Artículo publicado en La República, domingo 23 de octubre de 2011
En mis columnas del 3 y del 10 de julio de este año, escribí sobre la aprobación a la gestión a la alcaldesa Susana Villarán. En ese momento, IPSOS APOYO registraba que a mediados de junio la desaprobación a su gestión era de un 54% de los encuestados, y la aprobación de un 30%. Días después, con datos de finales de junio, el IOP de la Universidad Católica registraba un mismo nivel de desaprobación, pero una aprobación de 21%. En ese momento, en el que la alcaldesa era víctima de una campaña de ataques bastante politizados y desmedidos; en el que las encuestas sugerían que la tendencia declinante de su popularidad parecía estarse estabilizando; y en el que Villarán empezaba a hacer público un importante conjunto de iniciativas para la ciudad, me atreví a prever que la aprobación a su gestión lentamente empezaría a mejorar.
Pues me equivoqué: la última encuesta de IPSOS-APOYO registra para mediados de setiembre una aprobación de 20%, y una desaprobación de 70%. Esto llama la atención porque considero que una mirada fría de la gestión de Villarán concluirá que ella no es mala en absoluto. ¿Por qué entonces la desaprobación? Una mirada indulgente sostendría que el problema es no contar con una buena estrategia de comunicación. Sería una explicación muy insuficiente; atribuir la mala imagen a problemas de comunicación es lo que hicieron tanto los gobiernos de García y Toledo, y es lo que hacen las empresas mineras cuando son cuestionadas por la población, y no parece ser el mejor camino a seguir, porque exime el reconocer errores y problemas. Un segundo razonamiento, marcado por una lógica tecnocrática, sostendría que hasta el momento el municipio tuvo que dedicarse a ordenar una administración heredada muy caótica e ineficiente, a hacer buenos diagnósticos y planes, a diseñar mejores políticas y apenas iniciar su implementación, por lo cual la desaprobación es alta, pero temporal: a inicios del próximo año, cuando las obras y los proyectos empiecen a materializarse, la aprobación empezará a subir, y la alcaldesa terminará su periodo siendo muy popular.
Puede ser. Sin embargo, creo que sería importante que en la Municipalidad se considere que la desaprobación expresa un rechazo no a la ausencia de obras todavía visibles, sino a precisamente a un estilo de gestión. Si así fuera, la desaprobación se mantendrá al margen de los resultados. En el fondo, es lo mismo que angustiaba a Alejandro Toledo y Alan García: si la economía crece, si las obras se hacen, ¿por qué la aprobación a la gestión es tan baja? La respuesta a esta preguntaba apuntaba a problemas de credibilidad del primero y la soberbia del segundo. En el caso de la alcaldesa, el problema podría estar en la coexistencia contradictoria entre una lógica tecnocrática que la alcaldesa no puede encarnar, y un liderazgo social sin iniciativas sustantivas que exhibir, por lo que es percibida como retórica vacía.
VER TAMBIÉN:
domingo 10 de julio de 2011
Villarán y Humala
http://martintanaka.blogspot.com/2011/07/villaran-y-humala.html
domingo 3 de julio de 2011
La aprobación a Susana Villarán
http://martintanaka.blogspot.com/2011/07/la-aprobacion-susana-villaran.html
Historia de Dos Ciudades
Encuesta CPI en Lima y Callao: dos alcaldes, dos lecciones
http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=966&idSTo=0&idA=55147
22 de octubre de 2011
Análisis político
¿Por qué su gestión no despega?
A pesar de su simpatía y a dos meses para cumplir un año de gestión, la alcaldesa de Lima Susana Villarán continúa con poco respaldo en las encuestas.
Por Flor Huilca
http://www.larepublica.pe/22-10-2011/por-que-su-gestion-no-despega
Teresa Ruiz Rosas: “Me interesó cómo aquel personaje podía ser tan
importante para los músicos”
-
La escritora arequipeña nos habla de su novela El copista (DeBolsillo,
2024), recientemente reeditada
Hace 7 horas.
4 comentarios:
Señor Tanaka:
1. Coincido con usted en sus apreciaciones. Por un lado la negación a seguir el "estilo" Castañeda quien se lamentaba por lo mucho que la prensa le "exigía" para mantener su imagen (altas inversiones en publicidad son suficientes para ser alabado por la prensa) y por el otro el "cambio de forma" de gobernar un municipio al no hacer obras visibles para que la gente simple diga "está haciendo algo".
2. Y es que el problema es que, nos guste o no, la gente siempre entiende el trabajo como algo tangible; si se es alcalde hay que romper pistas y hacer desvíos pues son una clara señal "que se trabaja". En esto Alex Kouri puede dar cátedra sobre cómo se hace populismo con mucho cemento y carteles de "Disculpe, pero estamos trabajando".
