jueves, 31 de mayo de 2007
Conferencia "Left Turns?" en Vancouver
Saludos, estuve unos días en un seminario sobre el "giro a la izquierda" en América Latina, organizado por The University of British Columbia y The Simon Fraser University en Vancouver, Canadá. Presenté un pequeño trabajo con ideas sobre la izquierda en los países andinos, que pueden ver en este link:
http://weblogs.elearning.ubc.ca/leftturns/Microsoft%20Word%20-%20Martin_Tanaka_Paper.pdf
La conferencia estuvo muy interesante, las ponencias que presentaron los otros colegas las pueden ver en la página del proyecto Left Turns, les recomiendo mucho a los interesados dar una mirada:
http://weblogs.elearning.ubc.ca/leftturns/
miércoles, 30 de mayo de 2007
Los desafíos de Lourdes Flores y de Unidad Nacional
Artículo publicado en Perú21, martes 29 de mayo de 2007
Con todas sus limitaciones, Unidad Nacional ha sido un experimento interesante; hizo que la derecha se revitalizara después de los años del fujimorismo (lo que no logró la izquierda), y Lourdes Flores estuvo muy cerca de la segunda vuelta, tanto en 2001 como en 2006. En la primera ocasión, Fernando Olivera le quitó votos decisivos, y en la segunda, sus propios errores. Unidad Nacional hizo avances importantes respecto al PPC de los años ochenta: Flores obtuvo el 24.3 y el 23.7% de los votos presidenciales en 2001 y en 2006, mucho más que el 9.6 y el 11.9% de Luis Bedoya en 1980 y en 1985. Además, logró darle a la derecha una mayor presencia nacional y popular; en las elecciones de 2001, la votación de UN se distribuyó de una manera relativamente pareja en todo el país, y ganó una importante votación en distritos populares de Lima.
Sin embargo, las elecciones de 2006 dejaron un saldo muy decepcionante: Flores sacó menos votos que en 2001 y, lo que es peor, la distribución nacional de los votos empeoró: Lima pasó de ser el 29 al 34% de sus votos totales; y en las elecciones regionales y locales, Unidad Nacional casi desapareció del mapa más allá de Lima.
¿Por qué este retroceso entre 2001 y 2006? Es una pregunta fundamental, considerando que, entre esos años, Lourdes Flores trabajó esforzadamente por cimentar su candidatura. Es claro que Flores tuvo relativo éxito en cimentar su figura presidencial, pero no una organización. De allí los reiterados problemas dentro de UN (no solo con Renovación, también con Solidaridad Nacional); los problemas para reclutar candidatos confiables (ahora expresados en el affair Canchaya y otros; pero a propósito, hay que reconocer que este escándalo no lo esperaría uno de quien ha sido decana del Colegio de Notarios de Junín); y en no poder mantener líderes emergentes dentro de sus filas. Respecto a esto, unos cuantos ejemplos: Jaime Zea ganó en Villa El Salvador, en 2002, con Unidad Nacional, y fue reelecto en 2006, pero con Restauración Nacional; los actuales presidentes regionales de Cajamarca (Jesús Coronel) y de Ica (Rómulo Treviño) fueron candidatos de Unidad Nacional en 2002, y ganaron en 2006, pero con movimientos regionales. ¿Por qué Unidad Nacional no tuvo capacidad de retener, promover, apuntalar a líderes emergentes?
La actual crisis podría ser una buena oportunidad para recomponer la alianza, privilegiando la necesidad de tener una presencia nacional, articulación con liderazgos regionales y con sectores populares. La desaparición del proyecto de UN sería lamentable porque, con todo, UN tiene una cierta base programática y doctrinaria; mientras que otros líderes que aspiran a representar el espacio de centro derecha (Castañeda, Kouri) son meramente personalistas.
Con todas sus limitaciones, Unidad Nacional ha sido un experimento interesante; hizo que la derecha se revitalizara después de los años del fujimorismo (lo que no logró la izquierda), y Lourdes Flores estuvo muy cerca de la segunda vuelta, tanto en 2001 como en 2006. En la primera ocasión, Fernando Olivera le quitó votos decisivos, y en la segunda, sus propios errores. Unidad Nacional hizo avances importantes respecto al PPC de los años ochenta: Flores obtuvo el 24.3 y el 23.7% de los votos presidenciales en 2001 y en 2006, mucho más que el 9.6 y el 11.9% de Luis Bedoya en 1980 y en 1985. Además, logró darle a la derecha una mayor presencia nacional y popular; en las elecciones de 2001, la votación de UN se distribuyó de una manera relativamente pareja en todo el país, y ganó una importante votación en distritos populares de Lima.
Sin embargo, las elecciones de 2006 dejaron un saldo muy decepcionante: Flores sacó menos votos que en 2001 y, lo que es peor, la distribución nacional de los votos empeoró: Lima pasó de ser el 29 al 34% de sus votos totales; y en las elecciones regionales y locales, Unidad Nacional casi desapareció del mapa más allá de Lima.
¿Por qué este retroceso entre 2001 y 2006? Es una pregunta fundamental, considerando que, entre esos años, Lourdes Flores trabajó esforzadamente por cimentar su candidatura. Es claro que Flores tuvo relativo éxito en cimentar su figura presidencial, pero no una organización. De allí los reiterados problemas dentro de UN (no solo con Renovación, también con Solidaridad Nacional); los problemas para reclutar candidatos confiables (ahora expresados en el affair Canchaya y otros; pero a propósito, hay que reconocer que este escándalo no lo esperaría uno de quien ha sido decana del Colegio de Notarios de Junín); y en no poder mantener líderes emergentes dentro de sus filas. Respecto a esto, unos cuantos ejemplos: Jaime Zea ganó en Villa El Salvador, en 2002, con Unidad Nacional, y fue reelecto en 2006, pero con Restauración Nacional; los actuales presidentes regionales de Cajamarca (Jesús Coronel) y de Ica (Rómulo Treviño) fueron candidatos de Unidad Nacional en 2002, y ganaron en 2006, pero con movimientos regionales. ¿Por qué Unidad Nacional no tuvo capacidad de retener, promover, apuntalar a líderes emergentes?
La actual crisis podría ser una buena oportunidad para recomponer la alianza, privilegiando la necesidad de tener una presencia nacional, articulación con liderazgos regionales y con sectores populares. La desaparición del proyecto de UN sería lamentable porque, con todo, UN tiene una cierta base programática y doctrinaria; mientras que otros líderes que aspiran a representar el espacio de centro derecha (Castañeda, Kouri) son meramente personalistas.
miércoles, 23 de mayo de 2007
Unas "vacaciones"...
Saludos,
para avisarles que durante el próximo mes, más o menos, estaré presente muy esporádicamente en el blog... algunos viajes y diversas obligaciones de trabajo me tendrán muy ocupado y sin acceso regular a la computadora. Después vuelvo y me pongo al día...
para avisarles que durante el próximo mes, más o menos, estaré presente muy esporádicamente en el blog... algunos viajes y diversas obligaciones de trabajo me tendrán muy ocupado y sin acceso regular a la computadora. Después vuelvo y me pongo al día...
Falleció Mary Douglas
NYT
May 22, 2007
Dame Mary Douglas, 86, a Wide-Ranging Anthropologist, Is Dead
By DOUGLAS MARTIN
Dame Mary Douglas, an anthropologist whose influence ranged beyond the traditional questions of her field to examine areas as diverse as kosher diets, consumer behavior, environmentalism and humor as she described how humans work together to find shared meaning, died Wednesday in London.
She was 86, and on May 8 she was made a dame commander of the British Empire. She was thrilled that Prince Charles took part in the ceremony, because he studied anthropology at Cambridge, her friend Alida Brill said.
The cause of death was complications of cancer, Ms. Brill said.
Dame Mary marshaled a vivid, pugnacious writing style in more than 15 books to describe the relationship between culture and social action, leading to her conclusion that knowledge is built by people communicating and responding to one another. “The colonization of each other’s minds is the price we pay for thought,” she wrote.
Drawing on her field experience in Africa and expansive reading, she saw little difference between “modern” and “primitive” societies, and sometimes drew startling conclusions. In the provocative 1982 book “Risk and Culture: An Essay on the Selection of Technical and Environmental Dangers,” she and Aaron Wildavsky argued that environmentalists’ complaints reflected an antipathy toward dominant social hierarchies. The authors compared environmentalists to religious cults and superstitious groups of the past.
This train of thought reflects that of one of Dame Mary’s most discussed books, “Purity and Danger: An Analysis of Concepts of Pollution and Taboo” (1966). She explored the relationships between dirt and holiness, impurity and hygiene, as means of defining one’s own group as distinct from other groups. She said foods were banned as unkosher because they did not fit into any definite category: pigs seemed ambiguous because they shared the cloven hoof of ungulates but did not chew cud.
Once made, such choices were a way to define Jews as different, she wrote. Rituals in the Roman Catholic Church, of which she was a lifelong member, similarly bind people together, she wrote. Therefore, she regarded the abolition of Friday abstinence from meat as a threat to people’s sense of solidarity with God and fellow Catholics. She found proof for her belief that collective interaction defined and governed personal behavior in the fact that people use a knife and fork even when eating alone.
Among many intriguing theories was her contention in a book written with Baron Isherwood, an economist, that buying things is a way people create meaning in their lives. She attracted admiration from biblical scholars for discovering a new way to interpret the literary structure of Scripture.
She pointed out advantages of hierarchical social forms and rejected the notion that magic was necessarily inferior to the ethical approaches that emerged from the Enlightenment. She said comedy was “the victorious tilting of uncontrol against control.”
Mary Tew was born March 25, 1921, in San Remo, Italy. Her parents had stopped off on their way home from Burma, where her father was in the Indian civil service. She was educated at the Sacred Heart Convent in southwest London. She studied philosophy, politics and economics at Oxford, then worked in the British Colonial Office during World War II.
She was intrigued by anthropologists she had met in the colonial office and returned to Oxford to study anthropology. Her teacher, mentor and role model was E. E. Evans-Pritchard, whose work on witchcraft in East Africa was groundbreaking. Dame Mary wrote a biography of him in 1980.
She did her own fieldwork in what was then the Belgian Congo, studying the Lele, a matrilineal tribe . In 1951, after a brief appointment at Oxford, she married James Douglas, who soon became a researcher for the Conservative Party.
Mr. Douglas, who went on to teaching and other jobs, died in 2004. Dame Mary is survived by her sons James, of London, and Philip, of Sydney, Australia; her daughter, Janet, of Surrey, England; and six grandchildren.
In 1951, she began teaching at University College of the University of London and in 1966 published her most celebrated work, the “Purity and Danger” book. One of the book’s more famous lines: “Dirt is matter out of place.”
From 1977 to 1981, she worked at the Russell Sage Foundation in New York, then taught at Northwestern University until 1985. She was a visiting professor at Yale and Princeton.
Her last book will be a posthumous compilation of essays by her father, many of them about fly-fishing. Her most recently published book, “Thinking in Circles: An Essay on Ring Composition,” came out this year; it offers interpretations of texts structured in circular patterns like the Book of Numbers, Chinese novels and Zoroastrian poetry.
“Writings that used to baffle and dismay unprepared readers, when read correctly, turn out to be marvelously controlled and complex compositions,” she wrote.
Dame Mary remained active almost until her death. On April 28, The Spectator published an interview in which she used her own cultural theory to discuss Al Qaeda. She urged the United States to let the group express its views.
“If these people hate America anyway, and America attacks them, it increases the hostility of the enclave,” she said.
[Tomado de: http://www.nytimes.com/2007/05/22/world/europe/22douglas.html?_r=1&oref=slogin]
Ver también:
Group dynamics
The ideas of Britain's greatest anthropologist give fresh insights into how society produces violent 'outsiders'
Madeleine Bunting
Wednesday April 4, 2007
The Guardian
(...)
"Douglas's thinking has particular relevance now, according to the Young Foundation, which arranged the lecture in conjunction with University College London. Her life experience of thinking about how societies organise themselves and how people relate to each other could offer insights into phenomena such as the rise of the far right and of religiously inspired terrorism. It is her group and grid theory that is particularly useful, argues Alessandra Buonfino, Young Foundation fellow, and this was the area on which last night's lecture focused.
The theory conceptualises four main types of social organisation co-existing in different degrees of dominance in every society; they are in conflict with each other in a constant dynamic. The four types are plotted on a graph with two axes. The horizontal axis represents the strength of group norms, such as family and local community, while the vertical axis represents the strength of the grid - those less intimate mechanisms of control such as laws, religious authority, economic forces and institutional disciplines.
The first type is strong on group and grid; this would be true of very hierarchical, tightly ordered societies in which tradition is very important. The second type is weak on both group and grid and is highly individualist, entrepreneurial, adaptive to constant change, and is dominant in the UK and the US. The third type is represented by a weak group affiliation but experiences high grid regulation; Douglas describes these as "isolates", and marginal groups such as asylum seekers would fit this model. The fourth type is the "enclave", which offers a strong group but weak grid regulation. Enclaves recruit among the isolates".
[Tomado de: http://society.guardian.co.uk/societyguardian/story/0,,2049045,00.html]
Ver también: http://www.timesonline.co.uk/tol/comment/obituaries/article1805952.ece
http://www.wbsi.org/ilfdigest/interviews_apr.htm
May 22, 2007
Dame Mary Douglas, 86, a Wide-Ranging Anthropologist, Is Dead
By DOUGLAS MARTIN
Dame Mary Douglas, an anthropologist whose influence ranged beyond the traditional questions of her field to examine areas as diverse as kosher diets, consumer behavior, environmentalism and humor as she described how humans work together to find shared meaning, died Wednesday in London.
She was 86, and on May 8 she was made a dame commander of the British Empire. She was thrilled that Prince Charles took part in the ceremony, because he studied anthropology at Cambridge, her friend Alida Brill said.
The cause of death was complications of cancer, Ms. Brill said.
Dame Mary marshaled a vivid, pugnacious writing style in more than 15 books to describe the relationship between culture and social action, leading to her conclusion that knowledge is built by people communicating and responding to one another. “The colonization of each other’s minds is the price we pay for thought,” she wrote.
Drawing on her field experience in Africa and expansive reading, she saw little difference between “modern” and “primitive” societies, and sometimes drew startling conclusions. In the provocative 1982 book “Risk and Culture: An Essay on the Selection of Technical and Environmental Dangers,” she and Aaron Wildavsky argued that environmentalists’ complaints reflected an antipathy toward dominant social hierarchies. The authors compared environmentalists to religious cults and superstitious groups of the past.
This train of thought reflects that of one of Dame Mary’s most discussed books, “Purity and Danger: An Analysis of Concepts of Pollution and Taboo” (1966). She explored the relationships between dirt and holiness, impurity and hygiene, as means of defining one’s own group as distinct from other groups. She said foods were banned as unkosher because they did not fit into any definite category: pigs seemed ambiguous because they shared the cloven hoof of ungulates but did not chew cud.
