domingo, 31 de octubre de 2010

Susana Villarán, antes y después

Artículo publicado en La República, domingo 31 de octubre de 2010

Viajemos un momento al pasado. El núcleo político que creó el Partido de la Democracia Social (PDS), y que postuló a la elección presidencial de 2006 bajo la alianza Concertación Descentralista, evalúa el significado de haber obtenido el 0.62% de la votación presidencial y el 0.85% de los votos al Congreso, de no haber podido elegir ningún parlamentario y de haber perdido el registro ante el JNE.

La campaña habría demostrado que el camino de este núcleo político es diferente al de Ollanta Humala, pero también al del Partido Socialista de Javier Diez Canseco y al del MNI de Alberto Moreno; por lo tanto, habría que persistir en la creación de un partido propio, Fuerza Social. Tener inscripción propia resulta indispensable, para no ser socios menores dentro de proyectos ajenos. ¿Por qué Susana Villarán obtuvo entonces una votación tan baja? Si bien es una figura con experiencia, trayectoria y capacidad, y muy respetada en el mundo oenegístico, es muy poco conocida por la opinión pública. De otro lado, tendría en contra ser muy “miraflorina” para que el electorado medio pueda identificarse con ella.

¿Qué hacer entonces? Trabajar para conseguir la inscripción; de no conseguirse a tiempo, participar en las elecciones con alianzas amplias dentro de la izquierda (el MNI tendría una política muy abierta en ese sentido). Insistir en la promoción de Villarán como figura presidenciable para el 2011: una manera de hacerlo es presentarla como candidata a la alcaldía de Lima, que ganaría Luis Castañeda, si va a la reelección, o Lourdes Flores, si Castañeda postula a la presidencia. Obtener un 15% en esas elecciones, como Humberto Lay en 2006, sería un buen trampolín para la campaña presidencial, en la que se podría aspirar a superar la valla electoral de 5% y colocar algunos parlamentarios, para desde allí plantearse metas más ambiciosas con miras al 2016. Para esto resulta clave que Villarán sea capaz de ir más allá de un circuito de élite y clasemediero a fin de concitar apoyo en los distritos populares...

De vuelta al presente. Como puede verse, la vida te da sorpresas. Villarán ganó inesperadamente la elección, con porcentajes de votación más altos en los distritos populares; al contrario, perdió en los distritos de ingresos medios y altos. ¿Significa esto que el análisis precedente estaba equivocado? Por el contrario, me parece que demuestra lo accidental y frágil que es el apoyo obtenido. Una lección posible para la nueva alcaldesa: sigue siendo un desafío dejar de pensar Lima en términos de la suma de proyectos oenegísticos, y enraizarse en los sectores populares. Incluso invocar la figura de Alfonso Barrantes es problemático: recordemos que este no logró ser reelegido, y perdió ante Jorge del Castillo.

PS. Expreso mi solidaridad con el bloguero José Alejandro Godoy, por la injusta y abusiva sentencia que ha recibido en primera instancia por el PJ.

viernes, 29 de octubre de 2010

¿La izquierda unida jamás será vencida?

Ultimamente tengo mucho menos tiempo para comentar desde el blog, pese a que hay mucho que provoca decir. Pero no me aguanté las ganas de comentar algo sobre los debates actuales en torno al tema de la "unidad de las izquierdas" y los dilemas de Fuerza Social. ¿Deben todas las corrientes de izquierda unirse y participar juntas en las elecciones de 2011? ¿O deberían asumir que en realidad estamos ante proyectos diferentes, y por lo tanto deberían diferenciarse?

Obviamente, una manera de responder estas preguntas nos lleva a un terreno de preferencias y valores, al que no me meteré. Lo que haré es plantear algunas ideas sobre cuál es la lógica que lleva a las izquierdas a unirse o no en términos generales, y explorar qué implicancias y dilemas se presentan para nuestro caso.

