jueves, 1 de octubre de 2009

Think tanks y partidos políticos en América Latina

Acaba de salir publicado un libro donde hay un trabajo mío, escrito en coautoría con Sofía Vera y Rodrigo Barrenechea, que puede resulta de interés para algunos. Se trata de Dime a quien escuchas... think tanks y partidos políticos en América Latina (Enrique Mendizabal y Kristen Sample, eds. Lima, IDEA Internacional - ODI, 2009). Les presento el índice del libro:

Prefacio

Introducción
Enrique Mendizabal

Estudio marco
Adolfo Garcé

Partidos políticos y think tanks en Bolivia
Carlos Toranzo

Los think tanks y su rol en la arena política chilena
Matías Cociña y Sergio Toro

Partidos políticos y think tanks en Colombia
Juan Fernando Londoño

Partidos políticos y think tanks en el Ecuador
Orazio Bellettini y Melania Carrión

Think tanks y partidos políticos en el Perú: precariedad institucional y redes informales
Martín Tanaka, Sofía Vera y Rodrigo Barrenechea

Epílogo
Enrique Mendizabal y Kristen Sample

Les presento también la introducción de nuestro trabajo sobre Perú:

Una relación ideal entre think tanks y partidos políticos es aquella en la que los primeros, como centros de producción de conocimiento académico y aplicado, colaboran activamente con los segundos, contribuyendo a mejorar la capacidad de formulación de propuestas de los actores políticos y, por ende, la calidad de las políticas públicas. Los partidos se apoyan en estas instituciones ya sea para la elaboración de programas y propuestas en los momentos electorales, como para el diseño de políticas públicas y la provisión de cuadros profesionales, en el caso de los partidos de gobierno, o la presentación de alternativas, en el caso de los partidos de oposición.

En el Perú, sin embargo, debido a la debilidad institucional y profunda desconfianza entre ambos actores, no se da esta relación virtuosa entre
think tanks y partidos políticos. En cuanto a los segundos, como resultado de la crisis del sistema de partidos ocurrida en la década de 1990, aparecen sumamente precarios y volátiles; actúan básicamente movidos por consideraciones pragmáticas y de corto plazo, por lo que sus planteamientos y políticas responden a coyunturas específicas, y no siguen lineamientos ideológicos o programáticos claros. En este marco, la demanda de los partidos por técnicos e intelectuales es más bien limitada, lo mismo que su interés por capacitar a sus cuadros y militantes. Además, los partidos miran con desconfianza el mundo de las ONG y de la sociedad civil. En el momento actual se percibe la existencia de dos grandes grupos académico-tecnocráticos, uno de izquierda y otro liberal; el primero es mirado con recelo por supuestamente pretender conseguir como grupo de interés lo que no logra mediante la competencia electoral; y el segundo, por su supuesto apoyo, involucramiento e incluso complicidad con el gobierno de Alberto Fujimori. Los think tanks no solo son escasos sino frágiles institucional y financieramente, condiciones que limitan su capacidad de investigación e incidencia pública. Por su lado, estos también miran con desconfianza el mundo político, percibido como corrupto y oportunista, por lo que tienden a actuar con criterios elitistas y tecnocráticos. Como consecuencia de ello, la distancia entre partidos y think tanks se ahonda.

En este contexto, el proceso de elaboración de políticas públicas parece depender fundamentalmente del funcionamiento de redes y contactos informales entre políticos, grupos tecnocráticos y poderes de facto, antes que de mecanismos de deliberación pública institucionalizados, transparentes y con rendición de cuentas. Ello explica la sorprendente continuidad que han tenido las políticas públicas en el Perú desde la década de 1990, pese a los importantes cambios de gobierno e incluso de régimen político, que han facilitado el crecimiento económico; pero también los problemas de legitimidad del sistema político y los sesgos de las políticas públicas, que no cumplen con metas sociales y objetivos redistributivos.


El libro se puede descargar completo aquí:
http://www.idea.int/publications/thinking_politics/index.cfm

5 comentarios:

oscar dijo...

Hay Think Tanks en el Perú? Imagino que serán sobretodo en temas de economía.

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Tanaka:

1. En EEUU es en donde hay más think tanks que en todo el mundo. Aquellos dedicados a América Latina saben más de nosotros que nosotros mismos. Poseen información privilegiada proveniente de numerosas ONG y de estudios en diversas áreas con financiamiento secreto durante más de 100 años.