Once made, such choices were a way to define Jews as different, she wrote. Rituals in the Roman Catholic Church, of which she was a lifelong member, similarly bind people together, she wrote. Therefore, she regarded the abolition of Friday abstinence from meat as a threat to people’s sense of solidarity with God and fellow Catholics. She found proof for her belief that collective interaction defined and governed personal behavior in the fact that people use a knife and fork even when eating alone.
Among many intriguing theories was her contention in a book written with Baron Isherwood, an economist, that buying things is a way people create meaning in their lives. She attracted admiration from biblical scholars for discovering a new way to interpret the literary structure of Scripture.
She pointed out advantages of hierarchical social forms and rejected the notion that magic was necessarily inferior to the ethical approaches that emerged from the Enlightenment. She said comedy was “the victorious tilting of uncontrol against control.”
Mary Tew was born March 25, 1921, in San Remo, Italy. Her parents had stopped off on their way home from Burma, where her father was in the Indian civil service. She was educated at the Sacred Heart Convent in southwest London. She studied philosophy, politics and economics at Oxford, then worked in the British Colonial Office during World War II.
She was intrigued by anthropologists she had met in the colonial office and returned to Oxford to study anthropology. Her teacher, mentor and role model was E. E. Evans-Pritchard, whose work on witchcraft in East Africa was groundbreaking. Dame Mary wrote a biography of him in 1980.
She did her own fieldwork in what was then the Belgian Congo, studying the Lele, a matrilineal tribe . In 1951, after a brief appointment at Oxford, she married James Douglas, who soon became a researcher for the Conservative Party.
Mr. Douglas, who went on to teaching and other jobs, died in 2004. Dame Mary is survived by her sons James, of London, and Philip, of Sydney, Australia; her daughter, Janet, of Surrey, England; and six grandchildren.
In 1951, she began teaching at University College of the University of London and in 1966 published her most celebrated work, the “Purity and Danger” book. One of the book’s more famous lines: “Dirt is matter out of place.”
From 1977 to 1981, she worked at the Russell Sage Foundation in New York, then taught at Northwestern University until 1985. She was a visiting professor at Yale and Princeton.
Her last book will be a posthumous compilation of essays by her father, many of them about fly-fishing. Her most recently published book, “Thinking in Circles: An Essay on Ring Composition,” came out this year; it offers interpretations of texts structured in circular patterns like the Book of Numbers, Chinese novels and Zoroastrian poetry.
“Writings that used to baffle and dismay unprepared readers, when read correctly, turn out to be marvelously controlled and complex compositions,” she wrote.
Dame Mary remained active almost until her death. On April 28, The Spectator published an interview in which she used her own cultural theory to discuss Al Qaeda. She urged the United States to let the group express its views.
“If these people hate America anyway, and America attacks them, it increases the hostility of the enclave,” she said.
[Tomado de: http://www.nytimes.com/2007/05/22/world/europe/22douglas.html?_r=1&oref=slogin]
Ver también:
Group dynamics
The ideas of Britain's greatest anthropologist give fresh insights into how society produces violent 'outsiders'
Madeleine Bunting
Wednesday April 4, 2007
The Guardian
(...)
"Douglas's thinking has particular relevance now, according to the Young Foundation, which arranged the lecture in conjunction with University College London. Her life experience of thinking about how societies organise themselves and how people relate to each other could offer insights into phenomena such as the rise of the far right and of religiously inspired terrorism. It is her group and grid theory that is particularly useful, argues Alessandra Buonfino, Young Foundation fellow, and this was the area on which last night's lecture focused.
The theory conceptualises four main types of social organisation co-existing in different degrees of dominance in every society; they are in conflict with each other in a constant dynamic. The four types are plotted on a graph with two axes. The horizontal axis represents the strength of group norms, such as family and local community, while the vertical axis represents the strength of the grid - those less intimate mechanisms of control such as laws, religious authority, economic forces and institutional disciplines.
The first type is strong on group and grid; this would be true of very hierarchical, tightly ordered societies in which tradition is very important. The second type is weak on both group and grid and is highly individualist, entrepreneurial, adaptive to constant change, and is dominant in the UK and the US. The third type is represented by a weak group affiliation but experiences high grid regulation; Douglas describes these as "isolates", and marginal groups such as asylum seekers would fit this model. The fourth type is the "enclave", which offers a strong group but weak grid regulation. Enclaves recruit among the isolates".
[Tomado de: http://society.guardian.co.uk/societyguardian/story/0,,2049045,00.html]
Ver también: http://www.timesonline.co.uk/tol/comment/obituaries/article1805952.ece
http://www.wbsi.org/ilfdigest/interviews_apr.htm
martes, 22 de mayo de 2007
Historia contrafáctica y juegos...
.
Leo en Wired que Niall Ferguson, autor de Historia virtual, está incursionando ahora en los juegos. No en la teoría de juegos, sino en los juegos.
http://www.wired.com/gaming/virtualworlds/
commentary/games/2007/05/gamefrontiers_0521
La historia virtual explora contrafácticos ("¿qué hubiera pasado si...?"), que es una manera de explorar las alternativas que tienen los actores que toman decisiones, y cómo ellas determinan los resultados, de modo que las cosas siempre podrían haber sido diferentes, dentro de ciertos límites. Sobre Ferguson ya he comentado en algún post anterior:
http://martintanaka.blogspot.com/2007/04/comentario-metodolgico-sobre-virginia.html
El paso siguiente para Ferguson ha sido meterse en juegos que recrean la segunda guerra mundial, y qué pasa si es que los actores toman decisiones diferentes a las históricas. Es una manera de recrear los temas explorados en el libro Fateful Choices, que comenté en un post anterior.
http://martintanaka.blogspot.com/2007/05/decisiones-que-cambian-la-historia.html
Tal vez algún día este tipo de juegos resulten útiles para explorar la complejidad de los procesos de toma de decisiones y sus consecuencias. Pero por ahora, lo de Ferguson solamente es... un juego.
Leo en Wired que Niall Ferguson, autor de Historia virtual, está incursionando ahora en los juegos. No en la teoría de juegos, sino en los juegos.
http://www.wired.com/gaming/virtualworlds/
commentary/games/2007/05/gamefrontiers_0521
La historia virtual explora contrafácticos ("¿qué hubiera pasado si...?"), que es una manera de explorar las alternativas que tienen los actores que toman decisiones, y cómo ellas determinan los resultados, de modo que las cosas siempre podrían haber sido diferentes, dentro de ciertos límites. Sobre Ferguson ya he comentado en algún post anterior:
http://martintanaka.blogspot.com/2007/04/comentario-metodolgico-sobre-virginia.html
El paso siguiente para Ferguson ha sido meterse en juegos que recrean la segunda guerra mundial, y qué pasa si es que los actores toman decisiones diferentes a las históricas. Es una manera de recrear los temas explorados en el libro Fateful Choices, que comenté en un post anterior.
http://martintanaka.blogspot.com/2007/05/decisiones-que-cambian-la-historia.html
Tal vez algún día este tipo de juegos resulten útiles para explorar la complejidad de los procesos de toma de decisiones y sus consecuencias. Pero por ahora, lo de Ferguson solamente es... un juego.
Escándalos y reformas políticas
Artículo publicado en Perú21, martes 22 de mayo
En los últimos días se ha discutido mucho sobre varios escándalos que involucran a congresistas, y también sobre diversas propuestas de reforma política, como la vuelta a la bicameralidad. Si me preguntaran en abstracto qué sería mejor para el Perú, el uni o el bicameralismo, respondería que lo segundo. Sin embargo, en el momento actual, tal como está planteado el debate, pienso que podemos estar igual de mal con una o dos cámaras; y algunas de las propuestas que han circulado en los últimos días resultan francamente absurdas y contraproducentes. Esto demuestra que es necesario debatir mucho más, y de manera integral, sobre estas cuestiones. En el corto plazo, creo que las reformas más urgentes son más sencillas y prácticas que la de la bicameralidad.
Los escándalos recientes con los asesores de los congresistas deberían llevar a reformas referidas a cómo elegimos a estos y, luego, a cómo funciona el Congreso. La idea general es fortalecer a los partidos y combatir el personalismo y la arbitrariedad que se deriva de este. Por ello deberíamos eliminar el voto preferencial y fortalecer la democracia interna en los partidos. Además, el Congreso debería funcionar más claramente sobre la base de comisiones y bancadas y, por lo tanto, los asesores deberían estar adscritos a estas, no a los congresistas individualmente. Y deberíamos sancionar expeditivamente faltas graves con la pérdida de la curul.
Quienes abogan por el bicameralismo han señalado que la vuelta al Senado permitiría combinar una representación regional con una nacional; y que, en esta última, los partidos podrían hacer elegir sus mejores cuadros dirigenciales. En realidad, lo que facilitaría esto último es la eliminación del voto preferencial, antes que cualquier otra cosa. De otro lado, tener una representación nacional no necesariamente exige otra cámara: podríamos tener una misma cámara electa con un criterio mixto, como sucede con los diputados en Alemania, modelo que Bolivia ha implementado en la región, por ejemplo. Y si es que los supuestamente mejores son electos nacionalmente, no es claro por qué deberíamos mandarlos a otra cámara, cuando podrían mejorar el promedio de calidad de la actual.
De otro lado, se dice que la existencia de dos cámaras permitiría que las leyes se puedan discutir más y mejor. Sin embargo, la calidad de las leyes depende ante todo de la calidad de la gente que llegue al Parlamento (para lo cual, eliminar el voto preferencial y la representación mixta ayudaría), y de la calidad del trabajo en las bancadas y comisiones, así como de su apertura a dialogar y consultar con expertos y organizaciones de la sociedad civil. Estos procesos deberían ser institucionalizados; para esto, lo que hay que cambiar es el Reglamento del Congreso.
[Imagen tomada de: http://weblogs.elearning.ubc.ca/peru/archives/029340.php]
En los últimos días se ha discutido mucho sobre varios escándalos que involucran a congresistas, y también sobre diversas propuestas de reforma política, como la vuelta a la bicameralidad. Si me preguntaran en abstracto qué sería mejor para el Perú, el uni o el bicameralismo, respondería que lo segundo. Sin embargo, en el momento actual, tal como está planteado el debate, pienso que podemos estar igual de mal con una o dos cámaras; y algunas de las propuestas que han circulado en los últimos días resultan francamente absurdas y contraproducentes. Esto demuestra que es necesario debatir mucho más, y de manera integral, sobre estas cuestiones. En el corto plazo, creo que las reformas más urgentes son más sencillas y prácticas que la de la bicameralidad.
Los escándalos recientes con los asesores de los congresistas deberían llevar a reformas referidas a cómo elegimos a estos y, luego, a cómo funciona el Congreso. La idea general es fortalecer a los partidos y combatir el personalismo y la arbitrariedad que se deriva de este. Por ello deberíamos eliminar el voto preferencial y fortalecer la democracia interna en los partidos. Además, el Congreso debería funcionar más claramente sobre la base de comisiones y bancadas y, por lo tanto, los asesores deberían estar adscritos a estas, no a los congresistas individualmente. Y deberíamos sancionar expeditivamente faltas graves con la pérdida de la curul.
Quienes abogan por el bicameralismo han señalado que la vuelta al Senado permitiría combinar una representación regional con una nacional; y que, en esta última, los partidos podrían hacer elegir sus mejores cuadros dirigenciales. En realidad, lo que facilitaría esto último es la eliminación del voto preferencial, antes que cualquier otra cosa. De otro lado, tener una representación nacional no necesariamente exige otra cámara: podríamos tener una misma cámara electa con un criterio mixto, como sucede con los diputados en Alemania, modelo que Bolivia ha implementado en la región, por ejemplo. Y si es que los supuestamente mejores son electos nacionalmente, no es claro por qué deberíamos mandarlos a otra cámara, cuando podrían mejorar el promedio de calidad de la actual.
De otro lado, se dice que la existencia de dos cámaras permitiría que las leyes se puedan discutir más y mejor. Sin embargo, la calidad de las leyes depende ante todo de la calidad de la gente que llegue al Parlamento (para lo cual, eliminar el voto preferencial y la representación mixta ayudaría), y de la calidad del trabajo en las bancadas y comisiones, así como de su apertura a dialogar y consultar con expertos y organizaciones de la sociedad civil. Estos procesos deberían ser institucionalizados; para esto, lo que hay que cambiar es el Reglamento del Congreso.
[Imagen tomada de: http://weblogs.elearning.ubc.ca/peru/archives/029340.php]
lunes, 21 de mayo de 2007
Cambio en la configuración...
Hola,
me metí en camisa de once varas, actualicé la plantilla del blog, todo se me ha desconfigurado, y no sé cómo resolverlo... poco a poco iré corrigiendo las cosas, y recuperando la versión original, espero. Saludos.
me metí en camisa de once varas, actualicé la plantilla del blog, todo se me ha desconfigurado, y no sé cómo resolverlo... poco a poco iré corrigiendo las cosas, y recuperando la versión original, espero. Saludos.
domingo, 20 de mayo de 2007
Decisiones que cambian la historia
Saludos,
quienes leen este blog, saben que uno de los temas que me interesa es el de la autonomía de los actores políticos, frente a los argumentos estructuralistas. Esto no quita que, como decía Marx en el 18 Brumario, los hombres hacen la historia, pero no eligen las circunstancias. Pensando en estos temas me pareció muy interesante la reseña de Richard J. Evans al libro Fateful Choices: Ten Decisions That Changed the World, 1940-1941, de Ian Kershaw, aparecida en el último número de The Nation, correspondiente al 4 de junio.
"Perhaps, then, it is not surprising that in his latest book, Kershaw returns to the theme of decision-making, this time on a much broader scale. Here he offers a narrative and analysis of ten decisions, each influencing the ones that followed, starting with Britain's decision to fight on in the spring of 1940 and Hitler's decision to invade the Soviet Union, and moving through Japan's decisions to ally with Germany and Italy and then to strike at Pearl Harbor, the Italian Fascist leader Benito Mussolini's somewhat belated decision to join the war, US President Franklin Delano Roosevelt's decisions to aid the British and then to escalate this into undeclared war against Germany, and Hitler's decisions to declare war on the United States and to attempt the extermination of Europe's Jews.
As one might expect from Kershaw's previous record, he does not delve too deeply into the psychology of the world leaders whose actions in 1940 and 1941 shaped the course of World War II, and thus the parameters of the postwar order. Like Hitler in the two-volume biography, they remain remarkably bland and elusive. Indeed, at times they virtually disappear as individual actors altogether. Thus, for example, Kershaw concludes that "the colossal risks which both Germany and Japan were prepared to undertake were ultimately rooted in the understanding among the power-elites in both countries of the imperative of expansion to acquire empire and overcome their status as perceived 'have-not' nations."
Insofar as he is interested in the leaders as individuals, Kershaw is most fascinated by the constraints under which they operated and the broader factors by which their freedom of action was limited. Thus when Hitler rejected the advice of his military leaders to give priority to North Africa and the Mediterranean after the stunning victories they had achieved over France and the other Western European countries in 1940, he was, to be sure, driven by the ideological priority he had always given to the conquest of the Soviet Union. Yet at the same time, Kershaw argues cogently, "the decision to attack and destroy the Soviet Union...was strategically forced upon him. He had to gain victory in the east before Stalin could build up his defenses and before the Americans entered the war."