El mundo de la izquierda es tremendamente diverso: hay tradiciones leninistas, trotskistas, estalinistas, maoístas, gramscianas, socialdemócratas, castristas, por mencionar algunas de las principales, a las que habría que añadir otras de origen nacional, que encuentran inspiración en el pensamiento de José Carlos Mariátegui u otros. Todas estas corrientes son parte de lo que podríamos llamar una tradición político-intelectual de izquierda "clásica", asociada a proyectos comunistas y socialistas. A esto habría que añadir variantes cercanas, aunque diferentes, que también han sido parte de proyectos colectivos de izquierda, como corrientes populistas o nacionalistas, como el velasquismo, por ejemplo. Cada corriente tiene una ideología que marca claramente diferencias, establece líneas de pureza revolucionaria y bastardía, de allí que este mundo tienda a ser dogmático, intolerante, y que tiendan a darse descalificaciones, excomuniones, divisiones.

Si las cosas son así, ¿cómo es que las izquierdas se unen, históricamente? En general, diría que el principal incentivo para la unidad es la posibilidad de un éxito electoral no alcanzable por separado, y la consiguiente llegada al poder político. Lo ideal para la izquierda es el éxito electoral con una plataforma revolucionaria: lo más cercano a ello lo veríamos en Bolivia con Morales, y antes, con Allende y la Unidad Popular en Chile. Si no se puede, lo segundo mejor sería el éxito electoral siguiendo caudillos populistas, como lo que se ve en la Venezuela de Chávez o en Ecuador con Correa. O como ocurre con sectores de izquierda que viven bajo el alero del peronismo en Argentina. El otro camino es el del éxito electoral con una plataforma reformista, que justifica asumir los costos de entrar al juego democrático, que exige tolerancia, pluralismo, apertura, convocatorias amplias, negociación con otros grupos, pragmatismo, programas políticos más de centro, menos puristas y revolucionarios y más definidos en función de la atención a problemas concretos. Este sería el caso de las izquierdas en Chile, Uruguay o Brasil, de corte socialdemócrata.

En el Perú de la década de los años ochenta, la izquierda se unió en torno al éxito electoral de un líder moderado para el contexto de la época, Alfonso Barrantes. La experiencia de finales de los años setenta e inicios de los ochenta fue muy aleccionadora: en la elección de Asamblea Constituyente de 1978 la suma de los votos obtenidos por las cinco listas de izquierda llegó al 29.4%, pero la lista más votada, la del FOCEP, obtuvo el 12.3%; separados eran débiles, unidos hacían a la izquierda la segunda fuerza política del país, con posibilidades de triunfo en 1980. Sin embargo, en la elección presidencial de abril de ese año no hubo unidad, primaron criterios particularistas, se frustró el proyecto ARI, y la suma de los votos de los cinco candidatos de izquierda alcanzó sólo el 14.4%, donde el candidato más votado, Hugo Blanco, obtuvo apenas el 3.9% de los votos. Una vez creada Izquierda Unida, en noviembre de 1980 la IU obtuvo el 23.3% de los votos en las elecciones municipales provinciales, y en noviembre de 1983 el 29%, lo que incluyó la elección de Barrantes como alcalde de Lima. Así se consolidó el mito de la unidad, por el cual "la izquierda unida jamás será vencida".

Lo interesante es preguntarse por qué, ante la posibilidad de ganar la elección de 1990, la IU se dividió, yendo en contra del argumento del éxito electoral como incentivo de la unidad. Creo que hubo una ideologización extrema que se impuso al pragmatismo electoral, resultado de los desafíos simultáneos que impuso desde fuera el sistema la acción de Sendero Luminoso (y el tipo de represión del Estado), y desde dentro tanto la retórica revolucionaria de Alan García como la retórica refundacional liberal de Vargas Llosa. Todo esto junto fortaleció las opciones más extremas dentro de la izquierda, debilitó su centro, y la división resultó inevitable. El mito de la unidad se confirmaría con los resultados de la elección presidencial de 1990: la izquierda dividida obtuvo 12.9% (Pease 8.2 y Barrantes 4.7%), y en los años siguientes desapareció, perdió su registro electoral y pasó a una suerte de estado de hibernación desde entonces, hasta 2006, para todo efecto práctico.

