domingo, 23 de enero de 2011

Sobre el próximo Congreso

Artículo publicado en La República, domingo 23 de enero de 2011

La semana que pasó se realizaron las elecciones internas para definir los candidatos al Congreso de la República 2011-2016, que han dado lugar a justificados temores por su calidad.

Pienso que hay algo crítico que no ha sido comentado hasta el momento: en realidad, los congresistas representan, primero, al programa de la lista partidaria, y en segundo lugar, a un departamento. Los electores debemos exigir a los candidatos la presentación de una propuesta de agenda parlamentaria y, dentro de ella de las propuestas que defenderán como representantes de un departamento, en vez de preguntarles qué piensan hacer individualmente. No se trata de una empresa personal, y esa confusión es consecuencia directa de los efectos que crea el voto preferencial. Se estimula a que cada quien busque diferenciarse dentro de su lista, en vez de identificarse con ella. Y después nos quejamos del transfuguismo.

De otro lado, es indudable que existe un problema con la oferta política. Creo que en general todos los grupos han presentado listas relativamente coherentes y expresivas de lo que son como colectividad política: decir esto es positivo solo para el caso de Perú Posible, Gana Perú y la Alianza para el Gran Cambio, me parece. Expresan la consistencia mínima de grupos ya sea con experiencia de gobierno y algunos méritos que exhibir, o de alguna propuesta definida de política. Por el contrario, la lista de Fuerza 2011 expresa un movimiento construido sobre viejas redes y lealtades personalistas, en el que no es posible trazar una línea clara de distinción con viejas prácticas corruptas. Solidaridad Nacional expresa bien la ausencia de ideas e identidad, y revela que lo único que lo une es la locomotora personalísima de su líder. Esta será la lista más indisciplinada y que más rápidamente se fraccione de llegar al parlamento. Finalmente, de la candidatura aprista hay poco que decir, víctima de sus pugnas internas. La pregunta aquí es si el instinto de sobrevivencia alcanzará para poder sacar adelante la lista parlamentaria.

Finalmente, hay un tema que nos remite a los electores. Se ha criticado a las listas presentadas y su frivolización, pero no hay que olvidar que los congresistas llegan a sus escaños con los votos del pueblo. Es responsabilidad de cada quien, según sus preferencias, llevar al Congreso a los mejores de sus listas. De entre los grupos que a mi juicio han presentado listas más consistentes, ojalá fueran elegidos, de los que postulan en Lima, Henry Pease, Juan Sheput o Ronald Gamarra; Nicolás Lynch, Félix Jiménez o Jaime Delgado; Marisol Pérez, Luis Iberico o Güido Lombardi, entre muchos otros. Buenos candidatos hay: capaces al mismo tiempo de defender sus propias posiciones, y de buscar los consensos necesarios con las ajenas. Es cuestión de nosotros, como electores.

PS. Lamento que en estas páginas no comparta más el espacio con el gran maestro Luis Jaime Cisneros.

1 comentario:

Jhonatan Mondragon dijo...

. Por el contrario, la lista de Fuerza 2011 expresa un movimiento construido sobre viejas redes y lealtades personalistas, en el que no es posible trazar una línea clara de distinción con viejas prácticas corruptas. Solidaridad Nacional expresa bien la ausencia de ideas e identidad, y revela que lo único que lo une es la locomotora personalísima de su líder. Esta será la lista más indisciplinada y que más rápidamente se fraccione de llegar al parlamento.

Interesante. Estare fiscalizando sus resultados