(...)
They were choices made under preconditions and under external constraints." One cannot help feeling that the personalities of the men who made the choices do not really interest Kershaw very much. In the end, then, this book is less about the fateful choices they made than about the factors that constrained them. That is precisely what lifts it out of the rut of ordinary military history and puts it into a class of its own".
Tomado de: http://www.thenation.com/docprint.mhtml?i=20070604&s=evans
quienes leen este blog, saben que uno de los temas que me interesa es el de la autonomía de los actores políticos, frente a los argumentos estructuralistas. Esto no quita que, como decía Marx en el 18 Brumario, los hombres hacen la historia, pero no eligen las circunstancias. Pensando en estos temas me pareció muy interesante la reseña de Richard J. Evans al libro Fateful Choices: Ten Decisions That Changed the World, 1940-1941, de Ian Kershaw, aparecida en el último número de The Nation, correspondiente al 4 de junio.
"Perhaps, then, it is not surprising that in his latest book, Kershaw returns to the theme of decision-making, this time on a much broader scale. Here he offers a narrative and analysis of ten decisions, each influencing the ones that followed, starting with Britain's decision to fight on in the spring of 1940 and Hitler's decision to invade the Soviet Union, and moving through Japan's decisions to ally with Germany and Italy and then to strike at Pearl Harbor, the Italian Fascist leader Benito Mussolini's somewhat belated decision to join the war, US President Franklin Delano Roosevelt's decisions to aid the British and then to escalate this into undeclared war against Germany, and Hitler's decisions to declare war on the United States and to attempt the extermination of Europe's Jews.
As one might expect from Kershaw's previous record, he does not delve too deeply into the psychology of the world leaders whose actions in 1940 and 1941 shaped the course of World War II, and thus the parameters of the postwar order. Like Hitler in the two-volume biography, they remain remarkably bland and elusive. Indeed, at times they virtually disappear as individual actors altogether. Thus, for example, Kershaw concludes that "the colossal risks which both Germany and Japan were prepared to undertake were ultimately rooted in the understanding among the power-elites in both countries of the imperative of expansion to acquire empire and overcome their status as perceived 'have-not' nations."
Insofar as he is interested in the leaders as individuals, Kershaw is most fascinated by the constraints under which they operated and the broader factors by which their freedom of action was limited. Thus when Hitler rejected the advice of his military leaders to give priority to North Africa and the Mediterranean after the stunning victories they had achieved over France and the other Western European countries in 1940, he was, to be sure, driven by the ideological priority he had always given to the conquest of the Soviet Union. Yet at the same time, Kershaw argues cogently, "the decision to attack and destroy the Soviet Union...was strategically forced upon him. He had to gain victory in the east before Stalin could build up his defenses and before the Americans entered the war."
(...)
They were choices made under preconditions and under external constraints." One cannot help feeling that the personalities of the men who made the choices do not really interest Kershaw very much. In the end, then, this book is less about the fateful choices they made than about the factors that constrained them. That is precisely what lifts it out of the rut of ordinary military history and puts it into a class of its own".
Tomado de: http://www.thenation.com/docprint.mhtml?i=20070604&s=evans
Sobre la "ley de Murphy"
He tenido siempre una actitud ambigua frente a las "leyes de Murphy". De un lado, me parecen muy divertidas; pero del otro, me parecen totalmente impresionistas.
http://www.calidoscopio.com/calidoscopio/principal36.htm#leyesmurphy
http://roso.epfl.ch/dm/murphy.html
http://www.amazon.com/gp/product/0978638891/qid=1152310138/sr=1-1/ref=sr_1_1/104-8445416-4788711?s=books&v=glance&n=283155
En primer lugar, hay acá un problema de percepciones: consideramos "normales" algunas cosas, y excepcionales otras; estamos ante la ley de probabilidades. El asunto es que los acontecimientos normales tendemos a no registrarlos, y por el contrario a quedar impactados por la ocurrencia de lo extraordinario. De allí viene la idea de que si algo puede salir mal, saldrá mal; hay un problema de subregistro de los sucesos en los que nada malo ocurre. Por ejemplo, yo suelo decir que, considerando lo mal que se maneja en Lima, lo sorprendente es que no ocurra un choque en cada esquina cada cinco minutos.
Ahora, las leyes de Murphy sí tienen utilidad para protegernos de sucesos catastróficos, aunque poco probables. En estos casos conviene no confiar en la buena suerte, y desarrollar procedimientos que reduzcan las catástrofes a valores lo más cercanos a cero. Sin embargo, como en la vida ordinaria no hacemos eso, y de vez en cuando ocurren acontecimientos negativos imprevistos e improbables, tendemos a "confirmar" la validez de las leyes de Murphy, cuando en realidad solamente estamos ante la actuación de las leyes de la probabilidad. Lo raro sería que esas leyes no se cumplieran, como al inicio de Rosencrantz & Guildenstern Are Dead, la obra de Tom Stoppard, cuando los personajes tiran al aire una moneda una y otra vez, y les sale siempre cara. Algo raro está pasando.
(Sobre estos temas he comentado algo antes, ver: http://martintanaka.blogspot.com/2007/04/comentario-metodolgico-sobre-virginia.html)
Acaso lo que estas leyes reflejan es más bien nuestro estado de ánimo, o maneras subjetivas de mirar el mundo. Algunos son más cautos, y esperan siempre lo peor; otros son optimistas, y creen que todo saldrá siempre bien. La cosa termina siendo un asunto de carácter.
Esto tiene también algunas implicancias sociales: cuando escucho frases del tipo "esto solamente pasa en el Perú", una variante de que aquí solamente pasan cosas malas, frase casi siempre falsa (en realidad no somos tan extraordinarios como alguna gente piensa, ni en lo malo ni en lo bueno), lo que se expresa es la actitud pesimista y derrotista que muchas veces tenemos, nuestra baja autoestima colectiva, que sí es algo excepcional en términos comparados (ver los datos del Latinobarómetro para verificarlo; algo comenté sobre esto en: http://martintanaka.blogspot.com/2006/12/el-per-en-el-latinobarmetro-2006.html).
Termino diciendo que muchos autores han llamado la atención sobre la confianza para lograr el desarrollo (personal y colectivo). La desconfianza aumenta los costos de transacción, entorpece la interacción social en general. Tal vez corresponda ser más críticos con las leyes de Murphy... aunque nos parezcan acertadas.
http://www.calidoscopio.com/calidoscopio/principal36.htm#leyesmurphy
http://roso.epfl.ch/dm/murphy.html
http://www.amazon.com/gp/product/0978638891/qid=1152310138/sr=1-1/ref=sr_1_1/104-8445416-4788711?s=books&v=glance&n=283155
En primer lugar, hay acá un problema de percepciones: consideramos "normales" algunas cosas, y excepcionales otras; estamos ante la ley de probabilidades. El asunto es que los acontecimientos normales tendemos a no registrarlos, y por el contrario a quedar impactados por la ocurrencia de lo extraordinario. De allí viene la idea de que si algo puede salir mal, saldrá mal; hay un problema de subregistro de los sucesos en los que nada malo ocurre. Por ejemplo, yo suelo decir que, considerando lo mal que se maneja en Lima, lo sorprendente es que no ocurra un choque en cada esquina cada cinco minutos.
Ahora, las leyes de Murphy sí tienen utilidad para protegernos de sucesos catastróficos, aunque poco probables. En estos casos conviene no confiar en la buena suerte, y desarrollar procedimientos que reduzcan las catástrofes a valores lo más cercanos a cero. Sin embargo, como en la vida ordinaria no hacemos eso, y de vez en cuando ocurren acontecimientos negativos imprevistos e improbables, tendemos a "confirmar" la validez de las leyes de Murphy, cuando en realidad solamente estamos ante la actuación de las leyes de la probabilidad. Lo raro sería que esas leyes no se cumplieran, como al inicio de Rosencrantz & Guildenstern Are Dead, la obra de Tom Stoppard, cuando los personajes tiran al aire una moneda una y otra vez, y les sale siempre cara. Algo raro está pasando.
(Sobre estos temas he comentado algo antes, ver: http://martintanaka.blogspot.com/2007/04/comentario-metodolgico-sobre-virginia.html)
Acaso lo que estas leyes reflejan es más bien nuestro estado de ánimo, o maneras subjetivas de mirar el mundo. Algunos son más cautos, y esperan siempre lo peor; otros son optimistas, y creen que todo saldrá siempre bien. La cosa termina siendo un asunto de carácter.
Esto tiene también algunas implicancias sociales: cuando escucho frases del tipo "esto solamente pasa en el Perú", una variante de que aquí solamente pasan cosas malas, frase casi siempre falsa (en realidad no somos tan extraordinarios como alguna gente piensa, ni en lo malo ni en lo bueno), lo que se expresa es la actitud pesimista y derrotista que muchas veces tenemos, nuestra baja autoestima colectiva, que sí es algo excepcional en términos comparados (ver los datos del Latinobarómetro para verificarlo; algo comenté sobre esto en: http://martintanaka.blogspot.com/2006/12/el-per-en-el-latinobarmetro-2006.html).
Termino diciendo que muchos autores han llamado la atención sobre la confianza para lograr el desarrollo (personal y colectivo). La desconfianza aumenta los costos de transacción, entorpece la interacción social en general. Tal vez corresponda ser más críticos con las leyes de Murphy... aunque nos parezcan acertadas.
sábado, 19 de mayo de 2007
Arte, memoria y violencia en el Perú
15 de mayo de 2007
Javier Torres Seoane
Asociación Servicios Educativos Rurales
Una de las maneras más eficientes de transmitir la memoria de los conflictos armados o de los procesos de violencia en general, ha sido desde siempre el arte.
Es a través del arte que pueden pervivir en nuestra memoria una serie de acontecimientos históricos, los cuales pueden ser leídos e interpretados por los artistas de diversas maneras. Uno de los casos más conocidos es la pintura Guernica de Pablo Picasso que, en la guerra civil española, recuerda al pueblo arrasado por los bombardeos de la aviación nazi. Esa imagen es quizás la más perenne que ha quedado en nuestra retina de lo que fue aquel doloroso evento que ya anunciaba las barbaries de la Segunda Guerra Mundial. Pero a pesar de que hay inolvidables relatos sobre esa guerra como Homenaje a Cataluña de George Orwell o películas entrañables como Las bicicletas son para el verano de Jaime Chavarri, el Guernica prevalece sobre cualquier otra imagen que se pueda tener de aquella guerra.
(...)
En nuestro país también son complejas las relaciones entre arte, memoria y violencia, ya que justamente vivimos –aunque la mayoría quiera negarlo y olvidarlo–, una situación de post conflicto. En ese sentido, el arte ha dicho mucho y poco a la vez.
Si quisiéramos encontrar una imagen hegemónica que represente todo esto desde el arte (e incluyo aquí a la pintura, escultura, arquitectura, música, cine, danza, fotografía, teatro y literatura), simplemente no la hallaríamos. Sí existen más bien relatos diversos que asoman como retazos inconexos, y que como suele suceder en el Perú dialogan muy poco entre sí. Estos van desde el ciclo de obras del grupo Yuyachakani (Adiós Ayacucho, Retorno, Antígona, y Sin Titulo), hasta diferentes películas peruanas como La boca del Lobo de Francisco Lombardi o Paloma de Papel de Fabricio Aguilar, pasando por las películas del cineasta ayacuchano Palito Ortega, a lo que se agrega la gran muestra Yuyanapaq promovida por la Comisión de la Verdad y Reconciliación que tenía como curadoras a las fotógrafas Mayu Mohanna y Nancy Chapell
(...)
Mi impresión es que el problema radica en que la mayoría de las veces el arte en el Perú, sobre todo el que busca referir o describir la realidad del otro, es un arte que no escapa a los viejos estereotipos que pueblan el imaginario de la sociedad criolla limeña o de la clase media, o -como se decía hace unas décadas- “de la pequeña burguesía”.
Es decir, estamos frente a un arte que tiene una mirada poco profunda y generalmente muy superficial de aquello que pretende representar, y además tendiente a estetizar aquello que no puede ser más que desgarro y dolor. O, en todo caso, busca acercarse al fenómeno de la violencia desde una mirada compasiva de la víctima, quizás por oposición al maltrato que ésta sufrió (y sigue sufriendo) como producto de las secuelas de la guerra. El problema es que este tipo de aproximación termina generando una memoria complaciente del proceso de violencia, que busca mantenerse en los cánones o en aquello que el mercado de consumo del arte espera. Difícilmente encontraremos en el arte o en la literatura limeña una comprensión real del conflicto armado interno, ni de sus actores, construyéndose así relatos cargados de estereotipos, hechos a la medida del lector, como por ejemplo el que nos ofrece Santiago Roncagliolo en Abril Rojo, donde los personajes son casi de utilería, y no hay ayacuchano que se reconozca ni que reconozca su Semana Santa en dicha novela.
[Artículo completo en: http://www.ser.org.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=360&Itemid=110]
Javier Torres Seoane
Asociación Servicios Educativos Rurales
Una de las maneras más eficientes de transmitir la memoria de los conflictos armados o de los procesos de violencia en general, ha sido desde siempre el arte.
Es a través del arte que pueden pervivir en nuestra memoria una serie de acontecimientos históricos, los cuales pueden ser leídos e interpretados por los artistas de diversas maneras. Uno de los casos más conocidos es la pintura Guernica de Pablo Picasso que, en la guerra civil española, recuerda al pueblo arrasado por los bombardeos de la aviación nazi. Esa imagen es quizás la más perenne que ha quedado en nuestra retina de lo que fue aquel doloroso evento que ya anunciaba las barbaries de la Segunda Guerra Mundial. Pero a pesar de que hay inolvidables relatos sobre esa guerra como Homenaje a Cataluña de George Orwell o películas entrañables como Las bicicletas son para el verano de Jaime Chavarri, el Guernica prevalece sobre cualquier otra imagen que se pueda tener de aquella guerra.
(...)
En nuestro país también son complejas las relaciones entre arte, memoria y violencia, ya que justamente vivimos –aunque la mayoría quiera negarlo y olvidarlo–, una situación de post conflicto. En ese sentido, el arte ha dicho mucho y poco a la vez.
Si quisiéramos encontrar una imagen hegemónica que represente todo esto desde el arte (e incluyo aquí a la pintura, escultura, arquitectura, música, cine, danza, fotografía, teatro y literatura), simplemente no la hallaríamos. Sí existen más bien relatos diversos que asoman como retazos inconexos, y que como suele suceder en el Perú dialogan muy poco entre sí. Estos van desde el ciclo de obras del grupo Yuyachakani (Adiós Ayacucho, Retorno, Antígona, y Sin Titulo), hasta diferentes películas peruanas como La boca del Lobo de Francisco Lombardi o Paloma de Papel de Fabricio Aguilar, pasando por las películas del cineasta ayacuchano Palito Ortega, a lo que se agrega la gran muestra Yuyanapaq promovida por la Comisión de la Verdad y Reconciliación que tenía como curadoras a las fotógrafas Mayu Mohanna y Nancy Chapell
(...)
