jueves, 6 de diciembre de 2007

Venezuela: evaluaciones de la derrota

Muy interesante el debate, al interior del chavismo, sobre las razones de la derrota. Ver por ejemplo "Después de los resultados del referendo sobre la reforma constituciona. Derrota estratégica en Venezuela; peligro mortal para Bolivia y Cuba", de Heinz Dieterich.

"La causa principal de la derrota en Venezuela es el sistema vertical de conducción del proceso bolivariano. Esto es evidente en sus tres instancias formales, en las cuales el Presidente no tiene contrapeso alguno: el parlamento, el gabinete y el partido. El parlamento (Asamblea Nacional) es, esencialmente una caja de resonancia de la voluntad presidencial donde los diputados, controlados por tres “capataces”, dicen “sí” a todo lo que él plantea, aunque sea inviable. La responsabilidad de esta situación reside en parte considerable en los diputados oficialistas, que no quieren perder sus prebendas (...)

Lo mismo sucede en el partido de Estado (V República, hoy PSUV) y en el gabinete. La relación del Presidente con los ministros del gabinete es bilateral, no colectiva. No asiste a las reuniones del gabinete, donde, en consecuencia, las fracciones más poderosas de la Nueva Clase Política (NCP) se las arreglan entre sí, dentro de los lineamientos generales del Presidente y bajo su poder de veto.

La fracción dominante de la Nueva Clase Política ---cuyos tentáculos van del control del aeropuerto de Caracas vía las influencias en los servicios de inteligencia, en la Cancillería y en los nombramientos de los generales de las FAN, hasta fuertes activos económicos--- es la que encabeza el gobernador del estado Miranda, Diosdado Cabello.

El sistema presidencial de dominación del gabinete, que se basa en la sustitución de la negociación en bloque por la negociación bilateral, y el reconocimiento de su poder de veto, se fundamentaba en dos elementos: el oportunismo material y de poder de los ministros ---la Venezuela bolivariana es, probablemente, la única democracia burguesa, donde nunca ha renunciado un ministro--- y la conciencia compartida, de que la única garantía del poder era la popularidad del Presidente. Al menos la segunda premisa está ahora en tela de juicio.

La ventaja de este sistema para el Presidente era la discrecionalidad del poder y una cierta distancia de los casos de corrupción, ineptitud de los ministros y falta de seriedad en los debates del gabinete. Estando ausente, nada de eso era responsabilidad directa suya. Sucedían cosas, como cuando un ministro de finanzas entró a la sesión y dijo: “Tengo tantos y tantos miles de millones de bolívares. Presenten sus propuestas. Están autorizadas de antemano.”

El precio político que pagó el Presidente por ese sistema de conducción fue la falta de información sobre la realidad, y el relleno del gabinete y de su entorno en Miraflores, de oportunistas de la NCP que, aunque muchas veces ineptos para los cargos escogidos, garantizaban el control burocrático del proceso, mas no la cercanía al pueblo. Un anillo adicional que le filtra la realidad es el del sistema de Miraflores, donde, por ejemplo, los inspectores que él puede enviar para investigar un problema, pasan por el cuello de botella del Ministerio de la Presidencia. Algo semejante pasaba con los análisis de la “Sala situacional” del Palacio donde, además, pasaron por el control de unos jóvenes “asesores” extranjeros (españoles, franceses), sin experiencia ni nivel político, pero con muy sabrosos sueldos.

Esa situación cortesana se reprodujo a nivel internacional, generándose un circuito internacional de aplaudidores intelectuales individuales, alimentados con premios culturales absurdos de 150.000 y 100.000 dólares, y colectivos, como algunas páginas web de izquierda, que suprimen o marginan todo debate crítico sobre el desarrollo de los procesos progresistas en Venezuela, Cuba y Bolivia (...)

El producto que se le pretendía “vender” a la ciudadanía, la reforma constitucional, era deficiente; de hecho, tan deficiente que solo se logró convencer a una cuarta parte del electorado. Había cláusulas tácticas absurdas, como la ampliación del período presidencial de seis a siete años; elementos económicamente inviables como la jornada de seis horas y propuestas estructurales, como la refundación del Estado sobre consejos comunales, cuya implementación presuponía la existencia de una dictadura revolucionaria en Venezuela, para la cual no hay condición alguna. En toda la historia latinoamericana solo ha habido dos dictaduras revolucionarias: la cubana, desde 1960 hasta mediados de los años setenta, y la del Dr. Gaspar Francia en el Paraguay del siglo pasado.

