Artículo publicado en La República, martes 24 de febrero de 2009
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Vale la pena analizar el aumento de la aprobación a la gestión del presidente García, iniciado en noviembre del año pasado: pasó de 19% en ese mes hasta el 32% en febrero, y ha llegado a los niveles que tenía en los primeros meses de su gobierno: entre octubre 2007 y febrero 2008, su promedio fue 31.4%, según datos de Ipsos-Apoyo. Esta recuperación tiene alguna consistencia, se registra en todas las regiones del país, incluyendo el sur y el oriente. Ciertamente esto puede revertirse rápidamente, pero también puede ocurrir que el camino hacia arriba continúe un poco más. Marzo y abril son meses clave para poner a prueba la fortaleza de esta recuperación: son meses signados por el inicio de clases escolares, el pago de impuestos y otras obligaciones, que por lo general coinciden también con el inicio de algunas actividades de protesta.
El porcentaje de personas encuestadas que aprueba la gestión presidencial depende de muchos factores, y las características de la coyuntura son muy importantes. Por ello era equivocado decir, como algunos mencionaban hasta noviembre del año pasado, que la caída de la popularidad de García era consecuencia de la política económica, por ejemplo. Dentro de la misma política, las variaciones en la popularidad del presidente son muy altas. La recuperación de los últimos cuatro meses tampoco puede explicarse por factores estacionales como han señalado algunos: basta considerar que entre diciembre del 2007 e inicios de 2008 la popularidad de García cayó de manera constante.
Lo que parece mostrar la encuesta de Ipsos-Apoyo es que la dinámica de los precios resulta ser muy importante: cuando los precios empezaron a subir, desde mediados del año pasado, la caída en la aprobación presidencial fue más fuerte, y la recuperación se empieza a dar cuando algunos precios comienzan a bajar. También hay elementos políticos: las cumbres internacionales de finales de 2008 ayudaron; además el gobierno respondió de manera rápida y efectista a los grandes problemas que se le presentaron: la renuncia del gabinete Del Castillo, el nombramiento de Yehude Simon en octubre, la entrega de Rómulo León en noviembre, los sucesivos escándalos de corrupción y las respuestas del presidente que parecen haber creado la imagen de que esta no lo compromete de manera directa. No debe ser del todo una coincidencia que la aprobación a la gestión del presidente concuerde con la del presidente del Consejo de Ministros, Simon, y con la de la fiscal de la Nación, Gladys Echaíz.
A mediano plazo, las cosas no pintan bien: están las amenazas de la crisis internacional, y es muy difícil sostener indefinidamente una política de gestos e iniciativas que no se sustenten en un cambio en las políticas públicas con resultados concretos. El gobierno tiene un respiro, y ojalá lo aproveche para llevar adelante algunos cambios de fondo. El periodo de gracia de Simon, y de ministros en áreas clave como Ugarte, Leyton y Vildoso, ya se agotó. Y Cabanillas tendrá un periodo de gracia sumamente corto.
Imágenes: tasas de inflación mensual, según INEI. La encuesta de Apoyo publicada por El Comercio, aquí:
http://e.elcomercio.pe/101/impresa/pdf/2009/02/22/ECEE220209a10.pdf
No se puede hacer una asociación muy directa entre inflación y aprobación presidencial, pero puede verse que entre mayo y noviembre 2008 la aprobación cae más fuerte, al mismo tiempo que entre junio y octubre la inflación está de manera constante en niveles altos. La recuperación de la aprobación se da entre noviembre y febrero, precisamente los meses en los que la inflación baja.
VER TAMBIÉN:
¿Por qué sube Alan en las encuestas? Revista ideele, nº 190.
http://www.revistaideele.com/node/368
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