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Artículo publicado en La República, martes 10 de marzo de 2009
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En las últimas semanas se ha dado un intercambio de opiniones sobre la izquierda en el Perú en el contexto de la crisis financiera internacional, en el que han participado Juan Carlos Tafur, Alberto Adrianzén y Antonio Zapata, cada quien desde sus respectivas columnas en Perú 21 y este diario, que merece ser resaltado.
Bienvenido el debate, escaso en nuestro medio, más tratándose de un tema importante, que nos lleva a pensar en las repercusiones de la crisis internacional sobre la política nacional, y la posibilidad de que Perú sea parte del “viraje a la izquierda” que está viviendo la región. El escenario actual, ¿mejora las perspectivas para posiciones de izquierda? ¿Qué deberían hacer las fuerzas de izquierda para situarse bien en esta coyuntura?
Si bien el debate en el que han participado principalmente Tafur y Adrianzén ha sido muy interesante, creo que por momentos se cae en una suerte de falacia retórica, según la cual, primero, se crea un muñeco de paja para atacar al adversario (de un lado tenemos neoliberales antiestatistas que favorecen egoístas intereses privados, y del otro estatistas populistas demostradamente ineficientes); y segundo, se define la propia posición como prístina, incontaminada por la historia (así, ni el socialismo ni el liberalismo “verdaderos” tendrían nada que ver con los socialismos o liberalismos “realmente existentes”; el liberalismo nada tendría que ver con Bush, el socialismo nada que ver con los populismos).
Creo que se trata de un razonamiento poco productivo: primero, caricaturizar al adversario dificulta reconocer y asimilar los puntos fuertes del oponente; y segundo, definir la posición propia como pura en el mundo de las ideas, incontaminada por la historia, dificulta tener una posición crítica frente a las limitaciones de la propia ideología. Y yo creo que tanto el liberalismo como el socialismo tienen que hacerse responsables por las perversiones que han engendrado, aunque fuera sin proponérselo. En otras palabras, no es tan raro que el liberalismo degenere en corrupción privada, ni que el socialismo degenere en autoritarismo e ineficiencia, si es que no se hacen esfuerzos explícitos para evitarlo.
Creo que estas consideraciones tienen implicancias prácticas concretas para los actores políticos. En cuanto a la izquierda, ¿qué tipo de propuesta debería levantar? La respuesta depende del diagnóstico de la crisis actual: ¿estamos ante un crisis “estructural” del capitalismo, y por lo tanto tendrían que levantarse banderas que busquen una ruptura con los modelos de desarrollo imperantes? ¿O se trata de una crisis coyuntural, y por lo tanto sería momento de políticas socialdemócratas, que busquen un equilibrio entre mercado y Estado? Yo estaría bastante seguro de que el capitalismo no se va a acabar antes del 2011, y por lo tanto el desafío que tiene la izquierda es el que tuvieron Toledo y García, y que sigue pendiente: cómo mantener el crecimiento y, al mismo tiempo, lograr que beneficie más a la población más pobre. ¿Cuál es la fórmula?
VER TAMBIÉN:
"La izquierda legal", Abelardo Sánchez
El Comercio, 11 de marzo
http://www.elcomercio.com.pe/impresa/notas/izquierda-legal/20090311/257353
"Izquierdas y autonomía", Antonio Zapata
La república, 11 de marzo
http://www.larepublica.pe/sucedio/11/03/2009/izquierdas-y-autonomia
ACTUALIZACIÓN, 21 de marzo:
La izquierda: un debate necesario (La República, 21 de marzo)
Alberto Adrianzén
http://www.larepublica.pe/disidencias/21/03/2009/la-izquierda-un-debate-necesario
Crecimiento sin izquierda (Correo, 21 de marzo)
Carlos Meléndez
http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=4&txtRedac_id=CM
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5 comentarios:
1. Existe realmente una izquierda? Es alrededor de la teoria de la plusvalia que se ha fundado la izquierda. La radical quiere abolirla. La progresista quiere semi-abolirla. En medio de esta paralisis, lo que se ha producido al final es un divorcio entre entre ideologos y tecnicos. Los ideologos se quedaron en la version abolicionista. Los tecnicos avanzaron a soluciones pragmaticas. Como resultado la izquierda tradicional ya no tiene cuadros para gobernar.
Esta nueva izquierda tecnocrata(no militante) tendria el capital humano y la experiencia para elaborar un programa que justamente implemente el crecimiento con distribucion. Pero se tendrian que reagrupar y por desgracia creo, estos ya se acostumbraron al confort de su aventura individual, ademas que es esa libertad ideologica lo que les permite ser eficientes en su trabajo.