La reforma constitucional era un producto del exceso de confianza del oficialismo que creía que con la popularidad del Presidente ---quien, inclusive en una fase crucial del proceso, se ausentó durante una semana del país---, y los fuertes aumentos salariales a médicos, maestros y otros sectores sociales, con abundantes aguinaldos, el regalo de la jornada de seis horas y el ambiente navideño, iba a pasar".

Texto completo en:

http://www.aporrea.org/tiburon/a46125.html

Tomado de:

http://www.anajuliajatar.com/index.php?title=habla_el_ideologo_del_socialismo_del_sig&more=1&c=1&tb=1&pb=1

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lamentable que usted considere serio reproducir un artículo de Dieterich y sobre todo de un medio como "aporrea" que ve con muy buenos ojos a las FARC y además de considerar su causa como justa.

Sabemos que usted es un intelectual de izquierda y uno de los que piensa que la revisión de ciertos hechos históricos que hacen intelectuales de izquierda sobre la Guerra del Pacífico, desde su humilde punto de vista, deben ser considerados como nuevos descubrimientos sobre lo que realmente sucedió en esa infame guerra. ¿Realmente existen pruebas sobre lo que usted dice?

atte.
Eugenio

Martín Tanaka dijo...

Lo interesante del artículo es que es escrito por un simpatizante de Chávez, no por alguien de la oposición, y emite un juicio crítico. Para nada estoy de acuerdo ni con el autor ni con los medios en los que escribe.

De otro lado, no entiendo a qué se refiere respecto a las interpretaciones sobre la guerra del pacífico. Ver otras entradas de este blog, donde me he ocupado de ese asunto. Saludos.

Anónimo dijo...

por ejemplo:

http://martintanaka.blogspot.com/2007/03/per-chile-y-los-legados-de-la-guerra.html

Anónimo dijo...

Hola Martín

Te paso una parte del intercambio que surgió entre un grupo de personas sobre el referendum venezolano del domingo último. Me parece que las apreciaciones de mi amigo Alvaro Campana son interesantes y están bien sustentadas.

saludos,
quique FM

Hola Quique, hola amigas y amigos:

Voy a leer con atención los textos que has enviado para poder efectivamente hacer reflexiones más rigurosas sobre lo ocurrido en Venezuela. Aunque sería bueno también que abundaras sobre los argumentos que planteas en tu correo para hacer juicios sobre los documentos enviados. En principio nadie pretende un apoyo acrítico a Chávez, y no creo que esa sea además la posición de nuestra izquierda bien pensante. Todo lo contrario, es una permanente avalancha de críticas sesgadas que parten en principio que este sistema democrático (es decir el nuestro) es el mejor existente y que no es posible ir más allá de él y de ahi surgen todas las comparaciones. Es terrible por ello terminar repitiendo los argumentos de la CNN, del Comercio y todos estos medios que imagino por algo les causa escosor el proceso venezolano.

Comparto muchas críticas emitidas sobre el gobierno de Chávez, sobre el personalismo, sobre su poca voluntad a construir una dirección colectiva, sobre las limitaciones que hay para implementar reformas profundas en las estructuras económicas sociales y políticas. No cuestiono a quienes han decidido ponerse de analistas políticos y toman distancia de lo que viene ocurriendo en nuestros pueblos para tener una lectura más objetiva. Sin embargo, creo que también son válidas las lecturas que surgen de quienes desde el compromiso, y desde la izquierda revolucionaria (y ojo que no estoy hablando de las lecturas marxistas leninistas), intentan que se despliegue con la mayor fuerza posible la energía popular.

