Artículo publicado en El Comercio, sábado 1 de febrero de 2020
Afortunadamente, el porcentaje de ausentismo, voto blanco y nulo fue mucho menor al esperado. La encuesta de IPSOS del 19 de enero registraba un 43.1% de votos blancos y nulos. El ausentismo al final (25.3%) fue muy alto comparado a elecciones congresales previas, pero menor al del referéndum 2018, donde llegó al 27.68%. Tuvimos el porcentaje más bajo de votos en blanco de las últimas elecciones (un poco más del 2%), y un 16% de votos nulos, algo cercano a resultados anteriores (resultados preliminares). Buena parte de los indecisos se decidieron en los últimos días, no a favor de quienes llevaban ventaja, sino de FREPAP, Podemos Perú y Unión por el Perú. Está claro que en esta ocasión ningún grupo entusiasmó a los electores, y los resultados muestran por mucho la mayor fragmentación del periodo democrático iniciado en 2001.
Una manera de ver esta fragmentación es que la suma de los grupos que alcanzaron representación en 2020 llega apenas a un 68.53% de los votos válidos, cuando ese porcentaje superó el 90% en 2016 y en 2011. Unos partidos resultaron obteniendo las votaciones más altas en algunas regiones, pero al no pasar la valla quedaron sin representación: Perú Libre en Junín, Democracia Directa en Cusco, Avanza País en Madre de Dios. En el mismo sentido, tenemos varios candidatos con votaciones preferenciales altas que quedarán fuera: Ciro Castillo, Alberto Beingolea, Beatriz Mejía, Julio Arbizu, Mauricio Mulder, Renzo Reggiardo. Algunos de ellos, probablemente, serán candidatos al Congreso de 2021, y algunos eventualmente con otra camiseta.
Dentro de los que alcanzaron representación, Acción Popular, el partido con mayor votación, concentró apenas poco más del 10% de los votos válidos, mientras que Fuerza Popular obtuvo el 36.34% en 2016, Gana Perú el 25.27% en 2011, Unión por el Perú el 21.2% en 2006, y Perú Posible el 26% en 2001. Llaman también la atención ciertos patrones de votación: Acción Popular tiene más votos y más parejamente distribuidos en el país, con bolsones importantes en San Martín y Huánuco; luego FREPAP, con Ucayali y Lima Provincias como bolsones principales. Con una distribución cercana al promedio, están Fuerza Popular, con un bolsón en Piura; el Partido Morado, más relevante en Lima y Arequipa; Frente Amplio, en Amazonas, Apurímac y Puno; Somos Perú, en Ancash, Amazonas y Ucayali. Más regionalizados aparecen APP, con bolsones en Cajamarca, Loreto, La Libertad, Ica, Moquegua y Tumbes, pero muy débil en Lima; Podemos al revés, el más votado en Lima, pero muy débil fuera; y Unión por el Perú, el más votado en Ayacucho, Huancavelica, Arequipa, Puno y Tacna, pero casi inexistente en el resto del país. Mi colega en la PUCP Tomás Dosek ha hecho un excelente análisis de los datos preliminares, disponibles en su cuenta de twitter.
De los congresistas electos, apenas quince, según Milagros Campos, tiene experiencia parlamentaria previa: algo que complicará la gestión de este periodo tan corto. Urge consensuar una agenda.