Mi impresión es que el problema radica en que la mayoría de las veces el arte en el Perú, sobre todo el que busca referir o describir la realidad del otro, es un arte que no escapa a los viejos estereotipos que pueblan el imaginario de la sociedad criolla limeña o de la clase media, o -como se decía hace unas décadas- “de la pequeña burguesía”.
Es decir, estamos frente a un arte que tiene una mirada poco profunda y generalmente muy superficial de aquello que pretende representar, y además tendiente a estetizar aquello que no puede ser más que desgarro y dolor. O, en todo caso, busca acercarse al fenómeno de la violencia desde una mirada compasiva de la víctima, quizás por oposición al maltrato que ésta sufrió (y sigue sufriendo) como producto de las secuelas de la guerra. El problema es que este tipo de aproximación termina generando una memoria complaciente del proceso de violencia, que busca mantenerse en los cánones o en aquello que el mercado de consumo del arte espera. Difícilmente encontraremos en el arte o en la literatura limeña una comprensión real del conflicto armado interno, ni de sus actores, construyéndose así relatos cargados de estereotipos, hechos a la medida del lector, como por ejemplo el que nos ofrece Santiago Roncagliolo en Abril Rojo, donde los personajes son casi de utilería, y no hay ayacuchano que se reconozca ni que reconozca su Semana Santa en dicha novela.
[Artículo completo en: http://www.ser.org.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=360&Itemid=110]
viernes, 18 de mayo de 2007
¿Manejar a la izquierda o a la derecha?
Saludos,
sigo con un tema similar al de mi post anterior, esta vez referido a por qué en algunos países se maneja pegándose a la izquierda, y en otros a la derecha. Es otro tema que resulta teniendo sus complejidades. Es conocido que en Inglaterra se maneja a la izquierda. Acá sabemos que en Japón también, por la candidad de autos importados a los que se les tiene que "cambiar el timón". Es todo un tema el por qué unos circulan en una dirección y otros en otra, y cómo en esto se combinan factores técnicos, políticos, herencias históricas coloniales, nacionalismos, etc. Sobre el tema ver:
http://en.wikipedia.org/wiki/Driving_on_the_left_or_right
http://users.pandora.be/worldstandards/driving%20on%20the%20left.htm
sigo con un tema similar al de mi post anterior, esta vez referido a por qué en algunos países se maneja pegándose a la izquierda, y en otros a la derecha. Es otro tema que resulta teniendo sus complejidades. Es conocido que en Inglaterra se maneja a la izquierda. Acá sabemos que en Japón también, por la candidad de autos importados a los que se les tiene que "cambiar el timón". Es todo un tema el por qué unos circulan en una dirección y otros en otra, y cómo en esto se combinan factores técnicos, políticos, herencias históricas coloniales, nacionalismos, etc. Sobre el tema ver:
http://en.wikipedia.org/wiki/Driving_on_the_left_or_right
http://users.pandora.be/worldstandards/driving%20on%20the%20left.htm
jueves, 17 de mayo de 2007
La pesadilla de los toma corrientes...
Saludos, un comentario pequeño sobre un tema pequeño que siempre me ha intrigado, y que tal vez alguien por ahí podría aclarar. El tema me vuelve a llamar la atención por algunos viajes que he hecho recientemente y otros que voy a hacer en los próximos meses.
Primero, no entiendo bien por qué algunos países usan 110 y otros 220 voltios. ¿Hay alguna razón entre esta opción y las características de la energía que se genera en cada caso? ¿La explicación es técnica o política? Al parecer unos siguieron un camino, otros otro, y a estas alturas estandarizar es muy complicado (lo que en las cc.ss. llamaríamos path-dependence). Pero lo que siempre ha sido un enigma para mí es por qué hay tanta variedad de toma corrientes, y por qué no se estandarizan de alguna forma. En Argentina, uno puede querer enchufar algo, y se puede encontrar con esto:
Regreso de Santiago: quieres enchufar algo, y te puedes encontrar con esto:
Si no me acuerdo mal, en México la cosa puede verse así:
Y esto por acá no más en el vecindario. Ni qué decir si te vas a Inglaterra:
¿Por qué es que nadie hace nada para estandarizar los tomacorrientes? Yo tengo un adaptador universal muy bueno que me saca de apuro, pero igual me queda la pregunta de cuál es la explicación para tal diversidad, y porqué no se trata de reducirla. ¿Hay razones técnicas? ¿Es puro nacionalismo o regionalismo? ¿Por qué en esta época de globalización y tratados de libre comercio, no se considera este tema? ¿No les ha llamado esto también la atención cuando han viajado fuera del país? Ya me cuentan...
Ver algunas explicaciones en: http://users.pandora.be/worldstandards/electricity.htm, de donde tomé las imágenes.
International Journal of Zizek Studies, vol.1,no.2, 2007
Vol 1, No 2 (2007)
Žižek & Badiou
Table of Contents
Articles
Truth as Formal Catholicism - On Alain Badiou, Saint Paul: La Fondation de l'universalisme
Marc de Kesel
Badiou: Notes From an Ongoing Debate
Slavoj Žižek
Addendum: ‘Let a thousand flowers bloom!’ - Some Brief Remarks on and Responses to Žižek’s ‘Badiou: Notes from an Ongoing Debate’
Adrian Johnston
The Quick and the Dead: Alain Badiou and the Split Speeds of Transformation
Adrian Johnston
Žižek’s struggle with “the usual gang of democracy-to-come-deconstructionist-postsecular-Levinasian-respect-for-Otherness suspects”
Ken Jackson
Symptomal Knots and Evental Ruptures: Žižek, Badiou and Discerning the Indiscernible
Levi R. Bryant
Against Spontaneity: The Act as Over-Censorship in Badiou, Lacan, and Žižek
Ed Pluth
Forthcoming - Phantoms of Inconsistency: Badiou, Žižek and Lacan on Repetition"
Lorenzo Chiesa
Reviews and Debates
Socialism reconsidered: Remarks on Žižek`s Repeating Lenin
Tonci Valenci
Los textos se pueden ver en: http://zizekstudies.org/index.php/ijzs/issue/view/4
Žižek & Badiou
Table of Contents
Articles
Truth as Formal Catholicism - On Alain Badiou, Saint Paul: La Fondation de l'universalisme
Marc de Kesel
Badiou: Notes From an Ongoing Debate
Slavoj Žižek
Addendum: ‘Let a thousand flowers bloom!’ - Some Brief Remarks on and Responses to Žižek’s ‘Badiou: Notes from an Ongoing Debate’
Adrian Johnston
The Quick and the Dead: Alain Badiou and the Split Speeds of Transformation
Adrian Johnston
Žižek’s struggle with “the usual gang of democracy-to-come-deconstructionist-postsecular-Levinasian-respect-for-Otherness suspects”
Ken Jackson
Symptomal Knots and Evental Ruptures: Žižek, Badiou and Discerning the Indiscernible
Levi R. Bryant
Against Spontaneity: The Act as Over-Censorship in Badiou, Lacan, and Žižek
Ed Pluth
Forthcoming - Phantoms of Inconsistency: Badiou, Žižek and Lacan on Repetition"
Lorenzo Chiesa
Reviews and Debates
Socialism reconsidered: Remarks on Žižek`s Repeating Lenin
Tonci Valenci
Los textos se pueden ver en: http://zizekstudies.org/index.php/ijzs/issue/view/4
miércoles, 16 de mayo de 2007
Seminario la "nueva izquierda" en Santiago
Hola, regreso de un viaje relámpago a Santiago, donde hice una presentación sobre la izquierda en los países andinos. Una suerte de actualización de mi artículo “El agotamiento del modelo neoliberal y el resurgimiento de la izquierda en los países andinos”. En: Herrero, Pedro, ed.: La “izquierda” en América Latina. Madrid, ed. Pablo Iglesias, 2006 (p. 253-272). Estuvo bien interesante y grato el reencuentro con los colegas.
Algunos comentarios brevísimos. Conversando con los colegas chilenos y chilenistas, me pareció muy interesante una idea polémica que salió, que en realidad la institucionalización del sistema de partidos en Chile está largamente sobreestimada: según Juan Pablo Luna, habría una suerte de colapso del sistema de representación, solo que solapeado por el sistema electoral binominal. Otro tema que se debatió fue cómo definir el contenido de las políticas de izquierda, y qué utilidad o no tienen las categorías propuestas por Jorge Castañeda (y hasta cierto punto seguidas por Pato Navia) sobre la "right left" y "wrong left". Navia habló también de "left overs" (sobras). Debbie Yashar está trabajando ahora el tema de la criminalidad en América Latina; y Ken Roberts, ahora impulsando los estudios sobre política y sociedad en América Latina en Cornell, está retrabajando la publicación con Cambridge University Press de un ambicioso libro sobre los partidos políticos en América Latina, que se ha visto obligado a revisar a la luz de los resultados de las elecciones de 2006.
Ya que estamos en esto, les recomiendo un artículo de Zygmunt Bauman sobre el futuro de la izquierda:
http://www.lwbooks.co.uk/journals/articles/bauman07.html
A continuación el programa del seminario.
Seminario: La nueva izquierda en América Latina: más allá del bien y del mal
[15.05.2007, 15:00]
Rossana Castiglioni, Directora de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales; y Claudio Fuentes, Director de FLACSO-Chile, tienen el agrado de invitarle al seminario:
"LA NUEVA IZQUIERDA EN AMÉRICA LATINA: más allá del bien y del mal"
La actividad se realizará el martes 15 de mayo, a las 15:00 horas en la Facultad de Ciencias Sociales e Historia de la Universidad Diego Portales, ubicada en calle Ejército 333, Santiago.
Paneles
El (Re)Surgimiento de la Izquierda Latinoamericana: Principales Explicaciones y Debate
- La Nueva Izquierda (Robert Funk, UDP)
- Tendencias Regionales (Martín Tanaka, Instituto de Estudios Peruanos)
- Explicaciones Institucionales (Patricio Navia, UDP)
Modera: Rossana Castiglioni, UDP
Diferencias, Semejanzas y Características de la Nueva Izquierda Latinoamericana
- Experiencias Populistas y Socialdemócratas (Jorge Lanzaro, U. de la República)
- Uruguay y Chile (Juan Pablo Luna, PUC)
- Región Andina (Deborah Yashar, Princeton University)
- Movimientos Sociales (Kenneth Roberts, Cornell University)
Modera: Claudio Fuentes, FLACSO-Chile
Ver: http://www.flacso.cl/flacso/main.php?page=evento&code=250
http://www.flacso.cl/flacso/main.php?page=noticia&code=1426
Algunos comentarios brevísimos. Conversando con los colegas chilenos y chilenistas, me pareció muy interesante una idea polémica que salió, que en realidad la institucionalización del sistema de partidos en Chile está largamente sobreestimada: según Juan Pablo Luna, habría una suerte de colapso del sistema de representación, solo que solapeado por el sistema electoral binominal. Otro tema que se debatió fue cómo definir el contenido de las políticas de izquierda, y qué utilidad o no tienen las categorías propuestas por Jorge Castañeda (y hasta cierto punto seguidas por Pato Navia) sobre la "right left" y "wrong left". Navia habló también de "left overs" (sobras). Debbie Yashar está trabajando ahora el tema de la criminalidad en América Latina; y Ken Roberts, ahora impulsando los estudios sobre política y sociedad en América Latina en Cornell, está retrabajando la publicación con Cambridge University Press de un ambicioso libro sobre los partidos políticos en América Latina, que se ha visto obligado a revisar a la luz de los resultados de las elecciones de 2006.
Ya que estamos en esto, les recomiendo un artículo de Zygmunt Bauman sobre el futuro de la izquierda:
http://www.lwbooks.co.uk/journals/articles/bauman07.html
A continuación el programa del seminario.
Seminario: La nueva izquierda en América Latina: más allá del bien y del mal
[15.05.2007, 15:00]
Rossana Castiglioni, Directora de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales; y Claudio Fuentes, Director de FLACSO-Chile, tienen el agrado de invitarle al seminario:
"LA NUEVA IZQUIERDA EN AMÉRICA LATINA: más allá del bien y del mal"
La actividad se realizará el martes 15 de mayo, a las 15:00 horas en la Facultad de Ciencias Sociales e Historia de la Universidad Diego Portales, ubicada en calle Ejército 333, Santiago.
Paneles
El (Re)Surgimiento de la Izquierda Latinoamericana: Principales Explicaciones y Debate
- La Nueva Izquierda (Robert Funk, UDP)
- Tendencias Regionales (Martín Tanaka, Instituto de Estudios Peruanos)
- Explicaciones Institucionales (Patricio Navia, UDP)
Modera: Rossana Castiglioni, UDP
Diferencias, Semejanzas y Características de la Nueva Izquierda Latinoamericana
- Experiencias Populistas y Socialdemócratas (Jorge Lanzaro, U. de la República)
- Uruguay y Chile (Juan Pablo Luna, PUC)
- Región Andina (Deborah Yashar, Princeton University)
- Movimientos Sociales (Kenneth Roberts, Cornell University)
Modera: Claudio Fuentes, FLACSO-Chile
Ver: http://www.flacso.cl/flacso/main.php?page=evento&code=250
http://www.flacso.cl/flacso/main.php?page=noticia&code=1426
martes, 15 de mayo de 2007
El escenario político en Huancayo
Artículo publicado en Perú21, martes 15 de mayo de 2007
Continúo con algunos comentarios sobre la política en las regiones, esta vez de vuelta de un viaje a Huancayo. El alcalde provincial de la ciudad, Freddy Arana, del Movimiento 'Junín Sostenible con su Gente', la tiene complicada: es un invitado dentro de un movimiento básicamente provincial, que es como decir que es un independiente dentro de un grupo independiente. Carece de experiencia política y de gestión previa, fue invitado por un grupo que apostaba básicamente a ganar en escenarios distritales, con lo que carece de líneas de gobierno claras, así como de apoyos confiables en su propio concejo municipal. La ha tenido cuesta arriba en sus primeros meses. Arana ganó la elección con apenas el 16.8% de los votos. En una región con gran dispersión del voto parece que cualquiera puede ganar, lo que perpetúa la fragmentación. La lucha entre lo que Juan Abugattás llamaba "minicorporaciones".
En mucho mejor pie se encuentra el gobierno regional, de la Convergencia Regional Descentralista (Conredes), encabezado por su líder Vladimiro Huaroc. Este encabeza un movimiento regional, pero cuenta con una larga experiencia política y en el sector público. Conredes ganó la presidencia regional y triunfó en siete de las nueve provincias de Junín y en tres alcaldías provinciales. La regionalización de su respaldo es la clave de su triunfo, con el 25.8% de los votos. La gestión de Huaroc es una de las que mejores perspectivas de consolidación posee, y no es casualidad que este haya sido elegido coordinador de la asamblea de presidentes regionales.
