En la política peruana se evita por lo general el definirse públicamente como de derecha; lo mismo podría decirse de definirse como conservador, o de proponer la defensa de valores tradicionales, a diferencia de lo que ocurre en otros países. En nuestro medio, en cuanto a propuestas de derecha, solo un discurso que apela al liberalismo cuenta con cierta legitimidad política. Tanto así que Keiko Fujimori niega ser de derecha y, aún más, Dionisio Romero llega incluso a definirse como alguien de izquierda. Ver al respecto:
Keiko Fujimori: “Decir que soy de Derecha es una mentira” (entrevista de Paul Alonso)
http://paulalonso.wordpress.com/2010/12/28/keiko-fujimori-%E2%80%9Cdecir-que-soy-de-derecha-es-una-mentira%E2%80%9D/Dionisio Romero: "soy un hombre de centroizquierda"
http://elcomercio.pe/impresa/notas/soy-hombre-centroizquierda/20090405/269214¿Por qué tenemos esta particularidad en nuestro país? La explicación habría que buscarla en el hecho de que nunca tuvimos un partido de masas de derecha, como en otros países y las razones detrás de esto. Nuestra derecha tendió a ser muy reaccionaria, muy oligárquica, excluyente, racista, y eso se percibe hasta ahora; de allí que los partidos de masas que aparecieron en el Perú (desde el APRA hasta ahora) tuvieron siempre un carácter antioligárquico, "antisistema" diríamos ahora. Como consecuencia, es muy común en nuestro medio pensar que un grupo de derecha no pueda tener un amplio respaldo popular y entre los más pobres. El error que comete tanto K.Fujimori al decir que el fujimorismo no es de derecha porque tiene apoyo popular, como analistas de izquierda que señalan que, porque el voto por Susana Villarán fue proporcionalmente más alto entre los más pobres, se trata de un voto de izquierda.
Me atrevería a decir que al contrario, es bastante común que el voto conservador y de derecha sea más alto entre los más pobres (en zonas rurales), y el voto de izquierda más alto entre las clases medias y en las grandes ciudades. Piensen por ejemplo en el voto conservador y en el de izquierda en Colombia, en el voto del PRD y el voto por el PAN y el PRI en México, o la configuración tradicional del Brasil pre-Lula. En otros contextos, Estados Unidos es un ejemplo elocuente también, con un voto demócrata más fuerte en las grandes ciudades, y el voto republicano más fuerte en las ciudades intermedias y pequeñas en el interior del país. Lo común en todos estos casos es que en contextos alejados de las grandes metrópolis tienen más vigencia valores conservadores, hegemonías de elites tradicionales, vigencia de redes y lealtades clientelísticas.
De esta manera, en el imaginario político nacional el ser de derecha aparece asociado a la defensa de los privilegios de los poderosos en contra del pueblo, o de la justificación de la injusticia. En una entrevista reciente, por ejemplo, Susana Villarán define a la derecha como el sector para el cual las desigualdades son inevitables, mientras que ser de izquierda es luchar contra las desigualdades que se pueden evitar. Siendo las cosas así, es lógico que todos eviten definirse de derecha. Ver:
Una tía diferente. Una entrevista a Susana Villarán por Abelardo Sánchez León y Martín Paredes
http://www.desco.org.pe/apc-aa-files/6172746963756c6f735f5f5f5f5f5f5f/12_Villar_n_180.pdfEl problema con esto es que el debate político se basa en premisas equivocadas. Ser de derecha no implica tener posiciones contrarias a los sectores populares, o no democráticas (del mismo modo que ser de izquierda no implica proponer formas violentas de lucha política o defender regímenes totalitarios). El aspecto práctico de este problema es que limitamos la posibilidad de construir una comunidad política con una derecha democrática preocupada por la exclusión social y nos quedemos con una derecha reaccionaria. Entiendo que esto está en la base de la preocupación de Eduardo Dargent y su reciente discusión con el colectivo
Otra mirada. Según este grupo, "los candidatos de la derecha están esforzándose por diferenciarse entre sí, sin embargo, esto resulta imposible dado que defienden y representan casi lo mismo". Por el contrario, Dargent llama la atención sobre la necesidad de hacer distinciones dentro del campo de la derecha, entre posiciones democráticas y no democráticas:
"Y aquí es donde termina lo que creo es un análisis limitado y empieza la irresponsabilidad. Por anteojeras ideológicas anti-mercado o por jalar votos están jugando con fuego. Los mismos analistas que una década atrás criticaban a Fujimori por amañar elecciones y atacar a la oposición, hoy me dicen que su heredera es igual a cualquier candidato de derecha. ¿De verdad les daría igual votar en segunda vuelta por Keiko que por Toledo? ¿La democracia todavía les importa tan poco? No seamos locos".
