viernes, 10 de julio de 2009

La agonía del Estado-Nación, de Fernando Fuenzalida

Presentación

Fondo Editorial del Congreso

La agonía del Estado-Nación. Poder, raza y etnia en el Perú contemporáneo
Fernando Fuenzalida

El último libro del Fondo Editorial del Congreso homenajea al brillante antropólogo Fernando Fuenzalida recogiendo los más influyentes ensayos escritos por él en más de tres décadas junto a un grupo de textos recientes que nunca entregó a la imprenta. Conformada por una veintena de escritos, La agonía del Estado-Nación, como se ha llamado a la compilación, será presentada el miércoles 15 de julio (11 de la mañana) en el hemiciclo Raúl Porras Barrenechea. Comentan Juan Ossio, Enrique Prochazka y Federico Salazar.

La reflexión de Fuenzalida cruza diferentes campos, relevantemente religiosidad y mitos andinos, políticas de educación y cultura, microeconomía, globalización y geopolítica, pero quizá es en el esfuerzo por proporcionar una imagen verosímil de la sociedad peruana que alcanza su mayor complejidad. Al respecto, su largo ensayo “Poder, raza y etnia en el Perú contemporáneo” (1970), empíricamente gestado en el estudio de casos, se prueba una demostración potente de originalidad e independencia epistemológicas.

En este ensayo Fuenzalida rompe con tres formas tradicionales de concebir el Perú. Una es la que lo equipara con la continuidad de una cultura precolombina vencida formalmente pero vigorosa en sus manifestaciones, y mesiánica; otra es la que postula la coexistencia de las culturas indígena e hispánica dentro de una bipolaridad sin contacto y recíprocamente excluyente; la tercera sería la visión de una sociedad unificada por una cultura mixta general con rasgos determinados por la fusión de lo español-occidental y lo nativo. Todas ellas contribuyen a fundar las categorías del indio, el blanco y el mestizo con las que ha sido percibida explícita, primero, y luego tácitamente la sociedad peruana, en lo que se acerca a un sistema de castas. En él, las tres clasificaciones se encuentran racialmente caracterizadas y acompañadas cada una por un status cultural, económico y ocupacional fijo.

Fuenzalida plantea un modelo por completo distinto. En su concepción, la inmovilidad de la terminología racial ocultaría la dinámica a la que están sometidos en la práctica los elementos designados por ella dentro del esquema resueltamente jerárquico del cuerpo social peruano. Esto quiere decir que un blanco, un mestizo o un indio son reconocidos como tales solo por su ubicación relativa en la cadena de dominio, sin que sea posible atribuirles signos absolutos. La raza, convertida en un índice cultural y económico, abandona su rigidez causal y se torna entonces en un efecto de las nuevas conexiones y convergencias experimentadas en el interior de la sociedad. Los rasgos biológicos quedan relegados a una condición complementaria, capaces de facilitar si se acercan al fenotipo europeo, mas no de imposibilitar si componen una fisonomía indígena.

En realidad, Fuenzalida afirma que un retorno a la “raza” únicamente es posible en el extremo inferior de la estructura social. En su modelo basado en la modernización, aquel que se ve privado de sus beneficios, a menudo por aislamiento, es el que queda condenado a ser petrificado dentro de una denominación racial. Al indio le ha cabido secularmente ese lugar a causa de lo que Fuenzalida distingue como una cultura de la “carencia” y de ningún modo como una cultura de determinación étnica. Es dable y necesario en su pensamiento democratizador que, estimulada por los procesos de desarrollo, ella deje atrás la pobreza y la subordinación y pase a convertirse, como el resto de los estratos, en una “clase económica y ocupacional”.

Lima, 9 de julio de 2009

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Martìn,
Esa reseña del libro de Fuenzalida, imagino escrita por èl mismo para la solapa del libro, dice mucho de su propio pensamiento: confuso, engorroso, apelando a grandes y sospechosas generalizaciones. Que a estas alturas, se ponga a hablar del "indio", ya es casi un despropòsito. Que le comente Juan Ossio cierra perfectamente el cìrculo.
Valdrìa la pena discutir sobre su papel como ideològo intelectual de derecha y sus alucinadas teorías conspirativas sobre el 11-S. Del antropòlogo polèmico de los 70s, no queda nada, del etnogràfo menos, y ha quedado solo el ideòlogo puro y simple de un discurso conservador, que paradòjicamente encandila o jòvenes antropòlgos despistados.
Saludo
Eduardo

javier torres seoane dijo...

Hola Martín

Tengo en mis manos el libro, y es bueno precisar que es una antología de textos entre los que se incluye más de un clasico de la antropología peruana como "santiago y el wamani"o los textos que Fernando escribió en su paso por el IEP, y que siguen siendo de lectura obligatoria para todo aquel que estudie antropología o quiera entender los procesos que atravesó el mundo rural andino.

Para alguien que analiza cotidianamente los problemas del mundo rural como yo, estos textos y sus clases sobre Eliade, Dumezil, Durkheim, Dumont, etc etc etc...seguirán siendo una fuente de inspiración.

un abrazo

Javier

eduardo hernando nieto dijo...

Martin, que buen que hagas referencia a la presentacion de este libro que es un homenaje al gran aporte intelectual de Fernando ahora que viene recuperandose de una serie de delicados problemas de salud. Espero que puedas estar por alli
muchos saludos
eduardo

PD: curiosamente a mi me interesa mas el fernando de los ultimos años el geopolitico!!!