Ganar una elección parece implicar una laboriosa tarea de suma de fragmentos. Esta habría sido una de las claves del triunfo de Conredes. Huaroc fue candidato en 2002 por el movimiento 'Todos por Junín', y quedó en segundo lugar. Premio a la perseverancia: desde entonces, Huaroc continuó con el trabajo político, estableciendo alianzas con otros movimientos regionales y locales, contactando líderes de base, conformando una federación de movimientos y liderazgos, buscando potenciales candidatos. Cada movimiento regional y partido nacional hace lo mismo para cada elección, así que empezar temprano es fundamental para el éxito.
La pregunta es: ¿quiénes están trabajando desde ahora con miras a las elecciones de 2010 y 2011? En el escenario regional en general, diversos movimientos parecen tener claro que la siembra de hoy será la cosecha de mañana. Sin embargo, en este empeño parecen estar solos; los partidos nacionales brillan por su ausencia. Esto hará que no queden bien parados en el 2010, y eso afectará su desempeño en el 2011.
domingo, 13 de mayo de 2007
Después de ver "María Antonieta" de Sofía Coppola
Fui a ver Marie Antoinette (2006) de Sofía Coppola; no voy a decir nada "cinematográfico" de la película, que me gustó, eso se lo dejo a los que saben; voy a hacer una reflexión que refleja mi sesgo profesional.
Se trata de una película que ve con cierta "simpatía", o "empatía", por así decirlo, a la monarquía. En esto se parece a El arca rusa (2002) de Alexander Sokurov; también a L'Anglaise et le duc (2001) de Eric Rohmer, aunque esta última no la ví, sólo pude leer comentarios. Estas películas nos llevan a preguntarnos, entre otras cosas, si se hubiera podido seguir caminos alternativos a los revolucionarios, a qué habría pasado si se seguía un camino monárquico constitucional tanto en Rusia como en Francia, siguiendo el camino inglés.
¿Tienen sentido hoy las discusiones sobre las bondades de la monarquía sobre la república como forma de gobierno? Veamos algunos argumentos que surgieron para justificar un proyecto monárquico en el Perú. Manuel Lorenzo Vidaurre dijo que el republicanismo sería igual a la anarquía, y que el sistema monárquico constitucional "era el punte que evita el abismo entre la colonia y la libertad". Bernardo Monteagudo dijo que "hoy se teme conceder demasiado poder a los gobernantes, pero en mi concepto es mucho más de temer la poca obediencia de los gobernados". José Antonio Moreno dijo que "el pueblo peruano se ha habituado a las preocupaciones del rango, a las distinciones del honor, a la desigualdad de fortuna, cosas todas incompatibles con la rigorosa democracia". Basadre dijo que "las consideraciones de los monarquistas eran de índole sociológica, al basarse en las costumbres, hábitos, datos demográficos y territoriales, las de los republicanos, fueron en cambio filosóficas, al sustentarse en las ideas de libertad e igualdad intrínsecas al espíritu humano" (todos los entrecomillados son sacados de Historia del Perú contemporáneo, de Contreras y Cueto (Lima, IEP, 1a. ed., 1999, p. 45-51).
La idea de Vidaurre nos lleva a mirar al Brasil, que tuvo una monarquía relativamente estable a lo largo del siglo XIX, la república recién se instauró en 1889, mientras que la mayoría de nacientes repúblicas en la primera mitad del s. XIX enfrentó graves problemas de inestabilidad; la de Monteagudo puede refrasearse hoy como una preocupación por la gobernabilidad; la de Moreno, como una constatación de la fortaleza de las relaciones clientelares, del peso y seducción que tiene el poder y sus oropeles; el comentario de Basadre, como una constatación de la fuerza de un diagnóstico "realista" frente al "idealista" de los republicanos.
En el fondo, el debate sobre estos temas sigue abierto, de allí que estas películas nos dicen algo también sobre el debate político actual. Acaso nos dicen también que la sensibilidad de la época hace que no se tema como antes caer en posiciones "políticamente incorrectas", lo que permite que diversos artistas e intelectuales se atrevan a explorar ideas e intuiciones en nuevos sentidos... como mirar las cosas desde el punto de vista de la monarquía, por ejemplo.
Con esto no quiero, por supuesto, abogar a favor de la monarquía. Comparto la idea de Sánchez Carrión, de que no se trata de consolidar elementos negativos presentes en la cultura política, sino por el contrario, de cambiarlos por otros mejores. Pero me parece justo reconocer que los argumentos monarquistas reseñados apuntan a desafíos concretos pertinentes hoy, que desde una perspectiva democrática y republicana se deben responder, no sólo con argumentos principistas, también con propuestas eficaces.
Sobre el "liberalismo de izquierda"
Hola,
les recomiendo el blog del filósofo Gonzalo Gamio, "Política y mundo ordinario". Lo he colocado como link en mi blog. Considero muy importantes sus esfuerzos por vincular la reflexión filosófica con temas prácticos, del "mundo ordinario". Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con sus ideas, pero al leerlo uno siempre aprende algo o se queda con algo en qué pensar. En su último post aboga por un "liberalismo de izquierda".
http://gonzalogamio.blogspot.com/2007/05/qu-clase-de-cultura-liberal.html
Traduzco sus reflexiones filosóficas en términos politológicos, no puedo escapar de mis sesgos profesionales. Gonzalo aboga por un proyecto social-demócrata en el país, que reconcilie las tradiciones liberal y socialista. Enfrenta un problema doble. De un lado, la inexistencia de una tradición liberal propiamente dicha lo suficientemente fuerte en el país: en la derecha hay más decisionistas que liberales; y hay liberales sólo en lo económico, pero no en lo político o social. Los más doctrinariamente liberales están en el periodismo, no en la política. Sobre estos temas, ya he comentado algo antes:
http://martintanaka.blogspot.com/2007/01/ayer-en-la-repblica-gonzalo-gamio.html
Ver también la columna de hoy de Juan Carlos Tafur, a quien considero otro de los pocos liberales en la prensa:
http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=1495&Itemid=66
El otro lado del problema es lo difícil que es para la izquierda aceptar los principios liberales, democrático-representativos. Ver por ejemplo qué rápido algunos se olvidan de esto cuando aparecen líderes como Humala, Chávez, Correa, o Morales. Apenas aparece un líder con retórica populista, acento distributivo y respaldo popular, se les mira con simpatía, no importa que cierren congresos, persigan a la oposición, violen la Constitución, etc.
Una anécdota personal, para ilustrar cuán reciente es la aceptación en la izquierda peruana de los principios liberales. Como algunos saben, tuve una breve (y frustrada) militancia como independiente dentro de Izquierda Unida, entre 1988 y 1990, y luego en el Movimiento de Afirmación Socialista (MAS), entre 1991, cuando se fundó, y 1992, cuando me fui a México a hacer el postgrado. Lo que cuento creo que fue en el congreso de fundación del MAS, en 1991. Ya entonces se hablaba de la posibilidad de un golpe de Estado, y de las violaciones al orden constitucional por parte de Fujimori. La ingenua y mínima "base estudiantil", "pequeño burguesa" del MAS en la PUCP presentó una moción "condenando al gobierno de Fujimori" y llamando a "defender las instituciones del Estado de derecho". Nuestra moción fue RECHAZADA. Recuerdo a Henry Pease, uno de los líderes del MAS, comentar que nuestra moción era una tontería, "cháchara liberal" fueron sus palabras. Recuerdo también a María Elena Moyano expresarse muy duramente de nuestra propuesta.
La idea entonces no era defender el Estado de derecho, la idea era fortalecer los "comités de autodefensa", y las bases de un "poder alternativo", de un régimen político alternativo. Sobre las posiciones políticas de María Elena Moyano y su asesinato ver de la CVR: http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20VII/Casos%20Ilustrativos-UIE/2.57.%20MOYANO%20Y%20PASCUALA.pdf
Como saben, muy poco tiempo después, Sendero Luminoso asesinó cobardemente a María Elena Moyano, y luego vino el autogolpe. Este asesinato marcó el final de la ilusión, dentro de la izquierda, de poder construir el camino de la autodefensa; a partir de allí, la clave empezó a ser la democratización e institucionalización de las fuerzas armadas. Y desde el autogolpe la clave empezó a ser la defensa del Estado de derecho y la institucionalización del régimen democrático. Desde entonces nuestro líder Henry Pease tuvo que luchar precisamente por la defensa de los principios liberales... lucha que hizo de manera muy valiente, ciertamente, como cuando denunció desde el Congreso los asesinatos de los estudiantes y el profesor de La Cantuta por el grupo Colina, y luchó por la autonomía del poder judicial; o cuando luchó en contra de la segunda reelección de Fujimori, defendiendo la Constitución de 1993, y en muchas otras causas. Quiero decir a propósito de Pease que es una persona a quien aprecio y respeto mucho, pero en esa ocasión pues simplemente se equivocó...
Que en una de las organizaciones más "rosadas" de la izquierda, en 1991, pocos meses antes del asesinato de María Elena Moyano y del autogolpe, la aceptación de los principios liberales haya sido tan difícil, es una muestra elocuente de cuán complicado es para la izquierda peruana aceptar una propuesta como la del liberalismo de izquierda. Claro que el que sea difícil no quita que sea necesario.
ACTUALIZACIÓN, 19 de mayo.
Ver comentarios adicionales de Gonzalo en:
http://gonzalogamio.blogspot.com/2007/05/entre-liberalismo-y-socialismo.html
les recomiendo el blog del filósofo Gonzalo Gamio, "Política y mundo ordinario". Lo he colocado como link en mi blog. Considero muy importantes sus esfuerzos por vincular la reflexión filosófica con temas prácticos, del "mundo ordinario". Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con sus ideas, pero al leerlo uno siempre aprende algo o se queda con algo en qué pensar. En su último post aboga por un "liberalismo de izquierda".
http://gonzalogamio.blogspot.com/2007/05/qu-clase-de-cultura-liberal.html
Traduzco sus reflexiones filosóficas en términos politológicos, no puedo escapar de mis sesgos profesionales. Gonzalo aboga por un proyecto social-demócrata en el país, que reconcilie las tradiciones liberal y socialista. Enfrenta un problema doble. De un lado, la inexistencia de una tradición liberal propiamente dicha lo suficientemente fuerte en el país: en la derecha hay más decisionistas que liberales; y hay liberales sólo en lo económico, pero no en lo político o social. Los más doctrinariamente liberales están en el periodismo, no en la política. Sobre estos temas, ya he comentado algo antes:
http://martintanaka.blogspot.com/2007/01/ayer-en-la-repblica-gonzalo-gamio.html
Ver también la columna de hoy de Juan Carlos Tafur, a quien considero otro de los pocos liberales en la prensa:
http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=1495&Itemid=66
El otro lado del problema es lo difícil que es para la izquierda aceptar los principios liberales, democrático-representativos. Ver por ejemplo qué rápido algunos se olvidan de esto cuando aparecen líderes como Humala, Chávez, Correa, o Morales. Apenas aparece un líder con retórica populista, acento distributivo y respaldo popular, se les mira con simpatía, no importa que cierren congresos, persigan a la oposición, violen la Constitución, etc.
Una anécdota personal, para ilustrar cuán reciente es la aceptación en la izquierda peruana de los principios liberales. Como algunos saben, tuve una breve (y frustrada) militancia como independiente dentro de Izquierda Unida, entre 1988 y 1990, y luego en el Movimiento de Afirmación Socialista (MAS), entre 1991, cuando se fundó, y 1992, cuando me fui a México a hacer el postgrado. Lo que cuento creo que fue en el congreso de fundación del MAS, en 1991. Ya entonces se hablaba de la posibilidad de un golpe de Estado, y de las violaciones al orden constitucional por parte de Fujimori. La ingenua y mínima "base estudiantil", "pequeño burguesa" del MAS en la PUCP presentó una moción "condenando al gobierno de Fujimori" y llamando a "defender las instituciones del Estado de derecho". Nuestra moción fue RECHAZADA. Recuerdo a Henry Pease, uno de los líderes del MAS, comentar que nuestra moción era una tontería, "cháchara liberal" fueron sus palabras. Recuerdo también a María Elena Moyano expresarse muy duramente de nuestra propuesta.
La idea entonces no era defender el Estado de derecho, la idea era fortalecer los "comités de autodefensa", y las bases de un "poder alternativo", de un régimen político alternativo. Sobre las posiciones políticas de María Elena Moyano y su asesinato ver de la CVR: http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20VII/Casos%20Ilustrativos-UIE/2.57.%20MOYANO%20Y%20PASCUALA.pdf
Como saben, muy poco tiempo después, Sendero Luminoso asesinó cobardemente a María Elena Moyano, y luego vino el autogolpe. Este asesinato marcó el final de la ilusión, dentro de la izquierda, de poder construir el camino de la autodefensa; a partir de allí, la clave empezó a ser la democratización e institucionalización de las fuerzas armadas. Y desde el autogolpe la clave empezó a ser la defensa del Estado de derecho y la institucionalización del régimen democrático. Desde entonces nuestro líder Henry Pease tuvo que luchar precisamente por la defensa de los principios liberales... lucha que hizo de manera muy valiente, ciertamente, como cuando denunció desde el Congreso los asesinatos de los estudiantes y el profesor de La Cantuta por el grupo Colina, y luchó por la autonomía del poder judicial; o cuando luchó en contra de la segunda reelección de Fujimori, defendiendo la Constitución de 1993, y en muchas otras causas. Quiero decir a propósito de Pease que es una persona a quien aprecio y respeto mucho, pero en esa ocasión pues simplemente se equivocó...
Que en una de las organizaciones más "rosadas" de la izquierda, en 1991, pocos meses antes del asesinato de María Elena Moyano y del autogolpe, la aceptación de los principios liberales haya sido tan difícil, es una muestra elocuente de cuán complicado es para la izquierda peruana aceptar una propuesta como la del liberalismo de izquierda. Claro que el que sea difícil no quita que sea necesario.
ACTUALIZACIÓN, 19 de mayo.
Ver comentarios adicionales de Gonzalo en:
http://gonzalogamio.blogspot.com/2007/05/entre-liberalismo-y-socialismo.html
viernes, 11 de mayo de 2007
Se va Tony Blair...
Se va Tony Blair... les recomiendo algunos enlaces de artículos que he leído en estos días.
http://www.newstatesman.com/special_issues/tony-blair
http://commentisfree.guardian.co.uk/category/ten_years_of_blair/
http://www.economist.com/world/displaystory.cfm?story_id=9150734
http://www.guardian.co.uk/commentisfree/story/0,,2076177,00.html
http://www.guardian.co.uk/commentisfree/story/0,,2065549,00.html
http://www.spiegel.de/international/europe/0,1518,482199,00.html
miércoles, 9 de mayo de 2007
Jean Daniel sobre las elecciones en Francia (y algo más)
[Muy buen artículo...]
En todos los comentarios sobre la victoria de Nicolas Sarkozy en las elecciones francesas -y, por tanto, sobre la derrota de Ségolène Royal- puede advertirse, sobre todo cuando esos comentarios vienen del extranjero, un aroma de tristeza y pesar. Incluso cierta ternura. Ocurre hasta cuando los autores de esos artículos consideran que la elección del nuevo presidente es para Francia una posibilidad de acabar con este famoso "modelo" que constituye, se supone, el handicap que aísla a Francia de otras naciones europeas, aunque sean socialistas.
