domingo, 26 de diciembre de 2010

¿Debate sobre programas de gobierno?

Artículo publicado en La República, domingo 26 de diciembre de 2010

Se ha dicho prácticamente todo lo que podría haberse dicho sobre el anuncio de las candidaturas presidenciales de los distintos partidos y alianzas; poco se ha escrito sobre la presentación de los líderes de los equipos de plan de gobierno de los aspirantes a la presidencia. Kurt Burneo por Perú Posible; Elmer Cuba por Solidaridad Nacional; Jaime Yoshiyama por Fuerza 2011; Félix Jiménez por la alianza del Partido Nacionalista; Graciela Fernández por el APRA; el mismo Pedro Pablo Kuczynski por la Alianza para el Gran Cambio; y José Távara por Fuerza Social (no se presentaron todavía los equipos de plan de gobierno de Adelante, Fonavistas y Fuerza Nacional).

Algunos han invocado a que el debate electoral se centre en propuestas antes que en “puyas” o ataques personales. El gran problema es que la experiencia nos indica que los planes de gobierno nos dicen muy poco de cómo gobernará el próximo presidente. El gobierno actual tuvo como jefe de su comisión de plan de gobierno a Javier Tantaleán, pero poco de lo prometido en campaña llegó a concretarse, y Tantaleán no ha sido un técnico influyente en las decisiones tomadas. Hacia atrás, si comparamos el gobierno de Alejandro Toledo con el plan de gobierno liderado de Eduardo McBride, encontraremos nuevamente poco en común. En realidad, el “verdadero” plan de gobierno estuvo a cargo de Pedro Pablo Kuczynski, quien asumió ese encargo en la recta final de la campaña. Si continuamos mirando hacia atras, encontraremos lo mismo: cuando Fujimori ganó en 1990, el equipo de plan de gobierno estuvo liderado por Santiago Roca y Adolfo Figueroa, y antes por Víctor Paredes, pero la orientación gubernamental real se definió en un sentido totalmente opuesto después de que Fujimori fuera electo.

En otras palabras, una cosa es el plan de gobierno cuando no hay mayores posibilidades de ganar; otra cuando se percibe que el triunfo es posible; y otra son las decisiones que se toman cuando tenemos presidente electo, que finalmente recaen en los ministros específicos, con poca o ninguna relación con los técnicos de plan de gobierno de la campaña. Peor todavía, la experiencia muestra que incluso dentro de un mismo gobierno las orientaciones de política pueden cambiar dramáticamente según los cambios del particular ministro a cargo.

Siendo así las cosas, no es tan sorprendente que los electores se fijen más en la personalidad de los candidatos, en la confianza y credibilidad que son capaces de suscitar, y no en las promesas o propuestas. La desvinculación entre programas de campaña y gobierno efectivo ha tenido como efecto principal la continuidad básica y una suerte de inercia en la orientación neoliberal de las políticas económicas. Ya sea que querramos profundizar el camino actual o cambiar de modelo, se requiere una consistencia y una voluntad política que los candidatos todavía no son capaces de exhibir. Eso es lo que yo extraño más.

CORRECCIÓN: el jefe del equipo de plan de gobierno de Perú Posible es Luis Thais; Kurt Burneo es el asesor en materia económica.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Latinobarómetro 2010

Artículo publicado en La República, domingo 19 de diciembre

Acaba de aparecer el Latinobarómetro 2010, con información sobre la opinión pública de todos los países de la región. El mensaje general es optimista: 2010 aparece como el mejor año en cuanto al estado de la democracia desde que empezaron estas mediciones a mediados de la década de los años noventa. Se recuerda además que según el BID, la década que empieza será “la década de América Latina”. Los índices de apoyo a la democracia son los más altos de los últimos doce años; mejora también la aprobación del congreso y de los partidos. Incluso nuestro país es el que más avanzó en la valoración de la democracia entre el año pasado y este, después de Ecuador y Colombia; en cuanto a los porcentajes de apoyo a la democracia, nuestro país subió de 40% en 2005 a 61% en 2010. Estos avances se dan el marco de un contexto económico favorable, por lo que la región enfrenta la oportunidad inédita de consolidar a la vez desarrollo económico con consolidación de las instituciones democráticas, a diferencia de regiones con Africa, Medio Oriente o Asia, como ha señalado el académico español Javier Santiso.

Cómo aprovechar esta oportunidad es el gran desafío del próximo gobierno. El gran obstáculo a superar es la debilidad de nuestras instituciones en general y de las democráticas en particular, en lo que estamos claramente a la zaga. Seguir postergando esa tarea podría terminar descarrilando a mediano plazo el propio dinamismo económico. Uno de los rasgos que caracteriza nuestro país es el desajuste existente entre el apoyo a la democracia y la satisfacción con su funcionamiento (tenemos la brecha más alta, después de Bolivia y Venezuela).

En el Latinobarómetro aparecemos en los últimos lugares de la región en aspectos muy específicos. Tenemos los niveles de confianza más bajos en los partidos, el Congreso y el Poder Judicial; somos los últimos en pensar que el trabajo en un partido político es un medio para influir en las decisiones de gobierno. Tenemos la más baja aprobación a la gestión del gobierno; la peor evaluación de la situación de la seguridad ciudadana, y la más baja aprobación a las políticas de ese campo. La peor percepción de los avances en la lucha contra la corrupción, junto a Guatemala. Somos los más insatisfechos con la situación económica, con Guatemala y México, y los que menos confiamos en el mercado y el sector privado. Somos los últimos en pensar que el sector político con el que simpatizamos tiene oportunidades de llegar al poder, y en pensar que se gobierna favor de todo el publo, junto con Argentina y República Dominicana. Finalmente, tenemos los más bajos niveles de confianza interpersonal, con Paraguay y Brasil.

Termino llamando la atención sobre otra gran brecha: existe cierto consenso entre los expertos respecto a qué hacer en el plano de las políticas públicas; pero una enorme incapacidad política e institucional para llevar ese consenso a la práctica.

VER TAMBIÉN:

http://www.latinobarometro.org/

http://www.infolatam.com/2010/12/14/el-bono-democratico-de-america-latina/

martes, 14 de diciembre de 2010

Democracia en la región andina

Acaba de salir publicado por el Instituto de Estudios Peruanos el libro Democracia en la Región Andina, editado por Maxwell Cameron y Juan Pablo Luna. Es una versión sustantivamente corregida y ampliada de un número especial de la Revista de Ciencia Política dedicada al mismo tema, y provee una excelente mirada panorámica a la región. En el libro hay una versión ligeramente corregida del capítulo sobre el caso peruano que escribimos con Sofía Vera, publicado en la revista:

http://martintanaka.blogspot.com/2010/04/revista-de-ciencia-politica-vol30-n-1.html

Este lunes 20 a las 11 am. habrá una "mesa verde" de debate sobre el libro en el que estaremos Max Cameron, Eduardo Dargent y este servidor. Están todos invitados, saludos.


Democracia en la Región Andina: diversidad y desafíos
Maxwell A. Cameron y Juan Pablo Luna, editores
Instituto de Estudios Peruanos
IEP: América Problema, 30
ISBN: 978-9972-51-280-3
Páginas: 605
Formato: 14.50 x 20.50 cm./ Encuadernación: Rústica
Nuevos Soles: S/. 60.00

La oscilación violenta y frecuente entre regímenes democráticos y autoritarios caracterizó la historia latinoamericana hasta la década de 1980. Este patrón histórico fue al parecer superado luego de una serie de transiciones democráticas que probaron ser notablemente estables. Con el objetivo de contribuir a fortalecer la estabilidad democrática y de prevenir retrocesos hacia el autoritarismo, la Organización de Estados Americanos adoptó en 1991 una resolución que establecía la presencia de un régimen democrático como condición para ser miembro de ella. No obstante, esta llamada "Carta Democrática" no fijó criterios de demarcación claros entre regímenes democráticos y no democráticos, omitiendo una enunciación explícita respecto de qué tipo de desarrollo político constituiría “una interrupción o alteración inconstitucional del orden democrático”, y omitiendo también la creación de mecanismos institucionales que garantizaran la aplicación de la Carta en situaciones concretas.

En este libro, los autores realizan una comparación sistemática de un número pequeño de casos (aunque representativos de la situación de la subregión que presenta algunos de los mayores problemas respecto de la gobernabilidad democrática). Así, se presenta un diagnóstico comparado de las fortalezas y debilidades de la democracia en los países de la región, sobre la base de un enfoque integral respecto de las características del régimen político vigente en cada uno de ellos. Sin duda, los trabajos aquí presentados serán útiles para el seguimiento de cada uno de estos casos a través del tiempo, y para otros investigadores interesados en aplicar el estudio en otros países o regiones.

