jueves, 12 de marzo de 2009

¿Por qué no se hace caso a las advertencias?

Como saben los que leen este blog, uno de los temas que me interesa es el de la racionalidad y sus distintas implicancias. Aquí quiero presentar un par de ejemplos de problemas de racionalidad, referidos a los problemas asociados a las advertencias y las conductas, tomando como ejemplo el ataque japonés a Pearl Harbor y la crisis financiera internacional.

Sobre lo primero: recibí recientemente un mensaje de Yusuke Murakami comentando un artículo de El Comercio, referido al ataque japonés a Pearl Harbor. Aquí la nota del diario:

PERUANO LO ADVIRTIÓ
El ataque a Pearl Harbor pudo evitarse (7 de febrero de 2009)
http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/ataque-pearl-harbor-pudo-evitarse/20090207/242704

Ahora el comentario de Murakami, ligeramente editado, donde alude a mi artículo "Especulaciones":

http://martintanaka.blogspot.com/2009/02/especulaciones-2.html

Martín:

Espero que todo ande bien contigo.

[Estando] una semana aquí en Lima, he empezado a revisar los periódicos acumulados de los últimos meses, y he encontrado tus artículos sumamente interesantes. Entre ellos, me ha llamado la atención [de] manera especial el [referido a las] "especulaciones", porque en esas fechas El Comercio nuevamente recordó el mito del embajador Rivera Schreiber sobre el ataque a Pearl Harbor" (7/II/2009: a20); y me [ha] renovado la impresión de que es difícil cambiar las ideas formadas en los primeros momentos (y en este caso, junto con el "hindsight", porque sabemos como hecho histórico que al fin de cuentas, Japón atacó Pearl Harbor), recordando inmediatamente tus comentarios en "Especulaciones".

Existen diversos estudios detallados sobre el proceso de la toma de decisiones sobre el caso (basados en documentos oficiales secretos, en japonés, por supuesto) a los cuales ya los historiadores tienen acceso, diarios de los principales actores, testimonios de [testigos] presencia[les], etc., que indican, entre otras cosas, que recién en el llamado Consejo frente al Emperador (la máxima y última instancia para tomar decisiones políticas en aquel entonces) de septembre de 1941, se consideró que la guerra con los EE.UU. sería inevitable; o sea, el emperador y los miembros principales del gabinete tomaron la decisión (oficial, como política de Estado) de preparar la eventual guerra con EE.UU.

Quiere decir que antes del Consejo de septiembre el ataque a Pearl Harbor fue simplemente una de diversas alternativas con el mismo valor para el emperador y sus [asesores] de entonces (inclusive, en el Consejo de septiembre decidieron al mismo tiempo continuar con las negociaciones diplomáticas con EE.UU. para buscar también una solución pacífica). Si bien es cierto (y un poco [a favor] del embajador Rivera), el almirante Isoroku Yamamoto, uno de los principales marinos de entonces, propuso la idea de atacar Pearl Harbor internamente en la Marina en diciembre de 1940; y desde enero de 1941 empezó a elaborar los planes de operación, inclusive haciendo una serie de simulacros secretos. Sin embargo, el 26 de enero de 1941 cuando el embajador Rivera comunicó la "información" sobre la intención japonesa de atacar Pearl Harbor a su colega embajador norteamericano en Tokio, el ataque a Pearl Habor fue, en el mejor de los casos, y nada más ni nada menos, una de las ideas en proceso de formación dentro de la Marina Imperial (en estas fechas, ni siquiera el mismo emperador, la última persona a quien le tocaba tomar decisiones políticas en aquel entonces, se enteraba de la opción de atacar Pearl Harbor).

Creo que debemos ser siempre justo con los hechos.

Saludos cordiales,

Yusuke


Al respecto, hace algún tiempo leí un texto de Richard Posner en el blog que comparte con Gary Becker en el que comparaba las advertencias del ataque a Pearl Harbor con las advertencias de la crisis financiera que estamos padeciendo. Digamos que a los Estados Unidos le llegaban múltiples advertencias en 1941: unas decían que los japoneses iban a atacar Pearl Harbor, otras decían Hawaii, otras decían San Francisco, otras Indonesia... dando diferentes fechas posibles, o simplemente no especificaban ninguna fecha. Así, ¿cómo hacer algo para evitarlo? Todas las advertencias tenían alguna base, porque los japoneses estudiaban todos esas "hipótesis de guerra", sin embargo, la información así no resulta útil. Al final, una de esas hipótesis se hace realidad, y alguien dice "te advertí". Es un razonamiento falaz, aunque los hechos parezcan confirmarlo. Post factum todo tiene mucho sentido, la cosa es poder armar el rompecabezas antes. Lo peor de todo es que esto para algunos da lugar a delirios especulativos: "Roosevelt sabía y no hizo nada para evitarlo".