Esta tristeza y este pesar tienen una dimensión novelesca e incluso estética. Nos gustaba que un país como Francia estuviera dirigido por una mujer que se ajusta tanto a la imagen habitual de "la Marianne ideal". La candidata de la izquierda no sólo posee una belleza cautivadora, que no se alteró con ninguna de las agotadoras experiencias de la campaña, sino que tiene una dicción y un vocabulario propios de una clase determinada de conservadores católicos refugiados en esa Francia profunda en la que no estamos acostumbrados a topar con portavoces de la izquierda. Un padre militar, una familia que no falta jamás a la misa del domingo y una disciplina moral casi puritana: de ese entorno salió una heroína socialista que habla en nombre del pueblo. Nada que ver con Rosa Luxemburgo, la revolucionaria berlinesa de principios del siglo XX, ni con Margaret Thatcher ni Angela Merkel. Nada que ver con Indira Gandhi ni con Golda Meir. Sólo la paquistaní Benazir Bhutto, tal vez, podría competir con el encanto de Ségolène Royal, pero no era ninguna revolucionaria.
Además, ese apellido, Royal, que ha permitido soñar. Francia sigue siendo monárquica, y al pueblo le ha gustado poder pronunciar ese nombre sin tener que renunciar a sus ideas. Todos los amigos de Francia, e incluso todos los que, en Nueva York, Roma o Madrid, se sienten a menudo exasperados por la famosa "arrogancia francesa", han dado la impresión de sentir cierto placer literario observando la insólita trayectoria de esta mujer solitaria, obstinada y que, bajo la sonrisa luminosa, oculta un carácter indomable.
[Artículo completo en: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Juana/Arco/cayo/derrotada/Bonaparte/elpporopi/20070509elpepiopi_6/Tes]
ACTUALIZACIÓN: Ver también, en francés, el debate entre André Glucksman y Bernard-Henri Lévy, del NouvelObs. Buenazo.
http://hebdo.nouvelobs.com/hebdo/parution/p2217/articles/a342229-Le_duel_BHLGlucksmann.html
ACTUALIZACIÓN 11 de mayo. Ver también:
http://www.economist.com/world/europe/displaystory.cfm?story_id=9149752
http://www.digitalnpq.org/articles/global/174/05-09-2007/anthony_giddens
ACTUALIZACIÓN: 13 de mayo. Otra de Giddens, en francés, de Le Monde.
http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0@2-823448,36-907159@51-907168,0.html
En todos los comentarios sobre la victoria de Nicolas Sarkozy en las elecciones francesas -y, por tanto, sobre la derrota de Ségolène Royal- puede advertirse, sobre todo cuando esos comentarios vienen del extranjero, un aroma de tristeza y pesar. Incluso cierta ternura. Ocurre hasta cuando los autores de esos artículos consideran que la elección del nuevo presidente es para Francia una posibilidad de acabar con este famoso "modelo" que constituye, se supone, el handicap que aísla a Francia de otras naciones europeas, aunque sean socialistas.
Esta tristeza y este pesar tienen una dimensión novelesca e incluso estética. Nos gustaba que un país como Francia estuviera dirigido por una mujer que se ajusta tanto a la imagen habitual de "la Marianne ideal". La candidata de la izquierda no sólo posee una belleza cautivadora, que no se alteró con ninguna de las agotadoras experiencias de la campaña, sino que tiene una dicción y un vocabulario propios de una clase determinada de conservadores católicos refugiados en esa Francia profunda en la que no estamos acostumbrados a topar con portavoces de la izquierda. Un padre militar, una familia que no falta jamás a la misa del domingo y una disciplina moral casi puritana: de ese entorno salió una heroína socialista que habla en nombre del pueblo. Nada que ver con Rosa Luxemburgo, la revolucionaria berlinesa de principios del siglo XX, ni con Margaret Thatcher ni Angela Merkel. Nada que ver con Indira Gandhi ni con Golda Meir. Sólo la paquistaní Benazir Bhutto, tal vez, podría competir con el encanto de Ségolène Royal, pero no era ninguna revolucionaria.
Además, ese apellido, Royal, que ha permitido soñar. Francia sigue siendo monárquica, y al pueblo le ha gustado poder pronunciar ese nombre sin tener que renunciar a sus ideas. Todos los amigos de Francia, e incluso todos los que, en Nueva York, Roma o Madrid, se sienten a menudo exasperados por la famosa "arrogancia francesa", han dado la impresión de sentir cierto placer literario observando la insólita trayectoria de esta mujer solitaria, obstinada y que, bajo la sonrisa luminosa, oculta un carácter indomable.
[Artículo completo en: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Juana/Arco/cayo/derrotada/Bonaparte/elpporopi/20070509elpepiopi_6/Tes]
ACTUALIZACIÓN: Ver también, en francés, el debate entre André Glucksman y Bernard-Henri Lévy, del NouvelObs. Buenazo.
http://hebdo.nouvelobs.com/hebdo/parution/p2217/articles/a342229-Le_duel_BHLGlucksmann.html
ACTUALIZACIÓN 11 de mayo. Ver también:
http://www.economist.com/world/europe/displaystory.cfm?story_id=9149752
http://www.digitalnpq.org/articles/global/174/05-09-2007/anthony_giddens
ACTUALIZACIÓN: 13 de mayo. Otra de Giddens, en francés, de Le Monde.
http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0@2-823448,36-907159@51-907168,0.html
martes, 8 de mayo de 2007
La nacionalidad y la patria, a propósito de Fernando Vallejo
Conocerán todos al escritor colombiano Fernando Vallejo, autor de La virgen de los sicarios (1994), entre otros. No me gustó ese libro, me pareció exageradamente renegón, demasiado monocorde. Hablo desde mi gusto personal, no como experto, que no lo soy, por supuesto. Pero mi punto es otro. El asunto es que Vallejo, recientemente, renunció a la nacionalidad colombiana, y se nacionalizó mexicano: a continuación, la carta pública de Vallejo, tomada de la revista Semana.
http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=103098
"A México llegué el 25 de febrero de 1971, vale decir hace 36 años largos, más de la mitad de mi vida, a los que hay que sumarles un año que viví antes en Nueva York. ¿Y por qué no estaba en Colombia durante todo ese tiempo? Porque Colombia me cerró las puertas para que me ganara la vida de una forma decente que no fuera en el gobierno ni en la política a los que desprecio y me puso a dormir en la calle tapándome con periódicos y junto a los desarrapados de la Carrera Séptima y a los perros abandonados, que desde entonces considero mis hermanos. Me fui a Nueva York a tratar de hacer cine, que es lo que había estudiado, y de allá me vine a México y en pocos años conseguí que Conacite 2, una de las tres compañías cinematográficas del Estado mexicano, me financiara mi primera película, Crónica roja, de tema colombiano.
Entonces regresé a Bogotá a tratar de filmarla con el dinero mexicano. ¡Imposible! Ahí estaba el Incomex para impedirme importar el negativo y los equipos; la Dirección de Tránsito para no darme los permisos que necesitaba para filmar en las calles; el Ministerio de Relaciones Exteriores para no darme las visas de los técnicos que tenía que traer de México; la policía para no darme su protección durante el rodaje y el permiso de que mis actores usaran uniformes como los suyos y pistolas de utilería pues había policías en mi historia... Y así, un largo etcétera de cuando menos veinte dependencias burocráticas con que tuve que tratar y que lo más que me dieron fue un tinto después de ponerme a hacer antesalas durante horas.
Entonces resolví filmarla en México reconstruyendo a Colombia. En Jalapa, la capital del Estado de Veracruz, por ejemplo, encontré calles que se parecían a las de los barrios de Belén y de la Candelaria de Bogotá y allí filmé algunas secuencias. Con actores y técnicos mexicanos, con dinero mexicano e infinidad de tropiezos logré hacer en México mi película colombiana a la que Colombia se oponía, soñando que la iban a ver mis paisanos en los teatros colombianos. ¿Saben entonces qué pasó? Que mi mezquina patria la prohibió aduciendo que era una apología al delito. Una apología al delito que se basaba en hechos reales que en su momento la opinión pública conoció y que salió en todos los periódicos, la del final de los dos hermanos Barragán, unos muchachitos a los que la policía masacró en un barrio del sur de Bogotá. A cuantas instancias burocráticas apelé, empezando por la Junta de Censura y acabando en el Consejo de Estado, la prohibieron. Nadie en Colombia, ni una sola persona, levantó su voz para protestar por el atropello, que no era sólo a mí sino al sueño de todos los cineastas colombianos, quienes por lo demás, sea dicho de paso, también guardaron silencio.
Como yo soy muy terco volví a repetir el intento con mi segunda película colombiana, En la tormenta, sobre el enfrentamiento criminal entre conservadores y liberales en el campo cuando la época llamada de la Violencia con mayúscula, y con igual resultado: no me la dejaron filmar, la tuve que hacer en México y me la prohibieron, aduciendo que el momento era muy delicado para permitir una película así. Como yo sólo quería hacer cine colombiano y no mexicano, ni italiano, ni japonés, ni marciano, desistí del intento. En alguno de mis libros, aunque ya no me acuerdo en cuál, conté todo esto pero con más detalle: los camiones de escalera y los pueblitos colombianos que tuve que construir, los platanares y cafetales que tuve que sembrar en las afueras de la ciudad de México, los ríos quietos como el Papaloapan que tuve que mover para que arrastraran los cadáveres de los asesinados con la ira del río Cauca, la utilería que tuve que mandar a hacer o traer de Colombia a México, como las placas de los carros y las botellas de cerveza... Nunca acabaría de contarte cosas. Te lo resumo en una sola frase: Colombia, la mala patria que me cupo en suerte, acabó con mis sueños de cineasta.
Entonces me puse a escribir y durante diez años investigué, día tras día tras día, en un país o en otro o en otro, en bibliotecas y hemerotecas de muchos lados, sobre la vida de Barba Jacob, mi paisano, el poeta de Antioquia, que durante tantos años vivió en México y que aquí murió, y acabada mi investigación de diez años en uno más la escribí y me puse a buscar quién la editara. Se acercaba el año 1983, el del centenario del nacimiento de Barba Jacob, y el Congreso colombiano se interesaba en ello. No creían lo que yo les contaba del poeta ni los años que llevaba siguiéndole sus huellas. Me pidieron que les mandara pruebas y les mandé entonces fotos e infinidad de documentos. Nada de eso me devolvieron, con todo se quedaron y el libro lo pensaban publicar en mimeógrafo. Les contesté que eso no sólo no era digno de Barba Jacob, un gran poeta, sino de ellos mismos, unos aprovechadores públicos que se designaban como el Honorable Congreso de la República. Que se respetaran. Entonces publiqué mi biografía Barba Jacob el mensajero en México con dinero de amigos mexicanos.
Cuantas veces me ha podido atropellar Colombia me ha atropellado. Hace un año me quería meter preso por un artículo que escribí en la revista SoHo señalando las contradicciones y las ridiculeces de los Evangelios. Eso dizque era un agravio a la religión y me demandaron. ¡Agravios a la religión en el país de la impunidad! En que los asesinos y genocidas andan libres por las calles, como es el caso de los paramilitares, con la bendición de su cómplice el sinvergüenza de Álvaro Uribe que han reelegido en la presidencia. Desde niño sabía que Colombia era un país asesino, el más asesino de la tierra, encabezando año tras año, imbatible, las estadísticas de la infamia. Después, por experiencia propia, fui entendiendo que además de asesino era atropellador y mezquino. Y cuando reeligieron a Uribe descubrí que era un país imbécil. Entonces solicité mi nacionalización en México, que me dieron la semana pasada. Así que quede claro: esa mala patria de Colombia ya no es la mía y no quiero volver a saber de ella. Lo que me reste de vida lo quiero vivir en México y aquí me pienso morir".
Fernando Vallejo
México, mayo 6 de 2007
La carta de Vallejo me hace recordar, manteniendo las distancias, al poeta peruano Elqui Burgos, quien en varias entrevistas contaba, si la memoria no me falla, lo mal que lo ha tratado "el Perú", en términos de que acá no podía hacer nada, y que en varias de las veces en que ha venido de visita, lo han maltratado, asaltado, en fin. Le va mejor en París, y no le interesa ser peruano.
Recuerdo también a finales de los años ochenta, una conferencia en el IEP, en la que Luis Pásara dijo algo así como que había llegado a la conclusión de que el país se iba al hoyo irremediablemente, y que por eso él se iba a vivir al extranjero. Javier Iguíñiz comentó señalando cómo en el Perú hay ciudadanos con pasaporte, otros con libreta electoral y otros con libreta militar (añadiría yo que la lista de privilegio deberían encabezarla quienes tienen más de una nacionalidad).
Países como Colombia y el Perú son maltratadores con su gente, qué duda cabe (México también, dicho sea de paso). En general, todos los países pobres. Faltan oportunidades, se genera fustración, hay talento desperdiciado que en otros contextos florecería, la escasez genera argollas, qué duda cabe. Frente a eso, algunos, como Vallejo, reniegan de su nacionalidad, de su patria, y adoptan otra.
Entiendo perfectamente que la gente opte por migrar y buscar oportunidades fuera si en su país no las encuentra. Millones de peruanos lo hacen, junto a millones de otras nacionalidades, tal como lo hicieron otros millones de otras nacionalidades en el pasado. Mis abuelos hicieron una migración tan lejana como ir de Fukuoka al Perú. Lo que no veo es por qué eso tiene que llevar a pelearte con tu país de origen. Por lo general, los migrantes extrañan su país, y si están fuera es porque tienen mejores oportunidades, porque evalúan que su país está pasando por un mal momento, o que es víctima de malos gobernantes o de infortunadas circunstancias, pero es más bien excepcional que el país aparezca como victimario. Supongo que una elemental experiencia humana es desarrollar un fuerte vínculo emocional con tu terruño, al igual que con tu familia. Comparto la desconfianza en el nacionalismo como ideología; en cambio, como la mayoría, me identifico irremediablemente con mi país.
Supongo que por eso me deja un pésimo sabor de boca esa actitud de despotricar contra tu país y tus compatriotas. Hablo de frases como "país asesino, atropellador, mezquino, imbécil", por ejemplo. Ser crítico con la realidad de tu país y del mundo es otra cosa. La crítica es necesaria, busca mejorar las cosas. El que despotrica solo busca romper palitos y terminar una relación. Si has tenido algunas malas experiencias, como todos las tenemos, no tenemos por qué atribuírselas al país: cada una de esas malas experiencias tiene una explicación y un responsable concreto, que evidentemente no es un país entero. No es que Colombia sea un país asesino, atropellador, mezquino, imbécil; es más bien que en Colombia hay asesinos, atropelladores, mezquinos, imbéciles. Y también hay mucha otra gente noble, altruista, respetuosa, generosa, virtuosa, talentosa. La pregunta es cómo nos ponemos del lado de los buenos y los ayudamos en su pelea con los malos. Despotricar por despotricar no ayuda, me parece.
