Trust1996-2001 Artículo publicado en La República, domingo 13 de setiembre de 2009
http://www.larepublica.pe/pagina_impreso.php?pub=larepublica&anho=2009&mes=09&dia=13&pid=1&sec=1634&pag=15
Según una reciente encuesta de la Universidad Católica aplicada en Lima, un 73% de los encuestados piensa que los peruanos somos poco (59%) o nada (14%) honestos. En sectores socio-económicos más bajos el porcentaje llega hasta el 77%. Consecuentemente, se piensa que, de haber oportunidades, actuaremos de manera deshonesta: un 78% piensa que “las personas se corrompen cuando entran a la política” (83% en sectores bajos) y solo un 55% piensa que “es posible trabajar en la política y no ser corrupto” (50% en sectores bajos). Los políticos son vistos siempre bajo sospecha, por lo tanto ante cualquier rumor o indicio el principio de “presunción de culpabilidad” funciona de inmediato, y todos los actores recurren a este mecanismo para lograr ventajas. Al final, todos terminamos embarrados.
Es revelador mirar estos datos a la luz de información comparada. Según la Encuesta mundial de valores, con datos recogidos alrededor de 2001, en Perú un 92% de los encuestados declara que “nunca se es demasiado cauteloso”, y solo un 8% está de acuerdo con que “se puede confiar en la mayoría de personas”. No somos concientes de que somos los campeones mundiales de la desconfianza, empatados con Filipinas, Uganda y Tanzania. ¿Estamos tan mal en realidad? Según Transparencia Internacional, en el índice de percepción de corrupción de 2008, construido sobre encuestas a élites, Perú aparece en el puesto 72 de 180 países; y en el Barómetro global de la corrupción 2009, cuando se les pregunta a los ciudadanos en general sobre hechos concretos, no percepciones, no estamos tan mal. Ante la pregunta “durante los últimos doce meses, ¿usted o algún integrante de su hogar pagó algún tipo de soborno?” en Perú esa respuesta alcanza el 20%; estamos muy por encima del promedio latinoamericano (10%), pero por debajo de Bolivia (30%) y Venezuela (28%). Ubicados en el mundo, las cosas suenan razonables: estamos mal, pero mejor que en Medio oriente y Africa del norte, las ex Repúblicas soviéticas y el Africa subsahariana, y relativamente cerca a los países del Asia Pacífico.
No parece haber correspondencia entre nuestros altísimos niveles de desconfianza y sensibilidad ante el tema de la corrupción y la calidad de nuestra nuestra convivencia social y política. ¿Cómo explicar esta diferencia? Habría que buscar variables que nos distingan en el plano internacional: una de ellas nos remite a la profundidad de nuestra crisis política, el colapso del sistema de representación política que vivimos es excepcional en el mundo. También destacamos por el tamaño de nuestro sector informal, que hace que estemos habituados a trasgredir las normas. Según información de la OECD, el nivel de empleo informal en Perú es solo superado por países del Africa Subsahariana, y estamos a nivel del sudeste asiático. Acaso la combinación de estos otros dos records expliquen lo mal que estamos en nuestras percepciones.
ERRATA: horas después de enviar el texto a La República me di cuenta de un error. El cuadro que construí con información de la Encuesta mundial de valores promedia los datos de las encuestas de 1995-1998 con las de 1999-2000. Se me escapó que quien en realidad aparece como el campeón mundial en desconfianza es Brasil, seguido de cerca por Perú, Filipinas, Uganda y Tanzania. Sin embargo, sigue siendo cierto que somos cuando menos "aspirantes a campeón mundial": según los datos de 2005-2008, Perú aparece nuevamente "arriba" entre los más desconfiados del mundo, junto a Trinidad y Tobago, Ruanda y Turquía.
VER TAMBIÉN:
IOP de la PUC. Encuesta sobre corrupción:
http://www.pucp.edu.pe/iop/files/sondeo_42.pdf
World Values Survey:
http://www.worldvaluessurvey.org/
Transparency International. 2008 Corruption Perceptions Index
http://www.transparency.org/news_room/in_focus/2008/cpi2008/cpi_2008_table
Barómetro global de la corrupción 2009
http://www.transparency.org/policy_research/surveys_indices/gcb/2009
OECD - Data on Informal Employment and Self-Employment
http://www.oecd.org/dataoecd/4/49/42863997.pdf
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una generación derrotada (LRH, 2024)
Hace 3 horas.
1 comentario:
Sobre este tema, concuerdo con la opinion de Jorge Eduardo Jorge en "Efectos de la Baja Confianza Interpersonal sobre el desarrollo y la vida social" [si no lo neucnhttp://www.megaupload.com/?d=N0ZVGQ4T](me parece que cita a Eric Uslaner)cuando dice que la base de esta desconfianza esta en el mayor nivel de desigualdad social existente en el pais; que en temas de corrupcion e informalidad.
Esto explica pq un pais como Brasil tiene un mayor indice de desconfianza siendo el pais con mayor indice de desigualdad social y no asi Paraguay que entiendo tenia el mayor indice de percepcion de corrupcion en AL. Lamentablemente no he visto indices de informalidad.
Nunca he creido que exista un deber en equipar techo y piso, pero si la menos de elevar el nivel del piso, por decirlo de una manera, pero este articulo me parecio revelador sobre como la necesidad de acercar ambos extremos sociales es una necesidad para la mejora de la confianza y de esa manera, el crecimiento economico a traves de la reduccion de las costos de transaccion . Como abogado se que cuando redacto o firmo un contrato, las posibilidad de hacerlo cumplir por la ley si la otra parte quiere hacer "perro muerto" son muy bajas.
Para terminar (pq ya me extendi demasiado) es interesante ver como esa desconfianza se frena a si misma. la inversion en educacion y nutricion son las mejores soluciones a dicha desigualdad, pero las mineras que han estado realizando este tipo de inversion estan cambiando a inversion en infraestructura por la desconfianza en las cifras que dan, donde demostrar la inversion en infraestructura es mas facil que demostrar inversion en poblaciones que varian en el tiempo.
Saludos,
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