Está disponible en línea un trabajo mío cuya edición lleva un buen tiempo agotada,
Democracia sin partidos. Perú, 2000-2005. Los problemas de representación y las propuestas de reforma política (Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 2005, 144 p.).
El índice del texto:
RESUMEN 9
INTRODUCCIÓN 11
I. LOS LÍMITES DE UNA DEMOCRACIA SIN PARTIDOS: DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN POLÍTICA ACTUAL EN PERSPECTIVA COMPARADA 19
El fujimorismo, su caída y la transición al gobierno de Alejandro Toledo 20
El gobierno de Alejandro Toledo: la rápida erosión de la legitimidad presidencial y los límites de la oposición 28
La apertura como remedio a los males del régimen político 42
El reformismo institucional en los países andinos como respuesta a los problemas de legitimidad política 54
II. LAS PROPUESTAS DE REFORMA POLÍTICA: ¿REMEDIOS PEORES QUE LAS ENFERMEDADES? 81
La "necesidad" de una reforma política en el Perú 82
¿Cuál es el problema del sistema político en el Perú? 96
La debilidad de los partidos. ¿Qué se puede hacer para mejorar la representación política? 118
BIBLIOGRAFÍA 131
RESUMEN
"EN ESTE TRABAJO, estudio la dinámica política del país durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo, y evalúo la conveniencia de las principales propuestas de reforma del régimen político y del sistema electoral lanzadas con el ánimo de mejorar la representación política, desde una perspectiva comparada. Sostengo que el principal cambio político ocurrido en el Perú posterior al fujimorismo ha sido el establecimiento de una situación de competencia política plena entre los actores políticos, consecuencia de la caída del actor hegemónico previo, y que es solo en este sentido que cabe hablar de una "transición democrática", o de un "cambio de régimen"; es decir, la clave de la democratización ha estado en lograr una lógica de equilibrios y contrapesos entre los actores que no existió durante los años noventa.
Sin embargo, existe un sentido común bastante extendido, con el que discrepamos, según el cual la clave de la democratización estaría en el cambio de las reglas de juego formales del régimen político, en la necesidad de cambiar las reglas propias de una "dictadura" para así pasar a una democracia "verdadera". Por ello, correspondería realizar cambios sustanciales en el plano institucional, buscando ampliar y renovar una representación política supuestamente cerrada y, por ello, carente de legitimidad, incorporando además mecanismos de democracia participativa y directa. En realidad, el verdadero problema no está tanto en las reglas formales del régimen como en los protagonistas del juego político: los partidos, o más precisamente, la ausencia de partidos mínimamente consolidados y, por tanto, de un sistema de partidos.
Emprender un camino de reformas institucionales en un sentido "aperturista" ha sido un patrón en la región en los últimos años. Este reformismo ha sido la salida con la que se ha querido contrarrestar los problemas de legitimidad de los sistemas políticos de nuestros países. El balance que hacemos de estos procesos es que han logrado efectivamente ampliar el espacio político y activar sectores sociales antes desmovilizados; pero también han tenido efectos problemáticos como el debilitamiento de los partidos, la fragmentación de los sistemas de partidos, el aumento de la volatilidad electoral, la irrupción de outsiders y el desarrollo de tendencias antisistémicas, entre otros. En otras palabras, la ampliación de la representación y la participación, por un lado, y del mantenimiento de la gobernabilidad democrática, por el otro, se han revelado como principios difíciles de compatibilizar. En el caso peruano, soste-nemos que seguir ahora una lógica aperturista sería altamente contraproducente, dada la extrema debilidad de los actores políticos y del sistema de partidos; además, el sistema político se caracteriza ya por ser bastante abierto. En este trabajo, sostengo que las reformas institucionales pertinentes deben buscar construir partidos nacionales democráticos sólidos, que perduren en el tiempo, y así construir un sistema de partidos que canalice los diversos intereses sociales y políticos sobre la base de lógicas centrípetas de competencia. El criterio que debería orientar las propuestas de reforma es seguir la dirección marcada por la reciente Ley de Partidos: elevar las barreras de entrada y propiciar la formación de partidos políticos nacionales estables que puedan ser responsables ante la ciudadanía, limitando la fragmentación y el espacio para opciones improvisadas, antipolíticas y antisistémicas".
El texto se puede descargar aquí:
http://www.iep.org.pe/docs.php?id=0361Y de aquí:
http://www.iep.org.pe/textos/DDT/democraciasinpartidos.pdf