martes, 27 de noviembre de 2007

Lecciones del socialismo brasileño


Artículo publicado en Perú21, martes 27 de noviembre de 2007


Regreso de una visita corta a Brasil, ocasión para hacer algunas reflexiones sobre el gobierno del presidente Lula.

Cuando hoy hablamos sobre el "giro a la izquierda" en el continente, solemos centrar la atención en los presidentes Chávez y Morales, pasando por alto que donde se inició esa "ola" fue en Brasil, con la elección del presidente Lula, en 2002. Entonces se apostaba por el triunfo de Lula en tanto marcaría un corte con las políticas neoliberales de su predecesor, Fernando Henrique Cardoso, y una orientación claramente a favor de las clases populares. Para ello, la garantía estaba en la consistencia del Partido de los Trabajadores (PT), partido expresión de sindicatos y movimientos sociales de larga maduración, desde la década de los años 70, y del liderazgo de Lula, personaje de origen popular, líder sindical y, luego, líder político que había pasado por un largo proceso de maduración política antes de llegar al gobierno.

Cinco años después, ¿qué lecciones deja esta experiencia? Primero, que la trayectoria y la organización no son necesariamente antídoto contra la corrupción si es que los controles públicos no funcionan. Toda la gestión del presidente Lula estuvo salpicada de escándalos que mellaron seriamente su credibilidad e imagen. Segundo, que no es tan sencillo aquello de "romper" con el modelo neoliberal. El gobierno de Lula enfrentó el siguiente dilema: de un lado, romper con la política económica imperante y satisfacer a sus bases de apoyo tradicionales, a costa de enfrentar un boicot empresarial y polarizar el país; del otro, ser realista, mantener la política económica y la estabilidad, y complementarla con agresivas políticas sociales, aun cuando enfrente una oposición interna y de otros sectores de izquierda. Lula prefirió lo segundo.

¿Cuál fue el resultado? Lula logró la reelección (48.6% en primera vuelta y 60.8% en la segunda), y es claro que la mayor proporción de sus votos provino de los sectores más pobres, beneficiados de los programas sociales, quienes no fueron tan impactados por los escándalos de corrupción, como los sectores medios y altos. La oposición de izquierda, expresada en la candidatura de Heloísa Helena, obtuvo el 6.8 por ciento de los votos.

Sin embargo, el PT obtuvo solamente el 15% de los votos en la Cámara de Diputados, el 19.2% de los votos para el Senado (redujo su representación en el Congreso), y cinco de 27 gobernaciones. Frente a estas restricciones, Lula optó por un complicado proceso de concertación con las fuerzas del Congreso y de los estados. En los casos de Chávez, Morales y Correa, estos líderes optaron por confrontarlos, metiéndose en una aventura de resultados altamente inciertos.

El socialismo de Lula es menos espectacular, pero acaso más sustentable a largo plazo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Martin,
Estoy de acuerdo que la preferencia de gestion prudente ha beneficiado tanto Lula como Brasil. Pero, que tiene que ver con socialismo la actuacion de Lula? Su programa social mas famoso, Bolsa Escolar, tiene como modelo Progreso/Oportunidades de Mexico, y no hay nadie que calificaria como socialista Zedillo o Fox! Ni la retorica ni las varias reformas realizadas de manera muuuuy paulatina de Lula tiene mucho en comun con socialismo. No roba de todo su sentido el uso de la palabra "socialismo" para describir cualquier manejo no estrictamente neoliberal que tome en cuenta necesidades sociales?

Martín Tanaka dijo...

Muy buen punto. Creo que el tema debe ser evaluado empíricamente. Es decir: ¿hay alguna diferencia en las políticas si se tiene un gobierno socialista o no?

Me viene a la mente el trabajo de Charles Boix: Partidos políticos, crecimiento e igualdad. Estrategias económicas conservadoras y socialdemócratas en democracias avanzadas (Alianza, Madrid, 1996). Allí demuestra que en Europa hay una diferencia entre gobiernos socialdemócratas y conservadores en cuanto a gasto social y distribución, a pesar de que ambos siguen políticas de mercado.