En 2006 la izquierda intentó resucitar, alentada por la caída del fujimorismo y cierta acumulación de fuerzas durante los gobiernos de Paniagua y Toledo. Sin embargo, diferencias en la evaluación del legado que dejaron estos gobiernos, la persistencia de diferencias ideólógicas del pasado y cierta ilusión de que el "giro a la izquierda" que se producía en la región también se diera aquí y que podría ser capitalizado, para lo cual era importante "perfilarse" mejor, llevó a optar por seguir caminos separados. Los tres candidatos (Villarán, Diez Canseco y Moreno) obtuvieron juntos apenas el 1.38%. ¿Nuevamente la lección fue que la unidad era el camino? Podría haber sido, pero no fue, porque en 2006 Ollanta Humala obtuvo el 30.6% en primera vuelta y 47.37% en la segunda vuelta.

La lección no fue que había que unir a la izquierda. Para unos la lección fue que había que unirse con Humala, optar por un programa radical liderado por un caudillo populista (como en Venezuela o Ecuador), a pesar de que, si bien este se ubica a la izquierda del espectro político, no es un hombre de izquierda en términos doctrinarios. Es decir, aquí primó una consideración pragmática y electoral, revestida de un discurso radical. De allí que el paso al humalismo haya llevado a la radicalización de antiguos moderados (como algunos "zorros" de la década de los años ochenta). De otro lado, para otros la conclusión fue que había que persistir en la construcción de un camino propio, no tanto con la intención de ganar elecciones, sino simplemente de sobrevivir y acumular fuerzas, para lo cual contar con una inscripción propia ante el JNE resultaba imprescindible. En este campo se ubicaron Fuerza Social, Tierra y Libertad y en cierta medida el MNI.

En este marco, para las elecciones del 3 de octubre pasado los distintos grupos de izquierda tuvieron estrategias diferentes entre sí, y diferentes a su interior según las regiones. En Lima el sector socialdemócrata de la izquierda, FS, planeó inicialmente consolidar una mínima presencia propia (la figura de Villarán en particular), que hiciera viable su candidatura presidencial, y así poder superar la valla electoral, no perder la inscripción ante el JNE y lograr una modesta representación parlamentaria el próximo año, para plantearse después metas más ambiciosas. La alianza con Tierra y Libertad, Lima para Todos y MNI fue un acuerdo puntual, no necesariamente un compromiso de construir una relación de largo plazo.

Inesperadamente, como sabemos, Susana Villarán se convirtió en una candidata competitiva y terminó ganando las elecciones en Lima. ¿Qué hacer ahora? FS tiene un gran problema: tiene un enorme capital político potencial con Villarán, pero una gran debilidad en el corto plazo, al no tener un candidato presidencial aparente. En la política personalista en la que vivimos esto significa estar muy mal posicionado. FS ha sido víctima de su éxito. Al frente está Ollanta Humala, cuarto en las encuestas, que no tendría problema en superar la valla electoral y conseguir una representación importante en el Congreso, en principio. Ir con Humala es jugar a seguro para los distintos grupos de izquierda tradicional: se afirman en un discurso radical, se cohesionan ideológicamente, y al mismo tiempo se aseguran un mínimo éxito electoral. Radicalismo y pragmatismo juntos. Esto haría que sectores de izquierda más tradicional y pragmáticos terminen siendo subsumidos por el criterio de la unidad en el humalismo. Desde allí resulta muy cómodo llamar a la unidad de la izquierda: FS sumaría porque permitiría llegar a otros sectores, y prácticamente no hay costos asociados a esa inclusión.

Por su lado, FS no puede decir lo mismo: participar solos puede implicar perder el registro logrado tan esforzadamente, pero de otro lado, ir con Humala implicaría desandar el camino emprendido desde antes de la elección de 2006, el de perfilar un camino propio y distinto; ir con alguien como Toledo también, porque éste es tan poco confiable como aquél, cada quien en su particular estilo. Se podría terminar asumiendo el pasivo de estos, con muy poco beneficio, desdibujando y quitándole credibilidad a una propuesta que reclama renovadora, al interior de alianzas con liderazgos y compañías cuestionables. ¿El camino propio, entonces? La jugada es ciertamente riesgosa, porque no hay un candidato presidencial fuerte y al mismo tiempo capaz de expresar los valores y las propuestas que supuestamente se quieren transmitir. ¿Presentar solamente una lista parlamentaria, y apostar por el voto cruzado, que tan elocuentemente se ha dado en las elecciones recientes? Acá el problema es que dejaría a FS sin un discurso nacional, lo limitaría a la suma de discursos departamentales. El abstencionismo no parece una buena estrategia, cuando se pretende cimentar una propuesta con supuestamente mucho que decir. La clave entonces parecería estar en seleccionar bien a un candidato presidencial propio.

