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(ver dos ampliaciones abajo)
Ayer sábado todos los medios, obviamente, se concentraron en la noticia de la extradición de Fujimori. Casi todo lo que podría haber dicho ya ha sido dicho por otros, por ejemplo Augusto Alvarez en su editorial:
http://www.peru21.com/comunidad/columnistas/Html/2007-09-22/director0788454.htmlAcá quiero seguir con comentarios metodológicos:
http://martintanaka.blogspot.com/2007/09/cuestiones-metodolgicas.htmlLa extradición de Fujimori sería una prueba que permitiría confirmar o rechazar algunas hipótesis. Eso está muy bien: las hipótesis se deben someter a prueba con la evidencia disponible. El tema es que la construcción de la prueba se presta a demasiadas arbitrariedades. Aquí quiero proponer algunos ejemplos de lo problemático que es esto; según Augusto Alvarez, por ejemplo:
“La decisión valiosa de la justicia chilena desbarata varias mentiras difundidas durante los últimos años. Una es que los expedientes de extradición estaban mal hechos. Estos han permitido, sin embargo, que la Corte Suprema de Chile concluya -por unanimidad- sobre la participación de Fujimori en las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, y sobre otros delitos de corrupción de marca mayor.
Otra mentira es que su viaje sorpresivo a Santiago de Chile era una nueva expresión de la supuesta genialidad estratégica de Fujimori. Pero el fallo anunciado ayer constató que salir de Tokio fue una metida de pata colosal que después quiso subsanar con una postulación ridícula al senado japonés. Sin Montesinos al lado, Fujimori no da pie con bola. De supuesto estratega, acabó convertido en un travesti de la nacionalidad que avergüenza al país”.Sobre lo de los expedientes... ok, la extradición prueba que ellos no estaban taaaan mal como algunos decían. Podían tener errores, pero no tan graves como para impedir la extradición. Respecto a la estrategia de Fujimori, la cosa no es tan clara: Fujimori puede haber tomado una decisión razonable, puede haber asumido un riesgo aceptable, pero simplemente se equivocó, se trató de un error de cálculo, no de irracionalidad. Ver la entrevista a José Rodríguez en Caretas:
–¿Por qué sostiene que Fujimori no calculó bien las discrepancias entre Lagos y Toledo? –Creo que Fujimori es un hombre muy inteligente. Es uno de los pocos políticos latinoamericanos que tienen estrategias intercambiables. Maneja las situaciones con mucha planificación y su viaje a Chile fue sumamente estudiado. Inclusive hay escalas que todavía no se conocen y trucos que no se han descubierto. Por lo tanto él lo escogió. Solo que lo hizo en base a un cálculo correcto, pero incompleto. La mala relación entre Lagos y Toledo, se dijo, me va a servir como protección.
–Se ponía a sí mismo en posición de botín. –Con lo cual reflejaba su posición frente a un Poder Judicial que, en su caso, hubiera manipulado. Pensó que, de alguna u otra manera, los jueces son todos vulnerables. Pensó que el poder político iba a tener más que decir y que Lagos podía jugar a su favor.
(...)
–Pero sí era evidente la enemistad entre Toledo y Lagos. –Y muy fuerte, a pesar de que empezó muy bien. Entrevisté a Toledo para mi libro “Chile-Perú” a principios de su gobierno. Él me hablaba con mucho afecto de su amigo Ricardo. Lo mismo me manifestó Lagos por entonces, una sana admiración por el coraje de Toledo para manejar la economía en términos correctos pese a los sacrificios que podía implicar. El primer año de romance se desmoronó con el caso Lucchetti. Y en mi libro establezco lo que a mi juicio son las responsabilidades de Lagos". http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=743&idSTo=0&idA=28739En el fondo, la discusión sobre la racionalidad del viaje a Japón nos remite a una evaluación de cuánto pesa el factor político en las decisiones del poder judicial chileno. Para Rodríguez, no pesan: por ello, Fujimori se equivocó al pensar que la enemistad de Lagos con Toledo podría favorecerlo. Rodríguez piensa también, por la misma razón, que García hizo muy bien al no pronunciarse nunca sobre el tema de la extradición. Los jueces chilenos deciden con criterios jurídicos, no políticos, y las presiones de García habrían creado la percerpción de que en Perú había una persecusión política, lo que habría sido malo para la extradición. Por el contrario, hay algunos que piensan que García hizo mal al no hacer declaraciones, porque lo político sí cuenta; si así fuera, entonces deberían reconocer que Fujimori tuvo cierta racionalidad al viajar a Chile.