Me molesta también el razonamiento colectivista, culpar a un país... es como culpar a una nacionalidad, a una raza, a una religión... hay un razonamiento medio fascista en el alegato de Vallejo. Se pierden de vista a los individuos. Algunos son culpables; muchos otros, la mayoría, inocentes, y víctimas también. En fin, ya me dirán que piensan.
Las protestas locales son protestas locales
Artículo publicado en Perú21, martes 8 de mayo de 2007
De la dinámica política en los Estados Unidos se suele decir que "all (national) politics is local politics": la política es, esencialmente, política local; la política nacional se juega en las relaciones entre actores que negocian las agendas de sus circunscripciones. Del Perú, durante las décadas de los años setenta y ochenta, se podría decir lo contrario: "All local politics is national politics". Es decir, la dinámica local era determinada por las agendas de los actores nacionales. Cualquier sindicato u organización popular en el campo o en la ciudad rápidamente se alineaba siguiendo las agendas de actores nacionales. A inicios de la década de los años noventa, el dirigente de la CGTP Valentín Pacho atribuía a esto la crisis del sindicalismo: en el nivel de las bases podía haber unión, pero las lógicas partidistas nacionales creaban las divisiones.
Hoy, podría decirse que "all local politics is local politics". La política local responde, esencialmente, a dinámicas locales. El colapso de los sistemas de representación e intermediación y la fragmentación resultante han determinado que las lógicas que explican las conductas de los actores locales, sus estrategias, intereses, reclamos, se puedan entender sin necesidad de salir del ámbito local. Es cierto que por allí aparece alguno que otro militante de alguno de los humalismos, o de Patria Roja, o de algún otro grupo: sin embargo, en realidad se trata de actores locales que utilizan los logos nacionales (sería mejor decir limeños) con una lógica meramente instrumental. No es que las organizaciones nacionales, a través de operadores locales, dirijan las acciones; son los actores locales los que utilizan los logos nacionales para sus propósitos particulares. Por ello, quien hoy aparece como humalista, por ejemplo, antes puede haber sido de Somos Perú; quien hoy es de UPP, antes puede haber sido de Unidad Nacional o de Vamos Vecino.
Otra cuestión que no debemos perder de vista es que estos operadores locales enfrentan, respecto a la población en nombre de la cual actúan, los mismos problemas de representación (en su escala) que tienen los actores nacionales. No existen, propiamente hablando, élites o dirigencias locales suficientemente legitimadas. Si la población las sigue es porque también le resultan circunstancialmente útiles para sus propósitos reivindicativos. Por ello, para el Gobierno, estas protestas son difíciles de prevenir y, luego, relativamente fáciles de desactivar, aunque después de una sucesión de negociaciones ad-hoc muy desgastantes. Al menos hasta ahora...
De la dinámica política en los Estados Unidos se suele decir que "all (national) politics is local politics": la política es, esencialmente, política local; la política nacional se juega en las relaciones entre actores que negocian las agendas de sus circunscripciones. Del Perú, durante las décadas de los años setenta y ochenta, se podría decir lo contrario: "All local politics is national politics". Es decir, la dinámica local era determinada por las agendas de los actores nacionales. Cualquier sindicato u organización popular en el campo o en la ciudad rápidamente se alineaba siguiendo las agendas de actores nacionales. A inicios de la década de los años noventa, el dirigente de la CGTP Valentín Pacho atribuía a esto la crisis del sindicalismo: en el nivel de las bases podía haber unión, pero las lógicas partidistas nacionales creaban las divisiones.
Hoy, podría decirse que "all local politics is local politics". La política local responde, esencialmente, a dinámicas locales. El colapso de los sistemas de representación e intermediación y la fragmentación resultante han determinado que las lógicas que explican las conductas de los actores locales, sus estrategias, intereses, reclamos, se puedan entender sin necesidad de salir del ámbito local. Es cierto que por allí aparece alguno que otro militante de alguno de los humalismos, o de Patria Roja, o de algún otro grupo: sin embargo, en realidad se trata de actores locales que utilizan los logos nacionales (sería mejor decir limeños) con una lógica meramente instrumental. No es que las organizaciones nacionales, a través de operadores locales, dirijan las acciones; son los actores locales los que utilizan los logos nacionales para sus propósitos particulares. Por ello, quien hoy aparece como humalista, por ejemplo, antes puede haber sido de Somos Perú; quien hoy es de UPP, antes puede haber sido de Unidad Nacional o de Vamos Vecino.
Otra cuestión que no debemos perder de vista es que estos operadores locales enfrentan, respecto a la población en nombre de la cual actúan, los mismos problemas de representación (en su escala) que tienen los actores nacionales. No existen, propiamente hablando, élites o dirigencias locales suficientemente legitimadas. Si la población las sigue es porque también le resultan circunstancialmente útiles para sus propósitos reivindicativos. Por ello, para el Gobierno, estas protestas son difíciles de prevenir y, luego, relativamente fáciles de desactivar, aunque después de una sucesión de negociaciones ad-hoc muy desgastantes. Al menos hasta ahora...
lunes, 7 de mayo de 2007
Entrevista en Domingo de La República
Ayer domingo salió publicada una entrevista que me hicieron en el suplemento Domingo de La República. Les aviso porque creo que refleja bien algunos temas que he desarrollado en este blog. Saludos.
http://www.larepublica.com.pe/content/view/155602/
http://www.larepublica.com.pe/content/view/155602/
sábado, 5 de mayo de 2007
Gobernablidad democrática en AL, por Navia y Walker
Recomiendo la lectura de este texto...
Gobernabilidad democrática en América Latina (instituciones y liderazgos)
Por Patricio Navia e Ignacio Walker
2 de mayo de 2007
Si hace dos décadas la preocupación de los países de la región consistía en hacer posibles las transiciones a la democracia, dos décadas después el principal desafío consiste en alcanzar y asegurar la gobernabilidad democrática. Para abordar adecuadamente en qué consiste el reto que enfrentan los países de la región, aquí nos abocamos a dos grandes temas. Primero, discutimos en qué consiste la democracia. En esta discusión teórico-práctica nos detenemos en lo que consideramos uno de los principales desafíos de la democracia en América Latina: la consolidación de la democracia en un contexto favorable para la aparición de liderazgos populistas. Definimos el populismo tentativamente como la tendencia de los líderes .usualmente presidentes. a disminuir el número de actores de veto en el sistema político, deteniéndonos en el análisis de las tensiones entre instituciones y liderazgos. En una segunda parte, nos abocamos a discutir cómo ha funcionado la democracia en América Latina en los últimos 15 años, a partir de las reformas económicas neoliberales del llamado Consenso de Washington. Nos detenemos en el análisis y las tensiones entre “democracia de instituciones” y “democracia personalista”, las que identificamos con respuestas no populistas y populistas, respectivamente, a las reformas neoliberales de la década de 1990. Argumentamos que es la democracia de instituciones la más funcional o acorde con las exigencias de la gobernabilidad democrática en América Latina.
[Texto completo en: http://www.cadal.org/documentos/documento_70.pdf]
Gobernabilidad democrática en América Latina (instituciones y liderazgos)
Por Patricio Navia e Ignacio Walker
2 de mayo de 2007
Si hace dos décadas la preocupación de los países de la región consistía en hacer posibles las transiciones a la democracia, dos décadas después el principal desafío consiste en alcanzar y asegurar la gobernabilidad democrática. Para abordar adecuadamente en qué consiste el reto que enfrentan los países de la región, aquí nos abocamos a dos grandes temas. Primero, discutimos en qué consiste la democracia. En esta discusión teórico-práctica nos detenemos en lo que consideramos uno de los principales desafíos de la democracia en América Latina: la consolidación de la democracia en un contexto favorable para la aparición de liderazgos populistas. Definimos el populismo tentativamente como la tendencia de los líderes .usualmente presidentes. a disminuir el número de actores de veto en el sistema político, deteniéndonos en el análisis de las tensiones entre instituciones y liderazgos. En una segunda parte, nos abocamos a discutir cómo ha funcionado la democracia en América Latina en los últimos 15 años, a partir de las reformas económicas neoliberales del llamado Consenso de Washington. Nos detenemos en el análisis y las tensiones entre “democracia de instituciones” y “democracia personalista”, las que identificamos con respuestas no populistas y populistas, respectivamente, a las reformas neoliberales de la década de 1990. Argumentamos que es la democracia de instituciones la más funcional o acorde con las exigencias de la gobernabilidad democrática en América Latina.
[Texto completo en: http://www.cadal.org/documentos/documento_70.pdf]
jueves, 3 de mayo de 2007
Mstislav Rostropovich, 1927-2007
Falleció el maestro Rostropovich la semana pasada. No solamente fue un músico extraordinario, un cellista excelso, sino también un activista de la causa de los derechos humanos en la ex Unión Soviética. Amigo de Soljenitzin y Sajarov, otros disidentes soviéticos, sufrió persecución y destierro. Siempre lo admiré en estas dos facetas, especialmente después de ver el documental "Rostropovich Returns to Russia" (1992). Les recomiendo el obituario del NYT, muy informativo, y la famosa entrevista en la cual dice que lo mejor que hizo en su vida es haber enviado, en 1970, una carta de protesta a Pravda reclamando por el acoso al trabajo de artistas e intelectuales, carta que le valió persecución y luego exilio. Por eso su retorno a Rusia, en 1992, registrado en el documental mencionado, resulta tan emotivo, así como verlo tocando en las ruinas del muro de Berlín después de su caída.
JT: As you approach your 75th birthday, there are international celebrations not only for your artistry but also for your tremendous courage defending humanitarian causes. When you wrote your letter to Pravda in 1970 you risked your life, and this example has been a source of great strength to many people all over the world ever since.
MR: I must tell you something interesting about my life. When I feel a little bit tired or I feel something is not so good, I have one fantastic medicine and that's a real secret: I read the letter I wrote to Pravda — even now. And honestly, when I read this, I have tears in my eyes. I so appreciate that God gave me the possibility to write this letter at that time. I tell you, if you ask me what is the best step I have taken in my life, it was not in music. In my life, the best step I took is contained in just one page of this letter. Since then my conscience has been clean and clear.
http://www.nytimes.com/2007/04/27/arts/music/27cnd-Rostropovichcnd.html?_r=1&ei=5087%0A&en=&em=&pagewanted=all
http://www.andante.com/article/article.cfm?id=16209
http://www.andante.com/article/article.cfm?id=16210
martes, 1 de mayo de 2007
Intelectuales franceses que apoyan a Royal...
Hace algún tiempo comenté sobre las posiciones de los intelectuales franceses en estas elecciones:
http://martintanaka.blogspot.com/2007/03/intelectuales-franceses-y-las.html
http://martintanaka.blogspot.com/2007/03/ms-sobre-intelectuales-y-elecciones-en.html
Ahora veo un nuevo pronunciamiento a favor de Royal. Lo firman, entre muchos otros, François Dubet, Zaki Laïdi, Loïc Wacquant, y Dominique Wolton. De otro lado, en Le Point Bernard Henri-Lévy reitera su preferencia por Royal:
http://www.lepoint.fr/content/debats/article.html?id=180444
Un appel d'universitaires, chercheurset personnalités en faveur de Royal
NOUVELOBS.COM 30.04.2007 18:22
Voici le texte d'un appel lancé sur nouvelobs.com par des universitaires, des chercheurs et des personnalités du monde de la culture, en faveur de Ségolène Royal pour le second tour de la présidentielle.
En ces moments de doute généralisé et d’incertitude sur la marche du monde, ce dont nous sommes au moins absolument certains, c’est que la France que nous voulons n’est pas celle de Nicolas Sarkozy.
La France que nous aimons est celle qui reste fidèle aux idéaux des Lumières et des Droits de l’Homme, qui est porteuse des valeurs de Justice, d’Egalité, de Progrès, et de Liberté.
Parce que nous abhorrons la France du tout sécuritaire et des dérives autoritaires. Des pressions sur la presse et de la confusion des pouvoirs. Des lobbys et des puissances financières Du darwinisme social, et de l’inné plutôt que de l’acquis. Du tous contre tous, des plus forts contre les plus faibles et des « communautés » dressées les unes contre les autres.
Parce que nous aimons la France où tous les hommes et les femmes, surtout nos adversaires, puissent avoir la liberté de penser et de parler sans crainte de représailles...
Parce que nous sommes attachés à notre modèle social, seul rempart contre les injustices et les accidents de la vie.
Parce que nous voulons d’une France apaisée, solidaire, et riche de sa diversité, dont tous les enfants, qu’ils s’appellent Maurice, Sophie, Sarah, Rachida ou Amadou, puissent se sentir filles et fils de la République.
Parce que la France n’est vraiment elle-même que quand elle se soucie de l’universel. Et que quoi qu’on dise, la voix de la France porte dans le monde à cause des valeurs de justice, d’égalité et de laïcité.
Parce qu’il faut partager les pouvoirs et non les concentrer.
Nous appelons donc solennellement toutes celles et tous ceux qui aiment la France, à faire du 6 mai 2007 la victoire des idéaux démocratiques et républicains, en votant et en faisant voter pour Ségolène Royal !
Les signataires...
[La lista completa pueden verla en: http://tempsreel.nouvelobs.com/speciales/elysee_2007/
20070430.OBS4869/
un_appel_duniversitaires_chercheurset_personnalites_en_.html]
http://martintanaka.blogspot.com/2007/03/intelectuales-franceses-y-las.html
http://martintanaka.blogspot.com/2007/03/ms-sobre-intelectuales-y-elecciones-en.html
Ahora veo un nuevo pronunciamiento a favor de Royal. Lo firman, entre muchos otros, François Dubet, Zaki Laïdi, Loïc Wacquant, y Dominique Wolton. De otro lado, en Le Point Bernard Henri-Lévy reitera su preferencia por Royal:
http://www.lepoint.fr/content/debats/article.html?id=180444
Un appel d'universitaires, chercheurset personnalités en faveur de Royal
NOUVELOBS.COM 30.04.2007 18:22
Voici le texte d'un appel lancé sur nouvelobs.com par des universitaires, des chercheurs et des personnalités du monde de la culture, en faveur de Ségolène Royal pour le second tour de la présidentielle.
En ces moments de doute généralisé et d’incertitude sur la marche du monde, ce dont nous sommes au moins absolument certains, c’est que la France que nous voulons n’est pas celle de Nicolas Sarkozy.
La France que nous aimons est celle qui reste fidèle aux idéaux des Lumières et des Droits de l’Homme, qui est porteuse des valeurs de Justice, d’Egalité, de Progrès, et de Liberté.
Parce que nous abhorrons la France du tout sécuritaire et des dérives autoritaires. Des pressions sur la presse et de la confusion des pouvoirs. Des lobbys et des puissances financières Du darwinisme social, et de l’inné plutôt que de l’acquis. Du tous contre tous, des plus forts contre les plus faibles et des « communautés » dressées les unes contre les autres.
Parce que nous aimons la France où tous les hommes et les femmes, surtout nos adversaires, puissent avoir la liberté de penser et de parler sans crainte de représailles...
Parce que nous sommes attachés à notre modèle social, seul rempart contre les injustices et les accidents de la vie.