Acá el dilema estaría en optar por una figura como la de Hernando Guerra, aparentemente con algún potencial electoral, pero que no haría creíble el mensaje de que FS encarna "una nueva forma de hacer política" (parecería una movida muy oportunista y puramente electoral, además Guerra tiene un largo y sinuoso pasado político) u otras como las de los expresidentes regionales de Cajamarca o Junín (Jesús Coronel o Vladimiro Huároc), que si bien pueden encarnar mejor un discurso descentralista y renovador, tendrían que demostrar que son viables electoralmente a nivel nacional más allá de sus bases regionales. Algo similar podría decirse de Marco Arana (Tierra y Libertad, que aparentemente tampoco se entusiasman con ponerse bajo el cobijo del humalismo), figura que surge de Cajamarca asociada a temas ambientales, que no parece haber salido de ese "nicho" político). En medio de estos riesgos y dilemas, ¿qué decisión tomará FS? ¿Hará una apuesta electoral no principista, poniendo en riesgo su credibilidad, u optará por una apuesta descentralista exponiéndose a perder su esforzada inscripción? Veremos...

VER TAMBIÉN:

Entre asedios, dudas y expectativas
Romeo Grompone
http://www.revistaideele.com/idl/node/749
Debate entre los candidatos a la Alcaldía de Lima-1983
http://peru30.wordpress.com/2010/08/26/debate-entre-los-candidatos-a-la-alcaldia-de-lima-1983/
Zurdas y restas
http://www.revistaideele.com/idl/node/748

Sobre estos temas algo he escrito antes; ver:

“La crisis de representatividad en los países andinos y el ‘viraje a la izquierda’: ¿hacia una renovación de la representación política? En: Arturo Fontaine, Cristián Larroulet, Jorge Navarrete, Ignacio Walker, eds.: Reforma de los partidos políticos en Chile. Santiago, PNUD, 2008 (p. 273-293).

“The Left in Peru: Plenty of Wagons and No Locomotion”. En: Jorge Castañeda y Marco Morales, eds., Leftovers. Tales of the Latin American Left. New York, Rouledge, 2008 (p. 193-212).

“El agotamiento del modelo neoliberal y el resurgimiento de la izquierda en los países andinos”. En: Pérez Herrero, Pedro, ed.: La “izquierda” en América Latina. Madrid, ed. Pablo Iglesias, 2006 (p. 253-272).

“Révolutionaires, réformistes ou ´hommes politiques traditionneles´? Montée en puissance et effondrement de la gauche au Pérou”. En: Problèmes D´Amerique Latine, 55, Hiver 2004-2005. Paris (p. 65-87).

lunes, 25 de octubre de 2010

Elecciones regionales y municipales 2010

Artículo publicado en La República, domingo 25 de octubre de 2010

Algunas impresiones rápidas de los resultados preliminares, sujetas a verificación, casi hipótesis de trabajo. ¿Qué balance general podría hacerse de los resultados de las últimas elecciones? Primero, es claro que a los partidos nacionales no les fue bien, tienen menos candidatos, votos y autoridades que en 2006. Habría también que decir que los partidos nacionales han en gran medida abandonado, tirado la toalla respecto al escenario regional y local. El partido principal, el APRA, ha sido especialmente golpeado, considerando los resultados de las elecciones regionales de 2002 y 2006, y que están actualmente en el gobierno. Lo llamativo es que, en gran medida, este ha sido el resultado buscado por Alan García. De otro lado, cada vez más los partidos nacionales actúan abiertamente como “vientres de alquiler” en las regiones y municipios.