Siguiendo con esto; según Aldo Mariátegui, el viaje a Chile, la actitud del gobierno japonés y el resultado final demuestran que Japón no quería a Fujimori, contrariamente a lo que alguna gente sostenía:
“Definitivamente, los japoneses no deben haber andado muy afanosos de tenerlo, a juzgar porque no han movido un dedo y más bien esto le da fuerza a esa versión que decía que se arriesgó a irse a Santiago porque Tokio ya no quería darle más santuario”. http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Aldo%20Mariátegui&seccion_nota=8¬a_id=55902Precisamente, hace unos días el procurador Chejade habló de una “mano negra” que impediría la extradición, y daba a entender que se buscaba propiciar una fuga de Fujimori a Japón. ¿En qué quedamos? Mi impresión general es que el tema Fujimori en Japón siempre fue un tema menor: por eso, Japón no hizo mucho, ni para defenderlo, ni para expulsarlo, y actuó muy burocráticamente en esto. Esto calza también con la baja votación que obtuvo Fujimori en las elecciones del senado.
Sobre lo mismo, según Luis García, en la editorial de Expreso:
“También debe precisarse que el fallo de la Corte Suprema de Chile trae por tierra una serie de sandeces y mitos que había generado un ruido peligroso y desestabilizador. Sobre la base de lo resuelto, es decir acusar a Fujimori en siete procesos que se expresan en varios delitos, se acaba la leyenda sobre una “mano negra” en el affaire Fujimori, y se diluyen las referencias a supuestas “alianzas” o “pactos políticos” bajo la mesa”. http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=8657&Itemid=40Lo que nos lleva al tema de la existencia o no de una alianza entre el APRA y el fujimorismo, y las consecuencias de la extradición: para unos, ella prueba que sí existe, para otros que no, para otros no prueba ni desmiente nada, y cada quien sigue con su hipótesis previa. Según una nota de Perú21,
“El analista Fernando Rospigliosi aseguró que, ahora que el ex presidente Fujimori retorna al país, sus seguidores "le van a pasar la factura al gobierno aprista por el aval incondicional que le han dado hasta ahora. En declaraciones a Perú.21, el analista sostuvo que los representantes fujimoristas "saben que el Apra tiene una enorme influencia sobre el Poder Judicial" que, agregó, "no es una instancia independiente sino que está carcomida por la corrupción”. Afirmó que es "curioso" que, tras un largo silencio, García -días atrás- "haya abierto la boca para hablar de la extradición", e interpretó el hecho como un intento del mandatario de "lavarse la cara por lo que no ha hecho antes y por lo que hará en el futuro; es decir, por las presiones que ejercerá sobre el Poder Judicial en este caso". Ajá, con algo sí estoy de acuerdo: aval incondicional. No hubo transacciones. Sin embargo, para otros, sí hubo condiciones (Basombrío, como veremos). De otro lado, respecto a la influencia del APRA en el poder judicial, al menos Ronald Gamarra, en varias entrevistas, ha dicho que los jueces que verán el caso Fujimori son “de lujo” y que se puede tener confianza en que tendremos un juicio justo, y que no se aceptarán presiones. En este tema confío en que Gamarra tendrá razón. En el mismo sentido lo he escuchado a Vargas Valdivia, confianza también en quien verá el caso en segunda y definitiva instancia, Hugo Sibina. Finalmente, respecto al silencio de García, como ya dije arriba, según José Rodríguez, en entrevista con Cecilia Velenzuela, señaló lo contrario: el silencio de García fue fundamental para que los jueces chilenos fallaran a favor de la extradición, descartando una politización del caso. Siguiendo con la nota de Perú21:
“ALIADOS. Por su parte, el analista Carlos Basombrío manifestó que el fujimorismo apoyó al Apra a cambio de su silencio sobre la extradición, con el fin de que la inacción gubernamental derivara en la no extradición de Fujimori. "No han logrado su objetivo. Ahora el fujimorismo puede sentir que el Apra no está siendo el aliado fiel y puede empezar a distanciarse. Otra posibilidad es que la defensa abierta de un procesado por violación de los derechos humanos lo convierta ante el Apra en un aliado incómodo", indicó. Para Basombrío el intercambio fue apoyo a cambio de silencio, que derivaría en la no extradición. Pero ya vimos que, según Rodríguez, en quien confío más en cuanto a su conocimiento del poder judicial chileno, el silencio fue bueno para la extradición, y el que se haya producido fortalece su punto de vista. Seguimos con Perú21:
“Ajenos a estos análisis, Luis Gonzales Posada y Mauricio Mulder dijeron que el regreso de Fujimori "echa por tierra" la existencia de un pacto aprofujimorista. La réplica la dio Isaac Mekler: "La extradición ha sido aprobada por el Poder Judicial de Chile, no por el Apra; la alianza se mantiene".http://www.peru21.com/p21impreso/Html/2007-09-22/imp2politica0788433.htmlClaro, para los apristas la extradición prueba que no hay alianza. Para Mekler, el tema de la extradición no tiene nada que ver con el de la alianza, que sí existe, porque el APRA no tiene cómo intervenir en Chile. Si es que es así, entonces el tema de la extradición no tuvo nada que ver con un intercambio, como dice Basombrío.