3. A Villarán le falta obviamente el toque político, mañoso y astuto, que se requiere para figurar bien en las encuestas (el alcalde del Callao, hijo de Kouri, sí lo hace muy bien). Pero le diría que lo que le falta a su comentario es el análisis de profundidad: ¿se gobierna para las encuestas? ¿Son éstas acaso el objetivo de un político? Finalmente ¿se puede asegurar algo valioso a través de ellas?
4. La respuesta es no. Tanto Alan García, Alejandro Kouri como el mismo Castañeda pueden atestiguar que de nada les valió tener esa "aprobación": al final todos salieron perdiendo con sus altísimos niveles de apoyo. Y ya que hablamos de apoyo, habría que mencionar que contar con dicha empresa (o como se llama ahora para quitarle el tinte montesinista que tuvo) y con las otras no son un sinónimo de autenticidad en lo que a la aprobación real se refiere. Esto porque todos sabemos que depende de qué se pregunte y cómo se haga se obtienen los resultados que uno busca.
5. En conclusión, podrán ser valisosas las encuestas para cierto tipo de juicios y tomadas con pinzas microscópicas, pero en líneas generales, para evaluar un verdadero trabajo serio y político no sirven. Si la señora Villarán persiste en continuar con su línea de transparencia y limpieza en su gestión al final, que es la hora de la verdad, ni teniendo toda la prensa en contra incluidas las encuestadores podrán transformar los hechos en otra cosa. Siempre he insistido en que el trabajo con los medios tiene sus límites, y el no reconocerlo es el gran defecto de quienes vuelcan en ellos todas sus esperanzas.
Muchas gracias.
Martin,
Creo que su análisis es algo reduccionista y apunta a encasillar en algunas de los "exitosos" modelos de gestión que la población reconoce como efectivos y válidos (el famoso "pragmatismo")cuando en realidad la propuesta de la alcaldía pasa por renovar liderazgo y propuesta de gobierno ciudadano lo cual involucra aspectos que no son considerados aún ni por la ciudadanía ni por las encuestadoras. Por ejemplo, en lugar de preguntar "considera que la gestión de Castañeda es más eficiente que la de Villarán" podría decir "cual gestión considera más transparente, la de Castañeda o la de Villarán?" Los resultados serían muy distintos no?
Hay cosas más trascendentes que analizar que cifras en encuestas que forman parte de una campaña mediática muy clara en contra de la alcaldesa. Por ejemplo, Lima (y por ende el Perú) necesitan un liderazgo político establecido con base a la transparencia y a los intereses ciudadanos o hay que seguir cebando los cacicazgos partidarios o regionales que se compran con desayunos y prebendas y que producen autoridades "efectivas" pero sumamente corruptas? Por qué Villarán recibe más atención que personajes como Alvarez en Ancash que es un delincuente de tomo y lomo y nadie se preocupa de su popularidad a pesar que maneja la región más rica del pais?
Hay análisis pues que deben trascender las encuestas por encargo y las campañitas de los sicarios a sueldo. Por ahi van los tiros Martin.
Saludos
Jorge Abanto
Buenos días:
Estoy parcialmente de acuerdo con sus comentarios, pero creo que hay más factores que explican la alta desaprobación de Villarán, y ello son los actos visibles. Si usted ha visitado el mercado central y los alrededores del parque universitario, notará que ha decaído la limpieza, han vuelto los cómicos ambulantes, hay ambulantes que venden comida y ensucian las calles, y la alcaldesa solo los contempla, sin expulsarlos y hacer volver el orden a la ciudad.
De otro lado, por el lado de la prensa, existe un factor que se llama publicidad. Recuerdo que el gobierno de Toledo, no ponía casi publicidad en los medios, y los medios lo linchaban mediaticamente porque no les daba de comer con dinero del estado. En el caso de Alan García fue distinto, él si ponía publicidad del estado y los medios le pasaban la franela, y si la aprobación de Alan se fue cayendo y no se mantuvó a pesar de tanta franela, es porque también cometió errores y la corrupción fue muy grande.
En el caso de Villarán, como no coloca publicidad costosa en los medios, estos empiezan a criticarla. Que empiece a ponerles publicidad, y va a ver como la relación entre la prensa y la alcaldesa va a mejorar.
Saludos
A SUSANA SE LE CRITICA MAS QUE POR LAS OBRAS QUE AUN NO HACE, POR ESTAR PERMITIENDO LA PRESENCIA DE AMBULANTES Y POR SU PRETENSIÓN DE RESOLVER TODOS LOS PROBLEMAS DE LA CIUDAD MEDIANTE EL ASAMBLEISMO.
LO MÍNIMO QUE SE ESPERA DE UN ALCALDE ES QUE POR LO MENOS MANTENGA TODO LO POSITIVO HEREDADO DE ANTERIORES ADMINISTRACIONES
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