Mi solidaridad para Nelson Manrique. Podemos estar de acuerdo o discrepar, pero nunca censurar. El Sr. Rey es un personaje público, sometido a crítica y cuestionamiento. Debe defenderse con argumentos, no con procesos penales; cada quien evaluará quién tiene razón, si Manrique o Rey. Algunos pensarán que Manrique; otros que Rey, y Manrique perderá credibilidad. Esa debe ser la sanción, si es que un columnista se equivoca; la sanción de los lectores, no del poder judicial. Este es un caso en el cual el poder presiona para amedrentar a la prensa.
Instituto Prensa y Sociedad (IPYS)
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21 de junio de 2007
PERÚ: CONDENAN A COLUMNISTA POR OPINAR SOBRE LA CONDUCTA DE UN POLÍTICO
El 9 de enero de 2007, el 41º Juzgado Penal de Lima encontró culpable al historiador Nelson Manrique, columnista del diario Perú 21, del cargo de difamación agravada en contra del Rafael Rey, actual ministro de la Producción, quien lo querelló en noviembre de 2005 cuando era congresista. El juzgado ordenó el pago de 3 mil soles (US$ 950) de reparación civil y se reservó el fallo condenatorio por un año.
Entre abril y mayo de 2005, Manrique escribió que Rey y su partido CODE ― Renovación, falsificaron firmas para inscribirse en las elecciones generales del año 2000, basándose en sus propias deducciones y en datos de alcance público. Calificó el hecho como "una estafa de gran escala en contra del país". En una respuesta pública, Rey sostuvo que eran falsos tanto las deducciones de Manrique como sus datos.
El historiador fue absuelto en primera instancia. Tras la apelación de Rey, la Quinta Sala Especializada en lo Penal anuló la resolución al considerar que, si bien el tema era de interés público, Manrique centraba sus opiniones en Rey. Usando esos mismos criterios, el 41º Juzgado Penal lo condenó.
Manrique apeló la sentencia, y el caso ha vuelto a la Quinta Sala Penal, que ya se pronunció sosteniendo su culpabilidad. Ello asegura que la apelación del columnista será desestimada.
De la lectura de los artículos, el IPYS considera que Manrique ejerció su derecho de opinión, y que sus expresiones no pueden ser castigadas por ningún juez sin violar la Constitución y los conveniosinternacionales suscritos por el Perú. Asimismo, expresa su preocupación porque la misma sala que revocó la absolución es la que ahora ve el caso.
Acciones recomendadas:
Solicitar a la justicia que revoque el fallo, ya que Manrique opinó sobre un tema de interés público amparado en sus derechos constitucionales.
Dirigirse a:
Corte Superior de Justicia de Lima
Quinta Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos Libres
Donayre Mavila, Rosario – vocal
Escobar Antezano, Carlos – vocal
Vidal Morales Juan Carlos - vocal
Av. Abancay cdra. 5 s/n. Edificio Anselmo Barreto León
Telf.: 51 426-5010 (anexos 1220-1228-1107-1218)
Fax: 51 427-1600
Más información en:
http://martintanaka1.blogspot.com/2007/06/delito-de-opinin-nelson-manrique.html
6 comentarios:
En principio uno se solidariza con causas nobles, justas. El que Nelson Manrique sea historiador o analista político (como le gusta autotitularse) no le da patente de corzo para difamar.
La querella que interpone Rafael Rey contra Manrique, lo hace en el año 2005 cuando era congresista de la Republica, pero la hace en su condición de ciudadano.
La Argumentación que haces en tu blog, no son las que fundamentan la querella. Esta se fundamenta en que se le haya tildado de estafador y falsificador.
No es lo mismo decir que en los lotes de firmas de un partido se han encontrado firmas falsas (como el ocurre a todas las agrupaciones políticas, incluyendo a las de corte caviar); que decir que un partido se ha inscrito con firmas falsas (como Peru 2000, Pais Posible hoy Peru posible), Rafael Rey no acuso a Toledo de tener firmas falsas en su inscripción, él lo acuso de haber montado una fabrica de firmas. Manrique incurre en DIFAMACION al señalar que Rafael Rey esta incurso en el mismo delito que Toledo, Eso tendrá que probarlo y esto no es posible porque es FALSO. No es politizando este tema, si creen que con eso Manrique saldrá bien librado. Me hubiera gustado que el YPIS hubiera solicitado la versión de Rafael Rey para que contraste la VERDAD.
Miente Manrique y lo haces tu también cuando señalan lo siguiente: “Lo que diferencia a Rafael Rey de los demás políticos es su formidable cinismo” en alusión a la denuncia de que también se partido Renovación Nacional en alianza con CODE de Barba Caballero, se habría inscrito para la campaña electoral del 2000 con un 40% de firmas falsas, tomando en cuenta que Rey, tenaz opositor de Toledo, fue uno de los que, conjuntamente con Fabiola Morales, denunciaron en el 2004 una presunta falsificación de firmas con las que se inscribió Pais Posible para participar en los comicios de ese año.
