Un comentario sobre el uso de las estadísticas, pensado para estudiantes de ciencias sociales.
El lunes pasado, Carlos Reyna en La República escribió, a propósito de la presentación de la ministra de transportes en el Congreso:
“En efecto, la ministra abusó de tasas y porcentajes para sostener que su gestión ha reducido los niveles de inseguridad en las carreteras. La magia de su estadística volatilizó el sentido común y las impresiones de los ciudadanos. Ya son dos magos en el gabinete.
La ministra Zavala comparó las cifras de muertes de dos años, 2006 y 2007, y apareció un descenso. Pero si se compara la cifra dada para 2007, que es de 534, con lo que va de este año, el incremento es notable. Hasta junio de 2008 ya hubo 401 muertes. El promedio mensual de 2007 fue de 45 muertes. Este año va siendo de casi 70. El dato es de la propia web del MTC. ¿Es una mejora?
La ministra, sin embargo, ha declarado en RPP que el número absoluto de muertes no es un buen indicador para medir la inseguridad. Sostiene que esa cifra debe ser relativizada pues hay que tomar en cuenta el volumen de la flota y el número de viajes. O sea que si estos aumentan es esperable que haya más muertes. Tranquilos, lo que importa es el porcentaje de vidas que se van, no el número absoluto.
No se puede aplicar al siniestro de vidas humanas la misma lógica de porcentajes que al siniestro de teléfonos celulares. Dos celulares dañados entre 10 mil vendidos podrían ser considerados casi cero por sus fabricantes. Dos vidas perdidas, así sea entre 10 mil pasajeros, jamás. Y aquí, cada mes, se pierde la vida de más de un bus completo de pasajeros. ¿Eso nos lleva a pensar en un porcentaje o en lo absoluto, incluso lo infinito, de esa pérdida?
El razonamiento de la ministra acaso explica la actuación realmente pobre de su sector en lo que respecta a la inseguridad del transporte. Ella expresa un resignado realismo de mercado: a mayor demanda, mayor oferta y, en las condiciones caóticas de este mercado nuestro, mayores accidentes. Qué se le va a hacer. Lo más que podremos será mantener los porcentajes”.
"El cero, el infinito y el caos"
http://www.larepublica.com.pe/content/view/241298/481/
Tiempo antes, el 6 de junio, Sinesio López escribió, también en La República, también en contra de la estadística:
“Una aplanadora que masifica, uniformiza, nivela y cosifica a la humanidad. Los hombres y las mujeres dejan de ser personas para convertirse en cifras estadísticas. Ya no actúan, solo se comportan. Ese es el terreno fértil en donde germinan, crecen y florecen las CCSS (sociología, economía, etc.) y las estadísticas como disciplina académica. Esta es la crítica más radical, profunda y pesimista que Hannah Arendt, una de las filósofas más importantes del siglo XX, ha hecho a la modernidad. El debate actual sobre el porcentaje de reducción de la pobreza parece confirmar la crítica pesimista de Arendt. Los pobres son tratados como meras cifras estadísticas. Ellos han perdido su calidad de seres humanos. Los políticos y los técnicos discuten si son más o son menos. Más aún: se manipulan las cifras, se apela a supuestas metodologías técnicamente fundadas, se fijan ridículos límites monetarios para contar el número de pobres y muy pobres. El pobre tiene un precio: vale menos de 229 soles. El muy pobre vale la mitad”.
"Los pobres no son estadísticas"
http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,225005/Itemid,0/
Me ocupo de esto porque me parece que las profundamente erróneas concepciones que subyacen en estos artículos pueden ser compartidas por algunos estudiantes de ciencias sociales. Como profesor universitario me siento obligado a decir algo al respecto.