Segundo, creo que los resultados reflejan en gran medida el crecimiento económico ocurrido en los últimos años. No solo ser autoridad regional y local es más atractivo para una carrera política que antes, dado el aumento del presupuesto de inversión, también hay más actores dispuestos a invertir dinero en campañas. Esto ayuda a entender el aumento del número de candidatos en regiones y provincias, también campañas más costosas, y una mayor presencia de empresarios o personalidades que acumulan capital económico y lo quieren convertir en capital político. El mayor costo de las campañas podría haberse constituido en una suerte de barrera de entrada práctica que, aparentemente, ha reducido el nivel de fragmentación política: el voto tendió a concentrarse en los candidatos grandes, y los ganadores en general han ganado con porcentajes mayores a los del 2006.

Tercero, “algo” podría estarse consolidando en algunas regiones. Tenemos más candidatos reelectos en 2010 que en 2006 en las regiones y aparentemente también en los municipios, y encontramos que en algunas regiones hay ya varios nombres que se repiten como los candidatos más votados en las últimas elecciones. Ojo, no se consolidan movimientos, sí liderazgos muy personalistas. Y esos liderazgos saltan de un movimiento o partido a otro de elección a elección con mucha facilidad. Más que transfuguismo, lo que tenemos es que los partidos y movimientos no son mucho más que una inscripción o etiqueta que permite postular personas.

Cuarto, la creciente personalización de la política explicaría un mayor voto cruzado en las últimas elecciones. Una cosa es votar por el presidente regional, otra por el consejero regional, otra por el alcalde provincial, otra por el alcalde distrital. Este efecto, elocuente en Lima, se habría dado en todo el país, y se habría profundizado por la elección de consejeros regionales en circunscipciones provinciales uninominales.

Quinto, si todo lo anterior es cierto, poco sería lo que se puede inferir de estos resultados para las elecciones del próximo año.

domingo, 17 de octubre de 2010

"Desafíos de la gobernabilidad democrática"

El próximo viernes 22 se presentará mi último libro (del cual soy coeditor y coautor con Francine Jácome) en el Instituto de Estudios Peruanos, a las 7 pm. Pueden ver la carátula, el índice del libro, y la tarjeta de invitación, están todos cordialmente invitados. Los comentarios de Steven Levitsky, Luis Gómez y Paula Muñoz serán sin duda interesantes. Saludos...

Indice

Presentación
Martín Tanaka

PRIMERA PARTE: REFORMAS POLÍTICO-INSTITUCIONALES

1. Bolivia: el azaroso camino de la reforma política
Fernando Mayorga

2. Reforma institucional en Colombia: el vía crucis por el equilibrio entre la gobernabilidad y la representación (1991-2006)
Mónica Pachón

3. Gobernabilidad democrática y reformas institucionales y políticas en Ecuador
Simón Pachano

4. Régimen político, improvisaciones institucionales y gobernabilidad democrática en Perú
Romeo Grompone y Rodrigo Barrenechea

5. La Venezuela de la V República: la reforma política y sus implicaciones institucionales
Ricardo Combellas

SEGUNDA PARTE: MOVIMIENTOS SOCIALES

6. Movimientos sociales en Bolivia. Acción colectiva y democracia en tiempos de cambio (1990-2009)
Eduardo Córdova

7. Democracia, gobernabilidad y movimientos sociales en Colombia: 1990-2006
Marcela Velasco

8. Movimientos sociales y procesos constituyentes en Ecuador
Carlos de la Torre

9. El asedio desde los márgenes: entre la multiplicidad de conflictos locales y la lenta formación de nuevos movimientos sociales en Perú
María Isabel Remy

10. Movimientos sociales en Venezuela: la demanda es por más democracia
Deborah Van Berkel

TERCERA PARTE: VISIONES COMPARADAS

11. Entre la democracia elitista y los personalismos autoritarios: reformas institucionales y gobernabilidad democrática en la región andina
Martín Tanaka y Sofía Vera

12. Movimientos sociales, democracia y reformas en la región andina
Francine Jácome

13. La región andina y el contexto hemisférico, o de cómo construir región en tiempos turbulentos
Ana María Bejarano y Daniella Levy-Pinto