Contenido
Agradecimiento

Presentación. El estado de la democracia en la región andina
Maxwell A. Cameron y Juan Pablo Luna

I. EL ESTADO DE LA DEMOCRACIA EN LOS PAÍSES ANDINOS

1. Venezuela: democracia en crisis
Luis Gómez Calcaño (coordinador), Carlos Aponte, Nelly Arenas, Magally Huggins, Consuelo Iranzo, Thais, Maingon y Thanalí Patruyo

2. Colombia: “democracia amenazada”
Ana María Bejarano, Helena Alviar, Felipe Botero, Gary Hoskin y Mónica Pachón

3. Ecuador: democracia inconclusa
Santiago Basabe Serrano, Simón Pachano y Andrés Mejía Acosta

4. Perú: la dinámica “neodualista” de una democracia sin sistema de partidos
Martín Tanaka y Sofía Vera

5. Bolivia: democracia en construcción
Santiago Anria, Maxwell A. Cameron, Agustín Goenaga, Carlos Toranzo Roca y Moira Zuazo

6. Chile: ¿institucionalización con pies de barro?
David Altman y Juan Pablo Luna

7. Relaciones cívico-militares y el papel de las fuerzas armadas en los países andinos y en Chile
Carlos Blanco

II. ENTRE UNA CRISIS DE REPRESENTACIÓN Y UNA REVOLUCIÓN DE PARTICIPACIÓN

8. ¿Participación versus representación? Partidos políticos y democracia en la región andina
Juan Pablo Luna

9. Ejercicio de la representación y la participación políticas
Rafael Roncagliolo, Carlos Meléndez y Jorge Valladares

10. Nueva participación juvenil en el contexto de la “revolución ciudadana” en Ecuador
Anne Gillman

Anexo I
Marco teórico y metodológico. Red de Investigación de la Democracia Andina

Anexo II
Resumen de los resultados de los informes

http://www.iep.org.pe/publicacion/003784/democracia-en-la-region-andina-diversidad-y-desafios/

domingo, 12 de diciembre de 2010

La tentación del fracaso

Artículo publicado en La República, domingo 12 de diciembre de 2010

Hace unos días en este diario Hugo Neira se preguntaba qué decisión tomaría Mario Vargas Llosa (MVLL) en cuanto a su discurso de aceptación del premio Nobel. Buena pregunta: Octavio Paz disertó sobre la modernidad y sus desafíos; García Márquez perfiló la identidad latinoamericana a la luz del realismo mágico; antes, Pablo Neruda habló del proceso de creación poética, y Miguel Angel Asturias sobre la novelística latinoamericana en el marco de sus tradiciones indígenas. Si pensamos en otros discursos del propio MVLL al recibir otros premios o reconocimientos, y el conjunto de su obra ensayística, encontramos una gran variedad de temas: la historia, actualidad y desafíos de América Latina; las tradiciones literarias peruanas y latinoamericanas; su obra y las deudas frente a grandes referentes literarios; su credo liberal, y su aplicación a los grandes temas de la política internacional; o temas de debate en el ámbito de la cultura, como la vigencia del libro en el mundo digital, o lo que MVLL llama la “civilización del espectáculo”.

Sin embargo, teniendo como audiencia al mundo entero, desde la tribuna más prestigiosa con la que un escritor podría soñar, MVLL optó por hacer una autobiografía intelectual. Optó por la aproximación más directa y sincera que podría haber hecho. Por ello, el Perú apareció como tema central; por ello fue también tan personal, emotivo y conmovedor. Me parece que una manera de leer el discurso de MVLL (y el brindis que propuso en el banquete posterior) se puede articular alrededor de la idea de una vocación que logró superar todo tipo de adversidades, desafíos y probabilidades en contra, en gran medida consecuencia de su ser peruano. De allí la maravilla del personaje que todavía no puede creer que esté en Estocolmo recibiendo de un rey el premio que constituye la mayor gloria literaria de la humanidad, sintiéndose un mendigo confundido con un príncipe.

El extraordinario camino que culmina con el premio Nobel podría haber naufragado tempranamente por la presión de su padre; por la estrechez económica; por la falta de perseverancia; por la falta de suerte. También, una vez obtenido un éxito enorme por sus tres primeras novelas, el naufragio podría haberse dado por el conformismo, por instalarse a vivir del prestigio ya ganado. Podría haber encallado después de su experiencia política y después de su pelea con un fujimorismo, mezquino pero mayoritario durante gran parte de la década de los años noventa. Pero MVLL venció lo que Julio Ramón Ribeyro llamó “la tentación del fracaso”. Esa poderosa tentación, tan arraigada en nuestra idiosincrasia, es la que suele hacer que el enorme potencial que tienen muchos compatriotas termine sin rendir frutos. En lo personal, lo que más agradezco de su discurso es el hacernos ver a todos los peruanos que es posible esquivar la tentación del fracaso, que nos acecha a todos cotidianamente.


VER TAMBIÉN:

"Hablar de libros, de autores, de poesía, con Carlitos Ney, en los cuchitriles inmundos del centro de Lima, o en los bulliciosos y promiscuos burdeles, era exaltante. Porque Carlos era sensible e inteligente y tenía un amor desmesurado a la literatura, la que, por cierto, debía representar para él algo más profundo y central que ese periodismo al que consagraría toda su vida. Siempre creí que, en algún momento, Carlitos Ney publicaría un libro de poemas que revelaría al mundo ese talento enorme que parecía ocultar y del que, en lo más avanzado de la noche, cuando el alcohol y el desvelo habían evaporado en él toda timidez y sentido autocrítico, nos dejaba entrever unas briznas. Que no lo haya hecho, y su vida haya transcurrido, más bien, sospecho, entre las frustrantes oficinas de redacción de los periódicos limeños y las «noches de inquerida bohemia», no es algo que me sorprenda, ahora. Pues la verdad es que, como a Carlitos Ney, he visto a otros amigos de juventud, que parecían llamados a ser los príncipes de nuestra república de las letras, irse inhibiendo y marchitando, por esa falta de convicción, ese pesimismo prematuro y esencial que es la enfermedad por excelencia, en el Perú, de los mejores, una curiosa manera, se diría, que tienen los que más valen de defenderse de la mediocridad, las imposturas y las frustraciones que ofrece la vida intelectual y artística en un medio tan pobre".

Mario Vargas Llosa, El pez en el agua. Memorias. Capítulo VII, "Periodismo y bohemia", p. 84 (Barcelona, Seix Barral, 1993).

Elogio de la lectura y la ficción
Mario Vargas Llosa, 2010
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/2010/vargas_llosa-lecture_sp.html

Banquet Speech
Mario Vargas Llosa's speech at the Nobel Banquet, 10 December 2010
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/2010/vargas_llosa-speech.html

La búsqueda del presente
Octavio Paz, 1991
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1990/paz-lecture-s.html

La soledad de America latina
Gabriel García Márquez, 1982
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1982/marquez-lecture-sp.html

Hacia la ciudad espléndida
Pablo Neruda, 1971
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1971/neruda-lecture-sp.html

La novela latinoamericana. Testimonio de una época
Miguel Angel Asturias, 1968
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1967/asturias-lecture-sp.html

Gabriela Mistral
(Banquet Speech, 1945)
http://nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1945/mistral-speech.html

Sueño y realidad de América Latina
Discurso de Mario Vargas Llosa al recibir el doctorado Honoris Causa por la PUCP
(Presentación de Luis Guzmán Barrón, ex rector PUCP; y semblanza de Alonso Cueto)
http://www.pucp.edu.pe/puntoedu/images/documentos/institucionales/sueno-realidad.pdf

El discurso de Estocolmo
Jue, 02/12/2010
Hugo Neira
http://www.larepublica.pe/02-12-2010/el-discurso-de-estocolmo

domingo, 5 de diciembre de 2010

Cultura política y opinión pública

Artículo publicado en La República, domingo 5 de diciembre de 2010

En las últimas semanas han aparecido dos libros con riquísimo material de análisis sobre las percepciones, preferencias y orientaciones políticas de nuestra población; uno es Cultura política de la democracia en el Perú, 2010, de Julio Carrión y Patricia Zárate (Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2010); el otro es Opinión pública 1921-2021, de Alfredo Torres (Lima, Aguilar, 2010).