Finalmente, están los debates sobre cómo quedarán las relaciones entre el gobierno y el fujimorismo. Según Juan Carlos Tafur, la relación se deteriorará, por lo que aconseja acercarse a Unidad Nacional:
“Hasta el momento, el fujimorismo congresal había entablado un pacto de apoyo al régimen. Tal vez nunca se sepa qué clase de acuerdos hubo al respecto, pero lo cierto es que el APRA habría tenido serias dificultades para legislar si no hubiese contado con los votos de Alianza para el Futuro.
Eso, sin duda, va a cambiar. Si alguna contraprestación la estaba brindando el partido de la avenida Alfonso Ugarte al movimiento fujimorista, ello va a ser casi imposible que persista con el extraditado en las cárceles peruanas y la mirada de la opinión pública nacional e internacional puestas encima del desenlace judicial.
¿Alguna ayuda judicial por parte de los jueces allegados al aprismo? ¿Un voto que le levante la inhabilitación si es que sale bien librado de los tribunales (hipótesis bastante improbable al menos durante el larguísimo tiempo que va a durar un caso complejo, que viene cargado de siete imputaciones penales)? Difícil que algo semejante ocurra.
El corto plazo se le muestra complicado al APRA no por el revuelo mediático que va a causar la llegada del ex mandatario –ello más bien le convendrá– sino porque tendrá que hilar fino para alcanzar una mayoría de votos en el Congreso y evitar que se convierta en una piedra en el zapato de la gobernabilidad.
Pero si actúa con inteligencia puede encontrar en este impasse la ocasión de liberarse de la hipoteca fujimorista. Por lo pronto, lo inteligente apunta a reconstruir, si no una alianza, un acuerdo mínimo con la alicaída Unidad Nacional, el aliado natural de un gobierno que como el actual está más cerca de la centroderecha que del resto de agrupaciones partidarias”.
http://www.expreso.com.pe/edicion/index.php?option=com_content&task=view&id=8707&Itemid=66Para Mirko Lauer, también habrá complicaciones, pero él evalúa que el nuevo socio confiable será UPP:
"Para el gobierno el inminente aterrizaje en Lima es un presente griego, que solo puede rendir complicaciones. El triunfo es de aquella forma de conciencia cívica llamada a grandes rasgos sociedad civil, que la fuerte ala derecha del gobierno peruano viene maltratando desde el primer día. La derrota es de los fujimoristas, hasta ahora los más estables socios de esos sectores del gobierno.