Es interesante que Posner parte de lo de Pearl Harbor para analizar la crisis financiera. Si bien Roubini y otros advirtieron la posibilidad de la crisis, nadie podía prever con precisión cuándo y de qué manera iba a desatarse, por lo tanto actuar preventivamente resultaba muy complicado; al final, la crisis estalla y nadie había previsto que ocurriría en el momento y de la manera en que ocurrió. Claro, aparece Roubini después diciendo "yo lo advertí". Pero una cosa es advertir en general, otra en específico. Es la diferencia entre tener y no tener el mecanismo, el proceso de decisión que relaciona causa y efecto. Así que no siempre que los hechos parecen darte la razón la tienes en realidad. Da para pensarlo mucho más. Ver:

Richard Posner, The Financial Crisis: Why Were Warnings Ignored?
http://www.becker-posner-blog.com/archives/2008/10/the_financial_c_2.html

6 comentarios:

Haciendo Camino dijo...

Hola Martín, como siempre de primera lo que escribes y comentas.
Soy Guillermo Pérez Herrera III Interquorum y sobreviviente de los independientes IU, y, de las razzias contra dirigentes sociales de Don Fuji.
Estoy muy metido en fortalecimiento de organizaciones de autoempleados, joveenes y mujeres y articulaciones a nivel de región andina.
Cuando estés por Lima, me agradaría conversar contigo para ver estos temas, pues hay mucha necesidad de investigación para llegar a diseñar e implementar políticas adecuadas en favor de estos sectores
Que sigan los éxitos.
Cordial abrazo
Guillermo

Unknown dijo...

Hola Martín. Sumamente interesante lo que apuntas sobre la racionalidad. Efectivamente, en muchos casos el "yo te lo advertí" es un argumento retórico falaz para legitimar una postura actual recurriendo a una supuesta lucidez pasada.

Sin embargo me parece que los casos de Pearl Harbour y la crisis actual, de la manera en que los plantea el autor que citas, son bastante diferentes. En el primero se previene de un posible ataque. La prioridad sería evitar el ataque específico por el costo material, humano y político que tendría, pero no es posible determinar a priori dónde será el ataque. Más allá de esto, el conflicto es inminente pues sus causas no pueden ser resueltas por el momento (aunque se sigue intentando la negociación). En el caso de la crisis, la advertencia pertinente no era tanto cuándo dónde y cómo iba a estallar, sino el hecho de que el sistema iba en rumbo de colisión, cuáles eran las causas de ésto, y algunas alternativas para enmendarla.

La diferencia es si las advertencias se refieren a hechos específicos o a problemas estructurales.

La actitud frente a las advertencias sobre esta crisis sería como si antes de Pearl Harbour los analistas le hubieran estado diciendo al gobierno norteamericano que iba a haber una guerra con Japón y el gobierno hubiera contestado diciendo que no, que no se preocuparan, que todo iba bien. Por lo que entiendo, en ese momento todos sabían que iba a haber guerra con Japón y había cierta preparación al respecto, aunque hubo cierta manipulación de la opinión pública.

Anónimo dijo...

Hablando de Murakami, ahora que esta en discusiòn lo del museo de la memoria, uno de los múltiples problemas serìa quien lo dirigirìa?, con tanta memoria selectiva que hay en los diferentes sectores y sin el mas mìnimo ànimo de reconocer la posiciòn del otro, el museo serìa un escenario más de lucha. Yo pondrìa a alguien como Murakami, me pareciò interesante su trabajo en su libro, creo que para esa posiciòn se necesitarìa un àrbitro que no sea hincha de ningùn equipo.
Y el IEP no puede conseguir fondos para un museo virtual?

Anónimo dijo...

Martín,

En el caso de la crisis financiera por supuesto que estaban los instrumentos, lo que pasa es que el dogma no permite utilizarlos. En realidad el tema es para explayarse. Hay un tema técnico pero también un tema de intereses. Empezaré por el segundo: cuando todo va bien pues nadie quiere creer que eso tiene un fin y desoye a los "pesimistas". Todos (por supuesto que unos muchísmo más que otros y son ellos los más cercanos a los que toman decisiones) estaban ganando. En ese momento la máquina de hacer riqueza está volando a velocidad.

