y otros adjetivos descalificativos. Si vamos a ser consecuentes, deberiamos condenar el uso de esa clase de adjetivos descalificativos en el debate politico, no lo crees Gonzalo? Yo creo en los DDHH porque creo que son patrimonio de la humanidad y no de un sector politico en particular y me considero un liberal de izquierda, razon por la cual me parece cuestionable el doble rasero que hay de quienes se quejan de que los califiquen como caviares cuando caen en el mismo error que critican cuando endilgan adjetivos como neoliberal a quienes discrepan con ellos.

Gonzalo Gamio dijo...

Stanislao:

De acuerdo contigo, hay que desterrar el uso de calificativos gruesos en la política. No importa el signo ideológico.

"Neoliberal" hasta donde yo sé designa un pensamiento político (Liberalismo económico sin liberalismo político), pero sí creo que hay que erradicar los calificativos.

Saludos,
Gonzalo.

Anónimo dijo...

Nuestra constitución garantiza la libertad de expresión, algo que parece olvidar el joven Gamio, quien pretende a toda costa evitar que se utilice el término "caviar" (la "Inquisición" linguística?? I don't think so!). Lo que pasa es que les duele que esa palabra identifique a una nube de almibarados "analistas" de izquierda local, de innegable origen aristocrático, cuya mayor virtud es la de pelearse las pantallas de tv y las columnas de la prensa escrita, además de tener sus blogsitos. Y que, además, a pesar de su rabiosa militancia juvenil radicaloide, han tenido el cuajo de autocalificarse de "derecha", como Rospi...give me a break!! Las verdades duele, Gonzalito y hay que asimilar el golpe: no se trata de quién usa más el nombrecito sino de por qué se lo merecen! Hay que ser más coherentes, nada más. Y es el pueblo que más asimila el uso de la palabra "caviar" pues saben que los "gringos" jamás van a ser aceptados por los pobres, quienes de sobra están hartos de ser manipulados por las oenegés ante los países y entidades cooperantes, para consegui fondos en verdes. Son pobres pero no cojudos. Así que basta de hacerte el estrecho, gamio, que con hablar como Frieda Holler no lleva a ningún lado un debate impostergable: que la izquierda esta pintada, que no conecta con el pueblo y que mientras siga haciendo chin chin en cóctelitos de la american embassy el 4th of july o de la UE, con ropita de marca DKNY, carteritas Prada, perfume Gaultier e hilos dentales Guess, están hechos!El lema para el polo? el caviarweon!
besitos,
Ladycroft