2. El Perú no cuenta con ninguno. Antiguamente fungía de esto el viejo CAEM (hoy CAEN ¿será por lo de caída?). Se puede decir que hemos renunciado a crear nuestro imaginario cultural propio para recibirlo digerido y masticado de Norteamérica (y tal como ellos quieren que nos veamos).

3. Pero ¿cuál es la diferencia entre un think tank y, por ejemplo, un filósofo? En que un think tank tiene por finalidad exclusiva velar por los intereses de EEUU en toda la medida de las cosas, mientras que el filósofo busca el bien común, para toda la humanidad (si no, no sería entonces un filósofo).

4. Entonces ¿qué puede beneficiar más al Perú: entregarnos de lleno al dictado mental del imperio del norte o intentar siquiera pensar un poco nosotros mismos sobre nosotros mismos? Yo creo que no nos hacen falta think tanks sino más bien un poco de dignidad, autoestima e inteligencia para entender que nadie va a hacer por nosotros lo que nosotros tenemos que hacer.

4. Y a todo esto la filosofía ¿dónde está? ¿En qué cátedra se perdió? ¿En qué aula se esconde? ¿En qué rincón duerme esperando la mano de nieve que la despierte? Porque ahora todos son economistas y el "homo economicus" ya es más un sinónimo de humanidad más que cualquier otro. ¿Habrá vida más allá de la economía?

5. ¿Qué fue de los pensadores peruanos? ¿Verdad que son ahora lobbistas del Estado y las grandes empresas? ¿O es mentira, y solo esperan la orden de partida para empezar a pensar?

Muchas gracias.

Pablo Antonio dijo...

Luis Enrique, me parece interesante tu comentario. Que en Princeton saben mas que en la San Marcos sobre ciertos aspectos del Peru y del desarrollo de latinoamerica en generla no sorprende a nadie. Ciertamente manejan muchas investigaciones que nosotros no podemos ver en ningun lado (existe alguna revista academica peruana accesible a la comunidad?).

Comparte un aspecto de tu impresion sobre que no hay mucha actividad por parte de los filosofos y cientificos sociales.
Me refiero con respecto al debate del pais y su desarrollo.
Mucha fenomenologia, mucha linguistica, mucho posmodernismo y pocos estudios rigurosos sobre la realidad del pais.

Investigar es caro y a veces hasta peligroso, esperemos que en algun momento las universidades o otras instituciones ganen fuerza y promuevan aun mas la investigacion social y no solo los estudios economicos.

El IEP hace un buen trabajo, pero falta mas gente, investigaciones hechas en provincias por provincianos, etc.

Saludos.

blogger dijo...

El estudio de Peru es particularmente interesante porque describe la emergencia de redes tecnocraticas que operan en el espacio entre la academia y la politica (Politics; y no policies).

Ademas, resalta la necesidad de re-definir a los think tanks con una vision mas funcional que la que ha primado hasta el dia de hoy. La definicion que manda en el mundo es la anglo-sajona que asume a los think tanks como organizaciones independientes y apoliticas (aun cuando no lo son). En el Peru, como en todos los paises Latinoamericanos existen muchas organizaciones que cumplen las funciones de los think tanks (CIUP, IEP, GRADE, Apoyo, etc.) y que no se parecen en nada a los think tanks 'gringos'. Esto es, porque el Peru no es Estados Unidos: no tenemos el mismo sitema politico, no tenemos los mismos sistemas de financiamiento a la investigacion, no tenemos los mismos sistemas educativos, etc.

Los think tanks peruanos son, de hecho mas antiguos de lo que pensamos. Ya en los 1790s existia el Mercurio Peruano: la publicacion de un grupo de academicos peruanos que se reunio a postular propuestas para el desarrollo de una republica -propuestas de Politica y de politicas (tal y como lo hace los think tanks de hoy).

De vuelta al estudio peruano: en las elecciones que vienen habra que prestarle atencion a estas redes tecnocraticas -posiblemente para ampliar su cobertura, para llenar el vacio que dejan medios que en su mayoria carecen de capacidad de analisis, para apoyar a los partidos que carecen de capacidad programatica, etc.


Enrique Mendizabal (FYI: editor del libro)

Anónimo dijo...

En el Perú los think tanks son las ONG's y por cierto son estas las que mas poder han adquirido a pesar de no competir electoralmente, hasta son poco fiscalizadas en los recursos que reciben... son las liberales las que lograron manejar la parte macroeconómica y con éxito. La sde izquierda son mas teorícas y están apoyando a Villarán.