En este sentido no creo que sea paranoide el hecho de advertir una permanente agresión imperialista en Venezuela a través de diversos medios: habría que preguntarsles en principio a los campesinos del sur occidente si es que en sus esfuerzos por democratizar la posesión de la tierra no han sido víctimas de la violencia paramilitar desarrollada por los latifundistas en alianzas con las AUC de Colombia con los que Rosales del Zulia parece llevarse bastante bien. ¿O es que no hemos aprendido las lecciones del Chile de Allende aplastado con financiamiento gringo? ¿Chávez será bueno cuando deje que derroten el proceso o se inmole en esa derrota? ¿No están interesados los gringos en tumbarse a Chávez? Será entonces incorrecto que las fuerzas que quieren sostener el proceso se planteen una guerra asimétrica yendo más allá del foquismo, y de la tradición del guerrilerismo latinoamericano. Finalmente, creo que si alguien ha estado permanentemente empeñado en que finalmente no se desate la violencia y una guerra civil ha sido Chávez, y que es más bien la oposición, esa que se parece a la de los racistas de Sucre en Bolivia, los que permanentemente han buscado la ruptura. Y no con marchas estudiantiles por supuesto.
En segundo lugar si hay un proceso de burocratización interno en el proceso, si hay una nueva clase política que articula sus intereses a la vieja clase dominante venezolana. Y si creo que este sector busca detener permanentemente los avances del proceso. Efectivamente, muchos gobernadores y alcaldes "rojitos" siguen repitiendo y reproduciendo la vieja cultura política, y se ligan a los poderes locales para manetner el estatu quo, evitar la impelementación de las contralorías sociales y la llegada eficiente de los recursos y políticas nacionales. Creo que si hay una contradicción interna muy fuerte, en la cula Chávez fluctua de un lado a otro, tratando de sostener un aparato de gobierno y muchas veces planteando más bien el fortalecimiento de las organizaciones populares que por tades partes se multiplican e intentan asumir la gestión de sus comunidades, desarrollar proyectos productivos, asumir formas de control social de los gobiernos, etc.

Creo que es falso que no existe libertad de expresión en Venezuela. Basta ver Globovisión para darse cuenta. Y me pregunto. ¿No hicimos mal en no cuestionar a los medios que en nuestro país fueron cómplices de la dictadura fujimorista, usando el espacio público, a cambio de dinero? ¿No había razones para no volver a dar la concesión a RCTV?

Sobre las reformas y las últimas acciones: En principio creo que Chávez si se está equivocando desde sus planteamientos sobre el PSUV hasta las últimas propuestas de reforma constitucional. En el primer caso porque el PSUV, como bien lo apunta Roland Denis, era una posibilidad para deshacerse de todo el cogollo de burócratas que rodean y mediatizan lal políticas y de constituir un ´partido de masas donde se pueda desarrollar un proceso de democratización y canalización de los partidarios del proceso. Sin embargo, terminó siendo una imposición en la que desapareció la posibilidad del debate como lo ha advertido Edgardo Lander, y finalmente terminó siendo una maquinaria controalda por la Nueva Clase Política de la que habla Dieterich. En segundo lugar, efectivamente concentrar más recursos en manos del presidente, tener la posibilidad de nombrar autoridades estaduales e intentar institucionalizar el poder popular, el poder constituyente como mecanismo de impulso del proceso y de consolidación del protagonismo popular no son los mejores medios. Creo que a través de otros caminos se ha avanzado mucho más para lograr estos objetivos: la promoción de diversas formas de participación, la conformación de los consejos comunales con recursos y amplios niveles de autonomía, de formas de economía social han sembrado en Venezuela la posibilidad de una democracia mucho más sustantiva. Y ahi creo que la escuela cubana está pesando mucho en Chávez. Ya hablaba él en algún momento de la "estrategia perfecta" lo que implica pensar que hay un camino para avanzar al socialismo, el partido único y la institucionalización del poder popular nos muestran esa influencia al igual que la tradición del lider infalible. Creo que es hora de rectificar y de abrir un gran debate, y que está en juego no la democracia liberal, sino la posibilidad real de desarrollar un contrapeso geopolítico en el mundo, de lograr ampliar los márgenes para que sean posibles políticas soberanas de nuestros pueblos, de redefinir la democracia y sus instituciones yde acabar con la hegemonía neoliberal. La Venezuela bolivariana debe seguir avanzando con Chávez, o a pesar de Chávez.

Con mucho afecto
Alvaro


Enrique Fernández-Maldonado escribió:

Hola a todos y todas

Agradezco a Elvis, Alvaro y Walter por compartir con nosotros estos documentos que intentan comprender que está pasando en la Venezuela de nuestros días. No obstante, luego de leerlos con atención, dudo que ayuden a comprender la complejidad del proceso venezolano. Por el contrario, me parece que caen tropismos y alegorías dogmaticas, llenas de entusiasmo (legítimo, por cierto), pero carentes de contenidos. Espero no sonar drástico, pero veo poco análisis en los textos que comparten con nosotros.