El texto de Carrión y Zárate es particularmente útil porque ubica el caso peruano en el contexto de las Américas, usando los resultados del Latin American Public Opinion Project que reúne información de 26 países del área. Los resultados confirman las conclusiones de estudios similares: los peruanos somos los que menos apoyamos a la democracia, quienes tenemos los más bajos niveles de confianza interpersonal; además, los que nos sentimos más víctimas de la delincuencia y la corrupción. Se ha llamado la atención sobre lo paradójico de estos resultados, considerando el notable crecimiento económico de los últimos años, la reducción de la pobreza, nuestra relativa estabilidad política, y los avances en institucionalización ocurridos después de la caída del fujimorismo. Carrión y Zárate sugieren, correctamente, que la explicación habría que buscarla en la suma de entusiasmos y decepciones que hemos sufrido los peruanos en las últimas décadas, a lo que yo sumaría el colapso de nuestro sistema de representación política, sin visos de solución.

Torres, por su lado, llama la atención sobre el hecho de que la inseguridad y la corrupción aparecen en los últimos años como preocupaciones centrales en la ciudadanía, junto a las tradicionales asociadas a la pobreza y la falta de empleo. Y nos da una excelente pista para relacionar esto con la paupérrima legitimidad de las instituciones democráticas en un contexto de crecimiento. Según Torres, “para gran parte de la opinión pública, si el gobierno sostenía que el país estaba mejor y la población no lo sentía, entonces se estaba incrementando la corrupción... [a la opinión pública] le cuesta imaginar que el Estado carece de recursos suficientes para atender todo lo que de él se demanda. El mal desempeño estatal no es atribuido a limitaciones estructurales de un organismo burocrático, sino fundamentalmente a la mala gestión y a la corrupción de las autoridades de turno” (p. 150).

Torres termina su libro planteando temas claves para los próximos años, camino al bicentenario de la República, resaltando la importancia del comportamiento ético en nuestras élites y gobernantes. Yo me permito llevar esa discusión más allá del ámbito de las conductas personales, y llamar la atención sobre la necesidad de construir instituciones que incentiven esas conductas y sancionen su incumplimiento; y de reconstruir nuestro sistema de representación política. En suma, deberíamos darle al desarrollo político la misma importancia que le damos al desarrollo económico.

VER TAMBIÉN:

El informe de Carrión y Zárate completo en línea aquí (incluyendo los de los años anteriores):
http://www.vanderbilt.edu/lapop/peru.php

Alfredo Torres presentó libro:
http://www.ipsos-apoyo.com.pe/Alfredo-Torres-presento-libro

miércoles, 1 de diciembre de 2010

"La iniciación de la política"

Están todos cordialmente invitados. Ojalá podamos encontrarnos en esta presentación colegas y estudiantes de ciencia política no solo de la PUCP, también de San Marcos, Villarreal, Ruiz de Montoya, y en general con todas las personas interesadas en el estudio de los fenómenos políticos.

Atención que la presentación será el jueves 9 de diciembre, a las 7 y media, en el Auditorio del Centro Cultural de la Municipalidad de San Isidro.

Carlos Meléndez y Alberto Vergara, eds.: La iniciación de la política. El Perú político en perspectiva comparada. Lima, Fondo Editorial PUCP, 2010.

Índice

Introducción
Alberto Vergara y Carlos Meléndez

I. Teoría y métodos

¿De qué hablamos cuando hablamos de política comparada? Teoría y métodos en la política comparada
Paula Muñoz

II. El Perú y la política comparada

El Perú en la política comparada: temas de estudio
Eduardo Dargent Bocanegra

El fujimorato y los niveles de análisis en política comparada. Una apuesta por el pluralismo
Alberto Vergara

III. Representación y partidos políticos

Agencia y estructura, y el colapso de los sistemas de partidos en los países andinos
Martín Tanaka

¿Cómo escapar del fatalismo de las estructuras? Marco para entender la formación del sistema de partidos en el Perú
Carlos Meléndez

Representación, competencia y unidad en el Congreso Peruano
Jorge Valladares Molleda

IV. Capacidad estatal y nuevos actores sociales

En una arena hostil. La politización de lo indígena en el Perú
Maritza Paredes

¿Empresas mineras como promotoras del desarrollo? La dimensión política de las inversiones sociales mineras en el Perú
Cecilia Perla

Algunos apuntes sobre los movimientos y protestas sociales en el Perú
Moisés Arce

V. Cultura política

Cultura política en perspectiva comparada
Jorge Aragón Trelles

Los estudios sobre el comportamiento político y la opinión pública en el Perú
Luis Antonio Camacho

Economía y política en la opinión pública: un análisis de la popularidad presidencial en el Perú
Moisés Arce y Julio F. Carrión

Las bases sociales y políticas del apoyo a la democracia en el Perú
Carlos A. Torres Vitolas

Algunos temas de debate (a manera de conclusión)
Martín Tanaka

Colaboradores

martes, 30 de noviembre de 2010

Argumentos año 4, nº 5, noviembre 2010

En este número, Argumentos analiza los resultados de las últimas elecciones regionales y municipales del país, que forman parte de un largo periodo electoral que culminará en abril de 2011. A continuación presentamos los artículos:

Coyuntura Electoral

María Isabel Remy

Crecientes distancias entre la política nacional y la política regional

Sofía Vera

Radiografía a la política en las regiones: tendencias a partir de la evidencia de tres procesos electorales

Rodrigo Barrenechea
Elecciones regionales 2010: liderazgos políticos en ciernes

Mauricio Zavaleta
¿Cómo se compite sin partidos? Política electoral en Cusco y Puno

Martín Tanaka

Lima: ¿Conservadora o progresista?

Ramón Pajuelo

La invertebrada izquierda peruana y el escenario electoral

Mariel García

Juegos políticos, juegos mediáticos: La actuación de los medios en la contienda electoral

Jennifer Cyr. Un día una elección, ¿un nuevo horizonte político?

Crítica y reseñas

Carlos Iván Degregori
Discurso de Carlos Iván Degregori en la premiación del Martin Diskin Award en LASA

Romeo Grompone

¿Itinerarios del bien perdido? La voluntad de enfrentar nuestros dilemas desde la interpretación acuciosa y desde la política

El número completo, aquí:
http://www.revistargumentos.org.pe/index.php?fp_plantilla_seleccionada_temporal=75

Mi artículo sobre Lima aquí ("Lima: ¿conservadora o progresista?") complementa el que publiqué en el documento del IOP-PUCP ("El voto por Susana Villarán: ¿un voto de izquierda?"). Verlo aquí:
http://martintanaka.blogspot.com/2010/11/elecciones-municipales-en-lima-un.html

lunes, 29 de noviembre de 2010

V Aniversario de Ciencia Política y Gobierno PUCP

V Aniversario Especialidad Ciencia Política y Gobierno PUCP
Este año se cumplen los primeros cinco años de la Especialidad de Ciencia Política y Gobierno, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú, que en este momento tengo la responsabilidad de coordinar, después de las excelentes gestiones de Rolando Ames y Eduardo Dargent. Modestamente, creo que con este programa estamos haciendo un aporte importante a la ciencia política, a las ciencias sociales y al país, que se expresa en la contribución de nuestros primeros egresados en muy diversas áreas de ejercicio profesional.

Para celebrar estos primeros cinco años hemos organizado varias actividades de discusión, a las que todos están cordialmente invitados. Ojalá podamos contar con la participación de otros colegas y estudiantes de otras especialidades de la universidad, así como con la de colegas y estudiantes de otros programas de ciencia política de Lima y otras ciudades. Creo que los temas de debate resultan muy pertinentes para una especialidad todavía relativamente nueva en nuestro medio.

La asistencia es libre, previa inscripción para todos los amigos que no son de la PUCP. Para inscribirse por favor comunicarse con:

Aída Cabrera Araujo
Secretaria de la Especialidad
Teléfono: 626-2000, ax. 5315
acabrer@pucp.edu.pe

Se pueden inscribir también aquí:
http://www.pucp.edu.pe/facultad/ciencias_sociales/

domingo, 28 de noviembre de 2010

Partidos y alianzas

Artículo publicado en La República, domingo 28 de noviembre de 2010

En las últimas semanas se da una actividad política febril, ante el cierre del plazo de inscripción de alianzas (11 de diciembre) previo a la inscripción de candidaturas presidenciales (20 de diciembre).

¿Cómo entender la lógica de la relación entre partidos y alianzas? El punto de partida es a mi juicio la constatación de que tenemos, de un lado, partidos personalistas asentados en Lima sin candidatos suficientes en los departamentos, ni bases en el territorio nacional; y del otro candidatos departamentales sin partidos, que negocian la mejor ubicación posible en las listas de candidatos al Congreso. En este marco, la lógica de negociación de alianzas junta a los candidatos presidenciales sin candidatos al Congreso con partidos sin candidato presidencial pero con algunos líderes con posibilidad de alcanzar alguna curul, y que necesitan la alianza para pasar la valla electoral del 5% de los votos (desde este punto de vista, la ley de partidos sí estaría cumpliendo una función de “colador” básico de partidos fantasma); partidos que compiten arduamente con los candidatos que mostraron algún caudal electoral en las últimas elecciones regionales y locales.