Manrique dice que el peritaje policial sobre una muestra determinó el 40% de firmas falsificadas de CODE-Renovación y sólo el 15% de firmas adulteradas de Peru Posible. ESTO ES FALSO. a) Manrique no dice que la muestra de la Policia para el caso CODE-RENOVACIÖN fue de 500 firmas tomadas sólo de 12 cajas de las casi 60 cajas de planillones que presento CODE-Renovación. b). las 12 cajas escogidas corresponden, justamente, a las que contienen las 31,651 firmas falsas detectadas en CODE-Renovación y que no fueron contabilizadas entre las 500.000 válidas para la inscripción. c). La Policía nunca ha dicho que las firmas falsificadas en Peru Posible han sido el 15%. Esa versión periodística es falsa. La Policía ha confirmado que por lo menos el 77% del total de firmas de Perú Posible son falsificadas y que de 23 personas que acudieron a reconocer su firma las 23 (100%) confirmaron que sus firmas fueron falsificadas
Manrique ha señalado que CODE-Renovación fue el que mas firmas adulteradas presentó. Al contrario, fue el grupo al que más firmas le declararon invalidas, lo que es muy distinto que falsas y, por eso, el que mas firmas tuvo que presentar (2´270,335) para conseguir su inscripción. Las invalidadas fueron 1´420,646 por haber sido asignadas antes a otro partido (lógico si Peru Posible, Perú 2000 y otros fabricaron sus firmas, cuando CODE-Renovación presentaba las verdaderas las invalidaban) y 126,402 duplicada en propios planillones, 192,611 por datos errados y 31,651 por falsas (sólo 1,39% del total). En total 1´771,330 firmas invalidas.
Hay algunos que buscan la FAMA escribiendo artículos sin antes haber contrastado sus fuentes y piden ayuda después cuando la querella les es adversa y otros buscan el HONOR, la fama es la forma y el honor es el contenido. Hay famosos sin honor y hay honorables sin fama.
Hubiera sido ideal que antes de solidarizarse con su profesor, historiador, analista politico, periodista, hubieran buscado TODA LA INFORMACIÖN, como lo debe de hacer un hombre de bien.
Saludos
Angel Arbañil
Dirigente de Renovación Nacional
Sr. Arbañil,
gracias por su mensaje. No conozco los detalles del caso, así que no puedo pronunciarme sobre el fondo del asunto. Sobre la forma, repito lo dicho en mi post: si el Sr. Rey o el movimiento Renovación se sienten ofendidos por los comentarios del Sr. Manrique, lo que tienen que hacer es presentar sus argumentos. Algunos pensarán que Manrique tiene razón; otros pensarán que no, y que es un columnista irresponsable.
De presentar ustedes argumentos razonables, la sanción que recibirá Manrique es la pérdida de su credibilidad, que es lo más importante para un académico o columnista de opinión. Lo que me parece mal es llevar este debate al terreno penal. Al ponerlo en este terreno, nos movemos en un ámbito muy cercano a la censura.
Finalmente: estoy de acuerdo con que el Sr. Rey y Renovación tienen derecho a la buena reputación y al buen nombre. Pero no estamos ante un caso de campañas sistemáticas de desprestigio, sino de una opinión circunstancial. Puede estar equivocada, ciertamente, pero insisto, esto debe dirimirse en el terreno del debate público, no de los tribunales.
Como académico y columnista del mismo diario, no puedo sino sentirme también afectado, por ello expreso mi solidaridad con Manrique, aunque no comparta necesariamente sus puntos de vista. Saludos.
Colo lector habitual del señor Manrique, segui las columnas que escribio por aquella epoca (como lo hago) y recuerdo la percepcion que me dejaron; que estaba siendo veraz en sus afirmaciones. Que sea veraz no quiere decir que la verdad expuesta sea absoluta e irrebatible (entenderan esto los señores del entorno politico del hoy ministro?). El señor Manrique abordo este tema ciñendose a tres criterios juridicos de ponderacion empleados para el analisis del conflicto entre el bien juridico Honor (el supuesto agraviado) y la Libertad comunicativa del analista del acontecer politico: interes publico, proporcionalidad (juicio de valor equlibrado) y veracidad (el comentarista cita las afirmaciones y datos de terceros y de fuentes). Si el señor Manrique sostiene una afirmacion que afecta la calificacion de un personaje publico, lo minimo que debe exigirsele es un DEBER de DILIGENCIA en tal elaboracion. Sera interesante revisar la sentencia judicial y no es de extrañar, lamentablemente, que esta no haya observado principios de relevancia constitucional. El señor Rey tiene derecho al buen nombre y el señor Manrique a expresar sus honestos puntos de vista, al margen de su radicalidad (la que suele ser bienvenida). A proposito del buen nombre, es responsabilidad exclusiva del señor Rey que a lo largo de su carrera publica se haya identificado con causas antidemocraticas, intolerantes y, acaso, oportunistas, si no preguntenle al señor Mario Vargas Llosa.
