La situación actual del país es muy preocupante, y las cosas se están encaminando por un rumbo que conduce a situaciones muy complicadas para nuestra democracia. ¿Un gobierno de Ollanta Humala cada vez más parecido a un gobierno de Keiko Fujimori? ¿Una alianza humalo-fujimorista en el Congreso? Un escenario absolutamente estrafalario hasta hace poco, pero que empieza a hacerse creíble. Intenté expresar esa preocupación en una entrevista publicada en Noticias SER:
“Hay que romper este escenario dominado por la intransigencia”
De otro lado, hace unos días Miguel Rodríguez recordaba algunas previsiones que hice respecto al rumbo del gobierno, que me parece pertienente recordar aquí también:
¿Cómo sería un eventual gobierno de Humala? Si bien las bases de su formación lo
acercan a Hugo Chávez, desde 2000 ha mostrado un alto pragmatismo, que termina
en su reciente conversión democrática y aceptación de la economía de mercado.
¿Alcanzará para acercarlo a Lula? Difícil decirlo, ojalá ocurriera. Una
posibilidad intermedia es que la “toledización” de Humala sea literal: es decir,
que encabece un gobierno errático, caótico, ineficiente, que paga el precio de
su inexperiencia, de su confusión ideológica, de lo improvisada de su
coalición" (8 de mayo 2011).
Ver también:
"Algo parecido le pasó al presidente Lula, a pesar de contar con un partido fuerte que lo respaldaba. El “giro al centro” del Partido de los Trabajadores, clave de su éxito electoral y político, también implicó abrir la convocatoria a nuevos sectores, resquebrajar un tanto las identidades y lealtades tradicionales, manejar tensiones internas y presiones cruzadas. Así por ejemplo, la política amigable con la gran inversión, evaluada como necesaria para mantener el crecimiento, terminó alejando a sectores tradicionales de izquierda vinculados a los movimientos sociales, tensión que se expresó finalmente en la renuncia al PT de Marina Silva, exministra del ambiente (a propósito, la misma tensión entre inversión y protección del medio ambiente la está enfrentando también en estos días Evo Morales)...
El presidente Humala debe tener esta experiencia como referente. Los más grandes desafíos del presidente Lula no estuvieron tanto en asegurar la marcha de la macroeconomía [ni en la implementación de las políticas sociales], sino en, de un lado, cómo lidiar con disidencias y críticas de sectores de izquierda; y del otro, con la proliferación de prácticas de corrupción por parte de operadores políticos de su entorno" (7 de agosto de 2011).
No hay denuncias serias de casos de corrupción hasta el momento, pero hay que tener mucho cuidado...
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