Algunas constataciones elementales que surgen de lo que estamos viendo en las últimas semanas: primero, es evidente que tener 27 partidos nacionales inscritos es un exceso; y la inscripción resulta muy dura para quienes quieren hacer política en serio, pero muy fácil para quien tiene recursos para conseguir firmas. La proliferación de partidos inscritos hace que no sea necesario tener partido para candidatear (para eso los partidos funcionan como “vientre de alquiler”), y al mismo tiempo la inscripción es clave para tener capacidad de negociación para el momento de definición de candidaturas. Segundo, los candidatos con potencial electoral no sienten necesidad de construir partidos “en serio”: simplemente reclutan personal entre políticos regionales sin partido y entre partidos que necesitan sumarse a alianzas para sobrevivir. Y, además, reclutan técnicos y expertos “a discreción”, dado que su potencial electoral es el verdadero imán de su convocatoria, no su perfil ideológico o programático (que eso sirva para gobernar bien es otro tema).

Tercero, si tuviéramos que pensar en serio en una reforma que apunte a construir agrupamientos políticos razonables, ¿que resultaría? Aparentemente habría cierto espacio para una izquierda radical y otra social-demócrata; con el APRA y Perú Posible al centro; y el fujimorismo y otra propuesta más a la derecha, ocupando el espacio que antes ocupaba Unidad Nacional. Hacia adelante, lo ideal sería tener esos grandes bloques, con tendencias y facciones en abierta competencia a su interior. Para esto, serviría que la legislación no sea tan “perdonavidas” con partidos sin representación que sobreviven escondiéndose en alianzas; y que tenga mecanismos que aseguren la democracia interna en los partidos.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Víctor Andrés García Belaunde y Mariano Ignacio Prado

Recibí la carta de abajo del congresista Víctor Andrés García Belaunde, a quien agradezco mucho la atención, comentando mi artículo "Repensando la Guerra del Pacífico", publicado en La República del 21 de noviembre pasado. Ver:

http://martintanaka.blogspot.com/2010/11/repensando-la-guerra-del-pacifico.html

El congresista objeta la afirmación que hago en el artículo, de que Prado viajó con autorización del Congreso. El texto que menciona ese asunto dentro del libro que reseño es el de Jorge Ortiz, "Los aspectos militares de la Guerra con Chile" (p. 103-117). Es una mención que hace muy de pasada, en la p. 109. Si bien no soy historiador ni soy experto en la Guerra del Pacífico, hice mía esa afirmación, considerando que es implícitamente respaldada por Jorge Basadre en su Historia de la República. Ahora bien, entiendo perfectamente que se trata de un asunto controversial, y yo no tengo elementos suficientes para dirimir ese debate, al que el congresista hace un aporte valioso. El Congreso, el 9 de mayo de 1879, aprobó una resolución en la que se dice que "ha concedido licencia al Presidente de la República para que, si lo juzga necesario, pueda mandar personalmente la fuerza armada y salir del territorio nacional; debiendo en caso que haga uso de esta licencia total o parcialmente, encargarse del desempeño del Poder Ejecutivo al Vicepresidente llamado por la ley". Prado invocó esa resolución para viajar el 18 de diciembre.

Una interpretación estricta podría decir que la autorización permitía salir del país solo para mandar personalmente a la fuerza armada; una interpretación amplia diría que el presidente podría salir cuando lo considerara necesario. De otro lado, habría que resaltar que el viaje contó con el voto a favor unánime del Consejo de Ministros: según Basadre, a pesar de que Quimper se opuso, al final refrendó el decreto. El tema central en esta discusión, me parece que está en cómo evaluar estos hechos. Existe consenso, ciertamente, de que se trató de un viaje censurable e inconveniente. La controversia está en si el viaje puede calificarse como una traición o una fuga con recursos estatales. Al respecto Basadre dice que Prado se convirtió en una "víctima expiatoria". Dice explícitamente que "la versión de que Prado se llevó consigo el dinero destinado a la compra de los barcos es calumniosa". Basadre termina las páginas dedicadas al tema haciendo suya la afirmación de Markham: "El general Prado vio los desastres inevitables que eran inminentes y concibió la esperanza de evitarlos obteniendo ayuda en dinero o en material o como intervención, de Europa o Estados Unidos. No hay razón para suponer que estuvo impulsado por motivos menos valiosos. Pero nada puede excusar esta súbita deserción de su puesto".

Yo termino diciendo que hay una enorme diferencia entre un presidente bien intencionado que comete un gran error, y otra un presidente ladrón que se fuga con un botín en medio de una guerra, y por eso llamé la atención sobre el punto en mi artículo. Saludos...


Carta Victor Andres Garcia Belaunde

jueves, 25 de noviembre de 2010

Elecciones Municipales en Lima: un análisis de la opinión pública

Opinión y análisis. Elecciones Municipales en Lima
Acaba de salir publicado el documento Opinión y análisis del Instituto de Opinión Pública de la PUCP (año I, noviembre 2010), dedicado al análisis de las elecciones municipales en Lima metropolitana. Tiene información realmente interesante, y es una excelente muestra de lo que se puede lograr sacándole un poco más jugo a las encuestas que habitualmente se aplican. A continuación el índice, que incluye un texto de este servidor:

Opinión y análisis. Elecciones municipales en Lima. Un análisis de la opinión pública. Lima, IOP-PUCP, año I, noviembre 2010

Sandro Macassi Lavander
Volatilidad y fideliación en las elecciones municipales limeñas 2010

Paula Muñoz Chirinos
Ideología y empatía

Eduardo Dargent
Campaña sucia y Medios en campaña

Carlos Meléndez
¿Villarán representa el voto radical?

Martín Tanaka
El voto por Susana Villarán: ¿un voto de izquierda?

Anexos estadísticos

Algo ha comentado La República:
http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20101125/8/node/305257/todos/15

martes, 23 de noviembre de 2010

Clientelismo, política social y calidad democrática

El 5 y 6 de noviembre pasado estuve en una interesantísima conferencia sobre clientelismo político en América Latina, en la que se exploraron sus implicancias para la política social y sobre la calidad de la democracia, en la que se hicieron provechosas comparaciones con experiencias en Asia y Africa. Como verán al revisar el programa, con invitados de lujo... la ponencia que presenté allí espero que aparezca publicada en un tiempo razonable.

http://grupofaro.org/comunicacion.php?newsid=47

http://www.ned.org/events/political-clientelism-social-policy-and-the-quality-of-democracy-evidence-from-latin-america

Uno de los insumos de la reunión fue un dossier sobre algunas publicaciones recientes referidas a los temas de discusión, que será de gran utilidad para todos los interesados en el tema. La publico con autorización de los organizadores, agradeciéndoles su generosidad. Saludos...

Quito Agenda Final

...

Political Clientelism Dossier1

domingo, 21 de noviembre de 2010

Repensando la Guerra del Pacífico


Artículo publicado en La República, domingo 21 de noviembre de 2010

Ha sido publicado recientemente el volumen II de La Guerra del Pacífico. Aportes para repensar su historia, de José Chaupis et.al., comps. (Lima, Fondo Editorial UNMSM, 2010); libro de lectura imprescindible, al igual que el volumen primero, publicado en 2007.

Existe, a mi juicio, una visión convencional según la cual nuestra derrota habría sido consecuencia de nuestro “fracaso” como nación, y del hecho de que nuestro aliado, Bolivia, “nos abandonó” a pesar de que habríamos entrado a la guerra por honrar un compromiso asumido con ellos. Este volumen ayuda, entre otras cosas, a entender la lógica de la participación boliviana en la guerra (y de la nuestra), superando la visión falsa según la cual habríamos sido “abandonados” por nuestro aliado (ver los trabajos de Irurozqui, Bonilla y Chaupis).