Por ejemplo, ninguno de los textos enviados, salvo, creo, si es que leí bien el de Dieterich, aborda el fracaso/exito del referendum del 2 de diciembre. No analizan los factores que dieron lugar al resultado 'apretado'. Tampoco lo hacen los comentarios que vinieron después. Me gustaría que alguien opine acerca del carácter político y social de las medidas que quería aprobar Chavez con la elección del domingo (se las envío por si no las conocen http://www.larepublica.com.pe/images/stories/2007/noviembre/03diciembre/IFRE03120702GR.jpg). Me parece que por ahí está la respuesta; y no el boicot de los partidarios del imperialismo. ¿O por qué el ausentismo tan alto, que explica, según algunos analistas, la derrota de Chavez? Me da la imporesión que muchos de los seguidores del presidente venezolano están en contra de una mayor concentración del poder (que, sin lugar a dudas, pretendía con algunas de las reformas que proponía), considerando que toda democracia que se precie de tal (socialista, burguesa, representativa, llamenla como quieran..), requiere de contrapesos institucionales para evitar los abusos de poder que, como bien saben, derivan, la mayor de las veces, en corrupción y violación a los derechos humanos (¿o es que ya no creemos en ellos?).

Veo con proeocupación, asimismo, que algunos compañeros (de esta lista y otros lados) recurren a un lenguaje militarista (dicen que marxista) que me hace acordar a los panfletos que circulaba Sendero Luminoso en los años ochenta. Documentos que plantean una guerra popular y llamados a armar a la sociedad para enfrentar a la burguesía oligárquica que pretende avasallar a la revolución. Por favor compañeros, supongo que esa burguesía a la que hacen referencia es la misma clase capitalista que hace negocios - y buenos negocios - con las prerrogativas y prebendas del régimen socialista de Chavez. O hablan del complot imperialista contra la revolución bolivariana, sin dar nombres y hechos concretos, alimentando el fantasma del "golpe suave" (ese golpe sí es malo, el del 92, no). No dudo de la vocación imperialista del gobierno de Bush, asesino y prepotente en Irak, Afganistan y muchos países del Sur dominados por las políticas económicas que imponen los organismos multilaterales. Pero creo también que ese mismo imperialismo, más allá de la retórica chavista, tiene muy buenas migas con el gobierno venezolano, a quien le compra importantes cantidas de crudo y a precios ganga. Sin embargo, nadie dice ni pío de eso.

En todo caso, reconozco que sé poco del proceso venezolano (o no tanto, como quisiera). Hay compañeros/as que han estado allá y que podrían comentarnos un poco más lo que pasea en la sociedad venezolana. Lo que quiero plantear es un poco más de disposición para el pensamiento crítico; no sólo con el capitalismo neoliberal, sino también con la revolución bolivariana, sobre la que pesan grandes cuestionamientos. Ya decía Castoriadis, la crisis de la sociedad contemporánea es el colpaso de la crítica y el predominio del "pseudoconocimiento generalizado" (sea éste de derecho o de izquierda). Y cuidado con plantear que quienes invitamos a mirar con distancia los procesos políticos latinoaméricanos y hacemos explícitas nuestras preocupaciones y reservas respecto del régimen de Chavez, somos de derecha o pro-imperialistas. A quienes piensan así, sólo recordarles que Mariátegui, nuestro revolucionario a quien muchos citan, fue sindicado como 'reformo' por no seguir la línea ortodoxa de la Internacional Socialista. La realidad hay que mirarla con perspectiva heterodoxa, porque sólo así podremos ver los matices dentro de la complejidad.

Lo último. Comparto con ustedes un par de textos - una crónica y una adivinanza irónica - que complementan las lecturas que han circulado sobre lo sucedido en Venezuela este domingo (publicados en el blogg de Martín Tanaka, recomendable), y además un análisis del proceso venezolano y ecuatoriano publicado recientemente por el Centro de Estudios Sociales y Económicos (CISEPA) de la PUCP. Vale la pena leerlos. Disculpen la extensión de estas líneas.

Fernando Mires: http://www.analitica.com/va/politica/opinion/9912998.asp
Moisés Naim http://www.elpais.com/articulo/internacional/Adivine/personaje/elpepuint/20071202elpepiint_14/Tes

un saludo fraterno,
quique