En la escuela nos inoculan a muchos el rechazo a las matemáticas, lo que se expresa después en el rechazo a la estadística. Y en tanto no las entendendemos o aprendemos bien, las percibimos como amenazantes; de allí a descalificarlas o a decir que "no sirven" hay un paso. En realidad escondemos nuestra ignorancia. Lo que hay que hacer es reivindicar la utilidad de las matemáticas y de la estadística, y tenemos que esforzarnos en enseñarlas y aprenderlas bien. De otro lado, a veces entre quienes las estudian y manejan, como los colegas mencionados, se encuentra una descalificación a lo que se ve como un instrumento ideológico del capitalismo o del “neoliberalismo”: con estas herramientas tratamos a las personas como cosas. Por estos dos caminos se llega al mismo punto: desincentivar el estudio de la estadística en los estudiantes de ciencias sociales.
No pues: las estadísticas son una herramienta muy útil de análisis (sin que haya que considerarlas lo máximo, tampoco). Y si un razonamiento estadístico nos parece mal, la solución es encontrar un razonamiento estadístico mejor, o una metodología alternativa mejor para lo que estudiamos, no descartar el análisis estadístico. En el caso de Reyna, calcular el número de accidentes sobre el total de viajes le parece mal; él quiere ver el número absoluto de accidentes: como si fuera lo mismo decir 5 accidentes en 10 viajes, o 5 en un millón de viajes. Es absurdo. Si no le gusta ese indicador, que encuentre uno mejor, pero no es válido descalificar ese, mucho menos con el argumento de que cada vida tiene un “valor absoluto”. Razonamiento demagógico. Eso no está en discusión. Demagogia también defender "el sentido común y las impresiones de los ciudadanos" como un mejor modo de conocimiento. Precisamente, la ciencia debe desafiar el sentido común, para avanzar. Si simplemente confirma el sentido común, nos quedamos en lo mismo. Sería condenar la ciencia a la irrelevancia.
Más adelante atribuye la lógica de calcular el número de accidentes sobre el total de viajes a un “resignado realismo de mercado”. ¿? ¿En los países socialistas no se usan estadísticas? ¿No se calculan los accidentes sobre el número total de viajes? Ojo que con esto no quiero defender a la ministra de transportes: simplemente digo que la crítica debe tener mejores bases que apelar al "abuso estadístico".
De otro lado, Sinesio López cae un poco en argumentos como los de Reyna, cosa que sorprende, porque López ha publicado libros con abundante trabajo estadístico, y eso no implica quitar a las personas su carácter de seres humanos. Medir el número de pobres, si son más o menos, es importante para evaluar el desempeño de las políticas. No hay nada de malo en ello; un criterio es el monetario, calculado sobre el valor de una canasta. No veo qué puede haber de ridículo en ello. Más adelante el propio López dice:
“... Cualesquiera sean las formas que asuman los mapas de los pobres, lo importante es que ellos sirvan para desplegar políticas sociales que los consideren como seres humanos, teniendo en cuenta que las mejores políticas sociales son las buenas políticas económicas, como no se cansa de decirlo Efraín Gonzales de Olarte".
Ok, lo importante es que después de medir se apliquen buenas políticas, para lo cual se necesitan, precisamente, buenas mediciones. El problema no está en la estadística, pues. Esto es importante que lo tengan claro los estudiantes de ciencias sociales.
Imagen tomada de:
http://www.ebbemunk.dk/kazaa_skype/kazaa_skypep5.html
Henri Michaux - A las puertas de la ciudad
-
A las puertas de la ciudad fui apresado por una extraña aglomeración.Miles
y miles de carniceros, el arma en alto, esperaban al primer bebé que
llegara has...
Hace 1 hora.
16 comentarios:
las cifras (bien ideadas) ilustran y nos aproximan a contrastar una investigación, en el caso de Sinesio López, el lo complementa muy bien con análisis de él. el mismo me decía: "los mejores libros que he leído, no poseen siquiera una cifra"
ciudadanos reales e imaginarios es toda una excepción.