Atte. Martin Sanchez Padilla
Sr, Tanaka,
Te agradezco tus precisiones sin embargo permíteme aclarar algunas cosas:
Cuando alguien no conoce un tema, lo lógico es que procure enterarse bien de que se trata, de tal manera que se pueda opinar con conocimiento de causa. De lo contrario se puede caer en lo conocido: DAR UN CHEQUE EN BLANCO.
Estoy de acuerdo contigo, cuando señalas que este tema no se debió judicializar, sin embargo también es bueno que sepas que Rafael Rey hizo de conocimiento del señor Manrique las mentiras e incongruencias en la que estaba incurriendo, luego que este publicará su primer articulo, lejos de que esta información motivara en Manrique por lo menos una duda, él continuó sus ataques, ratificando sus afirmaciones agraviantes. Esto acredita el dolo del mencionado señor y coadyuva a sustentar la denuncia que se le interpusiera, porque están presentes todos los elementos requeridos por el Art. 77° del Código Procesal Penal.
Lo que se a cuestionado en la denuncia es que Manrique Gálvez utiliza indebida y abusivamente con Rafael Rey su libertad de informar y su posición como columnista de un diario, para afirmar una serie de falsedades que lesionan su honor. Esto nada tiene que ver con una censura de las libertades de opinar e informar.
Tampoco puede afirmarse, como lo ha hecho la defensa del denunciado, que los calificativos de Manrique son parte de un “análisis político sobre temas de interés nacional”, pues el animus de los artículos esta orientado a presentarlo como un falsificador de firmas que pretende acusar a otros del mismo delito en el que -según Manrique- estaría involucrado Rafael Rey.
La imputación delictiva, no puede confundirse con un análisis político, puesto que de aceptarse este razonamiento, se estaría afirmando que la difamación es una “forma” de libertad de expresión. Y menos aún puede pretextarse, para justificar el agravio que se ha producido, que el interés público permite que se califique a una persona como se le ha calificado a Rafael Rey.
Saludos
Angel Arbañil
Dirigente de Renovación Nacional.
El artículo del Dr. Nelson Manrique expone una verdad evidente: que el partido del Ing. Rafael Rey también presentó firmas falsas, y a montones.
Concuerdo con el Dr. Martín Tanaka cuando dice que el asunto no debió llevarse a la vía judicial sino que debió dirimirse en el terreno del debate público, opinión que considero acertadísima. ¿No es acaso el Ing. Rey un político?
Además, el Poder Judicial está tan desprestigiado que sus sentencias no dan ni quitan honras. En el presente caso, no va a alterar un ápice la opinión que ya se tiene de los protagonistas de este tremendo caso.
Felicitaciones por el blog, me parece muy bueno.
Douglas
A que se refiere el señor Arbañil Villar con tener que conocer un tema para luego opinar sobre este. Acaso el señor Manrique no tiene los pergaminos suficientes para opinar, con seriedad, sobre temas de interes publico? -derecho que le asiste, ademas, a todo ciudadano de este pais-. Los elementos que el columnista tomo en consideracion para elaborar sus juicios (en aquellos articulos publicados en Peru21 hubo tanto de informacion, como de opinion) fue informacion relevante que provino de la ONPE y de medios de comunicacion, entre ellos el diario La Republica. No es dificil llegar a esa conclusion luego de conocer lo que se supo sobre los planillones presentados por otros grupos politicos, distintos a PPOSIBLE. Este sabado el periodista Gustavo Gorriti ha declarado en el suplemento Somos de El Comercio que el Ministro Rey nunca respondio a la informacion que ese diario publico a proposito de ese tema y que, sin embargo, demando a Manrique por comentarios posteriores a la publicacion del tabloide. Que puede demostrar el Poder Judicial?: que el señor Manrique actuo con dolo?, que no fue diligente en verificar la informacion sobre la que construyo sus juicios?, que no le asiste el derecho de opinar sobre la base de hechos objetivos?. El tema era de interes publico (el tema, ni siquiera la persona del señor Rey, en este caso), la opinion del analista no fue desproporcionada -pensar que hubo delito no fue lo mismo que opino el Ministro Rey respecto al presidente Toledo?- y la elaboracion de sus juicios fue veraz, respecto a los hechos que se conocieron sobre la elaboracion de planillones por el grupo politico liderado por el señor Rey -Ministro del presidente Alan Garcia- y Barba -Embajador designado por el presidente Garcia-. Me solidarizo tambien con el señor Manrique.
Atte.
Martin Sanchez Padilla
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