Por el lado técnico, las teorías de crisis financieras dicen que cuando el endeudamiento está tan elevado pues debes reducirlo. Y había varios indicadores para ver eso: déficit en cuenta corriente, endeudamiento privado con los bancos, etc. No sólo lo anticipó Roubini, también Krugman y un poquito después Stiglitz.

Siguiendo con lo técnico, la teoría sólo te dice que hay una probabilidad no despreciable de que dado esos indicadores ocurra una crisis. O sea puede que no se de. Pero lo que responsablemente hay que hacer es reducir esa probabilidad y eso no se hizo. Cuando ya está todo el sector financiero (créditos bancarios, acciones de empresas, hipotecas, flujos internacionales) comprometido ya es muy difícil saber por donde va a saltar. La ineficacia esta desde antes.

¿Cómo reduces la probabilidad de un Pearl Harbor? No yendo a la guerra. Esa es la respuesta. Acá el sist financiero se fue a la guerra.

Anónimo dijo...

yo estuve en la guerra.

Mel Gibson

Luis Enrique Alvizuri dijo...

Señor Tanaka:

En realidad, lo mismo que en el juicio a Fujimori, hay cosas que no necesitan pruebas físicas porque ello es imposible (en las ciencias físicas y astronómicas se dan muchos casos de ello). A lo que se acude es a la deducción para formarse una opinión y luego contrastarla con los hechos consumados. Lo mismo pasa en la Historia. Hay muchas cosas de las que no se tienen pruebas, pero pasados los acontecimientos se puede ir tejiendo la trama y llegar al fondo de las cosas.

Mediante la deducción es cómo se colige que EEUU necesitaba entrar en guerra y tenía que ser Japón quien lo hiciera. De hecho que habían varios escenarios posibles (como en toda guerra o batalla), pero todo general sabe que eso es el ABC de una estrategia (no hay conflicto, por pequeño que sea, que no tenga varias opciones y varios remedios). De ahí que decir que no se sabía si era o no Pearl Harbor el objetivo está demás porque siempre se manejan todas las posibilidades; prueba de ello fue la prevención de retirar los portaviones norteamericanos de la base. En suma de cuentas: que iba a haber ataque, lo iba; que podían ser varios objetivos, también.

Ahora bien, la Historia también muestra otros aspectos que permiten la elaboración de un juicio por asociación, método también válido en la mayoría de las ciencias. ¿Qué significa? Que, por ejemplo, una nación puede mostrar un patrón determinado de comportamiento que permite deducir cuál es su política de acción. En el caso concreto de Estados Unidos, se conocen los antecedentes de lo ocurrido en la bahía de La Habana —que ocasionó la guerra con España—, en la bahía de Tonkín —que produjo la guerra con Viet Nam— y el caso de El Álamo que conllevó a la anexión de la mitad del territorio mexicano. En todos estos sucesos se ha demostrado que hubo una provocación y no una agresión, por lo que es lógico deducir que lo ocurrido en el Pacífico se corresponde con el típico actuar de dicho país en materia de política internacional. Por eso es que igualmente se deduce, aún sin pruebas contundentes, que el “ataque” del 11 de setiembre coincide también con este patrón de comportamiento, muy propio de Norteamérica, cada vez que necesita entrar en una contienda bélica, lo cual lleva a concluir que es muy probable que éste haya sido autoprovocado.

Por otro lado, creo que el hecho de apelar a autores extranjeros es una falacia porque se induce al lector nacional (altamente prejuiciado a supeditarse a todo lo extranjero, pues es visto como superior) a pensar que si lo dicen afuera entonces es cierto. La formación del juicio y del criterio es un proceso difícil pues implica inicialmente una independencia de pensamiento y la posesión de herramientas mentales válidas y bien manejadas, cosa que, lamentablemente, no abundan en nuestro medio. Si es un japonés o un norteamericano el que dice tal o cual cosa eso no es un sinónimo de verdad. Incluso si alguno de ellos dice haber estado ligado a la fuente o haber participado en el hecho. También los actores principales caen en falacias. En nuestro caso, la falacia de autoridad es la más común, pero no por eso vamos a privarnos de ejercer el juicio honesto y correcto, aun a costa de que nos acusen de ignorancia porque “ya los expertos extranjeros se han pronunciado sobre el tema y tú no tienes ninguna autoridad para opinar sobre ello”.

La libertad, la independencia, no empieza con las armas sino primero en el pensamiento.

Muchas gracias.