¿Pesan todavía esos 13 votos como para colocar al gobierno entre la espada y la pared del sistema judicial? UPP, una escisión apóstata del humalismo, viene perfilándose como un socio cada vez más confiable para el gobierno. Pero al mismo tiempo la agresividad y la decisión de los opositores están creciendo, y con ello la peligrosidad de dejar votos en el limbo".http://www.larepublica.com.pe/content/view/179406/559/Finalmente, para Aldo Mariátegui también habrá complicaciones, pero no vaticina ningún nuevo realineamiento:
“¿Consecuencias? La primera pregunta es cómo quedará la informal alianza congresal entre apristas y fujimoristas. Tanto UN como UPP están muy desunidos y por eso era muy difícil para el APRA negociar con ellos, mientras que el fiel fujimorismo votaba en bloque. Si este grupo se pone tan marcadamente opositor como el nacionalismo, difícil la va a tener el gobierno. Lo otro es que esto le da un respiro al asediado gabinete. Me imagino que Alva Castro debe de andar feliz con esta noticia, aunque tal vez los fujimoristas voten por censurarlo para demostrar su peso”. http://www.correoperu.com.pe/paginas_columna.php?columna_autor=Aldo%20Mariátegui&seccion_nota=8¬a_id=55902Para terminar, muy brevemente, mi impresión: no me parece que las cosas tengan que cambiar sustantivamente en lo inmediato. Las relaciones entre el fujimorismo y el gobierno están marcadas por coincidencia de intereses, no por intercambios, pactos, acuerdos. Dado que el gobierno poco podía hacer en el caso de la extradición, es desencaminado pensar que el apoyo del fujimorismo se daba a cambio de entorpecer la extradición. La cosa ahora no tiene por qué cambiar mucho: si es cierto, como dice Gamarra, que los jueces que verán el caso son confiables, entonces el gobierno podrá hacer muy poco, con lo cual el fujimorismo no podrá exigir nada. Un ejemplo de esto: Keiko pide comparecencia o detención domiciliaria, pero el gobierno simplemente no hace nada, porque nada puede hacer. Y no pasa nada, Fujimori sigue detenido.
Respecto a cambios en cuanto a los "socios privielgiados": muy difícil que el gobierno quiera cambiar, por la composición del Congreso: el APRA tiene 36 votos, el fujimorismo 13, UPP unos 18, y UN unos 12. Necesita, para armar mayoría, a dos de esos tres. Pero dada la debilidad de las bancadas, mejor si se lleva bien con bien con todos...
Mi impresión es que en las próximas semanas el gobierno seguirá manteniendo gestos cordiales con el fujimorismo sin comprometerse a más, mientras que los fujimoristas pedirán cosas y conseguirán poco. Algunos de ellos reaccionarán lumpenescamente como en el ataque contra
El Ojo que llora, pero dudo que rompan relaciones con el gobierno, porque tampoco les conviene pelearse con él. Podrán hacer algunas demostraciones de fuerza para negociar mejor (como hasta ahora), pero no veo por qué las cosas debieran cambiar. Ya veremos, ciertamente las cosas no están claras todavía... una clave, diría, está en preservar la autonomía del poder judicial, para que al final se haga justicia.
PS. Ver también:
http://grancomboclub.blogspot.com/2007/09/mentiras-y-verdades-en-la-extradiccin.htmlAMPLIACIÓN.
Esta discusión sigue después de leer Perú21 del domingo. En una entrevista, Sinesio López dice:
- ¿Cómo va a afectar este hecho en el proceso político peruano?
- Una primera cosa es que creo que va a debilitar, sino a romper, la relación que obviamente existe entre el fujimorismo y el régimen aprista. El Gobierno, para volver a tener mayoría, va a tener que enamorar a Unidad Nacional y recomponer la relación por ese lado. Esta idea parte del supuesto de que la relación entre ambos está mediada por una transacción: te apoyo a cambio de que evites la extradición. Como la extradición se produjo, la alianza se rompe. Al romperse, el gobierno debe enamorar a UN, como también sugiere Tafur. Ya expliqué por qué este razonamiento me parece equivocado.
(...)
- Ante esta situación, ¿Fujimori podría convertirse en un factor desestabilizador para el régimen aprista?
- No creo. El único elemento desestabilizador sería una recomposición de la alianza con el fujimorismo. El Apra tiene que redefinir ese pacto, a no ser que quiera quemarse como un 'bonzo' y decida jugar abiertamente en defensa de Fujimori.
- ¿Calculó mal el Apra al aliarse tempranamente con el fujimorismo?
- Desde el comienzo García apostó a una relación con ellos. Cuando nombró su plancha presidencial, era una especie de aviso al fujimorismo: nosotros somos sus representantes. Allí hay una cosa turbia que yo no logro entender a cabalidad, a no ser que estén apostando a lo peor. En todo caso, la historia les ha enmendado la plana hoy, que se ven obligados a redefinir esa situación si no quieren achicharrarse ante la opinión pública.