Hola Martín, creo que el punto tratado por ambos analistas es la manipulación grosera de las estadísticas. Esto es algo frecuente no sólo en el espacio académico sino y sobre todo en el político. Sería útil que pudieras ilustrar algo al respecto.
Martin, me sorprende tambien el comentario de parte de Reyna, dado que yo le conozco varios trabajos estadisticos.
Es cierto y preocupante lo que dices, y varias veces hemos comentado al respecto, sobre el "rechazo" gratuito que tienen los estudiantes a las estadisticas. Quisiera contar una anecdota que me parece ejemplificadora. Yo ahora estoy llevando Estadistica II en Notre Dame, para trabajar con variables categoriales, y adivinen a quien tengo como companiero de carpeta: Scott Mainwaring! Un tipo consagrado y con una bibliografia amplia e influyente (donde por cierto si hay un trabajo estadistico), se da cuenta que a pesar de su "level" necesita seguir aprendiendo sobre pruebas de logit y probit!!! Toma nota, pregunta, y hace los ejercicios como cualquier otro!!! Ustedes se imaginan a cualquier "consagrado" local yendo a las clases de David Sulmont??? (cosa que deberian).
No, no, seguro que ahora van a decir que Scott es neoliberal y se van a poner a leer a Aristoteles o Schmidt. Saludos.
Carlos Melendez
1.- SUCEDE QUE MUCHOS POLÍTICOS SE "AUTOALABAN" CUANDO MIDEN EL LOGRO DE SU GESTIÓN PÚBLICA EN BASE A RESULTADOS MACRO ESTADÍSTICAMENTE COMPROBADOS. RECORDEMOS CUANDO GARCÍA, DEL CASTILLO Y ALVA CASTRO, RENEGABAN DE LA CIFRA QUE DABA TOLEDO SOBRE LA DISMINUCIÓN DE LA POBREZA, Y NOS DAMOS CUENTA QUE GARCÍA MIDE LA POBREZA EN BASE A LA CIFRA ANTERIOR. ¿EN QUE QUEDAMOS ENTONCES?
2.- ALGUNOS REFORMISTAS DE ESCRITORIO (POLÍTICOS, ANALISTAS, PERIODISTAS, ETC)BASÁNDOSE EN EL PODER DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN CONTRIBUYEN A FORMAR UNA EXPRESIÓN PÚBLICA BASÁNDOSE EN QUE LO QUE ELLOS DICEN ESTÁ BIEN, HACIÉNDONOS PENSAR QUE SI ELLOS TOMARAN LA POSTA DE LOS MINISTERIOS HARÍAN MEJOR LAS COSAS. ALGUNOS NOS HABLAN DE POLÍTICA ECONÓMICA CUANDO TAL VEZ JAMÁS ESTUDIARON NISIQUIERA TEORÍA ECONÓMICA. ALGUNA VEZ ESCUCHÉ A MI COLEGA CAYETANA ALJOVÍN HACER CRÍTICAS FRENTE AL MONOPOLIO DE TELEFÓNICA, Y AHORA ELLA ES VICEMINISTRA DE TELECOMUNICACIONES (¿QUE PASÓ EN PISCO, CHINCHA E ICA?)
3. COMO BIEN LO DICES MARTÍN, LA ESTADÍSTICAS SON HERRAMIENTAS ÚTILES PARA CUANTIFICAR LA MAGNITUD DE DATOS EN UN ESTUDIO. PERO ES LÓGICO, Y ESO LO SABE CUALQUIER MUCHACHO QUE ALGUNA VEZ HIZO UNA TESIS, QUE LOS TRABAJOS DE CAMPOS MUCHAS VECES NOS DICEN OTRA COSA. HACES BIEN EN RECALCAR ESTE DEBATE PORQUE HAY MUCHOS JÓVENES -SOBRE TODO- QUE PUDIESEN SER PERSUADIDOS POR CADA POLÍTICO COMODÍN Y/O REFORMISTAS DE ESCRITORIO.