Ver al respecto:
http://eduardodargent.lamula.pe/2011/01/04/%c2%bfla-misma-derecha/http://www.otramirada.pe/sobreoferta-derechistaVer también la réplica de
Otra mirada y la contraréplica de Dargent:
http://www.otramirada.pe/cual-democracia http://eduardodargent.lamula.pe/2011/01/09/respuesta-a-otra-mirada/Por esto es que resulta muy refrescante que recientemente algunas personas se definan como de derecha proponiendo una mejor definición de en qué consistiría esa opción. Así, Alberto Vergara se ubica a la derecha en tanto liberal, sobre la base de preferir el mercado al Estado como mejor asignador de recursos; segundo, al rescatar su afinidad con una tradición intelectual "antitotalitaria"; finalmente, señala una mayor preocupación por el individuo, sus derechos y las instituciones que los garantizan, antes que por identidades o causas colectivas y sus expresiones políticas. Ver:
http://www.desco.org.pe/apc-aa-files/6172746963756c6f735f5f5f5f5f5f5f/02_Vergara.pdfPor su lado, Carlos Meléndez dice que se ubica a la derecha a pesar de haber tenido una formación de izquierda, básicamente por su respaldo al modelo económico liberal vigente. Meléndez llama además la atención sobre la importancia del contexto y nuevamente, sobre la particularidad peruana, de allí que afirme que fuera del Perú se sienta de izquierda pero dentro de derecha. Probablemente se refiera a que las izquierdas de otros países (Brasil, Chile, por ejemplo) han asumido claramente políticas económicas de mercado, complementadas con políticas distributivas, siguiendo lineamientos socialdemócratas, mientras que en nuestro país no existe propiamente una propuesta en ese sentido. Los dilemas de
Fuerza Social acaso sean expresivos de esta ausencia. Ver:
http://www.noticiasser.pe/26/12/2010/cabildo-abierto/nadie-va-hacer-caso-quien-diga-%E2%80%9Cterminemos-con-el-sistema%E2%80%9DMe parece muy importante que el debate político en nuestro país parta de mejores bases y evitemos malos entendidos. Como decía, será difícil entendernos si partimos de pensar que ser de derecha es estar a favor de la desigualdad, de privilegios o en contra del pueblo (o que ser de izquierda es favorecer la violencia o Estados totalitarios). Hay muchas maneras de entender la definición de derecha (y por lo tanto de izquierda). Asumamos que el eje derecha - izquierda traza una línea de división (establece un clivaje) muy básica en la cartografía política, donde todos quedamos de un lado o de otro. Partiendo de ese supuesto, ubicaríamos en esa línea a otros clivajes con los que tiene cierta correlación (es una simplificación, ciertamente, pero esa correlación creo que la justifica): liberales - socialistas, conservadores - progresistas, tradicionalistas - modernizadores, religiosos - laicos, etc. Naturalmente quedan fuera otros clivajes, pero dejemos de lado esa discusión por el momento.