(...)
- ¿En algún momento se podría volver tensa la relación entre el Apra y el fujimorismo?
- Con el Gobierno, no. Yo creo que la tensión del fujimorismo va a ser más bien con la opinión pública, con el periodismo, con la sociedad civil. Esa va a ser la confrontación que tendrán.
- ¿Y por qué no con el Gobierno?
- Porque simplemente va a tomar distancia. El fujimorismo puede estar echándole la culpa al Gobierno de la venida de Fujimori, pero si este se mantiene neutro, no interviene, no va a pasar nada. http://www.peru21.com/p21impreso/Html/2007-09-23/imp2politica0788895.htmlPara López, la alianza se romperá, porque al gobierno no le convendrá apoyar a Fujimori; y el gobierno tratará de mantenerse neutral. Y no entiende por qué el APRA apostó a esa alianza, le parece turbio. Como ya dije, el gobierno no hará nada respecto a Fujimori, como no lo ha hecho hasta ahora. Sin hacer nada, sin dar nada a cambio, recibe apoyo; y sin hacer nada, también puede liquidar a Fujimori. Lo que López no entiende es por qué el APRA ha pactado con el fujimorismo. Le parece turbio. El problema está en que para López hay algo "contranatura" en esa alianza. En realidad, para mí es muy natural que estén de acuerdo, por ello no hay necesidad de transacciones para explicar las conductas de cada uno.
Fernando Rospigliosi también da para comentar desde este ángulo metodológico:
PELIGRO INMINENTE. Las ondas sísmicas van a afectar más fuertemente las estructuras políticas de Palacio de Gobierno y del Congreso. Como es evidente, desde la campaña misma Alan García estableció una alianza bajo la mesa con el fujimorismo, y la ha solidificado en el gobierno.
La bancada fujimorista en el Congreso -que más que un grupo político es un clan patrimonial-, ha respaldado sin dudas ni murmuraciones al gobierno durante catorce meses. Y ofrece seguir haciéndolo, con una sola condición, que el gobierno mueva sus decisivas influencias en el Poder Judicial para que Fujimori salga lo mejor librado posible en estas circunstancias. Ya la hija del procesado lo dijo claramente, cuando exigió que García respete el debido proceso. Por supuesto que eso no le compete, en teoría, al presidente de la República. Lo que le está diciendo en realidad, es que juegue sus cartas en el Poder Judicial a favor de su padre.
La vinculación de García con el fujimorismo va más allá de una momentánea alianza táctica. El presidente se ha rodeado de políticos, empresarios y militares en retiro estrechamente relacionados con el fujimorismo. Así quisiera -y parece que no quiere-, no le sería fácil deshacerse de esos socios.En este caso, a diferencia de López, el pronóstico es que la alianza no se romperá, porque están unidos en un nivel muy profundo, lo que llevará al gobierno a mover influencias en el PJ a favor de Fujimori. Yo estoy de acuerdo en que hay coincidencias profundas; por eso mismo no estoy de acuerdo con que el gobierno se jugará por Fujimori. Las coincidencias van más allá que la impunidad o condena de Fujimori, tienen que ver con maneras de pensar y entender el país.
LA CONSPIRACIÓN. Otra de las cosas que derribó el terremoto de la extradición fue la teoría conspirativa del presunto amarre entre el gobierno chileno y el japonés. Los chilenos, según esa popular versión, iban a liberar a Fujimori a cambio del tratado de libre comercio y otras ventajas. Las cosas no funcionan así en el mundo real. Esas maquiavélicas conspiraciones existen en la imaginación de muchas personas, pero difícilmente se plasman en la realidad. La Corte Suprema chilena demostró que, si hubo presiones, no las aceptó.
Y eso muestra otra vez una lección que muchos peruanos desavisados todavía no aprenden. Si Chile es más fuerte que el Perú, no es porque tuvo un dictador corrupto como Augusto Pinochet, porque tiene Fuerzas Armadas más potentes o porque su economía crece más rápido. Es porque desde el principio de su etapa republicana tuvo instituciones competentes y confiables, por lo menos en relación con el Perú y al resto de América Latina. Ese es el fundamento de su éxito. En esto estoy de acuerdo.