En todo caso, se podrían tener dos niveles en el análisis de los accidentes vehiculares.
Primero, un nivel cualitativo, y observar la calidad del servicio, el trato al pasajero, las expectativas del usuario del servicio, etc.
Lo segundo, y copio y pego lo que sugirió Matuk en mi blog, tener una estadística basada en accidentes por kilómetros recorridos:
"el problema es que el número absoluto de accidentes tiene que ser comparable en términos relativos, por ejemplo con el número de kilometros recorridos. De igual manera el número de muertos con el total de pasajeros transportados.
En un artículo de hoy en el New York Times muestran como en 1966 habían 5 muertes for 100 millones de millas viajadas versus 1.37 en 2007.
http://www.nytimes.com/2008/08/15/us/15fatal.html"
Esa, claro está, es una chamba para el MTC.
Gracias a todos por sus comentarios: para Frank, por favor, ¡no escribir en mayúsculas! Saludos.
Hola Martín,
Tengo una pregunta puntual: ¿Qué opinas de los jóvenes politólogos que no quieren ser ni "analistas" ni "científicos", sino "gestores públicos"?
¿Qué utilidad práctica tienen las estadísticas y las matemáticas para estos futuros "hombres de política"?
Me gustaría conocer tu opinión al respecto.
Saludos,
Carlos P.
Hola Martin
A mi, como a Carlos, tambien me sorprendio el rechazo a la estadistica por parte de algunos estudiantes de la facultad en base a posiciones mas comodas que meditadas. Por lo general los mayores criticos de la "mala" estadistica son los propios metodologos cuantitativos que saben cuando se estan presentando resultados con poca rigurosidad.
Si en vez de ver la la estadistica como problema se aprende a usarla, hay un monton de trabajo interesante para hacer en el Peru. Es una herramienta util para ver como varios sentidos comunes no son tan generales como se cree sino anecdoticos o incluso falsos. Ademas, ayuda a ser mas consciente de posibles sesgos ideologicos en el analisis.
Lo que si puede ser un problema, y tal vez a eso se referia Sinesio Lopez, es cuando se dejan de estudiar temas politicos por la dificultad de cuantificarlos. Hay temas que son mas dificiles de documentar o medir con cifras(cambio historico, cambio cultural, impacto de las ideas, etc) y no por ello deben dejar de ser estudiados. Creo que en el Peru estamos muy lejos de tener ese problema.
Saludos,
Eduardo Dargent
Carlos P.:
sobre no ser ni "analistas" ni "científicos", sino "gestores públicos", excelente opinión.
Y si alguien está interesado en las políticas públicas, las matemáticas y la estadística son imprescindibles. Basta ojear la literatura del public choice para darse cuenta de ello. En general, las políticas públicas implican presupuestos, líneas de base, evaluación de desempeño, construcción de indicadores de eficiencia, análisis de costos y beneficios, modelos explicativos de la evolución de variables sociales... en resumen, son imprescindibles. ¡Así que a estudiar!
Hola Martin
En este caso, como en muchos otros, has tocado un tema sensible en los espacios academicos. Me animo a apostar por una de tus ideas, que la trataba en su momento con mis alumnos en Peru, respecto a un "subconsciente" adverso a las matematicas y por extension, a todo lo que se le parezca. Asi, un mensaje "tribunero" cae mejor en el publico cuando utiliza estos "temores" escondidos en el subconsciente
Una frase que encontré en libros de Russell Ackoff y otros pensadores sistemicos: "Si no puedes medirlo, no podras conocerlo"
El problema no son las herramientas sino lo que hacemos con ellas.
Interesante la discusión. Dargent dice algo muy cierto: el problema ocurre cuando hay situaciones o procesos difíciles de cuantificar, y creo que allí está el límite de la ciencia política hegemónica que trata de cuantificar situaciones políticas más menudas y complejas.
