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Aprovecho la celebración del Día internacional de la mujer para hacer un pequeño comentario. Hace algunas semanas hubo cierto debate a raíz de un comentario desafortunado de Mariella Balbi ("Sendero era asesino y venal, pero no violaba") en medio de un artículo en el que comentaba el Oso de oro de la película "La teta asustada". Ver:
http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/buena-leche-dia-siguiente/20090217/247282
Por supuesto, Sendero sí violaba. Y también las fuerzas del orden durante la lucha contrasubversiva. Según la CVR, a propósito de los delitos sexuales,
"Con relación a los perpetradores, se trató tanto de los agentes del Estado como de los integrantes de Sendero Luminoso y del MRTA, aunque en diferentes magnitudes. En este sentido, alrededor del 83% de los actos de violación sexual son imputables al Estado y aproximadamente un 11% corresponden a los grupos subversivos (Sendero Luminoso y el MRTA). Si bien estos datos marcan una tendencia importante de la mayor responsabilidad del Estado en los actos de violencia sexual, es importante tener presente que los grupos subversivos fueron responsables de actos como aborto forzado, unión forzada, servidumbre sexual" (p. 374).
Atención con respecto a las fuerzas del orden. Ha habido mucho escándalo cada vez que se recordaba que la CVR decía que en ciertos momentos y lugares, podía hablarse de patrones de violación sistemática y generalizada de violación a los derechos humanos. Pues una muestra clara de ello es la violencia sexual contra las mujeres:
"En relación al Estado, la CVR tiene evidencias que le permiten concluir que la violencia sexual, fue una práctica generalizada y subrepticiamente tolerada pero en casos abiertamente permitida por los superiores inmediatos, en determinados ámbitos. Tuvo lugar en el desarrollo de incursiones militares pero también en el interior de ciertos establecimientos del Ejército y de las Fuerzas Policiales. Esta práctica generalizada, sin embargo, puede haber alcanzado en determinadas provincias de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac un carácter sistemático vinculado a la represión de la subversión" (p. 304).
TOMO VI, Sección cuarta: los crímenes y violaciones de los derechos humanos; Capítulo 1: Patrones en la perpetración de los crímenes y de las violaciones de los derechos humanos; sección 1.5., La violencia sexual contra la mujer. Ver:
http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/TOMO%20VI/SECCION%20CUARTA-Crimenes%20y%20violaciones%20DDHH/FINAL-AGOSTO/1.5.VIOLENCIA%20SEXUAL%20CONTRA%20LA%20MUJER.pdf
Por coincidencia, estuve leyendo hace un poco un interesante texto sobre la violencia sexual en contextos de conflictos armados. Es importante notar que no siempre que hay conflictos armados hay delitos sexuales, y cuando los hay, hay muchas diferencias en sus modalidades. Todo esto apunta al hecho de que los delitos sexuales no son inevitables en contextos de conflicto armado, por lo tanto sus responsables no pueden escudarse en ese pretexto. Ver:
Armed Groups and Sexual Violence: When Is Wartime Rape Rare?
Elisabeth Jean Wood, Politics & Society 2009, 37; 131.
This article explores a particular pattern of wartime violence, the relative absence of sexual violence on the part of many armed groups. This neglected fact has important policy implications: If some groups do not engage in sexual violence, then rape is not inevitable in war as is sometimes claimed, and there are stronger grounds for holding responsible those groups that do engage in sexual violence. After developing a theoretical framework for understanding the observed variation in wartime sexual violence, the article analyzes the puzzling absence of sexual violence on the part of the secessionist Liberation Tigers of Tamil Eelam of Sri Lanka.
El texto incluye también comentarios referidos a América Latina, donde se alude al FMLN en El Salvador (pocos delitos sexuales, a diferencia de la contrainsurgencia), y a Sendero Luminoso, como ilustración de que los patrones de conducta pueden cambiar en el tiempo y en el espacio: al inicio de sus acciones los senderistas violaban mujeres muy ocasionalmente, pero eso cambió a lo largo de los años, llegándose incluso a casos de esclavitud sexual, como los registrados con la población Asháninka.
EJWoodArmedGroupsSexualViolence
Este texto es uno de tantos que está disponible en los journals de SAGE. Como ahora son temporalmente de acceso gratuito, me atreví a sugerir su lectura vía Sribd. Ver:
http://martintanaka.blogspot.com/2009/03/journals-de-sage-sobre-ciencia-politica.html
Ariel Florencia Richards: “Los finales y los inicios nunca son tan
definitivos”
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La escritora chilena reflexiona partir de su nueva novela Inacabada
(Alfaguara, 2024)
Hace 10 horas.
2 comentarios:
ok, pero y cual es el punto?
ademas, la CVR no es confiable lamentablemente. Fue hecha apresuradamente y con fines politicos como guia. Quien ha investigado si la comision hizo bien su trabajo?
Sobre la violencia sexual, es otra terrible realidad que es enteramente responsabilidad de sendero luminoso. Si no hubiese habido guerra contra el terrorismo todos los abusos hubiesen sido inexistentes.
PA:
el punto es precisamente rebatir lo que ud. dice al final: los delitos sexuales no tienen justificación, son delitos, aún cuando ocurran en el contexto de una guerra o de una lucha contrasubversiva. Hay contextos de guerra donde esos delitos no se cometen, por lo tanto son evitables si hay decisión de combatirlos.
Sobre la CVR: debe pensarse como punto de partida para más investigación, que confirmará, negará o relativizará sus conclusiones.
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