domingo, 4 de noviembre de 2007

T.Garton Ash y el precipicio iraní

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"Europa se arrastra hacia otro desastre de política exterior del tamaño del relacionado con Irak. Este desastre se llama Irán. Se presenta en dos variantes. La primera es que EE UU bombardee Irán antes de que George W. Bush abandone la Casa Blanca en enero de 2009. La segunda, que de aquí a unos años, Irán obtenga una bomba nuclear. Los europeos, en general, están hipersensibilizados ante el primer peligro y ciegos ante el segundo. Deberíamos estar ya haciendo algo para prevenir los dos. Pero nos limitamos a acercarnos, sonámbulos, al borde del precipicio.

No hace falta que explique con detalle los múltiples riesgos de una acción militar ni, confío, que subraye que no pretendo equiparar moralmente a Washington y Teherán. Ahora bien, ¿por qué no somos también conscientes del otro peligro? Hace 25 años salían millones de personas a las calles de Bonn, Londres y Roma para protestar contra el despliegue de misiles nucleares estadounidenses e incluso contra la energía nuclear de usos civiles. ("Atomkraft? Nein, Danke"). Ahora, un régimen islámico que va por su cuenta, inestable y cada vez más militarizado, cuyo presidente ha exhortado a eliminar a Israel del mapa, avanza sin titubear hacia una situación que le permitiría dar rápidamente el último paso, si así lo deseara, para obtener un arma nuclear. Una de las consecuencias probables sería una carrera de armamento nuclear en Oriente Próximo, puesto que las potencias suníes, como Arabia Saudí, querrían tener sus propias bombas.

¿Dónde están los intelectuales y pacifistas alemanes, británicos e italianos que den la señal de alarma? ¿Dónde han ido a parar todas las manifestaciones? La proliferación nuclear hace que el riesgo de que lleguen a usarse las armas nucleares sea mayor que en aquellos últimos años de la guerra fría, aunque el alcance de la aniquilación sería menor. Podrán decirme: "Pero Israel, Pakistán e India ya tienen sus bombas". Sí, ése es un problema, y no hay duda de que Occidente emplea un doble rasero cuando trata con India e Israel; pero ésa no es razón para dejar que todavía más países adquieran sus propios instrumentos de carnicería de masas. Un error no se arregla con otros cuatro".

Artículo completo en:

http://www.elpais.com/articulo/panorama/UE/borde/precipicio/irani/elpeputec/20071104elpdmgpan_1/Tes

3 comentarios:

Fabber dijo...

Como coinciden varios historiadores, uno de los períodos más largos de paz en nuestra historia, sin grandes poderes en una confrontación abierta, se debió al terrorífico equilibrio nuclear entre los EEUU y la URSS.

Trasladar esa lógica a Medio Oriente quizá no sea un ejercicio tan inútil como parecería por obediencia a las distintas condiciones políticas, un escenario más cerrado y odios que van más allá de las ideologías. Ciertamente el régimen iraní es uno de carácter teocrático, pero el estado israelí también tiene un componente fuertemente religioso y los ultraortodoxos son un factor político muy fuerte. Me parece que es inevitable que Irán consiga la bomba atómica sin complicar aún más el escenario geopolítico de la región. Una intervención de los EEUU en Irán es factible, pero solo ralentizará el desarrollo del arma atómica, proyecto cuyo avanzado estado no es ningún secreto.

El equilibrio atómico en regiones conflictivas es una consecuencia inevitable del progreso científico. Se puede retrasar, pero 62 años después de 1945 no se puede esperar que una tecnología tal no se expanda a países que quieren compensar su inferioridad estratégica y cuyos rivales poseen también armas atómicas.

El discurso demente de Mahmud Ahmanideyad de borrar a Israel del mapa se borrará de su pretenciosa boca una vez se logre el equilibrio atómico, pues un país que tenga la iniciativa de usar dicha arma se sentencia a convertirse en cenizas en una retaliación mucho más potente que el posible ataque inicial iraní. No creo que los jerarcas religiosos de Teherán, por más odio que profesen hacia Israel, se arriesguen a que toda la población persa se evapore en segundos solo por volar TelAviv.

Lo ideal sería que ni Israel ni Irán poseyeran armas atómicas y que la región estuviera libre de dicho peligro, pero lo ideal no es necesariamente lo factible, no al menos en corto plazo, ni tampoco en mediano plazo, hasta que se borre en la región la imagen de un país que cayó en la ruina y la ocupación extranjera justo por carecer de armas atómicas, como Irak.

Martín Tanaka dijo...

Yo no sería tan optimista. Ver por ejemplo:

http://martintanaka.blogspot.com/2007/02/entrevista-thomas-schelling.html

saludos.

Anónimo dijo...

"(...) cuyo presidente ha exhortado a eliminar a Israel del mapa (...)"
Según Giacosa, él nunca dijo eso, sino que ese particular régimen de gobierno debería desaparecer.

"¿Dónde están los intelectuales y pacifistas alemanes, británicos e italianos que den la señal de alarma?"
¿Dónde estuvieron cuando Israel logró construir armas nucleares.

"pero ésa no es razón para dejar que todavía más países adquieran sus propios instrumentos de carnicería de masas"
¿Alguien ha propuesto desarmar a Israel como parte de un acuerdo con Teherán para que abandone su plan nuclear? Ojala sí.