Por ello, es facil caer en la ortodoxia metodológica, y se confunda para algunos la lucha por lo cuantitativo como una lucha por la identidad disciplinaria (la CCPP), que al común de los lectores no interesa en absoluto. Por el contrario, lo que los lectores buscan desesperadamente son explicaciones de procesos de permanencia y cambio políticos y su eventual relación con dinámicas culturales y sociales. Así de simple. Ahora bien, que para ello se utilize metodologías cuantitativas y/o cualitativas, encuestas y/o historias de vida, focus groups y/o etnografías, bases de datos y/o análisis de discurso, etc. dependerá en primer lugar de las preguntas de investigación y, claro está, de la flexibilidad intelectual del investigador.
Creo que el argumento de Martín es correcto. Las metodologías se aprenden, precisamente porque son herramientas que facilitan el desarrollo de una investigación. Pero no son del todo neutras. La etnografía, por ejemplo, es vista por algunos ortodoxos como una herramienta cualitativa naif porque asumen que responde a la observación caótica y anárquica de un universo social determinado. Pero la etnografía -desde Malinowski- responde siempre al objetivo de hallar patrones y regularidades en los vínculos sociales (el Kula entre los trobiand, el intercambio del Don de Marcel Mauss, estructuras de parentesco en Levi-Strauss), aunque este hallazgo de regularidad provenga desde la distancia cultural entre observador y observados (antropología clásica). Pero tanto Malinowski como cualquier otro etnógráfo contemporáneo sabe que toda experiencia etnográfica responde como mínimo a una guía de observación, a una guía de entrevistas, a un protocolo de relaciones con el universo estudiando, y luego al análisis comparado del material etnográfico recogido. Pero sobretodo en toda buena etnografía existe la intención implícita de encontrar racionalidad en la agencia humana, aunque éste revestida y mediada por rituales y universos simbólicos "distintos" a los nuestros.
A qué voy con esta larga alocución. Que la etnografía como herramienta cualitativa no es neutra: nació con el objetivo central de dar cuenta de la similitud racional de los seres humanos, aunque bajo una mirada cultural y social comparada.
En el mismo sentido, ¿cuál es la "marca" de origen del metodo cuantitátivo? ¿o se asume que un saber neutro y cerrado?
Saludos
Los metodos cuantitativos cobran particular desarrollo con las tecnicas de la investigacion de operaciones y la posibilidad de procesar grandes volumenes de informacion a partir de la aparicion de los ordenadores. Eso nos ubica en la entreguerra y con mucho mayor fuerza luego de la 2da guerra mundial, fines de los 40 e inicios de los 50s. Aunque parezca paradojico, sus raices son mucho mas fuertes en los estados de planificacion centralizada que pretendian "hacerlo todo" con sus complejisimos modelos matematicos
Al otro lado del mundo, estas tecnicas hacen enfasis en la optimizacion de beneficios y estan sesgadas a ello.
Siendo como se supone es posible "controlarlo" todo con la "numerizacion" de los conocimientos, una posicion fundamentalista respecto de la aplicacion de metodos cuantitativos esta mas cercana a los extremos politicos que a posiciones moderadas.
Y respecto a la estadistica, es correcto afirmar que 900 encuestas no necesariamente representan a 4 millones de electores limenhos. Si seria representativa esa muestra si se supone que las preferencias de la poblacion estan homogeneamente distribuidas en el territorio a estudiar; simplificando, 400 encuestas representan con buena aproximacion a una poblacion de 4 millones, pero homogeneamente distribuidas las preferencias. Si no es asi, es decir, si requerimos identificar estratos diferentes entre si y homogeneos cada uno a su interior, se requieren 400 encuestas por estrato. Y hace mucho, mucho tiempo que los famosos A, B, C, D y E han quedado desfasados. La propuesta de Arellano es interesante (dividir a la poblacion en Emprendedores, Afortunados, Conservadores, etc), pero poco practica para efectuar sondeos.