La hipótesis sería que, a pesar de que tanto gobiernos socialistas como no socialistas aplican políticas sociales, los primeros le dan mucha más importancia. Probar eso es complicado, pero la hipótesis es razonable.

Los gobiernos socialistas ponen más énfasis en lo social y distributivo, y buscan mecanismos para dar más poder a los sectores subordinados, y la diferencia debería poder verse en el mediano plazo. Es una hipótesis útil para una investigación empírica.

Rodrigo Velit dijo...

Probablemente el caso francés sea el más claro de capitalismo bajo dominación socialdemócrata. Una contribución al entendimiento de las relaciones entre orientación ideológica del gobierno y políticas sociales empleadas por el mismo sea lo que ocurra durante los años de gobierno de Sarkozy.
¿En un Estado fuerte (en el que participan tanto socialistas, liberales, socialdemócratas y demás derivados)sería posible que en efecto un gobierno de turno ejerza influencia sobre las políticas sociales (como consecuencia de la política económica) a implantar?
Asimismo, ¿qué sucedería en Chile con un Piñera o Lavín como presidente? Se puede especular. Finalmente, García entró al gobierno con discurso "anti-neoliberal" no obstante terminó con una política económica de libre mercado. Quizá el punto de concentración más saludable sea el de la dinamización o creación de los mecanismos de redistribución.

Un saludo,

Rodrigo Velit

Anónimo dijo...

Disculpa Martín pero discrepo amablemente de tu artículo y te dediqué un post. De verdad no es nada personal, espero que no te incomode la ironia.

http://orgulloidiota.blogspot.com/

Martín Tanaka dijo...

Gerardo:


ok, es normal discrepar. Sobre las ironías... ok, no me pico. Hay que tener correa para tener un blog.

"Regreso de una visita corta a Brasil, ocasión para hacer algunas reflexiones sobre el gobierno del presidente Lula…”. Las ideas expuestas no son conseciencia de la visita corta, ojo, ellas se presentan a propósito de un viaje reciente. Las ideas surgen del estudio permanente de un país, no de un viaje de dos días.

Yendo al fondo del asunto, hay un tema interesante de debate. ¿Son Chávez y Lula socialistas? En general, discrepo con el enfoque según el cual el socialismo es algo impoluto en la caverna de Platón, y la realidad un pálido reflejo. Así, Chávez no es socialista; o Fujimori o Menem no son neoliberales, como diría Alvaro Vargas Llosa.

Yo creo que el socialismo de Chávez debería llevar a la discusión de cuáles son los elementos de la ideología socialista que llevan a que algo como Chávez (y todos los autoritarismos de izquierda) sean posibles.

En cuanto a Lula. Lula siempre ha sido socialista, no me parece válido quitarle ese carácter una vez que está en la presidencia. A mi juicio, esto debería llevar a la reflexión sobre la diferencia entre ser oposición y ser gobierno; entre el maximalismo y el realismo.

Lo que a su vez nos lleva a dos discusiones. Una, referida a los comentarios anteriores: ¿es lo mismo un gobierno socialista y otro no socialista en el contexto del capitalismo global? Mi hipótesis es que no es lo mismo. En esa diferencia se tien que encontrar el carácter socialista.

Lo segundo es otro tema de reflexión: ¿no será que, al menos para algunos países, la socialdemocratización del socialismo es un camino casi irreversible? Es decir, asumir un modelo de mercado, y asumir que el camino hacia un nuevo tipo de sociedad es necesariamente lento y gradual. Por así decirlo, Bernstein le gana a Lenin, o a Gramsci. Me parece que lo más comodón es decir "Lula no es socialista". Con eso mantenemos la pureza socialista en la caverna platónica, pero alejada de la historia. Saludos.

... dijo...

Si Chávez o Evo no hubieran ganado en sus respectivos países, "el modelo" a mirar de la izquierda, que no es miembra de la IS, sería Lula, con lo cual se terminaría la meta de cambiar el capitalismo por el socialismo. ¿El punto que tantos avances logras gerenciando el capitalismo con un enfoque social al estilo Lula? ¿En cuantos años de Lula se lograría acabar con el capitalismo en Brasil? Lula y el PT han resignado sus ideales de sus años mozos.