Sobre los autores

Venezuela, Ecuador, Brasil, Chile


Artículo publicado en La República, domingo 17 de octubre de 2010

Tiempo de mirar nuevamente por el vecindario. En las últimas semanas han llamado la atención las elecciones legislativas en Venezuela (26 de setiembre), una rebelión policial en Ecuador (30 setiembre), la primera vuelta de las elección presidencial en Brasil (3 de octubre) y el rescate de los mineros chileno (13 de octubre). Brasil y Chile tuvieron en los últimos años gobiernos de corte socialdemócrata, y en estas elecciones el tema fue la continuidad o un giro hacia la derecha. En Chile se dio lo segundo con la elección de Piñera, mientras que en Brasil, aparentemente, se impondrá la continuidad con Dilma Rousseff. En todo caso, el Partido de los Trabajadores se ha convertido en la principal fuerza política del Congreso, y mediante su alianza con el PMDB y otros partidos ha logrado una cómoda mayoría. Respecto a la gestión de Piñera, es todavía poco lo que se puede decir, a pesar de que lleva ya seis meses de gestión: lo que ocurre es que la atención del país y los esfuerzos gubernativos han estado centrados en la respuesta a desastres (primero el terremoto y luego el rescate de los mineros), y otros temas sustantivos han pasado por el momento a un segundo plano (como el tema mapuche, entre otros).

Por otro lado, tenemos países que se orientaron más radicalmente hacia la izquierda, con gobiernos que se han propuesto refundar el orden político. En Venezuela las condiciones de competencia y equilibrio político han mejorado con la última elección, en la que la oposición ha ganado un espacio importante: en términos de votos, los resultados muestran un resultado estrecho: 52% para el gobierno, 48% para la oposición. Sin embargo, por el diseño de los distritos electorales, el oficialismo podría llegar a tener el 60% de la representación. Si pensamos en la elección presidencial de 2012, el chavismo cuenta además con una enorme concentración de poder, mientras que la oposición tiene el desafío adicional de consolidar un líder capaz de unificarla y al mismo tiempo de derrotar a Chávez. En suma, diría que en Venezuela tenemos una oposición que ciertamente ha avanzado, pero que compite en un escenario que sigue siendo el de un régimen autoritario. El que se haya demostrado que no tenga una clara hegemonía social o que la oposición tenga más espacio no cambia el carácter del régimen.

En Ecuador, los sucesos recientes han revelado la existencia de importantes fisuras y debilidades en el gobierno, el partido en el poder y sus alianzas. Si bien Ecuador, al igual que en Venezuela o Bolivia el partido oficialista logra ser mayoría electoral y controlar relativamente las instituciones, en Ecuador el partido de gobierno no tiene la solidez o disciplina para imponerse. Tampoco el proyecto de “revolución ciudadana” del presidente Correa muestra gran cohesión ideológica, mientras que en Venezuela y Bolivia estamos ante proyectos socialistas hegemónicos mucho más definidos.

jueves, 14 de octubre de 2010

Elecciones regionales y municipales 2010

Este martes a las 7pm., estará interesante. Haremos el esfuerzo de especular lo menos posible y comentar sobre la base de datos concretos, recopilados por el equipo de Perú Debate.

LASA 2010 y otros

Regreso de Toronto, donde estuve en el último Congreso de LASA (Latin American Studies Association). Espero poder hacerme tiempo para compartir algunas impresiones del mismo...

A propósito, me hicieron una breve entrevista que salió publicada en La República del día de hoy:

“Deben consolidarse las instituciones políticas”
Entrevista/Martín Tanaka.

El analista advirtió que, sin embargo, el votante peruano no cree en los partidos ni en los discursos, sino en el carisma de los candidatos.
María Elena Castillo

http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20101014/6/node/294796/todos/15

Ya que estoy en esto, el 5 de octubre estuve en una entrevista con Jaime de Althaus junto a Carlos Meléndez y Víctor Andrés Ponce, comentando las elecciones regionales y municipales:

http://www.youtube.com/watch?v=HtCCRZmIa08&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=ymBZHiAZY-Q&feature=related

domingo, 10 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa, el intelectual