Disculpen si no fui suficientemente ordenado en exponer mi punto, pero queria hacerlo antes que el tema "se enfrie"
:-)
Saludos
Dario
creo que todos ustedes estan tergiversando el articulo de carlos reyna, que es el que leí. a mi parecer el no ha tratado de dar ninguna lección a ningun alumno de ccss, es una columna sin las grandes pretensiones de los grandes profesores universitarios. es claro, la vida humana se puede relativizar. me parece mas claro decir: un automovil se ´chocó con el resultado de un muerto que , un automovil se chocó con el resultado de el 100% de muetos . los doctores no deben ser tan doctores. la vida humana no es demagogia. en usa sabran , cuantos aviones se caeran este año, cuantos muertes se produciran?
creoq eu nadie puede negar el uso de la estadistica, ahi estan los analsis demograficos, y si tambien algunos recurrimos a las lecciones y si tomamos notas
jorge rivas
Estoy sumamente interesada en este tema. Creo que la matemática y la estadísitca tienen que poder conversar con las ideas y las miradas cualitativas, dejando de lado los prejuicios de ambos lados y ayudarnos mutuamente.
Yo estudié ciencias, y soy estadistica y me pasoo al revés,me me cuesta mucho entender una idea que no tenga una secuencia lógica, en la que se encuentre una contradición, o q no venga después de p. Estoy aprendiendo, pero me cuesta entender alguna afirmación que no tenga algún fundamento númerico, por asi decirlo. Y me molesta ver como, ya lo he dicho varias veces, se utilicen indicadores y data sin cuestionar lo que hay detrás, o sin querer verlo o mostrarlo. Sería cuestión de trabajar en el tema, no usando fórmulas complicadas, pero si poder entender que significan los indicadores, las muestras,las ley de probabilidades, las hipótesis estadisticas y las formas en que estas se prueban o rechazan. Dejar de lado, las ideas que los "cuantis" tenemos de los "cualis" en comentarios como "A man without a data is only a man with an opinion", o los chistes tontos, pero que explican la poca apertura hacia las "verdades" estadisticas: "si le preguntan como se siente a un estadistico que tiene los pies en en el fuego y la cabeza metida en un balde de hielo, el estadistico te contestará que está bien, que no tiene ni frio ni calor". Creo que hay que pensar en el tema, para educarnos mutuamente y sacar el mejor provecho de ambas miradas.
Va un cuentito publicado en Página12, diario argentino, por el matemático Adrián Paenza, que encuentro relacionado con el tema.
Espero que este comentario no sea muy largo.... bueno, todo dependerá de con que escala se mida!!
Sombreros, abuelos y monos, Por Adrián Paenza
Esta historia apareció en la revista Scientific American, en junio del año 2007. Me encantó. Le pido disculpas al autor, porque no registré su nombre, pero, obviamente, el crédito le corresponde íntegramente a él.
Cuenta ese artículo que un señor que se dedicaba a vender sombreros hizo un alto en su caminata, vencido por el cansancio y el sol. Se sentó junto al tronco de un árbol y se quedó dormido. Cuando se despertó, advirtió que en una de las ramas del árbol había un grupo de monos que se habían apoderado de sus sombreros y que sólo le quedaba el que estaba usando él.
Empezó a hacerles señas a los monos para que se los devolvieran, pero por más esfuerzos que hacía, los monos permanecían impertérritos. En un momento determinado, ya muy frustrado, se sacó el sombrero y lo tiró al piso con fastidio. Increíblemente, los monos le copiaron el gesto y arrojaron también ellos los sombreros que tenían.
El hombre no podía salir de su asombro. Había conseguido, en forma inesperada, recuperar toda su mercadería. Los recogió y partió apurado.
