Salgamos por un momento de los debates sobre nuestra coyuntura y miremos más allá.
Me parece fascinante el debate que se está dando sobre la identidad nacional en Francia. Surge de una iniciativa del gobierno de Sarkozy, por lo que ha sido mirado con justificado recelo, pero ya empiezan a salir discusiones interesantes, precisamente sobre la pertinencia e implicancias de un debate como ese. ¿Es un intento de legitimar un modelo de nacionalismo conservador y excluyente, o una oportunidad para denunciar los problemas de exclusión y construir una noción de identidad plural, democratizadora, incluyente? ¿Debe la identidad plantearse sobre bases nacionalistas, o republicanas? En particular es interesantísimo el debate al respecto entre Alain Finkielkraut y Alain Badiou, publicado hace unos días por Le Nouvel Observateur. Estas discusiones resultan muy pertinentes para nosotros pensando en las conmemoraciones y celebraciones por el bicentenario de nuestros países (lamentablemente, todo en francés).
Ver:
Grand débat sur l’identité nationale
Les objectifs du grand débat sur l’identité nationale
Eric BESSON, Ministre de l’immigration, de l’intégration, de l’identité nationale et du développement solidaire a ouvert lundi 2 novembre 2009 un grand débat sur l’identité nationale. L’organisation de ce débat constitue l’un des engagements souscrit par le Président de la République lors de la campagne présidentielle, repris dans la lettre de mission qu’il a adressée, avec le Premier Ministre, à Eric BESSON, le 31 mars 2009.
http://www.debatidentitenationale.fr/
"Contre débat sur l'identité nationale"
Vous trouverez dans ce dossier "Contre débat sur l'identité nationale", miroir volontaire du site lancé par Eric Besson, de quoi répondre à ceux qui voudraient simplifier le débat, en opposant immigrés et "bons Français", ceux qui voudraient privilégier la Nation au mépris de la République et, je cite à nouveau Jacques Julliard, poser une fois pour toute "cette identité abstraite à laquelle les Français de tous temps et de toutes origines seraient censés devoir se conformer".
http://tempsreel.nouvelobs.com/speciales/contre_debat_sur_lidentite_nationale/
Exclusif. Identité nationale, sarkozysme, Israël...
Finkielkraut-Badiou: le face-à-face
Par Aude Lancelin
Réunis pour la première fois dans la presse, l'auteur d'«Eloge de l'amour» et celui d'«Un coeur intelligent», débattent de l'identité nationale, de la politique sarkozyste et d'Israël. Un affrontement idéologique d'une rare violence, qui a été arbitré au «Nouvel Observateur» par Aude Lancelin, et dont voici le verbatim intégral
http://bibliobs.nouvelobs.com/20091217/16522/finkielkraut-badiou-le-face-a-face
Badiou Vs Finkielkraut: débat «d'une rare violence»
http://www.slate.fr/story/14581/badiou-vs-finkielkraut-debat-ideologique
Ariel Florencia Richards: “Los finales y los inicios nunca son tan
definitivos”
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La escritora chilena reflexiona partir de su nueva novela Inacabada
(Alfaguara, 2024)
Hace 15 horas.
1 comentario:
Muchas gracias, Sr. Tanaka por habernos alcanzado el link con la discusión Finkielkraut-Badiou. Es un debate apasionante. Como quiera que la pieza está en francés, quizas convenga dar alguna semblanza de lo que se dijo, antes de hacer alguna pequeña observación.
MUNDO FLUIDO
Para el derechista francés FINKIELKRAUT, la globalización liberal provoca una inhumana desafiliación. Globalizar significa renunciar a todo signo particular. Ser nosotros mismos -como quiera que nuestra vocación es universalista- quiere decir vaciarse, no ser nada. Para no excluir a nadie -piensa la globalización- hay que pasar a ser un puro movimiento de apertura. Hay que ceder a la world music, a la musica global, la cocina global, la aldea global. La circulación irestricta es la última palabra del ser, su último suspiro. Esto -cree FINKIELKRAUT- no sólo es perder la civilización francesa. También implica la devastación terrestre, el avance de la fealdad, la destrucción de la facultad de atención, la desaparición del silencio....
CRISPACIÓN IDENTITARIA
El izquierdista BADIOU responde que el justificado rechazo al unanimismo mercantil no puede ser usado como caballo de batalla para que el estado francés emprenda una campaña destinada a desacreditar a los inmigrantes con el identitario argumento de que éstos constituyen una comunidad poco dispuesta a integrarse.
El hecho de que a una población que padece la precariedad del capitalismo -y quien haya visitado la periferia parisina o los cordones de miseria marselleses, puede asegurar que Badiou no exagera- se le venda la idea de que el extranjero pobre (musulmán, magrebínico, africano), pone en peligro su tradición cultural, es una nueva puesta en juego de la estrategia del chivo expiatorio.
BADIOU no rechaza completamente la idea de tradición. Pero en su opinión toda continuidad debe ser selectiva; debe separar y optar. BADIOU asume de buen grado herencias francesas como la Revolución de 1789, la Comuna de París, el universalismo del S. XVIII, mayo del 68; al tiempo que rechaza todo lo que sirve a la oligarquía. La elección de valores éticos es más determinate que la proveniencia de los individuos. Hay que postular una ontología de lo múltiple. L'Un n'est pas. Lo Uno no es, sostiene BADIOU.
Quisiera poner de relieve un elemento que BADIOU presenta en la polémica por parecerme de interés especial para nosotros: La tradición socialista del siglo XIX fue la única que no se dejó embriagar por los nacionalismos de entonces. El internacionalismo revolucionario veía en el nacionalismo a un disfraz para el contrabando de intereses particulares de clase. ¿Tiene hoy el nacionalismo -así como el factor identidad- el mismo efecto simulador que tenía hace siglo y medio? ¿O puede ser incorporado en la producción de actividades emancipadoras?
Gracias por la posiblidad de dar mi comentario.
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