Artículo publicado en La República, martes 17 de febrero de 2009
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Hugo Chávez ganó el domingo pasado el referendo por el cual se aprobó la enmienda constitucional que le permitirá reelegirse indefinidamente, con el 54.4% de los votos; el “No” obtuvo el 45.6%, aproximadamente. Chávez ya anunció su “precandidatura” a las elecciones de 2012, y el inicio del “tercer ciclo de la revolución bolivariana” de 2009 a 2019. Es decir, a los diez años que ya lleva en el poder, pretende sumar diez más, con su cuarta postulación a la presidencia.
Debemos recordar que esta enmienda se realizó a pesar de que en diciembre de 2007 se llevara a cabo un referendo de reforma constitucional que también intentó aprobar la reelección, y que fue rechazado por el 50.7%, frente al 49.2% de los votos que obtuvo el “Sí”. Después de los resultados Chávez aceptó la derrota y comentó “por ahora”. ¿Por qué Chávez ganó ahora habiendo perdido antes? Algunas claves: su gobierno se ha beneficiado de un importante crecimiento económico y de políticas distributivas, los efectos de la crisis internacional y de la caída de los precios del petróleo todavía no se sienten, y el tono de la campaña del referendo aprobado fue mucho menos ideológico que el anterior.
Para adelante me parece claro que el gobierno continuará por el camino que ha seguido hasta ahora: el de buscar fortalecer un poder personalista, centralizado, sin contrapesos, apelando a la construcción de un importante apoyo popular mediante el uso de los recursos del Estado. Un régimen autoritario apoyado por el pueblo, expresado de manera plebiscitaria, no institucional
¿Qué le queda a la oposición? De un lado, está el camino del desconocimiento de la legalidad del régimen, la denuncia, la movilización desde fuera del sistema. Se trata de un camino que puede ser principista, pero improductivo. Si no se tiene la fuerza suficiente como para imponer condiciones, este camino lleva a la marginalidad política. De otro lado, está la opción de batallar dentro de las reglas que impone el régimen, aprovechar todos los espacios, no olvidando la importante cantidad de votos que obtuvo el “No” el domingo pasado, aunque con esto se convalide y legitime en los hechos la legalidad vigente. A la oposición no parece quedarle otro camino que este. Su gran problema será cómo enfrentar las elecciones de 2012; bien visto, es más fácil ganarle a Chávez en un referendo, con la oposición unida, que en una elección presidencial, en donde la oposición tiende a la dispersión. Además, se enfrentarán un líder con todos los recursos del poder a su disposición, y algún o algunos candidatos cuya construcción como alternativa es todavía precaria.
Lo importante es que Venezuela deje un escenario como el actual, en el cual el Congreso, por ejemplo, como resultado de lógicas abstencionistas que primaron en las elecciones de 2005, tiene una mayoría oficialista aplastante, y pase a una dinámica más equilibrada. El 45% de los venezolanos que no simpatiza con la reelección indefinida de Chávez todavía no tiene propiamente representación.
Foto: Caracas, febrero de 2008. Chávez aceptó que no podía reelegirse "por ahora", después del referendo de 2007. Ya consiguió lo que quería...
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3 comentarios:
Me parece que lo que (de)marca el magro espacio que, como bien anotas, le queda a la oposición, es justamente la carencia de representación en el Congreso, como poder del Estado y como vibrante espacio dentro del juego del poder. No recuerdo con exactitud si el sistema de elección parlamentario venezolano es mayoritario o proporcional (vagamente recuerdo que es lo primero, que incluso fue crucial en el tradicional bipartidismo de Punto Fijo), pero me pregunto si la proporcionalidad (en materia electoral) aportaría a una mayor representatividad de los ciudadanos, y, por ende, a generar esos "mayores espacios" que reclaman. Ello sin perjuicio de las "disidencias" que en el camino se vayan generando (pongo como ejemplo el caso de Wilmer Azuaje).
Martin, dime si te entiendo mal: la oposición venezolana debería desconocer la legalidad si tuviera la fuerza como para imponer condiciones?
Una segunda pregunta: consideras que Chávez ha llegado y se mantiene en le poder mediante elecciones democráticas, o se mantiene en el poder ilegítimamente? Digo esto porque hablas de "régimen", que entiendo utilizas para referirte a gobiernos no democráticos.
Una tercera pregunta: para ti la democraticidad de un gobierno reside en los mecanismos por los que fue elegido o en las políticas que elige implementar? Porque entiendo que Chávez ha ganado las elecciones limpiamente, así como este referéndum. Se puede arguir que ha utilizado recursos estatales en ello pero, si esa es la prueba ácida de la democraticidad de un gobierno, la inmensa mayoría de lo que consideras gobiernos democráticos en América Latina no la pasan. Y no olvidemos que la oposición venezolana ha recibido apoyo político y económico abierto (y podemos sospechar encubierto)de EEUU y otros gobiernos, de manera que Chávez no pelea sólo contra la oposición sino también contra quienes la bancan.
Entiendo también que Chávez y sus partidarios han hecho cambios en las normas, es decir en las reglas de juego, pero los han hecho apegándose a las mismas normas que luego cambian.
Por ultimo, explicar el apoyo a Chávez sólo en base al populismo no creo sea suficiente, aunque sí parte de la explicación. Afirmo esto porque sospecho parte del rechazo de más de la mitad de la población a la oposición tiene que ver con su performance los últimos 50 años. Digo, si me ponen a elegir entre los que durante 50 años no me dieron nada, y el que al menos me satisface mi revanchismo clasista (así no me de nada tampoco), realmente no enfrfento ninguna elección.
La del estribo, no todo el 45% que rechaza la re-elección necesariamente va a votar por la oposición, por consiguiente es atrevido afirmar que todo ese conglomerado no está representado en el actual parlamento.
saludos
Miguel
Miguel:
si la oposición en Venezuela tuviera fuerza política, respaldo popular, etc. suficiente, podría ciertamente seguir la estrategia de desconocer la legalidad del régimen, que no es una legalidad donde se respeten plenamente los derechos ciudadanos. Pienso en las luchas en nuestro país en contra de la segunda reelección de Fujimori. Pero no tiene esa fuerza. No le queda más que acomodarse a una legalidad tramposa.
Respecto a las otras preguntas: en varios textos he dicho que el gobierno de Chávez, igual que el de Fujimori, puede ser considerado una forma de régimen autoritario, un "autoritarismo competitivo". Chávez y Fujimori ganan elecciones tienen indudablemente respaldo popular; ganan en las ánforas, aunque todo el proceso electoral sea manipulado a favor del gobierno. El componente autoritario tiene que ver no con las elecciones ni la orientación de las políticas, sino con la concentración del poder, los límites a la disidencia y la oposición, la hostilización a los críticos, la manipulación de las reglas a favor del mantenimiento en el poder. Otra cosa, no estaría de acuerdo con que la mayoría de las elecciones en nuestros países son comparables a las elecciones que ganaron Fujimori o Chávez. Una diferencia crucial es el control de los organismos electorales, de la justicia electoral, de la normatividad electoral.
Por último: de acuerdo con que la explicación al apoyo a Chávez va mucho más allá de la explicación del populismo del gobierno. Y respecto al Congreso actual, ¡es prácticamente 100 chavista! La oposición está formada por chavistas disidentes. Es mucho peor que el congreso Fujimorista 1995-2000, por así decirlo.
Saludos
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