De otro lado, el libro rescata la relativa consolidación del civilismo y del pierolismo como expresión de cierto embrionario ordenamiento político, que cuestiona la idea de un sistema político totalmente caótico y desarticulado (Armas); rescata el papel de ciertos liderazgos (como el de Piérola) y algunas de sus iniciativas (Chaupis), yendo en contra de la noción de que habríamos sufrido una suerte de abandono de nuestras elites. Por ejemplo, se suele hablar mucho del viaje del presidente Prado, pero se obvia que viajó con autorización del Congreso. En el mismo sentido, se debate con la noción de la inexistencia de una burguesía nacional identificada con el país, resaltando el papel de personajes como García Calderón, entre otros (Guerra). Perdimos la guerra, sí, pero no es un resultado tan sorprendente considerando nuestra inferioridad militar, a la que habría que sumar problemas de estrategia y conducción (Ortiz). Lo que retrospectivamente resulta cuestionable es la decisión de ir a la guerra en condiciones de inferioridad y el injustificable triunfalismo que se vivió en las etapas iniciales (Rengifo). Finalmente, Zapata hace un balance historiográfico sobre la producción reciente, destacando las contribuciones más importantes.

Imposible hacer justicia a todos los autores compilados y temas presentes en el libro en este breve espacio. El libro es bienvenido y debería contribuir a una reflexión más amplia sobre nuestra historia y las maneras en que la pensamos, en el marco de la conmemoración del bicentenario de nuestra independencia. ¿Hasta qué punto miramos nuestro pasado desde un ángulo derrotista que no se justifica a la luz de la producción historiográfica más reciente? ¿De qué manera esta producción nos permite entender mejor nuestro legado histórico y, sobre todo, nos permite afrontar mejor los desafíos que tenemos hacia el futuro? Este libro nos puede ayudar a dejar de entender y sentir la Guerra del Pacífico como un episodio traumático, y a asumirlo como un momento complejo, en el que salieron a relucir nuestras limitaciones, pero también nuestra vitalidad.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Jon Elster, Doctor Honoris Causa de Torcuato di Tella

El primero de noviembre pasado la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires le otorgó el Doctorado Honoris Causa a Jon Elster. Ver:

http://www.utdt.edu/ver_contenido.php?id_contenido=6446&id_item_menu=5063

En esa ocasión Elster leyó un discurso que llevó por título "The Crisis of the Social Sciences", en el que no queda títere con cabeza. Critica el "soft obscurantism" (Marxism, psychoanalysis, functionalism, the various forms of “French theory”, and most recently the post-colonial and subaltern theories coming out of the Indian subcontinent) pero también el "hard obscurantism" (economics as well as its offshoots in political science). Llama a apoyarnos más en la historia y la psicología. Pone como ejemplos a seguir a autores como Amos Tversky, Thomas Schelling, Robert Dahl, Erving Goffman y Fredrik Barth. De lectura imprescindible y necesidad de debate (gracias a José Luis Incio por el texto).

Encuentro ecos de esta discusión en la que brevemente tuvieron Eduardo Dargent y Juan Carlos Ubilluz a propósito del libro Cultura política en el Perú: tradición autoritaria y democratización anómica (Portocarrero, Gonzalo, Víctor Vich y Juan Carlos Ubilluz, eds. Lima: Red para el Estudio de las Ciencias Sociales, 2010). Ver:

http://www.revistargumentos.org.pe/index.php?fp_verpub=true&idpub=365&fp_plantilla_seleccionada_temporal=74

http://www.revistargumentos.org.pe/index.php?fp_verpub=true&idpub=375&fp_plantilla_seleccionada_temporal=74

JElster Crisis of the Social Sciences

martes, 16 de noviembre de 2010

Presentación de "Desafíos de la gobernabilidad democrática" en Quito


La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Sede Ecuador y la Embajada de Canadá en Ecuador tienen el agrado de invitar a usted a la presentación del libro Desafíos de la gobernabilidad democrática. Reformas político-institucionales y movimientos sociales en la región andina.

Intervendrán:

Francine Jácome, co-editora de la obra

Simón Pachano, coordinador del programa de Estudios Políticos de FLACSO

Patricio López, M.A. FLACSO Ecuador

Fecha: Miércoles, 24 de noviembre de 2010
Hora: 18h00
Lugar: Hemiciclo FLACSO
Dirección: La Pradera E7-174 y Av. Diego de Almagro

domingo, 14 de noviembre de 2010

Oferta y demanda política


Artículo publicado en La República, domingo 14 de noviembre de 2010

Al inicio de la campaña electoral presidencial, tenemos cinco candidatos principales: Luis Castañeda, Keiko Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Mercedes Araoz. Todos ellos parecen tener un mínimo de votantes “duros”, por lo que, aparentemente, serán protagonistas de las próximas elecciones y tendrán posibilidades de llegar a la segunda vuelta: por supuesto, con lo volátiles que son nuestras preferencias electorales, no se puede descartar que algún otro candidato termine atropellando en las últimas semanas.

En esta temporada, analistas y estrategas de campaña se preguntan por cuáles serían las demandas y preocupaciones de los electores, para desarrollar una oferta acorde a la misma; en tanto cada candidato intenta acercarse al votante promedio, todos las ofertas y promesas terminan pareciéndose. Lo que distingue realmente a los candidatos entonces no es tanto su discurso, sino lo que los electores creen ver en ellos, lo que cada uno simboliza. La imagen personal termina siendo el elemento principal que los ciudadanos consideran para decidir su voto; es ella la que hace verosímiles o no sus propuestas.

A juzgar por las últimas elecciones en nuestro país, pesa mucho la ubicación de los candidatos en un eje izquierda – derecha: cuán asociados están a la demanda de distribución y protección del Estado, o a promoción del mercado y el desarrollo individual. Por supuesto, en nuestro país las cosas son más complejas que eso: el eje izquierda – derecha está estrechamente correlacionado con otros: niveles socio-económicos (pobres-ricos), etnicidad (indígenas-mestizos-blancos), y regionales (provincias-Lima, selva y sierra – costa). Sostengo que en nuestro país, desde la irrupción del fujimorismo, un segundo corte resulta fundamental: aquel que opone a candidatos asociados al establishment político “tradicional” (a pesar de que no tenemos tradiciones fuertes en realidad) con candidatos “incontaminados” y por lo tanto más cercanos al ciudadano común y corriente. El candidato ideal, ubicado en el centro, sería uno capaz de asegurar el crecimiento pero enfatizando la importancia de una mejor distribución, que pueda despertar confianza en la población pobre-chola-provinciana, que cuente con experiencia y capacidad suficiente, pero que al mismo tiempo no se perciba comprometido con las élites tradicionales, para que así pueda beneficiar al pueblo excluido.

Si las cosas son así, en las próximas semanas seguramente oiremos a candidatos a la derecha poniendo énfasis en el combate a la pobreza, y candidatos a la izquierda asegurando que no atentarán contra el crecimiento. De otro lado, candidatos del sistema político (a estas alturas los cinco son percibidos así) intentando resaltar su carácter independiente o renovador: si su imagen personal no hace creíble este discurso, la búsqueda de acompañantes como candidatos a la vicepresidencia tratará de compensar esas carencias.

domingo, 7 de noviembre de 2010

El cálculo de las alianzas

Artículo publicado en La República, domingo 7 de noviembre de 2010

En los últimos días se ha discutido sobre alianzas entre partidos con miras a la elección presidencial y del Congreso. En primer lugar, esto refleja que hay una inflación de partidos: las diferencias programáticas no dan para tener tantos, y la gran mayoría de ellos no son representativos, tienen que esconderse detrás de una alianza para sobrevivir. La formación de alianzas ha terminado siendo una manera de sacarle la vuelta a la ley de partidos, y sobrevivir sin tener ningún sustento o relevancia política. Una reforma del sistema electoral debería contemplar discutir este punto.

De este modo, para muchos partidos hay fuertes incentivos para seguir alguna candidatura capaz de superar la barrera electoral del 5% de los votos. De otro lado, vistas las cosas desde el punto de vista de estos candidatos, la formación de alianzas sirve para proyectar una imagen de amplitud y pluralidad, y para tener mejores posibilidades de reclutar candidatos con posibilidad de ganar en todas las regiones. Pero la verdad es que los potenciales aliados tampoco cuentan con muchos de estos codiciados personajes, así que claramente el mango de la sartén lo tienen los candidatos favoritos.

Esto ayuda a entender cómo Ollanta Humala apela a la formación de un frente de izquierda o progresista, pero sin asumir compromisos claros ante los grupos que lo apoyan, quienes lo siguen básicamente por no tener mejor opción; cuán descolocado ha quedado el PPC, y cuán víctima de la soberbia de Luis Castañeda, su antiguo aliado en Unidad Nacional; cuán incierto es el destino de Fuerza Social. O cuán atractivo se vuelve de pronto Alejandro Toledo. El desafío para los candidatos presidenciales principales es conseguir candidatos con capacidad de ganar, pero que luego sean mínimamente eficientes, honestos, eviten escándalos, y que guarden una lealtad y disciplina que hagan viable una bancada parlamentaria.

