Artículo publicado en La República, domingo 4 de octubre de 2009
La semana pasada comentábamos sobre los desafíos que enfrentan los países que han seguido un camino “gradualista” o “refundacional”, y que serán sometidos a prueba en las elecciones de este año y del próximo. ¿A qué países les ha ido mejor? Podríamos intentar responder esa pregunta considerando muchos indicadores, uno de ellos es la opinión de los ciudadanos de cada país. Recientemente, la consultora Mitofsky ha difundido datos sobre la aprobación a la gestión de los presidentes de la región, que puede servirnos para abordar con alguna base este tema. En general, los datos sugieren que, a pesar de la crisis internacional, a la región no parece haberle ido tan mal: la aprobación promedio de los presidentes tendió a subir entre finales de 2003 y mediados de 2007, luego bajó hasta mediados de 2008, para luego volver a subir desde entonces. Aparentemente, los cambios en la marea mueven a todos por igual.
Esta idea se refuerza al mirar los datos por países: los presidentes más populares de la región son Lula, con 81% de aprobación en el mes 82 de su mandato, seguido por Michelle Bachelet, con 78% en su mes 43, y Uribe, con 70% en su mes 86. Tenemos arriba a dos presidentes socialdemócratas y uno de derecha. Luego vienen Felipe Calderón, con 62% en el mes 32, Tabaré Vázquez con 61% en el mes 55, Evo Morales con 60% en el mes 45, y Rafael Correa con 51% en el mes 32. Uno de derecha, otro socialdemócrata y dos de izquierda radical. En el sótano, Alan García con 27% en el mes 38, y Cristina Fernández con 23% en el mes 18. Dos representantes de partidos populistas, uno a derecha y la otra a la izquierda. En suma, parece que la popularidad de los presidentes no depende de que sean de izquierda o derecha, o si siguen caminos gradualistas o refundacionales. Como que la política de cada país marca la pauta.
Pensando en las próximas elecciones, tenemos que pese a la alta popularidad de los presidentes, en Brasil, Chile, México o Uruguay (tres países socialdemócratas y uno de derecha) las elecciones serán muy disputadas y es probable una alternancia en el poder. Donde se impondría la continuidad sin mayores complicaciones sería en Colombia, Bolivia y en Ecuador (un país la derecha, dos a la izquierda). La clave parece estar en la posibilidad de la reelección, cuando ella no está permitida, es difícil encontrar liderazgos a la altura del presidente saliente, y la habilidad de la oposición cuenta. Cuando la reelección es posible, la combinación de la popularidad y el aprovechamiento del uso del Estado hacen imbatibles a los candidatos.
¿Qué decir de nuestro país? García no puede reelegirse, el APRA no tiene una figura electoral competitiva, y el desgaste de los otros protagonistas del 2006 (Flores, Humala) genera un escenario muy fragmentado. Muchos candidatos que pretenden encarnar la opción de la continuidad, otros la del cambio radical y un espacio socialdemócrata vacío.
VER TAMBIÉN:
Mitofsky: Evaluación de mandatarios (sep/09) América y el mundo
http://72.52.156.225/Estudio.aspx?Estudio=evaluacion-mandatarios
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
...y seguirá siendo así el espacio socialdemócrata: vacío. Nuestros socialdemócratas tienen un discurso que no encaja. Mientras en Brasil uno escucha un discurso mucho más confrontancional, en Chile uno puede ver un discurso concertador. No dejan de ser los dos socialdemócratas, pero me apena que nuestros socialdemócratas peruanos como S.Villarán le den preferencia al discurso chileno, cuando acá por lo menos, los discursos "políticamente correctos" no son bien recibidos.
Lo gracioso es que se preguntan porque no hay un movimiento socialdemócrata o algo por el estilo. Hagan su focus group, sus entrevistas y pasen de pregunta!!!
Publicar un comentario