Artículo publicado en La República, domingo 27 de marzo de 2011
En las ciencias sociales se recurre a lo que conocemos como “experimentos naturales”: en algunas ocasiones, el desenlace espontáneo de una coyuntura permite somenter a prueba la veracidad de diferentes hipótesis que predicen diferentes resultados. Las próximas elecciones podrían servirnos en ese sentido.
Empecemos por la votación del APRA. ¿Cuál es su tamaño mínimo? En las últimas elecciones, el PAP obtuvo el 9.5% de los votos a las presidencias regionales, y el 5.8% de los votos a las alcaldías provinciales. ¿Cuánto será su votación para el próximo Congreso? ¿Podría perder el registro electoral, o su maquinaria le asegura la sobrevivencia?
Kuczynski: de un lado, se piensa que un tecnócrata “gringo” neoliberal, de clase alta, parte esencial de la élite del poder, no podría tener opción de llegar a la presidencia. Del otro, se considera que el país se ha modernizado en los últimos años a un punto tal que un personaje así, con las alianzas adecuadas, es un candidato viable. ¿Podrá este candidato ganar votos más allá de Lima, las ciudades de la costa y los sectores altos? ¿Cuán hegemónico puede ser un discurso liberal-empresarial?
Castañeda: de un lado, se considera que un exalcalde de Lima nunca ha podido ganar una competencia nacional, dadas las enormes diferencias que hay entre el núcleo moderno del país y una enorme periferia rezagada; del otro, se dice que ahora Lima “sintetiza” al Perú, por lo que ganar el respaldo popular limeño podría abrir las puertas de las regiones. ¿El éxito en Lima se podrá extender al conjunto del país?
Humala: de un lado, están quienes creen que el país ha crecido y se ha modernizado mucho en los últimos años, al punto que un desempeño como el de 2006 estaría descartado; del otro, se considera que en esencia nada ha cambiado, y que cinco años más de descontento hacen su candidatura más que vigente. ¿Cuál ha sido la naturaleza del crecimimiento acumulado, en términos políticos?
K. Fujimori: de un lado, se piensa que una candidatura tan claramente identificada con un legado de autoritarismo y corrupción no podría tener opción; del otro, se llama la atención sobre la persistencia en el país de una cultura patrimonial y clientelística. ¿Cuál es el verdadero tamaño de este electorado?
Toledo: de un lado, se piensa que un expresidente tan cuestionado durante su gestión no tendría opción de volver a la presidencia; del otro, se llama la atención sobre la ventaja que otorga el haber estado en el poder, para construir y movilizar redes de lealtades capaces de construir una maquinaria electoralmente eficaz. De otro lado, se dice que Toledo ocupa más naturalmente la posición de centro en estas elecciones, lo que le otorgaría una ventaja; al mismo tiempo, se dice que quienes ocupan las posiciones extremas son los que más han crecido. ¿Tenemos un electorado centrista o polarizado?
Pronto tendremos respuestas a estas preguntas.
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