El asunto es que, a juzgar por la dinámica vista en las últimas elecciones regionales y locales, los mejores candidatos para un Congreso que se elige en circunscripciones departamentales están en los candidatos de movimientos regionales y locales que quedaron segundos o terceros en las últimas elecciones. A estos potenciales candidatos se llega mediante una negociación directa y particularista, no a través de los contactos establecidos por las redes de los partidos nacionales. En otras palabras, la posibilidad que tienen los partidos que buscan alianzas para lograr una buena negociación y colocar sus propios candidatos en las listas de las alianzas es muy pequeña. Tendrían que ofrecer algo más: cuadros con habilidades de negociación política, técnicos de confianza que puedan cumplir funciones de gobierno, vínculos con gremios y organizaciones sociales, vínculos que hagan viable un posible gobierno. De allí que, probablemente, la mortandad partidaria en las próximas elecciones será alta.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Premiados: Przeworski, Touraine, Bauman

En las últimas semanas distinguidos referentes de la disciplina han recibido importantes premios. El 22 de octubre se realizó la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2010, en las que fueron premiados los sociólogos Alain Touraine y Zygmunt Bauman en la categoría "Comunicación y humanidades". Touraine, a propósito, es Doctor Honoris Causa de la PUCP de 2008 (ver al respecto http://martintanaka.blogspot.com/2008/05/alain-touraine-y-thomas-schelling-en.html). Los discursos de los premiados pueden verse aquí:

http://www.fpa.es/premios/2010/zygmunt-bauman-y-alain-touraine/speech/

De otro lado, el 25 de setiembre se realizó la ceremonia de entrega del Johan Skytte Prize In Political Science, otorgado a Adam Przeworski. "Prof. Przeworski has been awarded the prize for 'essentially raising the scientific standards regarding the analysis of the relations between democracy, capitalism and economic development'. He has devoted his research to the interplay between economics and politics, particularly the relationship between democracy and capitalism. One of his most significant contributions in this regard is the conception that economic development does not generate democracy, but rather helps it to survive insofar as there comes to be too much to lose from rocking the system".
Ver:

http://skytteprize.statsvet.uu.se/

En la ceremonia de premiación Przeworski dio una conferencia que llevó por título "Divided We Stand? Democracy as a Method of Processing Conflicts". No la he encontrado en línea, pero sí encontré un paper que aborda un tema similar, "Consensus and Conflict in Western Thought on Representative Government". Ver:

http://as.nyu.edu/docs/IO/2800/beijing-ba.pdf

Ver también la página de Przeworski de NYU, con links a muchos de sus últimos papers:

http://politics.as.nyu.edu/object/AdamPrzeworski.html

domingo, 31 de octubre de 2010

Susana Villarán, antes y después

Artículo publicado en La República, domingo 31 de octubre de 2010

Viajemos un momento al pasado. El núcleo político que creó el Partido de la Democracia Social (PDS), y que postuló a la elección presidencial de 2006 bajo la alianza Concertación Descentralista, evalúa el significado de haber obtenido el 0.62% de la votación presidencial y el 0.85% de los votos al Congreso, de no haber podido elegir ningún parlamentario y de haber perdido el registro ante el JNE.

La campaña habría demostrado que el camino de este núcleo político es diferente al de Ollanta Humala, pero también al del Partido Socialista de Javier Diez Canseco y al del MNI de Alberto Moreno; por lo tanto, habría que persistir en la creación de un partido propio, Fuerza Social. Tener inscripción propia resulta indispensable, para no ser socios menores dentro de proyectos ajenos. ¿Por qué Susana Villarán obtuvo entonces una votación tan baja? Si bien es una figura con experiencia, trayectoria y capacidad, y muy respetada en el mundo oenegístico, es muy poco conocida por la opinión pública. De otro lado, tendría en contra ser muy “miraflorina” para que el electorado medio pueda identificarse con ella.

¿Qué hacer entonces? Trabajar para conseguir la inscripción; de no conseguirse a tiempo, participar en las elecciones con alianzas amplias dentro de la izquierda (el MNI tendría una política muy abierta en ese sentido). Insistir en la promoción de Villarán como figura presidenciable para el 2011: una manera de hacerlo es presentarla como candidata a la alcaldía de Lima, que ganaría Luis Castañeda, si va a la reelección, o Lourdes Flores, si Castañeda postula a la presidencia. Obtener un 15% en esas elecciones, como Humberto Lay en 2006, sería un buen trampolín para la campaña presidencial, en la que se podría aspirar a superar la valla electoral de 5% y colocar algunos parlamentarios, para desde allí plantearse metas más ambiciosas con miras al 2016. Para esto resulta clave que Villarán sea capaz de ir más allá de un circuito de élite y clasemediero a fin de concitar apoyo en los distritos populares...

De vuelta al presente. Como puede verse, la vida te da sorpresas. Villarán ganó inesperadamente la elección, con porcentajes de votación más altos en los distritos populares; al contrario, perdió en los distritos de ingresos medios y altos. ¿Significa esto que el análisis precedente estaba equivocado? Por el contrario, me parece que demuestra lo accidental y frágil que es el apoyo obtenido. Una lección posible para la nueva alcaldesa: sigue siendo un desafío dejar de pensar Lima en términos de la suma de proyectos oenegísticos, y enraizarse en los sectores populares. Incluso invocar la figura de Alfonso Barrantes es problemático: recordemos que este no logró ser reelegido, y perdió ante Jorge del Castillo.

PS. Expreso mi solidaridad con el bloguero José Alejandro Godoy, por la injusta y abusiva sentencia que ha recibido en primera instancia por el PJ.

viernes, 29 de octubre de 2010

¿La izquierda unida jamás será vencida?

Ultimamente tengo mucho menos tiempo para comentar desde el blog, pese a que hay mucho que provoca decir. Pero no me aguanté las ganas de comentar algo sobre los debates actuales en torno al tema de la "unidad de las izquierdas" y los dilemas de Fuerza Social. ¿Deben todas las corrientes de izquierda unirse y participar juntas en las elecciones de 2011? ¿O deberían asumir que en realidad estamos ante proyectos diferentes, y por lo tanto deberían diferenciarse?

Obviamente, una manera de responder estas preguntas nos lleva a un terreno de preferencias y valores, al que no me meteré. Lo que haré es plantear algunas ideas sobre cuál es la lógica que lleva a las izquierdas a unirse o no en términos generales, y explorar qué implicancias y dilemas se presentan para nuestro caso.

El mundo de la izquierda es tremendamente diverso: hay tradiciones leninistas, trotskistas, estalinistas, maoístas, gramscianas, socialdemócratas, castristas, por mencionar algunas de las principales, a las que habría que añadir otras de origen nacional, que encuentran inspiración en el pensamiento de José Carlos Mariátegui u otros. Todas estas corrientes son parte de lo que podríamos llamar una tradición político-intelectual de izquierda "clásica", asociada a proyectos comunistas y socialistas. A esto habría que añadir variantes cercanas, aunque diferentes, que también han sido parte de proyectos colectivos de izquierda, como corrientes populistas o nacionalistas, como el velasquismo, por ejemplo. Cada corriente tiene una ideología que marca claramente diferencias, establece líneas de pureza revolucionaria y bastardía, de allí que este mundo tienda a ser dogmático, intolerante, y que tiendan a darse descalificaciones, excomuniones, divisiones.

Si las cosas son así, ¿cómo es que las izquierdas se unen, históricamente? En general, diría que el principal incentivo para la unidad es la posibilidad de un éxito electoral no alcanzable por separado, y la consiguiente llegada al poder político. Lo ideal para la izquierda es el éxito electoral con una plataforma revolucionaria: lo más cercano a ello lo veríamos en Bolivia con Morales, y antes, con Allende y la Unidad Popular en Chile. Si no se puede, lo segundo mejor sería el éxito electoral siguiendo caudillos populistas, como lo que se ve en la Venezuela de Chávez o en Ecuador con Correa. O como ocurre con sectores de izquierda que viven bajo el alero del peronismo en Argentina. El otro camino es el del éxito electoral con una plataforma reformista, que justifica asumir los costos de entrar al juego democrático, que exige tolerancia, pluralismo, apertura, convocatorias amplias, negociación con otros grupos, pragmatismo, programas políticos más de centro, menos puristas y revolucionarios y más definidos en función de la atención a problemas concretos. Este sería el caso de las izquierdas en Chile, Uruguay o Brasil, de corte socialdemócrata.