¿Qué tendrían en común todos aquellos que están a la derecha del espectro político? En términos conceptuales, y tratando de no sesgar las definiciones en ningún sentido, diría que el núcleo básico de la derecha está en definir la libertad como el valor fundamental, mientras que la izquierda privilegia la igualdad. De este modo, si bien tanto derecha como izquierda quieren construir "buenas sociedades", la primera privilegia como meta la prosperidad, y la segunda la justicia. En cuanto a los medios para llegar a esa meta, las diferencias están en el grado y tipo de intervención estatal necesarios para que las cosas funcionen. Desde la derecha se cree más en una intervención mínima que apunte a establecer una igualdad de oportunidades (énfasis en el punto de partida) para luego dejar que se desarrolle la iniciativa individual; por el contrario, desde la izquierda se piensa que el libre mercado conduce a la concentración de poder y al establecimiento de priviegios, por lo que son necesarias medidas distributivas desde el Estado que limiten el poder de las elites económicas (énfasis en el punto de llegada, los resultados). Desde la derecha se respondería que la intervención estatal genera más problemas que los que se quieren resolver, porque el Estado mismo se convierte en grupo de interés y fuente de corrupción, y desde la izquierda se respondería que renunciar a una acción equilibradora desde el Estado equivale a la defensa de esos privilegios, del
statu quo. De un lado se invoca el realismo, del otro la utopía; de un lado se peca de conservadurismo, del otro de voluntarismo.
Espero haber mostrado con esta discusión que ambos puntos de vista son válidos y valiosos. Pienso por tanto que uno debería idealmente definirse de derecha o de izquierda según su temperamento, sensibilidad, valores, expectativas, pero no podría decirse que ser de derecha o de izquierda sea "intrínsecamente" superior a ser lo otro, del mismo modo en que no tiene mucho sentido plantear un debate sobre la superioridad de la libertad sobre la igualdad o viceversa. Esto puede sonar muy filosófico, pero tiene importantes consecuencias prácticas. Reconocer la validez y pertinencia de puntos de vista ajenos es el punto de partida básico para construir una comunidad plural, tolerante, abierta. Y plantear las diferencias sobre esas bases abre la posibilidad también de establecer consensos y visiones comunes en torno a la importancia de la democracia como régimen así como de la necesidad de combatir la exclusión social, y de combate a visiones cavernícolas de derecha como totalitarias de izquierda. En nuestro país necesitamos una derecha competitiva, consecuentemente liberal, del mismo modo en que necesitamos una izquierda competitiva, consecuentemente democrática. De paso, los problemas para construir una derecha liberal podrían ilustrarse con la historia del Movimiento Libertad de Mario Vargas Llosa, recientemente explorados en el libro de José Carlos Requena,
Una gran ingenuidad: el Movimiento Libertad 1987-1989 (Lima, Mitin eds., 2010).
Finalmente, un breve comentario personal. Alberto Vergara dice en la entrevista ya citada que parte de su definición de derecha descansa en que "yo no me formé intelectualmente leyendo a Gramsci, Mariátegui o Badiou; más bien, me reconozco con menos dificultad en una tradición donde pondría a Tocqueville, Raymond Aron, Isaiah Berlin, Hayek...". De otro lado dice que "más que el conflicto entre clases, me preocupa el conflicto del individuo contra las distintas colectividades que intentan dominarlo: el Estado, la nación, la iglesia". Pues bien, yo más bien diría lo contrario: soy más sensible ante el conflicto entre los excluídos, discriminados, explotados, y unas élites indolentes o prepotentes. Ese conflicto me parece más pertinente en el Perú, y existe allí un "sustrato clasista". En gran medida esa sensibilidad viene de mi experiencia personal, y se racionalizó con una formación universitaria político-cultural de izquierda. Sólo después leí a (y me dejé convencer por) autores liberales (con tiempo podría animarme a escribir un post sobre los libros que más me impresionaron e influyeron en mi formación, y cómo es posible ser un socialista liberal o un liberal de izquierda, pero eso será en otro momento).
Por estas razones, podría decir que me sigo definiendo de izquierda, ubicado vagamente en una zona "socialdemocráta", por así decirlo. El problema es que a estas alturas siento una distancia cada vez mayor entre los ideales de izquierda, en los que sigo creyendo, y en los izquierdistas de carne y hueso, o entre los ideales y los medios y las prácticas para alcanzarlos. Pero eso sería, nuevamente, materia de otro post.
Imagen: http://www.informationisbeautiful.net/store/left-vs-right-world-edition/