lunes, 28 de enero de 2013

El voto limeño

Artículo publicado en La República, domingo 27 de enero de 2013

En la década de los años setenta, especialmente con la invasión en Pamplona, que dio posteriormente origen al distrito de Villa el Salvador, empezó a hacerse evidente que la Lima “tradicional” quedaba definitivamente atrás. Frente a esta evidencia, fue la izquierda la más entusiasta en presentarse como la representante de los inicialmente invasores, mientras que los partidos de derecha, por el contrario, mostraban preocupación por la migración, la irregular ocupación urbana, la vulneración de la propiedad pública y privada, la extensión de la informalidad. Por su parte el APRA parecía incapaz de ir más allá de los sectores populares “tradicionales” (Chorrillos, Rímac, La Victoria). Los mapas electorales de las elecciones municipales de 1980 y 1983 crearon la imagen de una “Lima popular” orientada hacia la izquierda: al norte, Carabayllo, Comas, Independencia; el este El Agustino, San Juan de Lurigancho, Ate; al sur San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Villa el Salvador, dieron pie a la imagen de un “cinturón rojo” que cercaba la Lima tradicional.

Era ciertamente una imagen exajerada, pero daba cuenta de que, en el plano del discurso político, era básicamente la izquierda la que se identificaba con las demandas de reconocimiento, titulación, acceso a servicios básicos, de los “nuevos limeños”. Recién en 1986 Hernando de Soto difundió un discurso liberal dedicado al mundo popular limeño, y habló de una “revolución informal”, demostrando que este no tenía por qué asumirse como izquierdista. En 1989, el inesperado triunfo de Ricardo Belmont mostró que el pueblo limeño era mucho menos ideológico y politizado que lo que se había pensado, y las autoridades políticas descubrieron que la Lima producto de las invasiones no debía verse como una amenaza, sino como una importante fuente de legitimidad política. Por ese mismo camino, esencialmente, transitaron Alberto Andrade y Luis Castañeda. Los tres consolidaron liderazgos legitimados por la reivindicación del orden y la construcción de obras públicas. Y los resultados de las elecciones presidenciales de 2006 y 2011 en Lima más bien sugirieron un carácter “conservador” en los limeños.

El triunfo de Susana Villarán, con una votación asentada básicamente en distritos populares, fue leído equivocadamente por algunos como una nueva “izquierdización” del electorado, cuando se trató de un encuentro circunstancial. También sería equivocado asumir que en Lima el apoyo a Villarán es mayor en los sectores socioeconómicos más altos porque allí estaría la población más educada y más cercana a “valores postmaterialistas”, como ocurre en otras ciudades capitales del mundo. En realidad, las opciones electorales siguen siendo muy volátiles; lo que sigue siendo una constante es la persistencia de importantes diferencias sociales entre nuestras distintas “limas”, entre los distritos tradicionales y las Limas del norte, este y sur, que han aflorado de mala manera en esta campaña.

1 comentario:

Anónimo dijo...

NO A LA REVOCATORIA DE LOS CORRUPTOS
Para los que quieren desembarazarse del apelativo de corruptos por apoyar la revocatoria no queda otra que la alternativa de ser solo un poquito menos que un retrasado para "pensar" aunque ya aquí exagero, mejor sería emplear "decir": “Si a la revocatoria por la Incapacidad de Susana” como si con ello solucionaran el problema de Lima porque suponemos que algo de constructivo para mejorar nuestra entrañable ciudad debe tener esta propuesta Noo?? Pues, es precisamente todo lo contrario ya que, es más que obvio que el resultado inmediato será paralizar Lima con un ensañamiento propio de quien no vive aquí o ansía tanto destruir a Susana que no le importa hacerlo de paso con la ciudad, Ah! me olvidaba de que también están los de Solidaridad Nacional, Apristas y otros partidos que no admiten competencia y necesitan derribar y destruir a cualquiera que sea mejor que ellos y les resten posibilidades de acceder al poder EL 2016 y ya que con Humala y Nadine con su 57% de aprobación no pueden hagamos leña del árbol…. No he escuchado hasta ahora ninguna razón coherente, concreta, ni siquiera audaz (quizás lo único que: la ola de la herradura y la crecida del Rimac y consecuente caída del Muro son culpa de la “ingeniera” Villaran o porque el mar y río apoyan el SI) por no decir del más escaso sentido común, para jugar la ruleta rusa de entregar la Municipalidad a cualquiera de los otros 39 regidores que no sabemos quien pueda ser ??!!! suponemos que el ilustradísimo votante por el SI ya conoce sus nombres, sus atributos políticos, administrativos y morales y que cualesquiera de ellos harán una gestión superior a la de Susana, aunque ni hayan postulado para alcaldes, ni tengan un plan de acción y si revocan a todos el accesitario que es del Partido Nacionalista, ese sí que probablemente sea alguien que represente bien a los votantes por la revocatoria pues, se le vio el otro día en TV y el pobre sujeto a penas podía hilvanar una idea y muy mal expresada, es decir, es Líder natural de los de pocas ideas y luego además tendríamos que elegir otro alcalde solo por un año- cuatro alcaldes en un poco más de 3 años,?!!-, qué gran obra van a hacer en ese tiempo ??!!! y todas las reformas en ejecución, el traslado del mercado mayorista, el reordenamiento del transporte público, la monumental Vía Parque Rimac los 1,700 millones de inversión pública y los 5,000 millones comprometidos del sector público que doblan lo que hizo Castañeda, pues, las mafias deben estar restregándose las manos con lo necios que podemos ser… porqué no mejor sorteamos al alcalde entre los 9 millones de habitantes de Lima? sería tan al azahar como se pretende hacer ahora…
El SI representa la nada, el cero a la izquierda, la resta, no hay propuesta alguna, ni plan de gobierno municipal de ninguno de sus promotores para la ciudad, es más ni siquiera tienen un candidato, solo representan la puñalada artera del perdedor resentido que ni hace ni deja hacer (quién hablaba del perro del hortelano ?), que no sabe más que repetir lo que le han puesto en la boca los políticos interesados o sino porque el influenciable votante pueda, aunque sea un segundo sentirse con poder al emitir su voto y que Lima se vaya al carajo!, y claro: Castañeda ya tiene 58% de intención de voto...
No todos somos tontos: Alan sigue apoyando a Castañeda, este preocupado en ocultar sus latrocinios como Comunicore, y “Narco Turbio” que la municipalidad contrate a su Instituto Peruano de Administración Municipal como se le escucho confesar en audio que no pudo desmentir, como tampoco la falsificación de firmas o los financistas muertos, inubicables y pobrísimos que aportaron miles de soles y en ese camino, se puede decir cualquier barbaridad como aquella de que: “Haga obra aunque robe” de las que la fama de borregos de los limeños ya se ha echo proverbial y si consiguen ganar encima creerán que han salvado Lima! Que lástima advertir nuestra escasísima cultura cívica y nulo compromiso con nuestra ciudad.