Artículo publicado en La República, domingo 10 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa escribió en alguno de sus artículos que el mundo se puede dividir entre quienes prefieren a los perros y quienes prefieren a los gatos. A partir del nobel, el mundo podría dividirse entre quienes festejan y celebran con entusiasmo el premio nobel, y otros que dicen o piensan “sí, pero me quedo con el novelista, no con el personaje público”. Me parece que el nobel premia el conjunto de la obra de MVLL, no solo su producción literaria. Justificar el premio por su “cartografía de las estructuras de poder” y sus “afiladas imágenes de la resistencia, rebelión y derrota del individuo” da cuenta no solo de su producción de ficción y crítica literaria, también de sus crónicas, ensayos y artículos periodísticos.

Estoy entre quienes admiran al escritor de ficción y al intelectual comprometido con los debates contemporáneos. En esto VLL está emparentado con otros grandes escritores latinoamericanos que, como él, todos los años son mencionados merecidamente como candidatos al nobel, como Carlos Fuentes o Ernesto Sábato. En cierto modo este nobel premia a estas figuras intelectuales, que son mucho más que magníficos escritores.

Me encanta que el nobel le de credibilidad al credo de que el talento es fruto del trabajo y la disciplina, en vez de un don natural concedido por la gracia divina. Que se reconozca al peruano que siempre nos abrió las puertas del mundo, con sus crónicas desde Londres, Berlín, o el Congo. Me admira que VLL haya evitado siempre instalarse en el parnaso de la gloria literaria, para asumir la defensa de algunas causas o criticar otras sin preocuparse por las consecuencias. La pasión (e integridad) de sus ideas, como dijo Patricia del Río. Siempre ha alentado grandes debates, y eso es lo destacable, no que estemos de acuerdo o no con sus posturas específicas. Así, hemos leído sus tempranas críticas al carácter dictatorial del régimen cubano, y también a la “dictadura perfecta” del PRI mexicano. Más recientemente, criticó al gobierno de Israel frente al problema Palestino, y al gobierno de los Estados Unidos por la invasión a Irak.

En nuestro país, merecen destacarse algunas batallas libradas por el escritor, que el tiempo ha tendido a refrendar, hecho que la izquierda debiera reconocer: las conclusiones del informe Uchuraccay, con las que coincidió la Comisión de la Verdad; la lucha contra la política de estatizaciones y la defensa de la economía de mercado. Y otras batallas de las que la derecha debiera aprender: la defensa de las instituciones democráticas y de los derechos humanos, o la denuncia de la banalización de la cultura que viene con el imperio del mercado.

En uno de sus libros el filósofo Richard Rorty afirma que la mejor posición intelectual es aquella que es atacada con igual vigor tanto por la derecha como por la izquierda. El conjunto de la obra de MVLL lo hace también amplio merecedor de ese reconocimiento.

VER TAMBIÉN:

MARIO VARGAS LLOSA
Catorce minutos de reflexión
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Catorce/minutos/reflexion/elpepuopi/20101010elpepiopi_11/Tes

domingo, 3 de octubre de 2010

Día del Periodista

.Artículo publicado en La República, domingo 3 de octubre de 2010

El viernes pasado se celebró el día del periodista. La campaña electoral que termina con las elecciones de hoy ha puesto en debate el papel de los medios y de los periodistas en particular, en qué medida constituyen un grupo de poder, un actor político en sí mismo, incluso por encima de los partidos, en tanto defenderían intereses específicos, pero no sujetos a un control democrático.

No existe en nuestro país una tradición de prensa que distinga claramente la información de la opinión; por lo general, los medios periodísticos no solo defienden abiertamente una causa y atacan la contraria, sino que también resaltan y exageran, u ocultan o minimizan información según favorezca la línea propia y perjudique la ajena. No se impone el criterio de confirmar la veracidad de la información o de establecer claramente cuál es el interés público y las consecuencias de su difusión (más allá de consideraciones muy inmediatistas) antes de darla a conocer, o de dar cabida a descargos o visiones alternativas. En todo caso, los criterios que se manejan son muy laxos, y se justifican bajo la presión de la competencia y de ganar una primicia, salvo muy honrosas excepciones.