En el Perú de la década de los años ochenta, la izquierda se unió en torno al éxito electoral de un líder moderado para el contexto de la época, Alfonso Barrantes. La experiencia de finales de los años setenta e inicios de los ochenta fue muy aleccionadora: en la elección de Asamblea Constituyente de 1978 la suma de los votos obtenidos por las cinco listas de izquierda llegó al 29.4%, pero la lista más votada, la del FOCEP, obtuvo el 12.3%; separados eran débiles, unidos hacían a la izquierda la segunda fuerza política del país, con posibilidades de triunfo en 1980. Sin embargo, en la elección presidencial de abril de ese año no hubo unidad, primaron criterios particularistas, se frustró el proyecto ARI, y la suma de los votos de los cinco candidatos de izquierda alcanzó sólo el 14.4%, donde el candidato más votado, Hugo Blanco, obtuvo apenas el 3.9% de los votos. Una vez creada Izquierda Unida, en noviembre de 1980 la IU obtuvo el 23.3% de los votos en las elecciones municipales provinciales, y en noviembre de 1983 el 29%, lo que incluyó la elección de Barrantes como alcalde de Lima. Así se consolidó el mito de la unidad, por el cual "la izquierda unida jamás será vencida".

Lo interesante es preguntarse por qué, ante la posibilidad de ganar la elección de 1990, la IU se dividió, yendo en contra del argumento del éxito electoral como incentivo de la unidad. Creo que hubo una ideologización extrema que se impuso al pragmatismo electoral, resultado de los desafíos simultáneos que impuso desde fuera el sistema la acción de Sendero Luminoso (y el tipo de represión del Estado), y desde dentro tanto la retórica revolucionaria de Alan García como la retórica refundacional liberal de Vargas Llosa. Todo esto junto fortaleció las opciones más extremas dentro de la izquierda, debilitó su centro, y la división resultó inevitable. El mito de la unidad se confirmaría con los resultados de la elección presidencial de 1990: la izquierda dividida obtuvo 12.9% (Pease 8.2 y Barrantes 4.7%), y en los años siguientes desapareció, perdió su registro electoral y pasó a una suerte de estado de hibernación desde entonces, hasta 2006, para todo efecto práctico.

En 2006 la izquierda intentó resucitar, alentada por la caída del fujimorismo y cierta acumulación de fuerzas durante los gobiernos de Paniagua y Toledo. Sin embargo, diferencias en la evaluación del legado que dejaron estos gobiernos, la persistencia de diferencias ideólógicas del pasado y cierta ilusión de que el "giro a la izquierda" que se producía en la región también se diera aquí y que podría ser capitalizado, para lo cual era importante "perfilarse" mejor, llevó a optar por seguir caminos separados. Los tres candidatos (Villarán, Diez Canseco y Moreno) obtuvieron juntos apenas el 1.38%. ¿Nuevamente la lección fue que la unidad era el camino? Podría haber sido, pero no fue, porque en 2006 Ollanta Humala obtuvo el 30.6% en primera vuelta y 47.37% en la segunda vuelta.

La lección no fue que había que unir a la izquierda. Para unos la lección fue que había que unirse con Humala, optar por un programa radical liderado por un caudillo populista (como en Venezuela o Ecuador), a pesar de que, si bien este se ubica a la izquierda del espectro político, no es un hombre de izquierda en términos doctrinarios. Es decir, aquí primó una consideración pragmática y electoral, revestida de un discurso radical. De allí que el paso al humalismo haya llevado a la radicalización de antiguos moderados (como algunos "zorros" de la década de los años ochenta). De otro lado, para otros la conclusión fue que había que persistir en la construcción de un camino propio, no tanto con la intención de ganar elecciones, sino simplemente de sobrevivir y acumular fuerzas, para lo cual contar con una inscripción propia ante el JNE resultaba imprescindible. En este campo se ubicaron Fuerza Social, Tierra y Libertad y en cierta medida el MNI.

En este marco, para las elecciones del 3 de octubre pasado los distintos grupos de izquierda tuvieron estrategias diferentes entre sí, y diferentes a su interior según las regiones. En Lima el sector socialdemócrata de la izquierda, FS, planeó inicialmente consolidar una mínima presencia propia (la figura de Villarán en particular), que hiciera viable su candidatura presidencial, y así poder superar la valla electoral, no perder la inscripción ante el JNE y lograr una modesta representación parlamentaria el próximo año, para plantearse después metas más ambiciosas. La alianza con Tierra y Libertad, Lima para Todos y MNI fue un acuerdo puntual, no necesariamente un compromiso de construir una relación de largo plazo.

Inesperadamente, como sabemos, Susana Villarán se convirtió en una candidata competitiva y terminó ganando las elecciones en Lima. ¿Qué hacer ahora? FS tiene un gran problema: tiene un enorme capital político potencial con Villarán, pero una gran debilidad en el corto plazo, al no tener un candidato presidencial aparente. En la política personalista en la que vivimos esto significa estar muy mal posicionado. FS ha sido víctima de su éxito. Al frente está Ollanta Humala, cuarto en las encuestas, que no tendría problema en superar la valla electoral y conseguir una representación importante en el Congreso, en principio. Ir con Humala es jugar a seguro para los distintos grupos de izquierda tradicional: se afirman en un discurso radical, se cohesionan ideológicamente, y al mismo tiempo se aseguran un mínimo éxito electoral. Radicalismo y pragmatismo juntos. Esto haría que sectores de izquierda más tradicional y pragmáticos terminen siendo subsumidos por el criterio de la unidad en el humalismo. Desde allí resulta muy cómodo llamar a la unidad de la izquierda: FS sumaría porque permitiría llegar a otros sectores, y prácticamente no hay costos asociados a esa inclusión.

Por su lado, FS no puede decir lo mismo: participar solos puede implicar perder el registro logrado tan esforzadamente, pero de otro lado, ir con Humala implicaría desandar el camino emprendido desde antes de la elección de 2006, el de perfilar un camino propio y distinto; ir con alguien como Toledo también, porque éste es tan poco confiable como aquél, cada quien en su particular estilo. Se podría terminar asumiendo el pasivo de estos, con muy poco beneficio, desdibujando y quitándole credibilidad a una propuesta que reclama renovadora, al interior de alianzas con liderazgos y compañías cuestionables. ¿El camino propio, entonces? La jugada es ciertamente riesgosa, porque no hay un candidato presidencial fuerte y al mismo tiempo capaz de expresar los valores y las propuestas que supuestamente se quieren transmitir. ¿Presentar solamente una lista parlamentaria, y apostar por el voto cruzado, que tan elocuentemente se ha dado en las elecciones recientes? Acá el problema es que dejaría a FS sin un discurso nacional, lo limitaría a la suma de discursos departamentales. El abstencionismo no parece una buena estrategia, cuando se pretende cimentar una propuesta con supuestamente mucho que decir. La clave entonces parecería estar en seleccionar bien a un candidato presidencial propio.

Acá el dilema estaría en optar por una figura como la de Hernando Guerra, aparentemente con algún potencial electoral, pero que no haría creíble el mensaje de que FS encarna "una nueva forma de hacer política" (parecería una movida muy oportunista y puramente electoral, además Guerra tiene un largo y sinuoso pasado político) u otras como las de los expresidentes regionales de Cajamarca o Junín (Jesús Coronel o Vladimiro Huároc), que si bien pueden encarnar mejor un discurso descentralista y renovador, tendrían que demostrar que son viables electoralmente a nivel nacional más allá de sus bases regionales. Algo similar podría decirse de Marco Arana (Tierra y Libertad, que aparentemente tampoco se entusiasman con ponerse bajo el cobijo del humalismo), figura que surge de Cajamarca asociada a temas ambientales, que no parece haber salido de ese "nicho" político). En medio de estos riesgos y dilemas, ¿qué decisión tomará FS? ¿Hará una apuesta electoral no principista, poniendo en riesgo su credibilidad, u optará por una apuesta descentralista exponiéndose a perder su esforzada inscripción? Veremos...

VER TAMBIÉN:

Entre asedios, dudas y expectativas
Romeo Grompone
http://www.revistaideele.com/idl/node/749
Debate entre los candidatos a la Alcaldía de Lima-1983
http://peru30.wordpress.com/2010/08/26/debate-entre-los-candidatos-a-la-alcaldia-de-lima-1983/
Zurdas y restas
http://www.revistaideele.com/idl/node/748

Sobre estos temas algo he escrito antes; ver:

“La crisis de representatividad en los países andinos y el ‘viraje a la izquierda’: ¿hacia una renovación de la representación política? En: Arturo Fontaine, Cristián Larroulet, Jorge Navarrete, Ignacio Walker, eds.: Reforma de los partidos políticos en Chile. Santiago, PNUD, 2008 (p. 273-293).