Creo que un programa serio tendria que empezar por agrupar a estos tecnicos y sumar ideas en un programa mayor.
R. Euribe
Fui militante de la ultra izquierda a tiempo completo por siete años de mi vida, y me retire de la militancia en 1982, básicamente a consecuencia de ser testigo de primera mano de la mezquindad masiva dentro de la ultra cuando esta se intentaba unificar en ARI (Alianza Revolucionaria de Izquierda).
Veinte y tantos años despues me tope con el libro "A Hacker Manifesto", y meses antes con "The Hacker Ethic", y ambos libros tuvieron un impacto similar a las lecturas de los clásicos marxistas que leía a comienzos de los 70s, y esencialmente me hicieron abandonar la lógica que me hizo militar en la ultra izquierda.
Personalmente, creo que el debate entre izquierda y derecha tal como se conoce esta agotado, y las nuevas areas de confrontación social son las lideradas por organizaciones como Amnistía Internacional y Green Peace.
Pero aún no surgen organizaciones de gran escala que protagonizen estas confrontaciones al punto que el Estado vea peligrar su existencia, y siendo al dia de hoy extremadamente pesimista dudo si llegaré a presenciar alguna revolución "hacker" triunfante.
BARTET : MONTESINOS ACTUABA A ESPALDAS DE FUJIMORI Y FFAA !!
http://www.youtube.com/watch?v=a6Ox_5BXdUo
Prueba de mentiras de la prensa caviar en juicio a Fujimori
http://www.youtube.com/watch?v=AaWtkIPpWOc
Corrupción. Más allá de los mitos --- Por Bernardo Kliksberg
"Cuanto mayores son las asimetrías en una sociedad, élites reducidas tienen el control de las grandes decisiones económicas, de los recursos, de la información, y las grandes mayorías tienen grados mínimos de información y de participación real. En esas condiciones hay, según los investigadores, "incentivos perversos" para las prácticas corruptas, porque los grupos de alto poder no tienen control y pueden actuar con impunidad. La corrupción, a su vez, aumenta la desigualdad. Se ha estimado que un aumento de un punto en el índice de corrupción hace aumentar el coeficiente Gini de desigualdad en 5,4 puntos.
Cuanto más equitativas las sociedades y mayor la participación de las mayorías, en educación, salud, información e incidencia en las decisiones, mejor podrán vigilar, y protestar, y menor será la corrupción.
Estos resultados son particularmente significativos para América Latina, por ser la región más desigual del planeta. Uno de los costos silenciosos de la desigualdad son los incentivos para la corrupción.
¿Cómo combatir la corrupción en la región? Mejorar la equidad y superar los mitos señalados, y otros, profundizando sobre sus causas, son recomendaciones básicas.
Junto a ello son imprescindibles vigorosas políticas de reforma y fortalecimiento del poder judicial, apoyo a la profesionalización de las instituciones policiales vinculadas con la investigación de estos delitos, establecimiento de instituciones reguladoras sólidas y dotadas de capacidad técnica efectiva, gestión activa para la recuperación de activos en el exterior. Después de largas gestiones, el empobrecido Haití acaba de recuperar varios millones de dólares que la dinastía Duvalier había depositado en cuentas suizas.
Una clave para enfrentar la corrupción es ampliar las posibilidades del control social. Ello significa, entre otros aspectos, maximizar los grados de transparencia de la gestión tanto pública como privada e instalar mecanismos institucionalizados de participación continua de la población. Son significativos los resultados logrados con desarrollos en los que América Latina fue pionera en los últimos años, como el presupuesto municipal participativo de Porto Alegre, que se ha convertido en una referencia mundial en la materia y se ha extendido bajo diversas fórmulas a centenares de ciudades de la región. La apertura plena de los presupuestos, su análisis por la ciudadanía, su selección directa de prioridades, la rendición de cuentas, generaron una gestión local muy mejorada y redujeron sensiblemente los niveles de corrupción y de clientelismo.
A todo lo anterior deberá sumarse trabajar en la familia, la educación y los medios masivos para fomentar una "cultura de la transparencia y la responsabilidad". Ambos significan que el otro importa. La corrupción es lo contrario: egoísmo maximizado."
La formula seguramente estará ligada a tratar de aislar aun más a los pobres de la crisis para poder generarles una fuente de trabajo y incluir en el otro lado los más pudientes para que generen y no entren en panico con los cambios globales que afectan a cada uno de los paises. Adaptarse y sobrevivir inteligentemente a los cambios externos es lo que falta.
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