domingo, 19 de agosto de 2007

Testimonio desde Ica

(de Jorge Mori)

Estimados amigos:

El día sábado partí rumbo a Ica. Mi familia política es de allá, y han sufrido muchas de las complicaciones propias de un desastre de este tipo.

Les cuento brevemente el itinerario del viaje: partí el sábado a las 2pm. y me encontré con un atolladero terrible a la altura del kilómetro 180. La demora que me causó dicho embotellamiento provocó que me quedara a dormir en casa de unos amigos en Chincha. Era imposible llegar a Ica por el atolladero que continuaba y la inseguridad de la carretera a esa hora de la noche.

La situación en Chincha era la siguiente: casas destruidas, algunos barrios casi fantasmas pues las personas que han perdido todo habían decidido partir hacia la casa de algún familiar. Esta situación provocó que las pocas personas que se quedaban en sus casas barrios tuvieran que organizarse para defenderse de las hordas de pandilleros que golpeaban las casas buscando cosas para robar. Me tocó cuidar una barricada, pues había ido con movilidad propia y no había ningún lugar donde pudiera dejar la camioneta, por lo que tuve que amanecer a un lado de la barricada cuidando nuestras pertenencias (les mando una foto en la barricada). Yo vivo en Lima, y jamás pensé vivir una situación como la que me tocó vivir esa noche. Parecía que hubiera estado en una película de suspenso y acción.



Después de vivir esta terrible experiencia, enrumbamos a primera hora con
dirección a Pisco, para repartir víveres y ropa a unos amigos y familiares. Dichas personas estaban escondidas en las afueras de la ciudad, pues Pisco era tierra de nadie y tenían miedo de regresar a sus casas. Según el gobierno, Pisco es la ciudad más afectada. Creo que una de las razones de esto es la enorme cantidad de casas de adobe que existían (ahora sólo queda polvo y troncos de algarrobo que se han convertido en la codicia de los revendores y recicladores que buscan desesperadamente en las casas derruidas la casi desaparecida madera).

En Ica las cosas no son muy distintas. En la zona del centro, las casas y los locales se han derrumbado. Y creo que este es el punto más crítico de Ica: la afectación a su zona más comercial. Miles de personas no sólo han perdido a sus seres queridos y sus pertenencias, sino también su fuente de trabajo.

En medio de todo esto, salió la imagen del Señor de Luren en procesión. Las
personas de Ica acudieron con el fervor de siempre, en una situación tan delicada como la que están viviendo.

En la imagen que les envío, pueden observar la torre derrumbada de la Iglesia del Señor de Luren. Es muy impactante.

Estoy escribiendo desde una laptop, pues la luz en esta zona aún no llega.
Disculpen lo cortante de este correo, pero no tengo mucho tiempo para escribirlo.

Espero poder escribirles mañana y seguir contándoles detalles de lo que se está viviendo acá.

Sólo me queda decirles que la necesidad de ayuda es inmensa. Por favor, hagan todo el esfuerzo posible por organizar el apoyo. La recuperación de todo el sur, tiene para rato.

Les ruego enviar este correo a todos sus amigos y conocidos para seguir haciendo un llamado para que ayuden.

Saludos

Jorge Eduardo Mori
Proyecto Coherencia
www.proyectocoherencia.org
Celular: 99931705/ oficina: 4716603

ACTUALIZACIÓN, 20 de agosto

Ver también crónica de Juan Infante en:

http://peruenrumba.blogspot.com/2007/08/pisco-sbado-18.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Martín, he copiado el correo electrónico de Jorge Eduardo Mori y rebotado a mi lista de emilios, igualmente he colgado el testimonio en otro blog. Un abrazo solidario. José Carlos

Espalda Socorro dijo...

Ayudemos a Espalda Socorro!! En Ica todavía hay gente que no tiene que comer

www.espaldasocorro.blogspot.com