Y todo esto cuando es la política la que domina la coyuntura; cuando no, los medios se inundan de noticias policiales, en particular la televisión. Esto no tiene nada de malo en sí mismo, el problema es que la atención a lo delincuencial o social no viene acompañado de un esfuerzo por contextualizar la noticia, de tratar de entender las características, causas y posibles soluciones de los problemas, sino de explotar sus ángulos más truculentos.

La justificación de estas conductas pasa por la lógica de la competencia: si no lo hago yo, otro más lo hará, una suerte de problema de acción colectiva en la que todos terminan haciendo lo que supuestamente no quieren hacer. Pues a falta de una coordinación eficaz, debieran primar los principios. De otro lado, se suele invocar el derecho a la subjetividad, a la opinión, a la libertad individual. Lo que no se considera suficientemente es que se puede ser todo lo parcial y subjetivo que se quiera en términos de las preferencias de cada quien, pero hay también una obligación de seguir criterios de veracidad, rigurosidad, evitar sesgos, en suma, de intentar mantener niveles mínimos de objetividad. Esto implica, a mi juicio, reconocer que posiciones adversarias críticas pueden tener razones válidas; y que las posiciones propias tienen límites y puntos débiles. Viendo así las cosas, la búsqueda de objetividad debiera llevar a servir mejor las causas que cada quien defiende: solo reconociendo que se tienen limitaciones es que se pueden corregir, y reconocer los puntos válidos ajenos permite asumirlos para así fortalecerse. Pasada el tráfago electoral, esperemos que las autoridades electas, los candidatos derrotados y los medios y periodistas sepan sacar las lecciones que correspondan.

viernes, 1 de octubre de 2010

Statement on the Crisis in Ecuador

September 30, 2010

We the undersigned, members of the Andean Democracy Research Network, reject the rebellion by military and police units in Ecuador that has created the deepest political crisis facing the government of Rafael Correa in his four years in office. The high command has expressed support for Correa, but dissident elements within the police and sectors of the military have chosen the path of rebellion.

The removal of elected officials by non-elected officials constitutes a fundamental violation of the right to democracy. Democracy requires that military and police officers be obedient and non-deliberative.

The attempted destabilization of the government of Ecuador has been energetically repudiated by governments throughout the Western Hemisphere including Ecuador’s immediate neighbors, the OAS, UNASUR and the US government. This is evidence that the right to democracy is increasingly well established in the Americas. At the same time, the coup in Honduras was a reminder that there are significant threats to democracy in the region today.

Versión en español:

Los abajo firmantes, miembros de la Red de Investigación de la Democracia Andina, rechazamos la rebelión por parte de los grupos policiales y militares en Ecuador que han producido la crisis más grave que el gobierno de Rafael Correa ha enfrentado en sus cuatro años de cargo. El alto mando militar ha expresado su respaldo por Correa, pero elementos disidentes dentro de la policía y sectores de la fuerzas armadas han elegido el camino de la rebelión.

La suplantación de funcionarios electos popularmente por oficiales no electos constituye una violación fundamental del derecho a la democracia. La democracia requiere que las fuerzas armadas y la policía sean obedientes y no deliberativas.

El intento de desestabilización del gobierno de Ecuador ha sido rechazado a lo largo del hemisferio occidental, incluyendo a los países vecinos de Ecuador, la OEA, UNASUR, y el gobierno de los EEUU. Es evidente que el derecho a la democracia está cada vez más arraigado en las Américas. Sin embargo, el golpe de Estado previo en Honduras ha servido como aviso de que en la region todavía existe amenazas significativas a la democracia.

David Altman
Santiago Basabe-Serrano
Ana Maria Bejarano
Felipe Botero
Maxwell A. Cameron
Catherine Conaghan
Tulia Falleti
Manuel Antonio Garreton
Markus Gottsbacher
Eric Hershberg
Juan Pablo Luna
Jennifer McCoy
Gerardo Munck
Simon Pachano
Pablo Policzer
Cynthia Sanborn
Martin Tanaka
Jason Tockman
Carlos Toranzo

TOMADO DE:
http://blogs.ubc.ca/andeandemocracy/2010/09/30/the-crisis-in-ecuador/