Pasaron más de 50 años, y una vez más, otro hombre que también vendía sombreros pasaba por una situación parecida. Curiosamente, se trataba del nieto del señor que originariamente había vivido la experiencia que describí más arriba. También él se quedó dormido y volvió a suceder lo mismo. Cuando se despertó, vio que un grupo de monos se había apoderado de todos los sombreros (salvo el que usaba él).
En ese momento, recordó lo que le había dicho su abuelo y, sin dudar, arrojó su sombrero al piso con gesto de fastidio.
De inmediato, uno de los monos que estaba en la rama, bajó apurado, tomó el sombrero que estaba en el piso, y corriendo se trepó nuevamente al árbol.
El joven miraba hacia arriba azorado, cuando el mono le gritó: “¿Vos te creías que eras el único que tenía abuelo?”.
Esta historia, pese a que en principio parece no tener nada que ver con la matemática, refleja lo que uno hace muchas veces dentro de esta ciencia: busca patrones, busca ideas que se repitan. Un médico busca “patrones” o “síntomas” o “signos” que entiende le indicarán qué es lo que tiene el paciente.
Algo más pedestre: una persona que escucha un ruido dentro de la casa sabe si preocuparse o no, teniendo en cuenta si es algo que ya escuchó antes y sabe que no presentará problemas, o si se trata de un ruido distinto.
Uno compara entonces el ruido que escuchó con los patrones que tiene internalizados. Cuando uno huele algo o lo saborea, sabe si le gusta o no, o si le va a gustar o no, teniendo en cuenta también los patrones que uno va registrando a medida que va viviendo.
Aunque parezca que no, la matemática es –en esencia– una ciencia que busca patrones todo el tiempo. Uno busca patrones de longitud, de superficie, de volumen (por poner algunos ejemplos), así como uno podría buscar patrones de conducta, de velocidad, de simetría, numéricos, de forma, de movimiento, estáticos, dinámicos, cualitativos, cuantitativos... Todos son patrones.
Frente a eso, los monos, que habían aprendido la lección, comprendieron dónde buscar el patrón... y en este caso ¡no repetirlo!
Martín:
Qué curioso. Cuando Borges dijo que la democracia era el abuso de la estadística estaba haciendo exactamente lo contrario que estos analistas que criticas. Es decir, no estaba restando importancia a tal disciplina sino reforzando el principio de que el conocimiento no se valida mediante el voto. Quería decir que una opinión mayoritaria no se convertía automáticamente ni en justa ni en verdadera. La demagogia, justamente, consiste en el desprecio al conocimiento especializado y la imposición brutal (en el doble sentido de la palabra) de un sentido común no desafiado.
"Denme pruebas", decía Otelo. Pero, claro, los pícaros le daban a Otelo pruebas deformadas que confirmaban lo que ya creía.
Hola Martín:
Me acabo de percatar de esta entrada en tu blog, y quisiera aportar en algo al debate ya que mas vale tarde que nunca.
Coincido contigo que la matemática tiene mala reputacción desde el colegio, ya que la aprobación del curso no es percetiva como tener buena redacción, sino taxativa en el sentido que se evalua la exactitud del cálculo como es el resultado de una raíz cuadrada.
Y al mismo tiempo la matemática tiene la reputación de ser una ciencia exacta, y la estadística es exactamente lo opuesto, ya que la principal característica de la estadística es el margen de error del resultado.
Por ello, cuando funcionarios públicos presentan resultados estadísticos, no faltan ayayeros que preparan resultados a la carta como fueron los 420,000 pobres menos que Toledo anunció el 28 de Julio de 2004.
En esa ocasión, yo ma había desgañitado explicando que la encuestas de pobreza tan sólo producen incidencia (el porcentaje) de pobreza, mas no el total de pobres. Cuando el discurso estaba siendo escrito apareció un ayayero que multiplicó 1.5% (la reducción de la pobreza había sido punto y medio) por 28 millones de peruanos y la cifra mágica de 420,000 apareció.
Un abrazo, Farid
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