Parce que nous voulons d’une France apaisée, solidaire, et riche de sa diversité, dont tous les enfants, qu’ils s’appellent Maurice, Sophie, Sarah, Rachida ou Amadou, puissent se sentir filles et fils de la République.
Parce que la France n’est vraiment elle-même que quand elle se soucie de l’universel. Et que quoi qu’on dise, la voix de la France porte dans le monde à cause des valeurs de justice, d’égalité et de laïcité.
Parce qu’il faut partager les pouvoirs et non les concentrer.
Nous appelons donc solennellement toutes celles et tous ceux qui aiment la France, à faire du 6 mai 2007 la victoire des idéaux démocratiques et républicains, en votant et en faisant voter pour Ségolène Royal !
Les signataires...
[La lista completa pueden verla en: http://tempsreel.nouvelobs.com/speciales/elysee_2007/
20070430.OBS4869/
un_appel_duniversitaires_chercheurset_personnalites_en_.html]
Sobre "The Civil Sphere", de Jeffrey Alexander
Excelente reseña, sobre un libro que parece fundamental. Veo que no está en la biblioteca de la PUCP, pediré que lo compren...
Social Skills, by Alan Wolfe
The New Republic
Issue date 04.23.07
Alan Wolfe is a contributing editor at The New Republic
The Civil Sphere, by Jeffrey C. Alexander (Oxford University Press, 2006, 793 pp., $35)
I.
Can sociology be saved? It ought to be. Not long ago, sociology was the most promising of the social sciences. At a time when economists had not yet discovered rational actors and political scientists belonged to government departments, sociology was the American social science most in touch with the great minds of Europe. Inspired by Emile Durkheim and Max Weber, sociologists wrote books that grappled with the contradictions and the potentialities of the modern condition. Even when it was in the grip of academic professionalism, sociology was distinctive. America's most famous sociologist during the 1940s and 1950s was Talcott Parsons of Harvard, a dreadful writer and a builder of imponderably complex classifications, but for all his abstruseness Parsons addressed many of the salient issues of his time (notably McCarthyism) and many of his collaborators and students--Edward Shils, Robert K. Merton, Robert Bellah, Neil Smelser--became giants in the field.
By the time the 1960s rolled around, radical students were ready for sociology--and sociology was ready for them. Out at Berkeley, Nathan Glazer and Seymour Martin Lipset greeted the New Left with something less than enthusiasm; for them, the student movement seemed uncomfortably close to European extremism. But then there was Columbia's C. Wright Mills, a Camus-like figure to the radicals of his day, whose books were read as holy scripture. And even if the radical students did not like what thinkers such as Daniel Bell or David Riesman said about them, their understanding of American society was deepened by The End of Ideology and The Lonely Crowd. In the heady atmosphere of the time, sociology, like left-wing politics, looked like a growth industry. The idea that one or the other--let alone both--would enter a steep period of decline simply did not seem possible.
Sociology is not completely dead, even if some of its former adherents, such as Peter Berger and Irving Louis Horowitz, have written its epitaph. There are figures--William Julius Wilson, Richard Sennett, Orlando Patterson, Paul Starr--who write for a broad general public. And others--Jerome Karabel, Kristin Luker, James Davison Hunter--have written important books that help Americans to understand such contentious issues as university admissions policies, abortion, and the culture war. Yet sociology does not attract the best and the brightest among college students, and few of its practitioners have become household names. (In 1954, David Riesman was on the cover of Time!) The field no longer has much use for its European originators. Half of the discipline is engaged in number-crunching, while the other half does thinly disguised (or completely overt) left-wing politics. Meanwhile, academics from all the social sciences, including sociology, turn to economics for models of human behavior, while political science attracts significant numbers of undergraduate majors and speaks to the issues central to the disasters of the Bush years. So sociology exists, but it does not flourish. Some universities have closed their sociology departments down. Others just leave them underfunded, knowing full well that their poorly paid members have nowhere else to go.
One reason why sociology may be in trouble--the most serious reason, come to think of it--is that it lacks both an agreed-upon subject matter and a distinctive methodology. Economists study things involving money, and even those who apply their skills to non-economic subjects, including faith and family, are linked to their disciplinary colleagues by the commitment to a common method. Political scientists have a pretty good idea of what politics is, and while they study power in many locations, including the international arena, they typically agree that power involves, in Harold Lasswell's pithy formulation, who gets what, when, and how. But what is sociology's proper area of study? It once was "society," a broad term that includes both economics and politics; but sociologists, given their current troubles, would be hard-pressed to be so confident and imperialistic today. Yet if not society, what? Unless sociologists can define with some precision a subject and a method unique to them, they will never recover the intellectual prestige that they once enjoyed.
Jeffrey Alexander's new book is the most audacious attempt in recent memory to establish a turf for the discipline of sociology. Alexander's aim is to offer "a new theory of society by defining a new sphere, its cultural structures, its institutions, and its boundary relations with discourses and institutions outside it." Sociology, in Alexander's view, does have a distinct subject matter and methodology, and he is going to tell us what they are and demonstrate what insights they can provide. These are big claims. If Alexander, who is certainly one of the most significant sociological theorists in the United States, makes good on his claims, his discipline has the potential to flourish once again. But if someone with his abilities and his accomplishments fails, then sociology is in worse trouble than we imagined.
II.
The subject matter of sociology, Alexander argues, is civil society...
[El texto completo en: http://martintanaka1.blogspot.com/2007/05/sobre-civil-sphere-de-jeffrey-alexander.html]
Social Skills, by Alan Wolfe
The New Republic
Issue date 04.23.07
Alan Wolfe is a contributing editor at The New Republic
The Civil Sphere, by Jeffrey C. Alexander (Oxford University Press, 2006, 793 pp., $35)
I.
Can sociology be saved? It ought to be. Not long ago, sociology was the most promising of the social sciences. At a time when economists had not yet discovered rational actors and political scientists belonged to government departments, sociology was the American social science most in touch with the great minds of Europe. Inspired by Emile Durkheim and Max Weber, sociologists wrote books that grappled with the contradictions and the potentialities of the modern condition. Even when it was in the grip of academic professionalism, sociology was distinctive. America's most famous sociologist during the 1940s and 1950s was Talcott Parsons of Harvard, a dreadful writer and a builder of imponderably complex classifications, but for all his abstruseness Parsons addressed many of the salient issues of his time (notably McCarthyism) and many of his collaborators and students--Edward Shils, Robert K. Merton, Robert Bellah, Neil Smelser--became giants in the field.
By the time the 1960s rolled around, radical students were ready for sociology--and sociology was ready for them. Out at Berkeley, Nathan Glazer and Seymour Martin Lipset greeted the New Left with something less than enthusiasm; for them, the student movement seemed uncomfortably close to European extremism. But then there was Columbia's C. Wright Mills, a Camus-like figure to the radicals of his day, whose books were read as holy scripture. And even if the radical students did not like what thinkers such as Daniel Bell or David Riesman said about them, their understanding of American society was deepened by The End of Ideology and The Lonely Crowd. In the heady atmosphere of the time, sociology, like left-wing politics, looked like a growth industry. The idea that one or the other--let alone both--would enter a steep period of decline simply did not seem possible.
Sociology is not completely dead, even if some of its former adherents, such as Peter Berger and Irving Louis Horowitz, have written its epitaph. There are figures--William Julius Wilson, Richard Sennett, Orlando Patterson, Paul Starr--who write for a broad general public. And others--Jerome Karabel, Kristin Luker, James Davison Hunter--have written important books that help Americans to understand such contentious issues as university admissions policies, abortion, and the culture war. Yet sociology does not attract the best and the brightest among college students, and few of its practitioners have become household names. (In 1954, David Riesman was on the cover of Time!) The field no longer has much use for its European originators. Half of the discipline is engaged in number-crunching, while the other half does thinly disguised (or completely overt) left-wing politics. Meanwhile, academics from all the social sciences, including sociology, turn to economics for models of human behavior, while political science attracts significant numbers of undergraduate majors and speaks to the issues central to the disasters of the Bush years. So sociology exists, but it does not flourish. Some universities have closed their sociology departments down. Others just leave them underfunded, knowing full well that their poorly paid members have nowhere else to go.
One reason why sociology may be in trouble--the most serious reason, come to think of it--is that it lacks both an agreed-upon subject matter and a distinctive methodology. Economists study things involving money, and even those who apply their skills to non-economic subjects, including faith and family, are linked to their disciplinary colleagues by the commitment to a common method. Political scientists have a pretty good idea of what politics is, and while they study power in many locations, including the international arena, they typically agree that power involves, in Harold Lasswell's pithy formulation, who gets what, when, and how. But what is sociology's proper area of study? It once was "society," a broad term that includes both economics and politics; but sociologists, given their current troubles, would be hard-pressed to be so confident and imperialistic today. Yet if not society, what? Unless sociologists can define with some precision a subject and a method unique to them, they will never recover the intellectual prestige that they once enjoyed.
Jeffrey Alexander's new book is the most audacious attempt in recent memory to establish a turf for the discipline of sociology. Alexander's aim is to offer "a new theory of society by defining a new sphere, its cultural structures, its institutions, and its boundary relations with discourses and institutions outside it." Sociology, in Alexander's view, does have a distinct subject matter and methodology, and he is going to tell us what they are and demonstrate what insights they can provide. These are big claims. If Alexander, who is certainly one of the most significant sociological theorists in the United States, makes good on his claims, his discipline has the potential to flourish once again. But if someone with his abilities and his accomplishments fails, then sociology is in worse trouble than we imagined.
II.
The subject matter of sociology, Alexander argues, is civil society...
[El texto completo en: http://martintanaka1.blogspot.com/2007/05/sobre-civil-sphere-de-jeffrey-alexander.html]
Izquierda, populismo, socialdemocracia
Artículo publicado en Perú21, martes 1 de mayo de 2007
Estuve el fin de la semana pasada en Buenos Aires, en una conferencia sobre las relaciones entre izquierda, populismo y democracia, organizada por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Hubo, por supuesto, muchos temas de interés; acá quiero presentar solamente uno. Después de las muchas elecciones ocurridas a lo largo de 2006, muchos hablaron de un "giro a la izquierda"; hoy, pasado el impresionismo inicial, encontramos que lo que sin duda hay es un gran descontento con los resultados de las políticas del "consenso de Washington", que se expresaron en el crecimiento electoral e, incluso, en la llegada al poder de diversas fuerzas críticas con el orden existente. Pero hablar de 'izquierda' es más problemático.
De un lado, tenemos fuerzas que provienen indudablemente de tradiciones de izquierda que han logrado reconciliar las tradiciones liberal y socialista en un proyecto socialdemócrata, pero cuyo gran desafío es establecer diferencias evidentes para la ciudadanía respecto de otros gobiernos en el plano distributivo. Nada fácil, porque es claro que prima la continuidad antes que la ruptura, que la distribución no debe atentar contra el crecimiento, y que se presentan problemas de gestión. Serían los casos de Bachelet en Chile, Lula en Brasil y Vázquez en Uruguay.
En otros casos, tenemos variantes diversas de expresiones populistas: líderes proclives al caudillismo, al autoritarismo, que buscan movilizar al pueblo sobre la base de discursos refundacionales, demagógicos y confrontacionales. Acá hay expresiones de muy diverso tipo, que van desde Kirchner en Argentina, Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, cada uno con sus particularidades. En todos estos casos, las izquierdas tradicionales, si bien se sienten cercanas emotivamente a estos proyectos, en el fondo no se pueden identificar plenamente con ellos. El personalismo de Chávez o de Correa, el indianismo de Morales y el carácter cerrado del peronismo conspiran contra el desarrollo de plataformas más netamente de izquierda. En el fondo, lo que ocurre es que la izquierda propiamente dicha está huérfana de respaldo popular y busca "reencontrarse con las masas" a través de estos otros proyectos que tienen tanto de populismo como de izquierda. Sin embargo, esta tiene que optar entre la 'soledad testimonial' o subirse al carro del populismo, pero quedando subordinada a un proyecto político ajeno. Liliana De Riz estableció claramente este dilema para el caso argentino.
¿Y en el Perú? Algo parecido: el Apra oscila entre una socialdemocracia conservadora y un populismo demagógico; el humalismo, entre un populismo tradicional y una incierta conversión hacia una opción de izquierda democrática; y la izquierda duda entre la soledad testimonial y la subordinación dentro de un proyecto populista ajeno. Nadie la tiene fácil. Sobre las opciones que tienen los grupos de derecha hablaremos en otra ocasión.
Estuve el fin de la semana pasada en Buenos Aires, en una conferencia sobre las relaciones entre izquierda, populismo y democracia, organizada por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Hubo, por supuesto, muchos temas de interés; acá quiero presentar solamente uno. Después de las muchas elecciones ocurridas a lo largo de 2006, muchos hablaron de un "giro a la izquierda"; hoy, pasado el impresionismo inicial, encontramos que lo que sin duda hay es un gran descontento con los resultados de las políticas del "consenso de Washington", que se expresaron en el crecimiento electoral e, incluso, en la llegada al poder de diversas fuerzas críticas con el orden existente. Pero hablar de 'izquierda' es más problemático.
De un lado, tenemos fuerzas que provienen indudablemente de tradiciones de izquierda que han logrado reconciliar las tradiciones liberal y socialista en un proyecto socialdemócrata, pero cuyo gran desafío es establecer diferencias evidentes para la ciudadanía respecto de otros gobiernos en el plano distributivo. Nada fácil, porque es claro que prima la continuidad antes que la ruptura, que la distribución no debe atentar contra el crecimiento, y que se presentan problemas de gestión. Serían los casos de Bachelet en Chile, Lula en Brasil y Vázquez en Uruguay.
En otros casos, tenemos variantes diversas de expresiones populistas: líderes proclives al caudillismo, al autoritarismo, que buscan movilizar al pueblo sobre la base de discursos refundacionales, demagógicos y confrontacionales. Acá hay expresiones de muy diverso tipo, que van desde Kirchner en Argentina, Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Morales en Bolivia, cada uno con sus particularidades. En todos estos casos, las izquierdas tradicionales, si bien se sienten cercanas emotivamente a estos proyectos, en el fondo no se pueden identificar plenamente con ellos. El personalismo de Chávez o de Correa, el indianismo de Morales y el carácter cerrado del peronismo conspiran contra el desarrollo de plataformas más netamente de izquierda. En el fondo, lo que ocurre es que la izquierda propiamente dicha está huérfana de respaldo popular y busca "reencontrarse con las masas" a través de estos otros proyectos que tienen tanto de populismo como de izquierda. Sin embargo, esta tiene que optar entre la 'soledad testimonial' o subirse al carro del populismo, pero quedando subordinada a un proyecto político ajeno. Liliana De Riz estableció claramente este dilema para el caso argentino.
¿Y en el Perú? Algo parecido: el Apra oscila entre una socialdemocracia conservadora y un populismo demagógico; el humalismo, entre un populismo tradicional y una incierta conversión hacia una opción de izquierda democrática; y la izquierda duda entre la soledad testimonial y la subordinación dentro de un proyecto populista ajeno. Nadie la tiene fácil. Sobre las opciones que tienen los grupos de derecha hablaremos en otra ocasión.
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