“The Left in Peru: Plenty of Wagons and No Locomotion”. En: Jorge Castañeda y Marco Morales, eds., Leftovers. Tales of the Latin American Left. New York, Rouledge, 2008 (p. 193-212).

“El agotamiento del modelo neoliberal y el resurgimiento de la izquierda en los países andinos”. En: Pérez Herrero, Pedro, ed.: La “izquierda” en América Latina. Madrid, ed. Pablo Iglesias, 2006 (p. 253-272).

“Révolutionaires, réformistes ou ´hommes politiques traditionneles´? Montée en puissance et effondrement de la gauche au Pérou”. En: Problèmes D´Amerique Latine, 55, Hiver 2004-2005. Paris (p. 65-87).

lunes, 25 de octubre de 2010

Elecciones regionales y municipales 2010

Artículo publicado en La República, domingo 25 de octubre de 2010

Algunas impresiones rápidas de los resultados preliminares, sujetas a verificación, casi hipótesis de trabajo. ¿Qué balance general podría hacerse de los resultados de las últimas elecciones? Primero, es claro que a los partidos nacionales no les fue bien, tienen menos candidatos, votos y autoridades que en 2006. Habría también que decir que los partidos nacionales han en gran medida abandonado, tirado la toalla respecto al escenario regional y local. El partido principal, el APRA, ha sido especialmente golpeado, considerando los resultados de las elecciones regionales de 2002 y 2006, y que están actualmente en el gobierno. Lo llamativo es que, en gran medida, este ha sido el resultado buscado por Alan García. De otro lado, cada vez más los partidos nacionales actúan abiertamente como “vientres de alquiler” en las regiones y municipios.

Segundo, creo que los resultados reflejan en gran medida el crecimiento económico ocurrido en los últimos años. No solo ser autoridad regional y local es más atractivo para una carrera política que antes, dado el aumento del presupuesto de inversión, también hay más actores dispuestos a invertir dinero en campañas. Esto ayuda a entender el aumento del número de candidatos en regiones y provincias, también campañas más costosas, y una mayor presencia de empresarios o personalidades que acumulan capital económico y lo quieren convertir en capital político. El mayor costo de las campañas podría haberse constituido en una suerte de barrera de entrada práctica que, aparentemente, ha reducido el nivel de fragmentación política: el voto tendió a concentrarse en los candidatos grandes, y los ganadores en general han ganado con porcentajes mayores a los del 2006.

Tercero, “algo” podría estarse consolidando en algunas regiones. Tenemos más candidatos reelectos en 2010 que en 2006 en las regiones y aparentemente también en los municipios, y encontramos que en algunas regiones hay ya varios nombres que se repiten como los candidatos más votados en las últimas elecciones. Ojo, no se consolidan movimientos, sí liderazgos muy personalistas. Y esos liderazgos saltan de un movimiento o partido a otro de elección a elección con mucha facilidad. Más que transfuguismo, lo que tenemos es que los partidos y movimientos no son mucho más que una inscripción o etiqueta que permite postular personas.

Cuarto, la creciente personalización de la política explicaría un mayor voto cruzado en las últimas elecciones. Una cosa es votar por el presidente regional, otra por el consejero regional, otra por el alcalde provincial, otra por el alcalde distrital. Este efecto, elocuente en Lima, se habría dado en todo el país, y se habría profundizado por la elección de consejeros regionales en circunscipciones provinciales uninominales.

Quinto, si todo lo anterior es cierto, poco sería lo que se puede inferir de estos resultados para las elecciones del próximo año.

domingo, 17 de octubre de 2010

"Desafíos de la gobernabilidad democrática"

El próximo viernes 22 se presentará mi último libro (del cual soy coeditor y coautor con Francine Jácome) en el Instituto de Estudios Peruanos, a las 7 pm. Pueden ver la carátula, el índice del libro, y la tarjeta de invitación, están todos cordialmente invitados. Los comentarios de Steven Levitsky, Luis Gómez y Paula Muñoz serán sin duda interesantes. Saludos...

Indice

Presentación
Martín Tanaka

PRIMERA PARTE: REFORMAS POLÍTICO-INSTITUCIONALES

1. Bolivia: el azaroso camino de la reforma política
Fernando Mayorga

2. Reforma institucional en Colombia: el vía crucis por el equilibrio entre la gobernabilidad y la representación (1991-2006)
Mónica Pachón

3. Gobernabilidad democrática y reformas institucionales y políticas en Ecuador
Simón Pachano

4. Régimen político, improvisaciones institucionales y gobernabilidad democrática en Perú
Romeo Grompone y Rodrigo Barrenechea

5. La Venezuela de la V República: la reforma política y sus implicaciones institucionales
Ricardo Combellas

SEGUNDA PARTE: MOVIMIENTOS SOCIALES

6. Movimientos sociales en Bolivia. Acción colectiva y democracia en tiempos de cambio (1990-2009)
Eduardo Córdova

7. Democracia, gobernabilidad y movimientos sociales en Colombia: 1990-2006
Marcela Velasco

8. Movimientos sociales y procesos constituyentes en Ecuador
Carlos de la Torre

9. El asedio desde los márgenes: entre la multiplicidad de conflictos locales y la lenta formación de nuevos movimientos sociales en Perú
María Isabel Remy

10. Movimientos sociales en Venezuela: la demanda es por más democracia
Deborah Van Berkel

TERCERA PARTE: VISIONES COMPARADAS

11. Entre la democracia elitista y los personalismos autoritarios: reformas institucionales y gobernabilidad democrática en la región andina
Martín Tanaka y Sofía Vera

12. Movimientos sociales, democracia y reformas en la región andina
Francine Jácome

13. La región andina y el contexto hemisférico, o de cómo construir región en tiempos turbulentos
Ana María Bejarano y Daniella Levy-Pinto

Sobre los autores

Venezuela, Ecuador, Brasil, Chile


Artículo publicado en La República, domingo 17 de octubre de 2010

Tiempo de mirar nuevamente por el vecindario. En las últimas semanas han llamado la atención las elecciones legislativas en Venezuela (26 de setiembre), una rebelión policial en Ecuador (30 setiembre), la primera vuelta de las elección presidencial en Brasil (3 de octubre) y el rescate de los mineros chileno (13 de octubre). Brasil y Chile tuvieron en los últimos años gobiernos de corte socialdemócrata, y en estas elecciones el tema fue la continuidad o un giro hacia la derecha. En Chile se dio lo segundo con la elección de Piñera, mientras que en Brasil, aparentemente, se impondrá la continuidad con Dilma Rousseff. En todo caso, el Partido de los Trabajadores se ha convertido en la principal fuerza política del Congreso, y mediante su alianza con el PMDB y otros partidos ha logrado una cómoda mayoría. Respecto a la gestión de Piñera, es todavía poco lo que se puede decir, a pesar de que lleva ya seis meses de gestión: lo que ocurre es que la atención del país y los esfuerzos gubernativos han estado centrados en la respuesta a desastres (primero el terremoto y luego el rescate de los mineros), y otros temas sustantivos han pasado por el momento a un segundo plano (como el tema mapuche, entre otros).

Por otro lado, tenemos países que se orientaron más radicalmente hacia la izquierda, con gobiernos que se han propuesto refundar el orden político. En Venezuela las condiciones de competencia y equilibrio político han mejorado con la última elección, en la que la oposición ha ganado un espacio importante: en términos de votos, los resultados muestran un resultado estrecho: 52% para el gobierno, 48% para la oposición. Sin embargo, por el diseño de los distritos electorales, el oficialismo podría llegar a tener el 60% de la representación. Si pensamos en la elección presidencial de 2012, el chavismo cuenta además con una enorme concentración de poder, mientras que la oposición tiene el desafío adicional de consolidar un líder capaz de unificarla y al mismo tiempo de derrotar a Chávez. En suma, diría que en Venezuela tenemos una oposición que ciertamente ha avanzado, pero que compite en un escenario que sigue siendo el de un régimen autoritario. El que se haya demostrado que no tenga una clara hegemonía social o que la oposición tenga más espacio no cambia el carácter del régimen.

En Ecuador, los sucesos recientes han revelado la existencia de importantes fisuras y debilidades en el gobierno, el partido en el poder y sus alianzas. Si bien Ecuador, al igual que en Venezuela o Bolivia el partido oficialista logra ser mayoría electoral y controlar relativamente las instituciones, en Ecuador el partido de gobierno no tiene la solidez o disciplina para imponerse. Tampoco el proyecto de “revolución ciudadana” del presidente Correa muestra gran cohesión ideológica, mientras que en Venezuela y Bolivia estamos ante proyectos socialistas hegemónicos mucho más definidos.