DERRUMBE DE OTRO MITO. La extradición también ha terminado de demoler la equivocada -pero también popular- idea de que Fujimori es un gran estratega, un hábil calculador. Es lo que siempre fue, un mediocre inescrupuloso que aprovechó una situación propicia y fue engrandecido por el monstruoso aparato de chantaje, corrupción y crimen que fabricó Montesinos.
Sin su socio, Fujimori vale muy poco. En uno de sus momentos de lucidez se fugó del país y renunció a la presidencia al darse cuenta que sin la maquinaria de Montesinos no era nada. Pero la ambición y el aburrimiento lo obnubilaron. Por un momento se creyó las mentiras que Montesinos usó para encumbrarlo y cometió el gravísimo error de salir de Japón. Aquí Rospigliosi coincide con Augusto Alvarez. Si bien yo no creo que haya que endiosar las habilidades de Fujimori, tampoco es un actor irracional.
http://www.peru21.com/comunidad/Columnistas/Html/rospigliosiIndex.htmlAMPLIACIÓN, 24 de setiembre
La cosa sigue; hoy dice Nelson Manrique:
"La extradición de Fujimori, según el premier Jorge del Castillo, demuestra que la alianza entre el Apra y los fujimoristas es una patraña. Del Castillo intenta aprovecharse de la mala memoria de los peruanos.
Que el Partido Aprista se jugó por evitar la extradición está atestiguado por un conjunto de hechos, que comenzaron con la incorporación del fujimorista Luis Giampietri a la plancha aprista, como candidato a la vicepresidencia de la República. Una vez en el poder, el Apra apoyó con sus votos la elección de María Luisa Cuculiza, para la Mesa Directiva del Parlamento, y la de Rolando Souza -el abogado defensor de Alberto Fujimori contra el Estado peruano, quien ahora está desaforado, luego de la extradición de su jefe-, para la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores. Se reactivó, además, la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Chile, dándole la presidencia a Keiko Sofía Fujimori, la heredera a la que el japonés preso proclama como la candidata fujimorista para 2011.
Se emprendió, a continuación, el desmantelamiento de la procuraduría encargada de la extradición de Fujimori. Se abandonó, luego, la línea seguida por los gobiernos de Paniagua y de Toledo, de solicitar el apoyo de la comunidad internacional para lograr la extradición del acusado. Alan García se colocó de perfil, con el pretexto de "no politizar el caso", a pesar de que el Estado peruano es la parte agraviada, pues la mafia fujimorista le robó 2 mil millones de dólares y usó los medios materiales y humanos de ese mismo Estado para cometer crímenes de lesa humanidad.
Finalmente, es bueno recordar que hace apenas unos días los voceros gobiernistas pedían la cabeza del procurador Omar Chehade, por asumir la defensa de la posición peruana.
Si la alianza aprofujimorista persiste, se convertirá en el obstáculo fundamental para lograr justicia. Por eso es necesario estar vigilantes". http://www.peru21.com/comunidad/Columnistas/Html/manriqueIndex.htmlEstoy de acuerdo en que hay que estar vigilantes; en desacuerdo en todo lo demás. Ya hemos visto que según Etcheberry, Rodríguez Elizondo, el gobierno no hizo nada especial, no presionó para politizar la extradición, y que ello fue
bueno para que ella resulte. Tal vez, si el gobierno hubiera seguido lo que sugiere Manrique, no estaríamos ahora contentos por la extradición. Esto es especulativo, pero no es desatinado.
Las movidas en el congreso y demás resultan irrelevantes: en Chile la percepción es que no hubo presión política. Se trata de un ejemplo de cómo el gobierno cede en cuestiones irrelevantes, pero no otorga nada sustantivo al fujimorismo. Finalmente, si según Manrique, se "desmanteló" la procuraduría, ¿cómo explica que haya resultado? Acá se aplica el mismo principio que da respuesta a la idea de que los expedientes estaban mal hechos; podrían haber tenido fallas, pero no tan graves que impidan la extradición. Del mismo modo, las piedras que sectores del gobierno pueden haber puesto al proceso de extradición no llegaron a ser tan grandes que lo impidieran.
Finalmente: me parece que el tipo de relación entre el gobierno y el fujimorismo se mantendrá. El primero tratará de no pelearse con el segundo, y éste obtendrá poco, a pesar de su grita. La clave está en asegurar que los jueces ("de lujo", según Gamarra) hagan su trabajo.