miércoles, 15 de abril de 2015

Recapitulando

Artículo publicado en La República, domingo 5 de abril de 2015

- Cuán difícil es construir mayorías en un Congreso fragmentado. Al inicio del gobierno, entre Gana Perú y Perú Posible podían construir mayoría (47 y 21 representantes, respectivamente); hoy el primero tiene 33, y el segundo 11. El gobierno no solo ha acentuado su distancia con la oposición fujimorista y aprista, también se ha distanciado de sus antiguos miembros y aliados. Y esto ha ocurrido no porque haya sido el costo a pagar por la implementación de reformas importantes; es resultado de pugnas sin mayor contenido político.

- Ana Jara, la mejor operadora política del gobierno, termina pagando el costo del clima de crispación: el escándalo que la hace caer, acciones de espionaje por miembros de la Dirección Nacional de Inteligencia, no son en realidad responsabilidad suya (más bien ha iniciado una reestructuración de esa entidad). Lo extenso de esas actividades (acentuadas durante el presente gobierno), y el clima de confrontación, dieron lugar a una momentánea y amplia unidad opositora. Una demostración de la insatisfacción en el Congreso con el tipo de liderazgo del presidente Humala, que termina asumiendo Jara.

- Nombrar a Pedro Cateriano Presidente del Consejo de Ministros es la respuesta a la oposición: no nos dejamos atarantar. Por supuesto, se está pensando en dar un mensaje a la oposición, no en la eficacia de las políticas públicas o en un plan de reformas para el último año de gobierno, que no existe.

- En el conflicto entre poder ejecutivo y Congreso, el primero tiene la mano más débil. Supuestamente, tienen a su favor el hecho de que después de dos censuras al Consejo de Ministros, el presidente puede disolver el Congreso. Sin embargo, no es una amenaza creíble, porque muy probablemente el gobierno sería derrotado en las nuevas elecciones parlamentarias. Y segundo, porque el Congreso puede muy fácilmente dar la confianza al nuevo Consejo de Ministros en lo inmediato y quitársela a partir de agosto, considerando que en el último año de mandato ya no es posible la disolución. Y del lado del Congreso, lo que sí es creíble es una Mesa Directiva opositora, que puede complicar seriamente el último año de gobierno.

- En conclusión, lo que el sentido común sugiere es que lo más conveniente, para el gobierno y para el país, hubiera sido privilegiar una línea que buscara consolidar algunas líneas de política pública o de reforma, y una transición ordenada hacia el próximo gobierno, para lo cual construir un clima de distensión era necesario. Tanto es así, que el propio Cateriano ha dado muestras de estar iniciando un nuevo estilo de desempeño político.

- El principal factor que puede empujar al gobierno por el camino de la confrontación es apostar a congregar los votos del sector antifujimorista y antiaprista para las elecciones de 2016. En tanto no se consolide una opción electoral viable alternativa a Keiko Fujimori y Alan García, la candidatura oficialista podría empezar a verse, inesperada y sorprendentemente, como más atractiva.

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